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Las confesiones de mi mujer y su fantasía (Parte 1)
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Amigos lectores les traigo un relato real, de mi esposa, más bien confesión.

Estando mi esposa una noche de este año 2020, decidimos tomar unos tragos, y hablando en la comodidad de nuestra habitación surgió el tema de las confesiones.

Aunque somos muy calientes nunca habíamos hablado de ese tema. Así que empezamos por decirnos algunas cosas calientes.

La describiré para que se den una idea de cómo es:

Mide 1.58, piel blanca, cuerpo apetecible, tienes unas tetas talla 38, y unas nalgas muy ricas, no es gordita, pero tampoco flaca, imaginen que tiene buena figura. Aparte su cara es muy linda.

Soy su segundo esposo, ella se casó muy joven y se divorció después de 8 años de matrimonio teniendo una hija. Ahora tiene 40, yo me casé con ella cuando tenía 31, pero llevaba 2 años de divorciada.

El tema de confesión fue cuántos habían estado con ella. La pregunta fue con cuántos había estado, cuántos penes había conocido?

Primero con miedo y morbo a la vez me confesó que conoció 5 vergas, incluida la de su ex esposo, él fue el primero en entrar en ella, el que le inauguró su conchita, ella siempre fue una mujer muy desarrollada físicamente, así que se imaginaran el manjar que se comió su ex. Ella con 21 años, virgen y un cuerpo espectacular, y el con 5 años más, y experiencia en el sexo le enseñó algunas cosas, pero le faltaba más. Según sus propias palabras no la sabía hacerla llegar al orgasmo muy seguido, así que duró esos años de casada solo recibiendo la verga de su ex, sin mucho entusiasmo.

Ella sabía que tenía que explotar su sexualidad, pero él no la satisfacía al 100.

Unos meses antes de su divorcio la contactó un viejo amigo, novio de ella en la adolescencia, pero que no pudo entrar en ella.

Comenzaron a platicar por mensajes, y llamadas. Hasta que un día decidió verlo en persona, ese día fue por la noche, dijo que iba a ver a su mamá. Así que no sospecho nada su ex.

Hubo buena plática, y hasta ahí, pero se siguieron viendo más seguido, hablaron de temas íntimos, ella le dijo que jamás sería infiel, pero que le gustaría por otro lado explotar bien su sexualidad. Después de 2 meses de verse él le confesó que le traía muchas ganas.

Se miraron fijamente y tras unos segundos de silencio, empezaron los besos, y claro un buen faje, ella siempre vestía de pantalón de mezclilla, blusas ajustadas, y eso a él le encantaba, en esa primera vez, solo fueron besos y faje, el parecía pulpo, le tocaba todo encima de la ropa dejándola caliente, solo que ella no quería ir al hotel, así pasaron un mes más. De puros fajes, se metían mano, el tocándole los pechos directamente, a veces le metía la mano entre sus bragas, y ella le bajaba el pantalón y le tocaba su verga, masturbándolo. La segunda verga que veía en vivo. A ella le encantó ya que medía unos 17 cm, pero estaba muy gruesa, casi lo doble que la de su esposo En ese tiempo.

Poco después ella se divorció, y ahora sí, empezó su goce y claro también el de los que la probaron.

Para celebrar su divorcio su amigo la invitó a tomar unos tragos, ella encantada acepto, cabe mencionar que tenía meses sin coger, ya que estaba en trámites, así que al calor de la noche y las copas empezó a calentarse, ese día ella llevaba una blusa blanca escotada, pantalón de mezclilla ajustado también, zapatillas, y de ropa interior una tanga blanca y un bra del mismo color, hacía que sus tetas se quisieran salir. Empezaron con besos, y faje, hasta que su amigo le dijo que fueran a otro lugar. Ahora sí, ya no podía decir que iba a ser infiel. Y ella encantada acepto.

Llegaron al hotel, y enseguida comenzó a volar la ropa de ambos, ella quedó desnuda primero, él se alejó unos centímetros de ella, para observar su hermoso cuerpo, sus tetas, su cadera, su culo, y su vagina depilada, la hizo dar una vuelta, y volvió a besarla y manosearla toda. Diciendo que estaba súper rica.

Ella ya estaba muy caliente, y mojada, así que le bajó el bóxer, y salió esa verga grande y gruesa delante de ella, así que sin pensarlo se arrodilló y la comenzó a besar, pasarle la lengua y después se la metió en la boca , tenía que abrirla mucho por qué era muy gruesa, pero lo logro. Su amante solo le recogía el cabello y le empujaba la verga para que se la comiera lo más que pudiera, después de unos minutos de tener esa verga en la boca, él la levantó, la recostó en la cama, y le fue besando desde su boca, el cuello, y se entretuvo mucho tiempo en sus ricas tetas.

Mientras que con una mano le acariciaba su concha, metiéndole uno o dos dedos, después de eso bajo hasta su zona íntima, y le hizo un oral maravilloso, que en cuestión de minutos termino en un delicioso orgasmo, ella gemía, y movía su cadera con intensidad disfrutando de esa lengua en su concha, y él se bebió todos los jugos que salían de ella.

Después ella le dijo, ahora sí quiero que me la metas por favor, tengo meses sin sentir algo, y desde que te la vi me encantó tu verga, cógeme ya, métela, quiero que me la claves por favor. Ya no aguanto las ganas.

En eso él se iba a poner el condón, y ella le gritó, No!! No te pongas nada. Te quiero sentir así. Solo cógeme por favor.

Cuando ella dijo eso a él le brillaron los ojos e incluso se le puso más dura. Se puso encima de ella y la fue penetrando, era la segunda verga que iba a probar, y más grande, así que cuando entro la cabeza de ese pene, dio un gemido de dolor y placer:

Ahh!! Que rico se siente, la siento grande, métela despacio por favor quiero sentirla cada centímetro de ella. Es la segunda que me meten, y está mucho más grande que la que estoy acostumbrada pero quiero disfrutar.

Él la fue metiendo, poco a poco sentía como su concha le apretaba, así que solo gemían de placer los dos.

Ella: así, que rico, métemela, dame tu verga! La siento muy gruesa, me encanta, es como un fierro! Que placer! Ahh!

El: mamacita, que rico me la aprietas, estás muy cerradita, siento tu vagina caliente que me oprime la verga!! Que rica estas!! Ahhh! Así te quería tener, desnuda abriendo las piernas y metiendotela. Encantas… ahhh!

Ella: así papito, que rico, cógeme, ahh! Que rico siento, me hacía falta una buena verga. Te quiero seguido dentro de mi ahhh! Me abres toda!! Que rico!!!

Empezó a embestirla más y más fuerte, solo se escuchaban sus gemidos, y el golpear de sus huevos en su culo.

Poco después él le dijo que quería verla arriba. Así que cambiaron de posición. Se acostó con su verga apuntando al techo, y ella se abrió de piernas y se fue sentando en ese rabo, aunque ya estaba toda mojada aun así le costó trabajo entrar, la sentía muy grande y el sentía como apretaba.

Hasta que se la metió toda, ahora ella llevaba las riendas de la situación, se movía en círculos, y subía y bajaba con pasión, primero despacio, después con más intensidad. Y el, no dejaba de mamarle los pechos, morderlos, y saborear sus pezones que estaban súper parados por la excitación. De nuevo gemidos de ambos.

Ahhh! Que rico me coges mujer, te mueves maravillosos, te la comes toda, estás riquísima, goza mi verga, cómo te gusta, eres increíble cogiendo, te voy a coger seguido, tienes que acostumbrarte a mi verga, ahh!! Sii!

Ella: si papi, me encantas, me entra mejor así, te siento bien adentro, no me la saques por favor!! Ahhh!! Que rico!!! Me encantas!!! Que verga te cargas!!! Aaahhhh!!!

Cógeme, chúpame las tetas, muérdelas, haz lo que quieras con ellas son tuyas papi!! Pero no me la saques por favor!!! Aaahhh!!! Me vengo papi, me vengo!!! Me vengo ricooo!!! Aaahhh! Dame más!!! Mas!!! Ahhh! Que rico!!! Y explotó en un orgasmo, llenándole la verga y los huevos de sus fluidos…

Después de unos minutos él le anunció su venida:

Me voy a correr amor!!! Quítate, me voy a correr!!!

No papi, vente dentro quiero sentir tu lechita dentro, hasta el fondo!!!

Segura!!??

Siii! No la saques, ni se te ocurra!!! Aaahhh!

Me vengooo!!! Te voy a llenar!!! Ahhh! Toma mi leche si eso quieres!!! Ahhh!!! Que rico, te estoy llenando!!! Ahhh!!!.

Descargó en ella.

Después de esa faena terminaron agotados desnudos, abrazados, sudorosos, se comieron a besos nuevamente.

Ella le dijo: no te preocupes por venirte dentro, me empecé a cuidar hace tiempo, así que no hay riesgo, además, tu verga es tan rica que sería un desperdicio que uses condón, y que no dejes tu lechita dónde debe estar. Dentro de mi papito.

De ahora en adelante vamos a coger seguido ok? Me encantó tu verga, esta riquísima,

Claro mamita, me encantó como coges, aprietas rico, y está conchita se tiene que acostumbrar a mi verga.

Estuvieron una hora más en el hotel, volvieron a coger, y el volvió a llenarle la concha de leche.

Con él estuvo saliendo como 4 meses, lo hacían 2 veces por semana. Solo que después conoció a otro hombre, y lo que ocurrió con él se los contaré en otro relato. Ya que fue la tercer verga que conoció.

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