El corazón de Jimmy, un joven de 27 años, latía desbocado, lleno de inquietud y anhelo por encontrar el amor verdadero. Noche tras noche, bajo la fría luz de su celular, se sumergía en un mar de perfiles desconocidos en una popular aplicación de citas. A diferencia de muchos, no buscaba simplemente el sexo casual, sino más bien anhelaba la chispa de una conexión profunda, una conexión que trascendiera los límites de lo superficial.
El perfil de Jimmy era un enigma deliberado: no mostraba ninguna foto, solo una breve descripción física. Esta táctica minimalista lo mantenía a la sombra, alejado de la atención excesiva y recibiendo apenas unos cuantos mensajes. Sin embargo, a él no le importaba. Prefería ser el cazador en lugar de ser la presa, disfrutando de la emoción de iniciar las conversaciones por sí mismo.
Cansado de los perfiles habituales que siempre encontraba en su área, Jimmy decidió explorar perfiles en un distrito distinto al suyo. Fue en ese momento cuando se topó con una sorpresa que lo dejó sin aliento: mientras hablaba con un perfil anónimo en el chat, recibió de éste una foto. Esa foto era la de su mejor amigo, Eder.
Eder, quien tenía una relación estable de más de un año con Gabriel, cariñosamente conocido como Gabo, era la persona menos esperada en aquella foto.
El atractivo de Gabo siempre lo había cautivado. Y aunque Jimmy respetaba profundamente la relación de esta pareja, eso no impidió que en su corazón floreciera un amor secreto por el novio de su mejor amigo.
Contemplando la foto de Eder que le había enviado aquel perfil misterioso, Jimmy se vio envuelto en una tormenta de emociones. ¿Acaso Eder había terminado su relación con Gabo? Rápidamente descartó esa idea, ya que Eder le habría comunicado la ruptura de inmediato. Entonces, ¿era un impostor que usaba la foto de Eder o, en cambio, era Eder mismo quien estaba engañando a Gabo? Un nudo se formó en el estómago de Jimmy mientras deseaba desesperadamente que fuera la segunda opción, porque eso le abriría una oportunidad con Gabo.
Dado que Jimmy no había compartido ninguna foto de sí mismo, decidió investigar la verdad y continuó la conversación con aquel perfil anónimo. Envió una imagen de un chico atractivo, que rápidamente encontró en internet gracias a una búsqueda en Google. Conociendo bien los gustos de su amigo Eder, Jimmy fabricó un perfil ficticio con una apariencia y personalidad que sabía que captarían el interés de Eder, si es que de verdad era Eder con quien estaba chateando.
Y no solo logró que aquel perfil se sintiera atraído por su perfil falso, sino que también confirmó que se trataba de Eder tras una serie de interacciones. La tensión crecía con cada mensaje intercambiado, y Jimmy recopiló suficientes pruebas de la infidelidad de Eder, incluyendo fotos íntimas donde se mostraba un tatuaje reciente.
Con las pruebas en su poder, Jimmy se enfrentaba a un nuevo desafío: cómo revelarle la verdad a Gabo.
Decidió comprar un nuevo celular, obtener un número pre-pago y enviar las fotos y capturas de pantalla a Gabo en secreto. La reacción de Gabo fue predecible: terminó su relación con Eder, devastado por la traición descubierta.
Sin embargo, la situación se volvió más complicada de lo que Jimmy había anticipado. Sabía que no podía ser descarado y comenzar a cortejar a Gabo inmediatamente. No quería parecer insensible ante la reciente ruptura, y para colmo de males, había otros "buitres" al acecho, buscando aprovecharse de la vulnerabilidad de Gabo para "comerse" ese atractivo cuerpo suyo.
Después de una semana llena de angustia y debate interno sobre si debía revelar o no su amor secreto, Jimmy finalmente decidió tomar el riesgo sin importar que Gabo fuera el ex de su mejor amigo. Después de todo, era Eder quien había jugado sucio con el que se había convertido en su ex-novio.
El rechazo fue amargo. Gabo, siempre amable, le explicó que no sentía lo mismo. Jimmy, con el corazón destrozado, se retiró, dejando atrás su amor no correspondido. Había cometido el error de creer que al romper la relación de Gabo y Eder, obtendría automáticamente el amor de Gabo. No había considerado la posibilidad de que Gabo simplemente no estuviera interesado en él.
El tiempo pasó y Jimmy se enteró que Gabo había comenzado una nueva relación. Y como un cruel giro del destino, una noche, mientras exploraba una vez más la misma aplicación de citas, en una conversación con un perfil sin rostro, éste le envió un mensaje privado que contenía una foto y un mensaje que decía "¿Cuál es tu rol?".
Esa foto reveló que el nuevo novio de Gabo era la persona detrás del perfil en cuestión.
En ese instante, Jimmy comprendió, de manera amarga y definitiva, que el amor no siempre llega a aquellos que lo buscan con más fervor. A veces, solo quedan las ilusiones rotas y las lecciones aprendidas, recordatorios dolorosos de que el destino puede jugar con los corazones humanos de formas inesperadas y despiadadas.
FIN