Mi hija se entusiasma cuando saca Matrícula de Honor;
sabe que como recompensa su padre le calmará el ardor.
Le rasuro la entrepierna una vez por semana;
utilizo como bálsamo mi saliva, con caridad cristiana.
Si saca un sobresaliente en Derecho Romano;
se la empurro con saña por su estrecho ano.
Por el contrario, si aprueba con un notable Introducción al Derecho Procesal;
nos vamos a una iglesia y me cabalga a buen trote en la zona absidal.
Si saca un bien en Teoría del Estado Constitucional;
se mete mi rabo en la boca y me lo mastica de forma excepcional.
Pero si me viene con un suficiente en Derecho Civil (Familia);
eso no se lo perdono, pues es catedrática enseñando esta parafilia.
Mi hija es tan puta, que no hay familiar cercano o lejano que no se la trinque;
su predilecto soy yo, obvio. Me exige que le coma la almeja y en su recto mi polla afinque.
Cuando quiere guerra se me presenta con pantis rojos, minifalda y camiseta de tirantes;
en su cabeza dos trenzas, mucho maquillaje facial y por el cuerpo abalorios abundantes.
Yo estoy en el sofá leyendo a Teresa de Jesús y me hago el despistado;
ella se acerca, me palpa el paquete y en un pómulo me da un bocado.
Me dice: “Quiero que me calques tu enhiesta polla por el trasero;
que haga tope en el escroto. ¡Tu potente maza abrirá el sendero!”.
La obedezco y pongo en práctica la postura que más me excita;
mi hija sentada sobre mí, dándome la espalda, y yo allanándole la ermita.
Ella se recuesta sobre mi torso y colocando sus pies en mis muslos, practica Butt Bridge;
me pone tan cachondo, que no puedo negarme a su petición de estudiar en Cambridge.
Se baja del potro y ahora quiere que a cuatro patas se la enchufe en el chumino;
no pierdo el tiempo y de una sola estocada le hinco con furia todo el pepino.
Al cuarto de hora de estar zumbándole el chocho, le advierto de que me voy a vaciar;
mi hija me indica que descargue la lefa sin miedo, ¡qué su concha la quiere albergar!
Ojalá siga sacando Matrículas de Honor, sobresalientes y notables;
para poder horadar su boca, coño y culo en formas variables.
Es una golfa muy guarra en el catre, pero muy constante y aplicada en el estudio;
así que, con un poco de suerte, quizás esto solo sea un humilde preludio.