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Las aventuras de mi esposa (IV, V y VI)
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IV.

Bueno llego la fecha que acordamos nuestra hija salió a casa de sus amigas a dormir y nos quedamos solos, ya era tarde entonces no había gente en la calle mi esposa se puso su minifalda y su blusa y se veía hermosa porque esta vez tampoco se puso ropa interior entonces se le notaban los pechos y sus lindos pezones.

Ella y yo caminamos hasta la tienda, el señor abrió la puerta y nos recibió amablemente. Como siempre no podía dejar de ver los pechos de mi esposa entonces fuimos a la parte de atrás donde había preparado un colchón inflable y todo lo demás, mi esposa se quitó la blusa y dejo sus pechos al descubierto, él no podía dejar de verlos y los empezó a chupar, morder, acariciar y ella soltaba gemidos de placer, después ella se quitó su minifalda y se quedó desnuda, los dos la vimos mientras posaba desnuda.

Entonces llego la hora ella como siempre se acostó y levanto sus piernas, a ella le gusta hacer eso para que podamos ver su conchita rosada y toda linda, entonces el señor se quitó los pantalones se puso la protección y se montó arriba de mi esposa y empezó a moverse poco a poco y mi esposa solo lanzaba gemidos, después que termino el hombre se levantó puso a mi esposa en cuatro con su cara hacia mi pene se puso otra protección y empezó de nuevo a penetrarla y entonces yo aproveche para poner mi pene en su boca y entonces los dos teníamos relaciones con ella al mismo tiempo.

Al final los dos terminamos en ella al mismo tiempo y fue excelente, entonces ese hombre le pregunto: ¿Dime pequeña te gusto mi pene? Y ella respondió que sí y luego le pregunto ¿Te gusta más que el de tu esposo? Y fue cuando ella se recompuso y le dijo: claro que no, yo al único pene al que amo es al de mi esposo, el suyo está bien, pero nada más. En ese momento el la tiro al colchón se puso protección y empezó a penetrarla de nuevo esta vez más fuerte, yo podía ver su linda carita y como lo estaba disfrutando al final el termino un montón dentro de ella y le susurro algo al oído.

Después que terminamos él nos agradeció esta oportunidad y nos fuimos a casa no sin antes recordarle lo importante que era la discreción.

A la mañana siguiente ella me conto que lo que le dijo al oído era que podía ir a coger cuando quiera y no necesitaba llevar a su esposo, ella solo se rio y dijo: creo que a ese viejo le encanto cogerme, pero a mi no me interesa para nada, yo solo la abrace y le comenté que ella era una mujer muy linda y una gran esposa.

Unos días después ella fue a comprar sola otra vez y el viejo ese le dijo: qué bonito cuerpo espero tenerlo otra vez y ella solo se rio y se fue.

V.

Era una tarde más en nuestra casa y mi esposa y yo estábamos sentados en el sofá viendo la televisión y entonces me comento que su entrenador favorito ya tenía novia y que por eso no podía seguir jugando con nosotros y ni a mí ni a mi esposa nos interesaba volver a ver al señor de la tienda tan pronto otra vez.

Entonces me pregunto si conocía a alguien más, alguien de fuera de la colonia y le dije tal vez tenga un candidato. Unos días después mi hija salía como siempre a casa de sus amigas y yo le dije a mi esposa arréglate, amor vamos a ver a un candidato.

Ella se arregló como siempre con una falda corta, una blusa que combinaba con la falda y esta vez tampoco llevaba ropa interior, caminamos hacia fuera de la colonia y un poco más hasta llegar a un negocio, la persona que estaba era el típico hombre con estomago abultado de baja estatura y un poco calvo, llegamos, nos sentamos y empezamos a hablar sobre nuestro estilo de vida sexual y lo que hacíamos. Entonces ella misma le pregunto que si quería jugar con nosotros y el solo se rio pensó que era una broma, entonces nos dijo: como estoy seguro de que no es una broma, que no están mintiendo, entonces le dije a mi esposa bájate la blusa y ella lo hizo y ese hombre vio sus lindos pechos, acto seguido le dije ahora la falda amor entonces ella se baja la falda y le enseña su trasero Ese hombre quedo encantado y respondió que sí de inmediato.

La fecha en la que acordamos mi hija se quedó con su abuela y yo le dije a mi esposa vete a bañar y cuando salgas quédate en calzón y cuando los 2 lleguemos nos recibes así. Yo fui por ese hombre y lo llevé a la casa no sin antes decirle las reglas de nuevo: usar protección en todo momento, nada de besos en la boca y sobre todo discreción. Cuando llegamos a la casa abrí la puerta y nos sentamos en el sofá y entonces mi esposa bajo solo en calzón como le dije y él se quedó encantado.

VI.

Bueno en la parte anterior les comenté que el hombre del negocio y yo llegamos a mi casa y ahí nos estaba esperando mi esposa recién bañada y solo llevaba puesto un calzón.

Bueno ese hombre se la comía con los ojos y entonces mientras estábamos en el sofá ella nos dio una increíble vista se dio la vuelta y se agacho y se podía ver su rico trasero marcado por el calzón, entonces yo le bajé el calzón y le di una nalgada en su trasero descubierto y entonces le dije a ese hombre: quieres probar, entonces se acercó a mi esposa y le dio una nalgada y ella gimió de placer.

Después de eso fuimos al cuarto ella ya estaba desnuda, entonces ese hombre se bajó los pantalones y saco su pene que ya estaba muy duro y también era muy grueso, al ver eso mi esposa se le hizo agua la boca y entonces se acostó en la cama levanto las piernas y enseño su linda conchita toda rosadita y le dijo: quiero todo eso aquí, el hombre se puso la protección y fue con mi esposa en el momento en que la penetro se sintió tan bien que no pudo evitar gemir muy fuerte.

Ella se sintió tan bien mientras era penetraba por ese grueso pene, no podía dejar de gemir una y otra vez y yo estaba que quemaba al verla así, entonces el termino dentro de ella y puso una cara de placer, ella se levantó de inmediato y fue al baño y los dos la seguimos ella estaba orinando mientras tenia las piernas abiertas y nos veía a los ojos, después de que termino abrió las piernas más y se limpió la conchita frente a nosotros. De regreso él se puso otra protección y la tomo por la espalda y empezó a besarla por todo su lindo y sexy cuerpo, entonces la sentó y penetro su conchita de nuevo con su grueso pene mientras mi esposa levantaba sus piernas y yo podía ver su conchita siendo penetrada una y otra vez mientras yo me sobaba el pene y entonces el termino de nuevo dentro de ella y puso otra vez cara de placer.

Ese hombre la dejo acostada ahí porque ya estaba exhausto, entonces mi esposa puso cara triste y usando voz chillona dijo: ¡ya fue todo todavía no estoy satisfecha! pero ese hombre no podía levantarse. Esa fue mi oportunidad, le dijo a mi linda esposa ve a bañarte linda aquí te esperamos.

Ella se bañó para quitarse todo el sudor y los fluidos que había acumulado entonces después de ducharse salió muy fresca y empezó a besarla, acariciarla, abrazarla y la acosté en la cama al lado de él y empezó a hacerle el amor muy rico, le mordí los pezones, chupe sus pechos y el premio mayor su rosada y linda conchita, me puso la protección y empezó a jugar con su conchita afuera y adentro, aquel hombre solo nos miraba y no podía creer lo que veía.

Entonces de inmediato los dos terminamos al mismo tiempo, porque ya estábamos muy calientes, fue entonces cuando ella grito: ¡Estoy satisfecha! ¡Muy satisfecha!

Después de todo eso a la mañana siguiente el hombre y yo estábamos cansados y mi esposa en cambio estaba muy feliz con una gran sonrisa, entonces él se levantó y dijo vaya que esposa tan zorra tienes es increíble y fue cuando le grite que no se atreviera a insultar a mi esposa, después de todo es mi esposa y la amo no la insultes así, fue entonces cuando ella entro y dijo puede que sea una zorra como dices pero soy la zorra de mi esposa no la tuya y entonces los dos nos quedamos callados.

Aquel hombre se levantó se puso su ropa y se fue y antes de irse dijo que nunca se había divertido así y nos dio las gracias.

Al final le dije a mi esposa no eres ninguna zorra ni nada de eso tu eres mi esposa y te amo, pero ella sonrió y me dijo claro que soy una zorra, pero soy tu zorra y de nadie más.

Y así termino esta historia de mi esposa la zorra, pero ella es mi zorra y de nadie más.

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