Salimos un sábado en la noche con mi novia Viviana, fuimos a una pequeña discoteca que estaba a unos 5 minutos de nuestra casa en auto.
Cabe mencionar que Viviana de 27 años es de textura blanca, pelo suelto de color castaño y nariz respingada, con unos labios sensuales y ojos de color verde, contextura delgada que provocaba su hermosura, mide aproximadamente 1,63 metros y 62 kilos. Tenía medidas cercanas de 109-64-116 con tetas operadas ya dos veces. Viviana vestía unos pantalones claros pero muy ajustados y usaba un peto que sobresaltaban sus pechos, cualquiera añoraba en testear ese par de melones. Vestía unos tacos bien altos, sobrepasando el 1,75 metros, realzaba su figura y su poto maravilloso digno de culto, que con sólo mirarlo provocaba excitación en todos los hombres.
Llegamos al lugar, nos encontramos con dos amigos míos: Sebastián y Diego. Sebastián era de baja estatura de 1,60 metros y un poco macizo de cuerpo, con una guata que sobresalía, trabajaba en la empresa del papá que eran talleres para vehículos. Diego, el mejor amigo de todos, era más alto y muy buena onda con todos los amigos. Les presento a Viviana que no la conocían, quedan con boca abierta por lo pomposa y lo atractiva que era ella, me felicitan por mi relación. Viviana los saluda muy cálidamente con besos casi en la boca y les da un abrazo a cada uno, Sebastián con lo barsa que es, le da un abrazo y con sus manos le toca el culo mientras que sus ojos se clavan en las tetas de ella. Yo no digo nada y me hago el tonto.
Después de una conversación entre todos de muy buena onda, nos empezamos a embriagar cada vez más a medida que pasa el tiempo y las copas iban y venían. En un momento, Viviana me dice que bailemos, le digo que estoy cansado y que prefiero conversar con mis amigos de toda la vida. Ella, enojada con mi respuesta, se acerca a Diego y Seba, con un cambio de luces le mueve su cola sensualmente a ellos, le habla a Diego en el oído pero él como que la rechaza y se va donde Seba, le pregunta si quiere bailar con ella en la pista, él encantado accede y se van tomaditos de la mano, ella no me dirige ninguna palabra, me quedo conversando con Diego. Diego me comenta, con tono a broma, que vas a perder tu novia con el ladrón de Sebastián, a él le encanta lo ajeno, empieza a reírse y yo también jajaja.
Pasó como 30 minutos y me empecé a desesperar porque no volvían, Diego me exclama que vaya a buscar a mi pareja, mientras que él se quedaba a buscar a otros amigos. Voy y me encuentro que Viviana ya había empezado hacer de las suyas, meneaba su cuerpo voluptuoso en las caderas de Seba, mientras bailaban se daban besos y abrazos calurosos, con toqueteos de cada uno. Lo cómico, que Seba le llegaba a las tetas de Viviana por su baja estatura y aún más si ella andaba con tacos, él aprovechaba de picotear sus tetas, morderlas y babearlas apasionadamente.
Viviana se da cuenta que estoy yo, le dice algo al oído a Seba y se me acerca. Me da un beso jugoso con lengua que me prende y me habla, me dice que me vaya ahora y que la espere en la cama de nuestro hogar, que ella me alcanzaba en un radio taxi en unos minutos más. Yo le hago caso, obedeciendo sus órdenes y me voy del lugar. La espero en la casa, pasaba el tiempo y ella no llegaba, pasaron varias horas y yo me quedé dormido de tanto esperar. Habré dormido como 6 horas, ya eran como las 11 de la mañana del día siguiente, me despierta un sonido constante, un martilleo que venía de al lado, pensaba y maldecía a mi vecino por despertarme un domingo, a quién se le ocurre martillar a esa hora. Me levanto de la cama, ya cada vez más despierto, escucho unos gemidos de una mujer, los sonidos venían desde mi propio living, abro la puerta de la pieza suavemente, me acerco al pasillo y observo una escena desastrosa, veo a Viviana desnuda arriba de la verga de un afroamericano, saltaba y saltaba arriba de la polla del hombre, ese era el ruido que me despertó, el chico de color le daba duro a mi novia mientras que le lamía sus pezones. Viviana gritaba que le dieran más fuerte, que era la verga más grande que había visto, que quería probar toda esa leche, el negro le dice así es maraca te tiraré toda esta leche en tu cara, al terminar la frase el tío se va cortado y le tira la leche en la cara tal como lo había predicho. Viviana, se la succiona para que no quede nada con su lengua, abre la boca y le muestra que ya no quedaba nada en ella, como una buena chica obediente que era. El tío se viste y para mi sorpresa le dice a otro hombre que era su turno, yo no me había percatado de su presencia puesto que estaba sentado en el sofá del frente, lo veo un poco más y era otro hombre de color grandote con cuerpo de jugador de baloncesto al igual que su otro compañero de la escena, estaba desnudo con la verga dura y parada lista para follar. Viviana sin decir nada se pone en cuatro en el sillón grande y el tío le mete su vergota en la vagina de mi novia, la empieza a cabalgar muy duro mientras que el otro chico se despide y se va cerrando la puerta principal, el hombre que continúa follando como si fuese un taladro le dice a Viviana que era una maraca y zorra, que ya se ha comido muchas vergas en toda la noche, que ahora era su turno y que le tiraría la leche en sus melones, al cabo de un rato llega al clímax, le tira todo el semen en las tetas de mi novia, la veo que está sonriendo y muy gozosa. Este hombre de color también se va de la casa y deja a mi novia probando su semen con su lengua. Se levanta Viviana, pasa al lado mío y no me dice nada, sólo exclama que necesita dormir, se acuesta sobre el colchón y se duerme.
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Pasaron semanas sin que habláramos con Viviana de lo ocurrido aquél día, nunca lo conversamos. Ella comenzó su búsqueda de práctica profesional, ya que sólo le quedaba eso para egresar de la universidad. No encontraba ninguna oferta, pasaron meses y no había ido ni siquiera a una entrevista laboral. Hasta que se pone en contacto por teléfono con Sebastián y le ofrece hacer la práctica en la empresa de su papá (Don Luis) ella feliz acepta. Por mi lado, también sentí felicidad y emoción por lo complicado que estaba conseguir trabajo y más aún si era una práctica por 6 meses.
En esos seis meses se pasaron muy lento, Viviana siempre iba a trabajar con su ropa más cómoda, a la vez ligera y ancha, por lo que nunca y nadie pudo apreciar esa silueta pomposa y candente de mi novia.
Era el último día de práctica en las oficinas de Don Luis, papá de Sebastián, ese día pasaría a buscar a Viviana para celebrar mi cumpleaños y nuestros seis años de relación, más aún le pediría matrimonio y así solidificar nuestra relación, quería exclusividad con ella para el resto de la vida; además sería un tonto dejar pasar a una chica que culeaba como una diosa con esas nalgas exquisitas y tetas deslumbrantes. Es por ello que Viviana, llevaría su ropa especial al trabajo y se cambiaría allí. Cuando llego al lugar, la espero en demasía para que saliera. Le escribo por mensajería de texto y la llamo, cuando me contesta la encuentro con voz apurada y cortante, se escuchaba un ruido muy raro como de un martilleo, como que estuviese en una reparación, me dice que ya viene saliendo y que la espere en el auto. Al cabo de un rato, aparece, la noto agitada con un olor muy extraño, se sube al auto y me da un beso muy rico pero la encuentro con un gusto maloliente, no le digo nada para no causar peleas y así disfrutar de nuestra cita. La noto que se mueve mucho en el asiento mientras conducía a nuestro destino, le pregunto qué le pasa y me responde que le dolía el trasero de tanto trabajar, que había estado sentada todo el día en unos sillones muy desgastados, viejos y horripilantes. Yo me río al escuchar eso, llegamos al destino, cuando descendemos del auto me acerco le doy otro beso largo con lengua y la manoseo un poco de lo caliente que estaba, no habíamos tenido sexo desde que comenzó la práctica. Le agarro el poto a mi polola culona, eso a ella le encanta, mientras que con mi mano le agarro el pezón de unas de sus grandiosas tetas, luego la giro para contemplar la obra de arte de esas nalgas y con lo regia y putita que se veían ajustadas a su falda, se la levanto y me percato que está roja como tomate, se notaban las palmas marcadas de unas manos. Le pregunto a Viviana que pasó y que me diga la verdad. Entonces ella un poco arrepentida y dándose a entender me empieza a explicar lo acontecido. A continuación su relato.
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Me había ya cambiado de ropa de trabajo con la ropa que iba a salir contigo, unas mini faldas cortas y apretadas, además de un escote que se me veían mis tetas grandes, además me había puesto unos tacos agujas, muy altos. Me había maquillado, muy sensualmente y provocativamente. Dejé la ropa de trabajo en mi bolso, salí del baño. Caminaba en el pasillo cuando me encuentro con Don Luis, me dice mirándome de arriba a abajo, venga para mi oficina señorita Viviana. Ingreso a su oficina, y me acordé que tenía que firmar mi informe de práctica, lo saco de mi cartera y se lo paso, él me dice además le tengo que pagar su práctica. Es allí donde cambia de comportamiento y me dice: ¿Te gustaría continuar en la compañía? ¿Quiere que te contratemos? Yo respondo si me encantaría, puesto que en mi mente pensaba lo difícil que fue conseguir la práctica profesional y más será un laburo en el futuro. Entonces, se me acerca Luis y se queda observando mis tetas que sobresalían del escote y sostén. Se acerca a mi oído y me dice, llamaremos al jefe de administración que ve los contratos y te traerá el dinero que ganaste por estos 6 meses de práctica. Lo llama por teléfono fijo y le dice que tiene un asunto "sensible" con la señorita Viviana, que traiga en seguida el pago en efectivo y el contrato de trabajo por favor. No pasaron ni un par de minutos y entra a la oficina el hombre que se llama José, era gordo, chico y un poco moreno, era de como 50 años, levemente más joven que Don Luis, vestía unos pantalones y camisas que se veían muy arrugadas y sucias con manchas de comida.
Luis le hace tomar asiento en la silla frente de él, que también se acomoda en su escritorio. Me pide si puedo ir a servirles unos cafés, yo digo que si pero en verdad no quería puesto que no era su secretaria, cuando camino a la cafetera que está detrás del escritorio de Luis, me percato que ambos me miran el trasero y escucho murmullos, me doy levemente vuelta sin que se den cuenta y veo al viejo de Luis que está a centímetros de mi poto mirándolo y apuntándolo a José, mientras que el otro viejo se reía con picardía. Me empiezo a poner nerviosa, sirvo los cafés y mientras que le sirvo el café a Luis, me pone la mano en la cintura y me dice que era un muy buena profesional, que por eso te vamos a contratar y me dice eso si con un par de condiciones. Le pregunto cuáles, él me responde un par de "cositas" que tu boca puede hacer. Al escuchar eso, me pongo más nerviosa aún, se me cae el café caliente encima de los pantalones de José y él exclama: "Estúpida perra me tendrás que limpiar". Tomo unos papeles higiénicos que estaban en el escritorio y le empiezo a frotar entre sus piernas para que salga esa mancha del pantalón, cuando me inclino me pone una mano en mi poto, por encima de la falda, y dice que así es mejor. Siento que su verga se pone dura, mientras que Luis se levanta del asiento, dice estas son las cosas que necesito que hagas ahora para que quedes trabajando, me sube la falda y me baja el colaless, siento como su verga me lo mete en el culo, me da un dolor y grito, pero él más se excitaba, mientras que José se baja los pantalones y el calzoncillo, y me hace meter mi boca en su pene arrugado y maloliente. Empieza a darme muy fuerte Luis, sonaba su miembro cuando entraba y salía de mi ano, era el ruido de mis nalgas que sonaba con su verga. Luego siento que Luis lo saca y me lo mete sin condón en mi vagina, mientras que el viejo de José exclamaba: "Zorra sigue chupándomela, quiero dejar mi leche por toda esa boquita y tetas". Me caían lágrimas de dolor cuando su mano fuerte y gruesa me hacía tragar esa verga, no podía respirar, después de muchos gritos de lo duro que me estaban dando, me saco la verga de José y suplico por favor que paren, que me están reventando el orto, hasta que siento que un líquido tibio entra en mi vagina, era la leche de Luis que se acaba de ir en mi. Al cabo de unos segundos siento también que José se va en mi boca, y me tira el resto de su leche en mis tetas que estaban paraditas y esperándola. Siento que tocan la puerta de la oficina, ellos me hacen esconder, Luis me dice escondete abajo del escritorio mientras que me lo chupas, yo le hago caso por temor a qué no me contrataran.
Abren la puerta y para mi sorpresa era Sebastián, hijo de Luis, estaba trabajando en los autos y estaba cubierto de aceite de motor y con mucha suciedad en todo su cuerpo. Él ingresa a la oficina, José se retira de la oficina con mucha satisfacción, dejando el contrato sobre la mesa junto al dinero en efectivo de mi práctica. Seba le pide las llaves del auto a Luis, cuando justo suena mi celular, eras tu que ya me estabas llamando, corto el celular y te envío un mensaje avisándote que ya salía y que me esperaras unos minutos. Cuando sonó el teléfono, Seba se agacha para ver por abajo del escritorio y ver de dónde venía ese ruido, para su sorpresa me ve chupándole la verga a su papá, me hace salir de allí y le pregunta a Luis: "¿Qué haces con Viviana?", él le responde: "se está ganando su contrato de trabajo indefinido hijo". Seba responde: "Papá, Viviana es mi ex novia". Luis queda atónito y le dice: "entonces es tu ex novia, hijo". Yo les grito que no, qué es una mentira de Seba. Ambos se enojan y quedan en qué tienen que castigarme y darme una buena lección, como puta y zorra que soy. Yo les imploro que no, pero Luis me toma del pelo, me levanta y me pone en su regazo, me deja mirando hacia Seba y mi culo hacia él, me levanta la falda y me baja nuevamente mi ropa interior, me empieza dar nalgadas que hacían retumbar mi potito, que para ellos era puro placer tenerme así nalgueándome, después de mucho rato azotándome con sus manos gruesas y viejas, le dice a Seba que era su turno, yo le digo Sebita por favor no me pegues, me trato de cubrir con mis manos para que no me azote con sus mano derecha, pero ya era muy tarde, me da unas nalgadas muy fuertes, yo pataleaba, lloraba y gritaba, él me decía por zorra te lo mereces, por eso ya no era su novia. Yo le decía, que estaba equivocado, que no mintiera más, nunca tuvimos una relación, él se esmeraba mucho más y más fuerte era la golpiza en mis pobres nalgas, me ardían, ya no podía más. Seba y Luis se percatan que me empiezo a humedecer en mis intimidades, Luis le dice a Seba es hora de que te la culees bien culeada a esta puta de tetas grandotas, con ello me muerde en mi pezón y Seba se pone atrás y me empieza a cabalgar como una yegua, yo nunca había tenido relaciones con Seba, en ese instante ya estaba toda manchada de su aceite de motor, me dio muy firme hasta sentía placer por lo rico que se sentía, a pesar de que se puso protección no así su papá hace un rato, yo le gritaba que me diera más fuerte que mi puto novio lo hace. En ese instante me llamas por celular, suena el teléfono, Luis me lo alcanza y me grita que conteste el maldito celular perra de mierda. Allí te contesto y para disimular trato de decirte que estoy agitada para salir y que el ruido son mis tacos que golpean el piso al correr por los pasillos, para llegar a tu auto. Seba termina adentro, saca su verga y se saca el condón, me hace arrodillar y me expulsa el resto de su leche en mi cara, y me dice bien zorrita ojalá que te comas esta lechecita. Luis me dice cómetela y quedas contratada, yo sin pensar lo hago con mi lengua y me la trago, se lo muestro a Don Luis. Él mientras que se estuvo masturbando todo el rato mientras veía a su hijo empotrándome en cuatro, me hace ir hacia donde él arrodillada y me dice comete este resto, también lo hago y lo dejo seco, y le muestro lo fiel que soy con sus órdenes. Seba me agarra las tetas, y me dice al oído que rico son tus tetas de puta, te quedaron muy bien las cirugías, para la próxima le daré a esas tetas. Yo le respondo esas tetas son de mi novio que lo amo con toda mi vida. Luis escucha eso, toma el contrato y lo rompe en mil pedazos, me dice ándate perra y zorra de mierda, saca ese culo de acá. Yo agarro mis cosas, la plata no la veo arriba de la mesa, Seba me dice que después me la depositará y que me vaya antes que su papá me de otra lección. Cuando voy saliendo de la oficina, Luis me da una nalgada fuerte en mi cachete derecho y le escucho decir: "Mira a esa tetona como mueve esas nalgas hijo, la dejamos roja como un tomate y llena de manchas de aceite de motor… y claro también de semen por todos lados jajaja. Esa zorra nunca más la veremos."
Paso al baño, me lavo, me limpio, lavo mis prendas manchas, las estrujo, las seco con el calefactor de aire para las manos, me las vuelvo a poner. Me maquillo, me arreglo y me apuro para llegar a tu auto que me esperas amor, y así vayamos a nuestra cita.
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Cuando terminé de escuchar la historia quedé mudo, puesto que quedé preocupado porque Viviana andaba en sus días de fecundidad. Le digo a Viviana que hay que hacer un test de embarazo, lo hace al día siguiente y sale positivo. Queda claro que el futuro bebé era de Don Luis, ella lo sabe y queda consternada. Puesto que Luis era un hombre con un físico deprimente y no muy agraciado.
Termino con Viviana al tiempo después, lo único que supe que a Viviana nunca le pagaron y que su bebé tampoco lo reconoció Luis el papá de Sebastián.
Actualmente, está casada y tiene tres niños, todos con distintos hombres. Se dedica a las labores de escort para mantenerse, y ha filmado algunas escenas pornográficas con actores de la industria del porno. Lamentablemente nunca pudo encontrar laburo, pese a contar con títulos profesionales y de un postgrado que hizo tiempo después.
Si quieren conocer sus vídeos de contenido sexual me escriben.