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La señora Laura (Parte 2)
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Me retiré y Laura se quedó limpiando a lo que ella le llamo “desastre” realmente era así, el piso está bastante mojado de fluidos vaginales que salieron a chorros, sin contar mi esperma abundante.

Estaba en mi habitación como lobo al asecho esperando a que Laura entrara a la ducha, yo seguía con ganas de ella, mi intención era entrar por sorpresa e irrumpir dentro de la ducha mientras ella estaba ahí.

Medio abrí la puerta del cuarto para así poder escuchar cuando abriera la llave de la regadera, no paso mucho tiempo cuando oí el agua correr.

Salí rápido y entre en su recamara, en silencio abrí la puerta del baño me pare frente a la puerta traslucida de la ducha, veía su esbelta silueta y los movimientos de Laura, pasaba ambas manos por sus cabellos y dejaba que corriera el agua caliente por su cuerpo utilizado.

Poco a poco dejé correr la puerta y me fui adentrando hasta quedare detrás de su espalda, la tome de la cintura, y ella de inmediato pego un brinco como un resorte cuando está presionado y lo sueltan de un sopetón.

-¿Qué haces? -Yo tapé su boca con un beso al cual ella se negaba a recibir, movía la cabeza de un lado a otro y solo decía- ¿Qué haces? ¡No, no!

La apreté fuerte por las caderas, la pegue a mi cuerpo y la miré fijo a los ojos, sus manos con el puño cerrado estaban haciendo presión en mi pecho, como un escudo de protección evitando que yo me pegara más a ella, mis manos terminaron en sus nalgas al cual apretaba y acariciaba, ella me decía en voz baja.

-Esto no es correcto, no debió pasar, tú no te imaginas lo mucho que he evitado esta situación, pero hoy era inevitable, me gustas y mucho pero esto no puede seguir pasando.

Yo solo la miré directo a la cara, ella poco a poco fue relajando los puños que presionaban contra mi pecho, luego pasó ambos brazos alrededor de mi cuello y me dijo –¿Me entiendes verdad? Al cual respondí –NO.

Ella soltó una carcajada y respondió – ajaja, claro ¿Que vas a estar entendiendo?

Me acerque para volverla a besar, esta vez fui correspondido, mis manos se paseaban por la espalda y sus brazos reposaban plácidamente sobre mis hombros, las manos acariciaban la parte de atrás de mis cabellos, y nuestras lenguas se entrelazaban en nuestras bocas, sentía como su cuerpo luego de estar rígido negándose a ceder a los apetitos de la carne, se iba relajando lento y apaciblemente.

Mis manos no perdían tiempo, pasaban por las caderas, cintura, nalgas y muslos, el agua caía sobre nosotros y ya mi boca estaba en sus estéticos, grandes y firmes pechos, con la punta de mi lengua lamía los pezones erguidos uno a uno, luego los mame como un bebé alimentándose, una de mis manos en su entre piernas apretaba la vagina y la otra apretaba con fuerza en medio de las nalgas y en dedo medio hacia círculos alrededor del culo.

La empuje contra la pared con rudeza, ella elevó unas de sus piernas pegándola a la altura de mi cintura, la separe un poco de la pared, cambie de mano para sujetar su pierna y con la otra mi dedo pulgar se deslizó dentro del culo entrado por completo, dedo anular y medio entraban en la vagina; y el dedo índice masturbaba el clítoris, mis dedos entraban y salían, dando presión al mismo tiempo, me comía sus tetas con gula, le estaba dado el máximo placer en las partes más sensibles, donde más siente placer.

Ella jadeaba y por lapsos de tiempo gritaba como una gata en celos, metía la lengua en mi oído, clavaba las uñas en mi espalda, me jalaba el cabello.

Laura estaba teniendo múltiples orgasmos, su piel de gallina, sus pezones a reventar, su cuerpo parecía convulsionar, cuando escucho entre gritos y voz agitada – Siente mi Squirt cargado de mis fluidos calientes, va hacer más fuerte que el de la cocina, voy a expulsar mis jugos ¡Ya va a salir, dame más duro en mis huecos y lame mis tetas, muerde duro, duro mis pezones, aprieta mis tetas, dame nalgadas que me duelan, ese culo es tuyo, quiero sentir a mi macho, hazme acabar divino por favor, hazme tuya por completo, cógeme como tu perra en celos!

Obedecí a sus peticiones morbosas, metía y sacaba con rudeza los dedos de ambos huecos, el dedo índice frotaba con presión el clítoris, por momentos estimulaba el orificio de la uretra (meato) mordía los pezones, apretaba las tetas y le decía ¿Así es que te gusta perra? Ella respondía con desespero –- Sí así me encanta.

Cuando sentí que se corrió en mis dedos pegando gritos y alaridos de placer diciendo – ¡Estoy eyaculando, siii, que rico coño, joder! Como me pones de puta desgraciado animal.

Me puse de rodillas, abrí la boca, saque la lengua y así recibir el delicioso fluido vaginal, ella se quedó de pie, con el dedo índice y medio abrió y subió los labios mayores dejando al descubierto los labios menores y el clítoris, su cuerpo se estremecía, las piernas perdían el equilibrio mientras se inclinaba apoyándose en sus dedos, mis ojos estaban puestos en la vulva; y fue cuando salió a grandes chorros el Squirt, ella apretaba sus tetas y se llevó una a la boca para morder el pezón con furia, mientras bañaba mi rostro y boca por completo, ese olor y sabor me excitaban elevando más mi deseo, literalmente me baño por completo del cristalino y algo espeso líquido.

Ella al terminar se quedó quieta y fue cuando yo comencé a lamer y a chupar la vagina, Laura se sujetaba de mi cabeza colocando una pierna en mi hombro, yo lamía esa cuca con un placer exquisito, ese olor me fascinaba, su vagina latía y se contraía, ella movía las caderas de atrás hacia adelante, el talón golpeaba la parte media de mí espalda, penetre dos dedos y chupaba el clítoris, ambos lo disfrutábamos, volvió a tener otro orgasmo en mi boca, Yo restregué la cara y nariz en la concha mojada, luego me levante y le dije "ahora te toca a ti"

La agarré por los pelos y la fui llevando hasta ponerla de rodillas, tome mi verga y le daba golpes en la cara y en los labios, ella abría la boca para recibir pequeños golpes en la lengua, se la pasaba por toda la cara y se lo metía en ocasiones en la boca para humedecerla, luego ella tomo el control, me frotaba la verga y lo escupía, se metió los huevos en la boca mientras me pajeaba, pasaba la lengua por el tronco y subía la mirada para encontrar la mía y así deleitarse viendo mi cara de placer y deseo.

Lo metió completo en la boca mientras apretaba mis bolas, lo succionaba y lo soltaba, lo metía por completo en la boca hasta tocar la garganta haciendo gestos de querer regurgitar, entraba y salía dando chupadas, apretando con la boca, con la lengua frotaba, veía sus mejillas como se formaba un canal hundido en cada una de ellas.

Le dije “voy a acabar, me voy, que rico, dale más, mama esa verga fuerte”.

Ella lo saco de la boca me miró mientras subía y bajaba el forro; y me dijo con voz perversa – Quiero esa leche en mi boca, me la quiero tragar, me quiero alimentar con ella, quiero tragarme una parte y la otra derrámala en mis tetas y cara.

Así fue, me siguió haciendo la paja y el primer chorro pego directo a su rostro abarcando parte de la frente y el cabello, el otro entre sus tetas chorreaba deslizándose hasta el ombligo.

Acto seguido con ambas manos se sujetó fuerte de mis nalgas, dándole apretones fuertes, lo metió por completo en la boca, me estaba dando una mamada deliciosa hasta que exprimió todo mi pene dejándolo sin una gota de leche.

Quede exhausto, ella pasaba los dedos por la cara y por las tetas para coger el semen y luego se metía los dedos en la boca, se los chupaba y saboreaba diciendo– Que delicioso sabor, me gusta.

La tome de la mano y la reincorpore, abrí el agua de la ducha para así bañarnos, el agua corría por nuestros cansados cuerpos mientras nos besábamos.

Enjabonaba su cuerpo y luego ella el mío, un silencio reinó mientras estábamos en ese divino ritual apasionado.

Salimos de la ducha, secamos nuestros cuerpos y le dije “hasta la próxima” ella respondió con voz altanera– No soy tu perra para que cada vez que quieras coger yo esté a tú disposición. No sé si habrá próxima, medio sonrío y yo le respondí "sabes que a partir de hoy serás mi puta" sonreí y salí del baño directo a mi habitación.

D A

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