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La putita de mi primo (2)
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Después que Raúl me dijo que eliminó el archivo de las cámaras de seguridad me sentí tan relajado que tuve que salir. Salí sin rumbo, fui al cine, a ver ropa, a comer y caminar. Llegué a casa en la noche y al abrir la puerta me topé con una chica muy bonita y delgada, como una estrella de kpop. "Ho…, hola", dije. Detrás de ella estaba Raúl y dijo "mira amor te presento a mi primo, vino a hospedarse un tiempo". Nos saludamos, yo entré a la casa y ellos salieron a caminar.

Me quedé pensando "¿Amor?, entonces él tenía novia, entonces soy la otra". Eso me hubiese hecho ver a mi primo como un canalla por serle infiel a su novia, pero como yo era la otra sentí más bien emoción o excitación. Ni yo me entendía. Me acosté en la cama y empecé a revisar las redes sociales de mi primo y descubrí que tenían apenas 2 meses saliendo juntos, pero él la presumía como un trofeo.

Me estaba dando sueño cuando escuché la voz de Raúl del otro lado de la puerta. "Primita abre", dijo. Abrí y pasó. Me dijo "vengo durísimo, Allyson (su chica) solo me deja besarla y manosear un poco". No supe qué hacer, solo sentí un calor que me invadía y un impulso de apaciguar su sufrimiento. Me arrodillé y empecé a desabrochar su cinturón, bajé la cremallera y deslicé hacia abajo el pantalón junto con ropa interior. Mientras lo hacía le dije con voz sexy y femenina "pobrecito mi amor, déjame ayudarte".

Seguí deslizando su ropa y descubriendo su verga dura que se liberó y dio un salto quedando frente a mi. Se me hizo agua la boca, su verga estaba tiesa y goteando líquido preseminal. Alcé la mirada para verlo a los ojos y empezar a mamar su bolas. "Mmmm eso qué rico, tú sí me entiendes primita", me dijo. Escalé con mis labios a lo largo de su verga hasta tener la cabeza adentro. Empecé saboreando su glande y recorriendo su forma.

En ese momento vinieron a mi mente recuerdos de las peleas que tenían los chicos en el colegio cuando alguien le decía que era un mamaverga o un lamebolas. Incluso alguna vez yo denuncié a un compañero por acoso porque aprovechando tomó mis brazos y teniéndome casi arrodillado me hizo sentir su verga en mi cara. "Sé que te gusta, dale unos besos y te suelto", me había dicho. Aunque todo eso ocurrió con ropa de gimnasia, pude sentir claramente su erección en mis labios. Además, ocurrió frente a varios compañeros que solo se reían. El chisme voló en el colegio y quedé como una víctima que superó la humillación y decidió denunciar. Pero ahora ese héroe estaba disfrutando de lo que denunció. Mientras recordaba sentí que mi rostro se ruborizaba de la vergüenza de haber hecho un escándalo con la denuncia a estar de rodillas mamando la verga de mi primo, dándole el placer que su novia no le quiso dar.

"Eres bien puta, te encanta tanto la verga, sigue así, uuufff, eso sigue mamando, sigue saboreando a tu macho", me decía Raúl. Recordar esos eventos del colegio me hicieron dar mucha vergüenza y no pude seguir mirándolo a los ojos, pero también experimenté mucha excitación. Seguí mamando unos minutos más hasta que Raúl sacó la verga de mi boca y se pajeó en cara eyaculando mucho semen en mí. La situación, los recuerdos del colegio y saber que era la amante de mi primo me hizo sentir un estado de humillación terrible. Pero todo eso se transformó en excitación cuando mi primo me dijo "te ves putísima, como actriz porno, límpiame la verga.

Sentí un calor tremendo y le dije "sí Raúl, me encanta tu verga y me encanta ser una puta". Me metí su verga en la boca y se la dejé limpia, además con mis dedos tomé parte del semen en mi rostro y me los tragué. Él se arregló su pantalón, dijo "descansa primita" y salió de mi habitación. Cerré la puerta y fui al baño a limpiarme la cara y masturbarme en el lavabo. Me tiré en la cama con una sonrisa y con la piernas cruzadas de manera muy femenina. Me mordía los labios como saboreando mi situación actual. "Soy un la amante de un hombre" pensaba. Me levanté, me quité la ropa, me puse una tanguita y regresé a la cama. Abracé la almohada y me quedé dormida.

Al día siguiente ocurrió algo que les contaré en el próximo relato.

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