back to top
InicioTríosLa primera vez... tres

La primera vez… tres
L

el

|

visitas

y

comentarios

Apoya a los autores/as con likes y comentarios. No cuestan nada.

Fue antes del 2000. Con Beto habíamos intimado con besos, masturbaciones y sexo oral. Un día le propuse integrar a mi esposa en la fiesta sexual.

Me miró sorprendido y me dijo: "No tengo ningún problema. Pero tienes que pensar que en algún momento tu esposa, estará a solas conmigo. Estás preparado?".

Contesté que sí. Que no tendría ningún problema con eso.

A partir de ese momento empecé una terapia interminable de conversaciones sobre el tema con mi esposa. Logré después de mucho insistir que ella aceptara reunirse con nosotros dos.

Pasaron varios meses hasta que una noche de invierno viajamos en nuestro auto hasta Villa Carlos Paz.

Beto alquilaba un departamento a una cuadra del Casino que estaba en la esquina peatonal de la villa serrana.

Llegamos entusiasmados y agitados por lo que sabíamos que iba a pasar, pero no sabíamos cómo.

Tomamos un poco de alcohol. Whisky con Gancia, recuerdo. Eso nos aflojó bastante.

Ellos se ubicaron en un sillón doble y yo me puse enfrente con el vaso y fumando.

Como no se soltaban, les pedí que se besaran. Se comieron la boca apasionadamente mientras se quitaban la ropa.

Vi cómo ella bajaba su mano derecha hasta sobar el bulto.

Cuando lo sintió grande y duro, abrió la bragueta y sacó su pija corta y negra, pero gruesa y parada.

Se inclinó suavemente hasta encontrar con su boca la cabeza hinchada de esa chota tan dura y gruesa como babosa y caliente.

Ahí me acerqué y los terminé de desnudar, sacándoles toda la ropa que les quedaba.

Después de ver como se la chupaba con gran deseo morboso y sabiendo que la estaba mirando, atónito y con la mía dura y en la mano.

Se le subió con las piernas abiertas y dirigiendo con su mano el miembro hacia su vagina y se lo metió hasta el fondo.

Lo cabalgó unos minutos y se dio vuelta. Se sentó de nuevo cabalgando enfrentándose conmigo y pidiéndome que me acercara.

Me agarró la pija y mientras me la chupaba le montaba suavemente la otra chota.

Me sentí feliz, muy excitado. Como nunca antes. Estaba enloquecido de placer.

En un momento ella me miró sonriendo y me mostró su mano con semen chorreando y me dijo: "se acabó".

No pudo aguantar mucho nuestro amigo se corrió adentro de ella con todos los jugos que tenía.

Ahí la tomé yo y seguimos cogiendo con nuestro invitado acariciando el cuerpo de ella.

Terminamos y nos quedamos exhaustos, relajados y felices.

Todo había salido bastante bien y estábamos contentos con lo realizado. No había arrepentimientos ni nada que reclamar.

Nos vestimos, salimos buscando el coche y nos volvimos a Córdoba.

Fue el primer capítulo de una hermosa historia y la apertura hacia otros deseos.

Ver cogiendo a mi mujer con otro fue muy fuerte y estimulante. Además fue un quiebre en nuestras vidas.

Siempre lo recuerdo y me excita. Se lo recuerdo a ella y nos calentamos. Hoy después de muchos años y sin nuestro amigo, el traer de nuevo a nuestras memorias este hecho insignificante para muchos, nos pone en pie de fiesta en cualquier lugar que estemos.

Quisiera agregar que deseo que todos los que tienen fantasías como la nuestra o parecidas, las realicen. Pierdan el miedo. Tomen todas las precauciones que quieran y hagan lo que tanto quieren. Es el consejo y el deseo de quien hubiera deseado empezar mucho antes a conocer los mejores placeres de la vida.

Compartir relato
Autor

Comparte y síguenos en redes

Populares

Novedades

Comentarios

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Los comentarios que contengan palabras que puedan ofender a otros, serán eliminados automáticamente.
También serán eliminados los comentarios con datos personales: enlaces a páginas o sitios web, correos electrónicos, números de teléfono, WhatsApp, direcciones, etc. Este tipo de datos puede ser utilizado para perjudicar a terceros.