Me llamo Juliana, tengo 22 años, y he querido contar algunas anécdotas de mi experiencia con Esteban, él tiene 42 y es casado.
Llevábamos saliendo casi 1 mes y estábamos jugando muy rico en la cama, siempre con calma sin afanes (que era lo que más me estaba gustando). Aun no habíamos disfrutado era que el explotara dentro de mi y en el fondo ambos lo deseábamos.
Entonces decidí invitarlo.
Yo le pedí que se quedara de pie frente a la cama y yo me quedé bocarriba con las piernas abiertas y algo flexionadas. Empecé a untarme aceite por todo mi cuerpo mientras el solo veía como me tocaba.
Cuando terminé llena de aceite, le dije que se acercara que yo lo guiaría, se lo unté de aceite y con mi mano empecé a rastrillarlo suavemente sobre mi vagina por un rato, yo sentí estremecer también sentía su ímpetu en mi mano y mi cuerpo.
Al momento volví a alejarlo y quedó nuevamente de pie parado frente a mí, nos quedamos por unos momentos así viéndonos, acomodé mi cuerpo muy provocativamente con una pierna medio levantada y abierta para él le dije que no quería más condón, que quería sentirlo dentro de mí, el por un momento como que quedó plop (supongo que pensó en su esposa, en qué tal que la preñe…) pero su instinto le ganó.
De repente estaba sobre mi, tenía una cara deliciosamente de pervertido, me tomó por las caderas y empezó a hundirse, la sensación definitivamente era distinta sin condón. Acomodó unas almohadas bajo mi cola, quede bastante inclinada, yo le dije, lo botas dentro y me sale por la boca… jajaja. Cada vez fue aumentando el ritmo y por cómo estaba acomodada estaba totalmente controlada por el, me tenía una pierna medio levantada.
Finalmente fuimos poniéndonos al unísono hasta que explotó primero él y unos momentos después yo. Su rostro estaba muy pegado al mío, su expresión era increíble y yo la verdad me sentía ufff.
Toda su leche quedó dentro de mi, no se botó nadita y estábamos ambos súper contentos.
A partir de ese día nunca volvimos a usar condón.