Es mi segundo relato y quiero agradecer a todos los que me han escrito a mi correo, han sido muy amables con sus comentarios, por los que se han interesado por mis vivencias y esta es una de las que me han pedido les comparta, espero sea de su agrado.
Para los que no saben de mi les comento que soy una señora casada con dos hijos, uno de 10 años y mi peque de 8 añitos, me casé a los veinte años, trabajo como secretaria.
Desde que era soltera me gusta vestir formal para salir, venir a la oficina o para una ocasión especial con medias a medio muslo sujetadas con ligueros tangas, estar cómoda tener una buena presentación.
Me gustan las pláticas con los hombres que saben cómo tratar a una señora como yo con instantes de seducción, una nunca sabe lo que pueda pasar, como en esta primera ocasión.
Tenía año y medio de casada, tendríamos en la empresa una cena de festejo por los logros obtenidos en la empresa, todos estábamos muy felices contentos días antes le había comentado a mi esposo para que me acompañara y fuimos a comprar el vestido que llevaría.
Mi esposo fue el que escogió el vestido que llevaría un vestido rojo ajustado abajo de medio muslo para que no se notara el encaje de mis medias sujetadas con ligueros, que para esa ocasión escogí una medias negras de red ligueros negros y tanga de hilo.
La fiesta seria el viernes después de la hora de oficina para esa ocasión nos habían dado una hora antes de salida, por la mañana del viernes mi esposo me comento que no sería posible me acompañara porque tendría que estar en una de la reuniones donde da clases la habían programado para esa tarde noche
Sinceramente me sentí un poco triste le comente que no iría si no me acompañaba mi esposo me dijo que no debía faltar que tendría que ir ya habíamos programado que mi suegra vendría a la casa para quedarse a cuidar a mi hijo.
El día estuvo con mucho trabajo en la oficina mis compañeros mi jefe estábamos muy contentos porque nos felicitarían por los logros obtenidos motivos más para estar presentes.
Después de salir de la oficina al llegar a casa estaba por cambiar de usar el vestido que mi esposo me había comprado llevar uno suelto, ya que mi suegra estaba no quería que se molestara ya que siempre que había usado vestidos a justados me comentaba que una señora casada como yo no debía vestir así con esos vestidos ajustados menos usar medias a medio muslo con ligueros tangas.
No quería tener un problema con mi suegra o con mi esposo por no usar el vestido, así que me puse el vestido mis medias negras de red sujetadas con los ligueros mi tanga y una gabardina para que cuando saliera de mi recamara mi suegra no se molestara.
Cuando salí de la recamara la mirada de mi suegra no fue de aceptación ya no podía hacer nada salí de la sala, al subir a mi auto note que se subía mi vestido se notaba donde terminaban mis medias el encaje de los ligueros tenía que bajarlo pensé en regresar a cambiarlo pero no quería dar motivos así que fui al salón donde sería la celebración.
Nos habían asignado una mesa para nuestra área, una de mis auxiliares me había apartado un lugar, me senté a un lado de ella me preguntaron por mi esposo les comente el motivo del porque no había acompañado.
Minutos después llego mi jefe había un lugar vacío a un lado mío lo invitamos se sentara su esposa no lo había acompañado, hicieron mención de los logros obtenidos en la presentación, mencionaron nuestra área tenía que pasar mi jefe para recibir un premio, en verdad estábamos muy contentos cuando mencionaran nuestra área mi jefe me pidió lo acompañar no quería yo pasar me insistió pasamos por el premio.
Nunca me había sentido apenada pero subir en un evento sentir las miradas de todos me hizo recordar que no debía haber llevado ese vestido sinceramente moría de pena, mi jefe dio unas palabras de agradecimiento que no puse atención ya que quería terminara ese momento, una siempre sabe cuándo las miradas están fijas en una.
Cuando regresamos a nuestra mesa mis compañeras hacían porra festejos nos dijeron ‘hacen bonita pareja’, ambos dijimos mi jefe y yo ‘no como creen ya somos casados’ y reímos todos.
En un suave susurro mi jefe me comento al oído ‘lástima que estamos casados’, en los dos años que teníamos desde que nombraron como mi jefe nunca me había hecho algún comentario de ese tipo sinceramente me tomo por sorpresa simplemente le mire le sonreí, por mi nerviosismo te conteste ‘si verdad’, nos empezaron a servir los platillos mi jefe me pregunto por mi esposo le comente porque no había podido acompañarme, me dijo ‘que lastima estas más guapa que de costumbre’ solo le dije ‘gracias’ le sonreí no le di importancia al cumplido.
Nos felicitábamos hacíamos bromas había música, se levantaron algunas parejas para bailar un proveedor fue a sacarme a bailar cuando estaba bailando con el me pregunto si mi jefe era mi esposo le dije que no, me dijo que me veía muy guapa que felicitaba a mi esposo, su comentario sinceramente me puso inquieta.
Cuando regrese a la mesa mi jefe me saco a bailar era una música suave me susurro al oído que era una lástima que no hubiera ido mi esposo que le gustaba como se me veía ese vestido, me felicitaba que usara ligueros medias que se había dado cuenta en la oficina como se notaba el encaje en mis vestidos mis faldas ajustadas, que le gustaría que su esposa vistiera como yo no sabía que responderle.
No pensé que mi jefe se fijara en mí, sentía su mano como la ponía sobre mi cadera en el encaje de mis ligueros y mi tanga sentir su voz en mi oído me hizo ponerme nerviosa inquieta, que un hombre que no era mi esposo me hiciera esos comentarios no pude evitar ponerme un poco húmeda.
Como lo comente en los dos años que tenía como mi jefe nunca me había hecho alguno comentario de ese tipo, que le gustaba como movía mi cadera al caminar como bailaba cuando me saco el proveedor que se había dado cuenta como me miraban que me movía rico le mire a los ojos le dije que no siguiera que era mi jefe que estábamos casados.
Nos fuimos a sentar dejo que camina delante de él sentí por primera vez la mirada de mi jefe en mi cadera, la verdad no sabía que hacer quería irme antes pero no sé hasta el momento porque no salí.
Nos sirvieron los bocadillos hacíamos comentarios de todo tipo, cuando sentí que el pie de mi jefe lo pasaba por debajo de mi zapatilla, hacia el movimiento para separar mi pierna, las abriera trate de oponerme pero no quise hacer un escándalo, cuando lo mire me sonrío me susurro ábrelas.
Le dije que no que no era correcto, me volvió a insistir abrí mis piernas sentí como se subió mi vestido hasta el encaje de mis medias que mi jefe miro donde empezaba mi piel, mi jefe me susurro que rico se ve, me levante para ir al tocador por segunda ocasión estaba por irme cuando entre al tocador sentí que estaba húmeda no podía creerlo trate de secarme pero había manchado ya mi tanga regrese a la mesa por mis cosas para irme.
Tome mi bolso mi gabardina les comente que tenía que irme porque mi hijo estaba solo no quería llegar tarde mi jefe no estaba, así que salí al estacionamiento no había gente ya que había comenzado el baile estaba por llegar a mi carro ya que lo había dejado hasta el fondo cerca de la salida cuando sentí unos paso, era mi jefe me dijo que lo disculpara que no sabía porque se había portado así.
Le dije que no era correcto me dijera eso que sabía que era casada el también, me dijo que no podio evitarlo que hacía días me lo quería decir que le gustaba como me vestía como lo atendía que lo disculpara pero no podía evitar que lo gustara que varias veces que le hacia el amor a su esposa había pensado en mí me le di la espalda.
Le dije que ya no me dijera camine me tomo por la espalda me dijo que no podía evitarlo, que lo seguiría haciendo me abrazo se me repego trate de librarme de él moví mi cara para mirarle por mi hombro le dije que gritaría me soltó solo para besarme.
Trate de librarme le dije que no empezó a besarme mi cuello mis oídos me dijo que le gustaba que me deseaba, bajo una de sus manos la puso en medio de mis muslos subió mi vestido sintió lo húmeda que estaba me dijo que rico mira como estas mi humedad la embarro en mi tanga, me dijo te quiero coger se me repego le dije que no me volvió a besar le abrí mi boca deje entrara su lengua la acariciaba con la mía no pude evitar repegarme a él dejara me acariciara.
Mi panocha la tenía en su mano húmeda deseosa empecé a gemir la otra mano acariciaba mis nalgas mi vestido en mi cadera en medio del estacionamiento me repego a una camioneta, lo besaba con desesperación le dije que ya no siguiera estaba excitada caliente desde que me había casado no me había tocado otro hombre y menos dejar me acariciara.
Baje una de mis manos le empecé acariciar su verga él se la saco la sentí caliente gruesa diferente a la de mi esposo acaricie su verga sentía los líquidos en mi mano hice el intento para mamársela me dijo que no que me la quería meter le dije si tenía condón me dijo que no le dije que sería otro día, que me tenía que ir.
Lo volví a besar se me repego de nuevo le solté su verga se me restregaba en mi panocha depilada sentía su cabeza como tocaba mis labios vaginales queriendo entrar no podía más, le decía que tenía que irme que me dejara me seguía acariciando besando, lo que nunca pensé decirle ‘cógeme no puedo más cógeme…’.
Me volteo puso mis manos sobre el cofre de un carro hizo a un lado mi tanga, sentí como la cabeza de su verga se abría camino en mi panocha, sentía por primera vez desde que me había casado otra verga diferente caliente, poco a poco hasta que cocho su vientre con mis nalgas solo gemía le dije ‘te sales cuando te vayas a venir’ me dijo que sí.
Sentía el rico vaivén entra y sale gemí mordía mis labios para no gritar me susurraba al oído… ‘Por fin eres mía’ empecé a moverme con deseo con desesperación me decía que lo apretaba muy rico que cogía muy rico ‘así así cógeme cógeme -le decía- SOY TUYA TUYA… cógeme cógeme, cuanto deseaba cogerte’.
Me movía más tuve mi orgasmo sentí como estaba a punto de venirse le dije ‘salte salte’ no me hizo caso me sujeto más me abrazo con fuerza sentí como su verga se ponía rígida los golpes de leche dentro de mi bañándome caliente era la primer leche de otro hombre después de que me casara oía que gemía se vaciaba dentro de mí.
Sus últimos disparos los sentí como nuestra mezcla se fundía en una sola mi primera vez que le fui infiel a mi esposo en un estacionamiento de un salón, saco su verga, sentía como escurrían su leche en mis medias mi tanga me hizo me hincara para mamarle su verga se la mame mirándole a los ojos probando la mezcla de mi entrega y su leche.
Otra verga diferente se la limpie me levanto me recargo contra una camioneta de espaldas, empezó a mamarme limpiarme bajo mi tanga me la saco se la guardo me dijo quiero tenerla de recuerdo, solo me dejo con mis medias sujetadas por mis ligueros.
Me acompaño a mi auto nos despedimos era la primera vez que iba a llegar a mi casa sin tanga con leche de otro mientras manejaba camino a mi casa.
P.D. Pueden escribirme a mi correo [email protected]. Con doble n.
Una nunca sabe lo que pueda pasar cuando y donde.