Esto sucedió hace varios años, unos meses antes de casarme.
Tuve una novia en la universidad, Mila, muy guapa: cara preciosa, labios carnosos, tetas medianas, pero paraditas, muy ricas, cinturita y un trasero delicioso, no grande pero muy curveado. Era sin duda alguna la mejor morra de la facultad. Fuimos novios el último semestre, pero la terminé para volver con mi novia de toda la vida y futura esposa.
Durante el tiempo que fuimos novios nunca cogimos, frecuentemente nos quedábamos solos en mi casa, comenzábamos a besarnos y a cachondear pero cuando empezaba a meterle mano por debajo de la blusa o el pantalón, me dejaba tocarla unos segundos y después me detenía con el pretexto de que quería algo serio conmigo y no quería arruinarlo yendo muy rápido. Me imagino también que al ser la más deseada de la facultad se quería sentir cotizada. Finalmente terminamos.
Unos meses antes de casarme la contacté, con un pretexto casual, pero con toda la intención de tener un reencuentro con ella. Al principio no me quise hacer muchas ilusiones porque siempre había sido muy cerrada para el sexo así que fue una moneda al aire. No recuerdo el pretexto que le puse para vernos, pero eso era lo de menos, inmediatamente vi buenas señales de su parte y nos pusimos de acuerdo en ir a un bar.
Ella no tomaba y creí que eso podría dificultar las cosas, así que me porté de lo más caballero posible asumiendo que ella traería la guardia arriba y no la iba a bajar con alcohol. Pasé por ella puntual, cuando la vi dije ¡Wow! se veía súper guapa, le abrí la puerta, platicamos en el camino súper casual, yo muy bien comportado. Llegamos al bar, yo tomé cerveza, y empezamos a platicar y a relajarnos. Después de un rato (1 hora tal vez) me dijo:
-¿Te acuerdas cuando éramos novios?
Inmediatamente recibí la señal y le contesté:
-¡Claro que me acuerdo! ¡De hecho extraño tus labios muy cabron! -y me acerqué para besarla. Ella me respondió sin ningún problema y nos empezamos a besar súper intenso, súper cachondo.
Como yo estaba a punto de casarme, no quise arriesgarme a que me vieran, ya que estábamos en un lugar público y le dije:
-Espera, estamos dando todo un espectáculo, vámonos a otro lado.
Ella aceptó y fuimos a un mirador que estaba cerca. Ahí nos seguimos besando de lo más delicioso y nos empezamos a calentar. Yo estaba un poco temeroso de comenzarla a tocar por lo cerrada que era en ese aspecto cuando éramos novios y no quería que se sintiera agredida y terminara todo, así que empecé a agarrarle las nalgas por fuera del pantalón, a lo que ella respondió moviendo la cadera y empujando el culo hacia afuera. En ese momento supe que sería mía. Metí mi mano por debajo de sus jeans y me respondió con un ligero gemido y empujando su lengua más dentro de mi boca. Intenté meterle la otra mano por debajo de la blusa y se separó de mí, me dijo:
-Espérate -yo pensé que ya había valido madre todo- Vamos mejor a mi casa, no están mis papás y mis hermanos van a llegar tarde.
Así que arranque el coche y nos fuimos a su casa.
Llegamos a su casa y efectivamente estaba sola. Nos sentamos en el sillón de su sala y empezamos a besarnos súper apasionadamente. Ella empezó a retorcerse y yo le metí la mano por debajo de su pantalón sin ningún problema agarrándole las nalgas a mi antojo. Apenas estaba yo pensando en meterle la mano debajo de la blusa cuando ella se separó y me dijo:
-¡Estoy demasiado caliente!
Se sentó en mis piernas de frente a mí, se desabrochó el brasier por delante, se levantó la busa y me puso una de sus hermosas tetas en la boca para que se la chupara. ¡Wow! eso sí que fue una sorpresa, nunca se las había visto antes, mucho menos chupado. ¡Sus pezones eran hermosos y sabían deliciosos! Empecé a lamerle las tetas como si fueran la golosina más deliciosa que hubiera probado y ella hacia gemiditos de placer y retorcía la cadera. Le chupé las dos tetas una y otra vez, lamiendo, succionando y jugueteando con sus pezones.
Obviamente yo tenía la verga dura como piedra. Hasta entonces ella nunca me la había tocado. En un momento bajó su mano para acariciarme la verga por fuera del pantalón y me la empezó a masajear. Se me ocurrió sacármela para que me la pudiera masajear más fácilmente.
Cabe mencionar que en cualquier momento podían llegar sus hermanos, que por cierto, me odiaban.
Me desabroché el pantalón, me bajé el cierre, y cuando metí la mano para sacármela se detuvo y me preguntó:
-¿Qué haces?
-Espera, te va a gustar.
Entonces me saqué la verga y me bajé el pantalón. Por la cara que puso, parece que se sorprendió (estoy muy bien dotado) y al mismo tiempo se le antojó y se calentó. Me dijo:
-¡Checo! ¡Me vas a obligar a hacer algo que nunca he hecho! (no era pregunta, era una afirmación!).
Me agarró la verga con la mano, me volvió a besar e inmediatamente después se hincó frente a mí y se metió mi verga en la boca. Ese fue otro movimiento que tampoco vi venir, pero ¡wow! Fue delicioso verla dispuesta a comerse mi verga con toda devoción.
Por su forma de chupar y por lo que me dijo, parece (al menos eso creo yo) que era su primera vez mamando una verga. Se notaba que no era muy experta y al principio lo hizo con mucha precaución y con chupadas rápidas y chiquitas, como sin querer comprometerse a mucho, pero después de unas cuantas chupadas hizo una pausa y me dijo:
-¡Mmhhh! ¡sabes rico! -y se la metió toda hasta donde pudo.
Con técnica de principiante, no jugaba mucho con la lengua en la punta, no me recorría todo el tronco, pero la mamaba con mucha devoción, parecía estarlo disfrutando muy cañón. Me siguió dando chupadas lentas y profundas con un "mmmhhh" de por medio. De vez en cuando la succionaba y solo la dejaba dentro de su boca por varios segundos como disfrutando de tener la boca llena de mi verga. Yo me dediqué a relajarme y disfrutar del espectáculo y ella a disfrutar chupando mi verga una y otra vez sin sacarla de su boca.
Inevitablemente empecé a sentir que dentro de poco tiempo iba a eyacular, intenté retrasarlo lo más que pude, pero era tanto el placer que sentía que no fue mucho tiempo. Pensé en no decirle nada y echarle un chorro de leche en la boca, pero siendo su primera vez, seguramente no le iba a resultar nada agradable. Así que aguanté lo más que pude y en cuando sentí que ya me venía le saqué la verga de la boca y me vine inmediatamente después.
Ella se quedó viendo con la boca abierta (literal) como eyaculaba mientras me la seguía masajeando y antes de terminar por completo se la volvió a meter en la boca para darle las últimas chupadas. Yo no podía creer lo que acababa de presenciar. Unos segundos después se levantó y me dijo:
-¡Listo! ¡Se acabó este asunto!, ya vete porque ya van a llegar mis hermanos.
Yo me negué y le dije:
-¡Claro que no! ¡Te quiero coger! ¡Te la quiero meter toda mil veces, venirme dentro de ti y hacer que te vengas tú también!
-Sí, yo también quiero que me cojas y que me hagas tuya, pero otro día porque de verdad están por llegar mis hermanos, ya guárdate eso.
Se sentó junto a mí en el sillón, empezamos a besarnos de nuevo, empecé a meterle la mano por debajo de la blusa y a acariciarle las tetas, ella movió su mano para agarrarme la verga, que se me empezaba a parar otra vez y escuchamos la reja de su casa. Estaban llegando sus hermanos. Rápido me subí el pantalón, ella se abrochó el brasier y se acomodó la blusa y me acompañó a la puerta para que sus hermanos vieran que ya me iba.
Ella sabía que yo estaba por casarme y no nos podríamos frecuentar, además ella tenía novio y yo ya no vivía en la ciudad. A pesar de eso me dio su nuevo teléfono para seguir en contacto. Al otro día le escribí para preguntarle “¿Cómo te la pasaste ayer? Te gustó ¿verdad?”. Y me respondió “¡Me fascinó!”.
Pasó alrededor de un año para que me la pudiera coger.