Una vez subes por la escalera y pasas por la puerta, ya sabes que no tienes escapatoria, no hay vuelta atrás. Hoy tengo un menú de humillación para ti, para centrarte, hace ya unos días que no practicamos.
Como ya te conoces la casa, y a mí, pues entras con naturalidad, no te quedas plantada en la entrada sin saber muy bien que hacer, como hacías antes. Te acercas a la mesa, dejas tus cosas, tu abrigo, el bolso. Me miras, comentas algo, te respondo… te miro, sonrió, sonríes, todo muy normal y convencional, excepto que hay unos cuantos cinturones sobre la mesa, y la maleta abierta con todos los juguetes y artilugios.
Mientras hablamos, me acerco a ti, toco tu culo, lo aprieto, acerco mi cara a la tuya, te miro, te escucho, sigues hablando. Me acerco a la mesa, cojo un cinturón, me sigo acercando a ti.
– Quítate la ropa y calla un poco, anda…
– Voy
– Voy?…
– Voy, mi amo.
Te quitas el vestido, no llevas bragas, como me gustan esas cosas!… venias con el coño al aire, de pensar en ello ya se me pone dura, me gustan tanto las guarradas estas que ya no sé si hago bdsm porque soy un guarro, o soy un guarro porque me gusta el bdsm.
Realmente mi contacto con los “grupos de bdsm” en fiestas y demás, me han hecho replantearme las cosas, yo entiendo esto como un vehículo, no como un fin, quizás tenga más de guarro que de bdsmero, no entiendo como puede ir alguien a una fiesta bdsm e irse de allí sin correrse, al menos una vez!!… yo necesito correrme todos los días, y si me pongo en faena varias veces… si no, no entiendo a que vengo… y también necesito ver como se corre mi sumisa, y beberme su coño… bebérmelo todo… así que, por lo que parece, soy un poco raro… que cosas eh?…
Desnuda que estas, ahora ya te veo más centrada, con la cara con otro gesto, yo me pongo serio, la cara se me tensa, me acerco con el cinturón, te cojo las manos, te las ato con el… mientras te miro…
– Sabes perrita lo que te toca hoy?
– Lo que quieras mi amo.
– Degradación… voy a degradarte, eso es lo que toca.
Cojo otro cinturón, y te lo pongo a la altura de los codos, aprieto, tus brazo ya están inmovilizados, cojo otro cinturón y te lo pongo en las piernas a la altura de las rodillas, aprieto, puedes andar, pero con dificultad, te tengo a merced… cojo un collar y te lo pongo… te cojo de la cara, escupo en tu cara, quedas mirándome, sacas la lengua, te relames, lamo tu cara… tu coño debe estar bien mojado, bajo mi mano, y meto la mano entre tus piernas cerradas, efectivamente mojado está, paso mi dedo por tus labios, lo saco y lo chupo, este es el mejor premio del mundo, el sabor de tu coño en mi dedo, mientras nos miramos, acerco mi mano, chupamos mis dedos juntos… que bueno esta esto, adicto a los coños.
Cojo una cadena y te lo pongo en el collar.
-Vamos zorra, te voy a enseñar el rinconcito donde vas a aprender a estar, te lo he preparado para ti.
– Gracias mi amo.
Lentamente, andando, nos acercamos a la habitación, con la mano sujetando la cadena cogida a tu cuello, y al entrar, ¡sorpresa!… a los pies de la cama, he puesto unas mantas en el suelo y un bebedero, todo limpio y bien puesto, soy muy detallista, me gusta crear confort y hogar, pienso que te vas a sentir muy a gusto.
– Has visto Zorra?… que te parece?… que sorpresa eh?… aquí a los pies de la cama, es tu sitio, reconfortada… y con tu bebedero para que bebas…
– Me gusta mi amo.
– Vamos, agáchate, venga, zorra…
Te ayudo a arrodillarte sobre la manta y engancho la cadena al somier de la cama, ya estas donde debes estar… dejas caer tu cuerpo hacia adelante y te sientas sobre tus piernas…
– Muy bien zorra, te gusta lo que ha preparado tu amo?
– Me encanta mi amo, soy una perra.
– Eso es. Una perra atada a los pies de la cama… eso es.
– Una puta perra atada a la cama!…
Me voy al salón, y cojo otro cinturón, vuelvo a la habitación.
– Levanta el culo Perra.
– Si mi amo.
Levantas el culo y me acerco a tus tobillos, los junto y rodeo con el cinturón, aprieto y lo engancho. Ya llevas un cinturón en los tobillos, muslos, brazos, y muñecas. No puedes hacer nada. Así aprenderás. Me pongo de pie, cojo la fusta que estaba encima de cama.
– Perra, ponte a cuatro patas… vamos… -Mientras te doy un toque suave con ella en la espalda.
– Si mi amo. – Lo haces.
– Ahora, siéntate sobre tus piernas… vamos… -te doy otro suave toque con la fusta.
– Si mi amo -Lo ejecutas y punto.
Hacía tiempo que no practicábamos así, pero enseguida respondes a tu amo, por mucho que te relajes o pase lo que pase, en tu cabeza está metido bien profundo que eres mi sumisa, y que lo que yo digo te conviene obedecerlo, tu cabeza relaciona portarse bien y obedecer con el premio que luego te llevas… estas bien educada.
– Flexiona los brazos, perra, vamos, júntalos contra tu pecho…
Lo haces, me acerco y cojo tus manos, y te las pongo en la posición que quiero, caídas hacia adelante, estas cosas son las que te quiero enseñar, guardar las posiciones que llevo en la cabeza.
– Abre la boca, saca la lengua.
La polla me revienta el pantalón, me desabrocho y me bajo los pantalones, me quito la camiseta que llevo, acerco mi polla a tu cara, a tu boca, la lames…
– Ves, ya tienes premio, ves lo que pasa cuando te portas así de bien y eres obediente.
– Si amo, soy muy obediente, tu perra obediente.
– Así es, obediencia es lo que tienes que mostrarme.
Meto mi polla en tu boca, cojo tu cabeza con mis manos, te la follo, te follo la boca, entro en ella con mi polla, hasta el final, aguantas bien, hasta tu garganta, ya tienes práctica, no puedes evitar que entra y salga de tu boca, no quieres evitarlo, abres tu boca y ya está, dejas que haga lo que quiera, porque para eso estas. Comienzo a contar las embestidas en tu boca, 1, 2, 3, 4, 5. me gustan los números, me van los numeritos. Paro, y cojo tu cara con mi mano.
– Vamos a estrenar tu bebedero, te lo voy a preparar con mucho cariño.
Me arrodillo a tu lado, sobre la manta, cojo el bebedero, tiene un poco de agua que había puesto antes.
– Vas a beber de aquí perrita, es para ti, ¿te gusta?
– Si amo, me gusta mucho.
– Buena chica.
Acerco mi mano a tu coño otra vez, bien mojado esta… se me hace la boca agua de pensar en chuparlo y bebérmelo todo. Acerco el bebedero a mi polla y la meto dentro con el agua, la sacudo ahí.
– Ves como te lo preparo zorrita?, para ti… para que lo lamas…
Lo dejo en el suelo.
– Venga, a ver como bebes…
Te pones a cuatro patas, con los brazos y piernas juntas, inmovilizados, te agachas y acercas la boca al bebedero, sacas la lengua… lames… ummmm… ¡que escena!… veo tu ano y tu vagina asomarse entre tus nalgas… no puedo parar de pensar en chupártelo todo… me miras mientras lames el bebedero, el agua con sabor a mi polla en tu lengua… me agacho hacia tu culo en pompa, abro tus nalgas, chupo tu culo y tu coño con mi lengua de abajo a arriba, como un perro a su perra, escupo, y vuelvo a lamer, una y otra vez, tu con tu cara contra el suelo al lado del bebedero, meto mi lengua en tu culo… lo quiero abrir con ella, lo consigo, la meto bien adentro, me encanta chupar tu culo. Toco con mis manos tu coño… lo froto… te vas… me pringas, bajo mi cara, lo recibo en mi boca… que placer me da… restriego mi cara entre tus nalgas, me lleno de ti, tu corrida por mi cara, mi nariz mojada de ti, me encanta el olor de tu coño.
Me levanto, giras tu cabeza y me miras, me muerdo el labio de verte con el culo en pompa mirándome con esa cara de cachonda que tienes.
– Quiero culo – me dices.
– Ah si?… claro que toca culo ahora puta. Culo roto.
– Si amo, mi culo roto es lo que necesito.
Me acerco a la maleta cojo un dilatador, un dildo, y lubricante, vuelvo hacia ti, sigues en la misma posición, esperando, esta parte te la sabes bien, te sale ya muy bien, tu culo está listo para mi siempre, pero me gusta meterte cosas por el culo, y que las chupemos como un helado cuando las saco. Así que me agacho a tu lado, estas a cuatro patas, acerco mi cara a la tuya, dejo caer los juguetes al suelo a tu lado, te beso en la boca, mientras acerco mi mano a tu culo, y meto un dedo en tu ano, sacamos las lenguas buscando lamernos nos encontramos, nos chupamos la cara, muevo mi dedo dentro de tu ano, lo saco y acerco mi mano a nuestras caras, lo chupamos juntos, lamemos nuestro dedo con sabor a tu culo, la polla me chorrea, meto el dedo en mi boca, me miras hacerlo, lo saco y lo meto en la tuya…
– Turno para dilatar, zorra.
Cojo un dilatador, he traído el grande directamente, dejo caer lubricante en tu ano, unto el dilatador, lo pongo en posición y aprieto… hacia adentro, suave pero constante, se hunde en tu ano, se mete pero no dejo que lo haga del todo, dejo la parte grande en la misma entrada, me encanta ver la piel del aro del ano sobre la superficie del dilatador, parece que lo engulle pero no puede, no le dejo, lo saco un poco, lo vuelvo a meter, gimes, arqueas tu espalda, no puedes moverte mucho mas, lo muevo apenas dos centímetros, en la entrada del ano, un poco dentro un poco fuera, dilatas… lo saco del todo, queda abierto unos segundos, se cierra, vuelvo a repetir… tu coño chorrea, repito la jugada, y cuando lo saco meto mi lengua en tu culo, aprovecho la abertura y lamo tu interior.
Me pongo de rodillas detrás tuyo, ha llegado el momento de follarte, meto el dilatador finalmente del todo, y con las piernas juntas, meto mi polla en tu coño apretado, apretado por los lados por tus muslos y por arriba por el dilatador, me cuesta entrar, pero resbala tanto que entro, comienzo a embestirte mientras te cojo de las caderas, mueves tu culo al ritmo, continuamos, fuerte, mi polla entra dentro y sale, acelero, dame fuerte me dices, sigo haciéndolo mientras veo tu espalda arqueada, te giras y me miras con el rabillo del ojo, con los ojos medio abiertos medio cerrados, la boca entreabierta, muerdes tus labios… muerdo los míos. Choco con el dilatador una y otra vez.
Bajo el ritmo, toca culo, a eso voy ahora, con mi polla dentro tuyo, cojo el dilatador, estiro hacia fuera, lo saco, tiro mas lubricante, meto dos dedos, los muevo, los saco, saco mi polla de tu coño, me incorporo para follártelo con las piernas flexionadas sobre ti, apunto a tu ano, y adentro… empiezo fuerte desde el principio, hasta dentro del todo, no hay problema de nada, te lo parto, gimes de placer, suspiro cada vez que entro, continuo, te vas, te corres mientras me dices que te rompa el culo, yo ya no puedo hablar demasiado, solo resoplo, giras tu cara, me miras, mi mano derecha se apoya en la cama, mi izquierda sobre tu nalga, sigo y sigo, hasta que me voy y te lleno por dentro, me pego una corrida de escándalo, grito varios segundos al hacerlo. Los vecinos me odian.
Como puedo te desabrocho el cinturón de los muslos y los pies, me tiro en la cama, te tiras a mi lado, boca arriba, piel con piel, me giro hacia ti, nos besamos. Lo pasamos bien.