La F.P.E. se encontraba en una misión nuevamente, una bastante peligrosa, su objetivo está vez se trataba de una bruja de poder misterioso, llevaba un rato escondida pero lograr encontrarla gracias a las migas que su magia dejaba.
Rav, la bruja esmeralda logro rastrearla sin problema alguno, para está misión el equipo estaría formado por Liori, La Shinobi felina, Rade, el caballero eléctrico, Rav, la ya mencionada bruja esmeralda y r'yleh, la demonio Ruby, todos ellos bajo las órdenes de la comandante Elizabeth.
-Localizar y eliminar a la bruja, no se confíen su fuerza es descomunal.
Con esas palabras Elizabeth guiaba a su equipo y sabía que sería algo bastante difícil pero no para el alto mando de la F.P.E.
Llegaron rápidamente al lugar, un bosque en las afueras de la ciudad de México cerca de la carretera México-Toluca por el misterioso kilómetro 31.
En el lugar Liori seguía el rastro de la bruja y Rav utilizaba su magia para sentir su presencia, Elizabeth parecía no tener ninguna habilidad sobre humana… ¿o si?
Rade noto una presencia desconocida a unos metros frente a ellos, pero la esencia de esa magia era tan poco común y extraña que no podía afirmar si se trataba de su objetivo.
El equipo se arrojó en esa dirección y para su suerte, ahí estaba.
"Carnal Witch, el pecado encarnado"
Se trataba de una mujer con apariencia de no más de 25 años, cabello naranja con rizos y ojos verdes, vestía una túnica con capucha, pero bajo está podía notarse que solo vestía una muy atrevida y sensual lencería de encaje negro con mallas y medias hasta los muslos.
Su apariencia no era lo que esperaban y claramente fue muy desconcertante para ellos, pero aun así el equipo tenía una misión y puso marcha para cumplirla, Liori dio el primer golpe, su velocidad meta humana fue la suficiente para acertar el ataque pero no hizo gran daño.
Carnal Witch respondió con una especie de polvo rosa que arrojó sobre ella, al inhalarlo se sintió muy mareada y rápidamente cayó inconsciente tras dar un par de tocidos.
-Liori, estás bien- Pregunto Rav al ver caer a su compañera
Rav se volvió con Carnal Witch, sabía que sería un oponente muy fuerte, pero no tuvo ni la oportunidad de atacar, Rade se adelantó, era el doble de Rápido que Liori y su habilidad principal de daba aún más fuerza, lanzó un rayo contra su rival y logro derribarla, pero su confianza lo traicionó.
Rade se acercó creyendo que todo estaba terminado y Carnal Witch inconsciente, pero nada más lejos de la verdad, Rápidamente abrió los ojos y arrojó el mismo gas rosa contra Rade y Rav, la bruja resistió un poco más que sus compañeros pero finalmente cayó rendida.
Al despertar todos se encontraban en la enfermería de la F.P.E. con una duda.
¿Elizabeth terminó el trabajo?
Resulta que no, Elizabeth al ver la facilidad con la que la bruja los derribo tomo la decisión de retirarse salvando a su equipo.
Y no era para menos, aquel gas alteró a todos de una forma extraña, algunas de sus hormonas estaban muy agitadas, Rav sentía un cosquilleo incontrolable en su cuerpo y su corazón golpeaba fuertemente su pecho pero pensó que debía ser parte del veneno así que lo ignoro y decidió descansar.
Mientras tanto Rade y Liori se encontraban en mejor estado y volvían a sus recámaras pero ellos nunca se habían llevado muy bien, tendían a discutir por cosas como estás y está no sería la excepción pues camino a sus habitaciones ambos discutían como de costumbre.
Pero está vez sus voces comenzaban a elevarse más y más a medida que sus tonos se iban volviendo cada vez más cálidos, como si esta discusión fuera algo más que una mera diferencia de opiniones. El aire alrededor ellos se sentía cargado de energía, desafiándolos a acercarse y descubrir como acabaría esto.
A los dos les preocupaba que su discusión culminara como siempre, con una pelea y su enemistad de por medio. Sin embargo, la energía detectada cambió sus planes cuando descubrieron que lo que sentían era algo más que odio o coraje. Sentían algo extraño e intenso que no podían describir, algo tenía ese gas que rápidamente altero sus pensamientos en esa situación.
Poco a poco comenzaron a ceder hasta que cayeron de lleno en un impetuoso beso. El deseo les invadió aún mas, hasta el punto que ninguno de los dos supo quien tomó la iniciativa para pasar a actuar y descubrir el placer que habían estado ignorando por tanto tiempo.
Rade y Liori no podían resistir más. Se besaban apasionadamente mientras él desabrochaba los botones de la blusa de Liori para deslizar sus manos sobre sus senos desnudos. Ambos respiraban agitadamente de excitación y Rade comenzó a bajar lentamente sus besos hasta el cuello de Liori, siguiendo todos sus contornos hasta que sus bocas se unieron una vez más.
Rade y Liori se entregaron a su deseo.
Se encontraban frente a la puerta de la habitación de Liori y entraron a la habitación mientras se besaban, Liori lo quería ya dentro de ella y pidió a su compañero que la penetrara.
Rade, emocionado y ansioso de satisfacerla, la besó con intensidad mientras rodeaba sus caderas con sus manos y los movimientos de su cuerpo guiaban el lento camino de su miembro dentro del cuerpo de Liori.
Ella gemía de placer y dolor al ser su primera vez ella solo tenía 19 años mientras Rade reciente mente había cumplido 22.
Estando tan mojada que estaba escurriendo con cada movimiento.
Liori, estaba completamente inundada de deseo y debía de contener gemidos de placer al mismo tiempo que las quejas del dolor de su primer encuentro sexual.
Liori estaba tan incandescente que su mojada intimidad fluía con cada movimiento de Rade en su interior. Ella gemía de placer con cada penetración, pero también de dolor. Rade fue aumentando su ritmo mientras sus cuerpos se entrelazaban en una danza ardiente y terrenal. Él sintió la explosión de su orgasmo al mismo tiempo que Liori, y se dejaron llevar por el intenso placer que proporcionaba el sexo entre sus cuerpos.
Liori sintió la presión del pene de Rade contra sus dulces entrañas mientras él introducía lenta e inexorablemente su miembro dentro de ella, cada milímetro invadiendo más y más su cuerpo. Una oleada de placer la recorrió, y sus emociones la llevaron al cielo.
Sintió cada detalle de aquella penetración, el traqueteo de los músculos de él, el sudor que brillaba en su piel, el sabor salado en sus labios, y su respiración entrecortada al penetrarla más y más profundamente.
Liori estaba en el borde del placer y del éxtasis, y su respiración se aceleró cuando Rade comenzó a mover sus caderas en un ritmo implacable. Él besaba apasionadamente sus labios, su cuello, su hombro, mientras empujaba sus caderas hacia adelante y hacia atrás con una fuerza irresistible. Ciñó sus brazos alrededor de él, mientras se movían como uno.
Y entonces, el placer llegó. Una oleada de intensidad se apoderó de ella, presionando cada zona de su cuerpo y empujando sus gemidos a un crescendo, y su cuerpo temblaba de placer mientras los movimientos de Rade la llevaban más y más cerca del éxtasis. La sensación era indescriptible, su cuerpo se abrió a él, compartiendo cada momento de aquella conexión profunda y sensual.
Luego vinieron los múltiples orgasmos, cada vez con más intensidad, y su placer reverberó dentro de su cuerpo. Y entonces, finalmente, cayeron en un abrazo dulce, exaltados y satisfechos del rito de unidad que acababan de celebrar.
Rade estaba emocionado después de tener aquel encuentro apasionado con Liori. Su última aventura nocturna le había dejado una sensación de liberación, pero a la misma vez sentía algo extraño dentro de su cuerpo. Por la mañana había un largo camino que llevaba desde su habitación hasta la sala de entrenamiento, así que decidió detenerse en la habitación de Hibari, una de sus compañeras.
La puerta estaba abierta, así que entró sin anunciar su llegada. Al verle, ella le saludó con una sonrisa y un ligero brillo en sus ojos. Puede que fuera sólo producto de su imaginación o del brillo de la luna, pero había algo en él que le empujaba a insinuarse.
"-Hola, Rade-" dijo Hibari.
"-Hola-" fue su tímida respuesta, al tiempo que intentaba mantener las distancias.
Aunque no lo había notado antes, Hibari era mucho más joven que él había cumplido 18 años hace menos de una semana, Por un momento el silencio se hizo entre ellos. Por un momento sucedió algo para el que no estuvo preparado, dio un paso hacia adelante y lo besó.
Rade se alejó rápidamente. No tenía la intención de herir a la joven, así que rápidamente se disculpó y salió de la habitación sin mirar atrás, algo extraño paso en ese momento, pues hasta ese entonces Rade solo veía a Hibari como su compañera, tal vez una hermana menor, ese impulso de ella por besarlo, no era normal.
Mientras caminaba, pensaba en lo que había hecho y en lo que había sentido. La intimidad de esos momentos habían sido algo prohibido para él, pero en su interior cayó en cuenta de que no debía dejarse llevar por sus sentimientos. No porque fuera inapropiado, sino porque no era algo correcto.
Rade caminó lentamente hasta la habitación de Carolina, llamando suavemente a su puerta. Sabía que ella estaba ahí, rl había rechazado las intenciones de Hibari y esperaba que algo diferente saliera de esta encrucijada.
Cuando la puerta se abrió, Rade se encontró cara a cara con la hermana de Hibari, Carolina. Rade esperaba que ella fuera diferente y pudiera entender sus razones, pero pronto quedó claro que estaba equivocado. Carolina suplicó a Rade que la dejara tener relaciones con él. Rade estaba bastante incómodo con la oferta, y se negó a complacerla, algo estaba mal.
A Carolina no le importó nada de eso, atrapó a Rade con sus brazos, levantó la cabeza y lo besó. Rade intentó resistir, pero era demasiado tarde. Carolina luego empezó a desvestirse, dejando su cuerpo desnudo ante él. Rade quedó en shock, Carolina era la melliza de Hibari tenía la misma edad.
Rade tembló de emoción al ver los hermosos contornos de su cuerpo, con algunas cicatrices por su pasado, el quería tocarla y hacerla suya, pero su mente le gritaba que no. Carolina empujó a Rade dejándolo en el sofá y se montó sobre el tratando de besarlo pero este se separó de ella y en una fracción de segundo derribo a Carolina en el sofá y salió de la habitación dejando a una Carolina desnuda, excitada y confundida.
Rade sabía que sus acciones habían causado mucho daño pero su intriga seguía, el comportamiento de Hibari y Carolina no era normal pero sería esto una situación general o aislada, algo paso tras su encuentro con la bruja, algo no estaba bien.
Después de rechazar las insinuaciones sexuales de las hermanas Hibari y Carolina, Rade se dirigió hacia la oficina de la comandante, Elizabeth. Ella era mayor que él, la comandante era una mujer de 27 años con mucha más experiencia en todos los campos, él le contó sus inquietudes acerca de su comportamiento. Pero Elizabeth se limitó a reírse de él, cerrando la puerta con seguro, asegurándole que era algo normal, siendo tan irresistible.
Rade cayó en cuenta que cometió un error al buscar ayuda en alguien que claramente no podría resistir, mientras ella se acercaba para besarlo, Rade se vio seducido por su cuerpo maduro y sensual. Por una tercera vez él no pudo resistirse y cedió a su deseo.
Se quedaron arrumbados en la oficina, completamente entregados al momento de placer que estaban experimentando.
Por un rato, la pasión y el deseo se encargaron de tomar el control de ellos. Se besaron con profundidad, explorando sus cuerpos y ahondando en el placer que les estaba provocando su encuentro.
Rade fue arrastrado a un mundo completamente nuevo al sentir los labios de Elizabeth en los suyos. Se sentía como si estuviera volando, como si el tiempo se hubiera detenido. Sentía cada movimiento de Elizabeth, así como la suavidad de su piel y su aroma exótico, un aroma a sangre…
La comandante Elizabeth tomó el control de la situación y fue moviendo su cuerpo contra el de él. Mientras se besaban, sus manos comenzaron a explorar su hermoso cuerpo. Él ya estaba perdiendo la noción de la realidad y se abandonó a las caricias de Elizabeth, que le acariciaba hasta llegar a su entrepierna.
Rade suspiró al sentir como los dedos ágiles de ella lo hacían estremecer. Estaba perdido en una sensación de placer que poco a poco fue aumentando. La lujuria entre los dos cada vez más profunda, sus manos se deslizaban mientras se besaban intensamente.
Ya no había vuelta atrás, las necesidades de ambos se estaban haciendo cada vez más evidentes con solo suspiros y palabras suaves, Elizabeth se encargó de desvestir a Rade para recordarle que desde el momento en el que estaban juntos él tenía que rendirse ante ella.
Sin hacer preguntas Rade se dejó guiar por el cuerpo de Elizabeth descendiendo cada vez mas abajo hasta llegar al punto sin retorno, sobre el que cayeron luego de besarse con un desenfrenado ardor, culminando en una perfecta unión llena de pasión, deseo y lujuria.
Elizabeth tomo el miembro de Rade y lo metió a su boca, la sensación era inigualable, se notaba la diferencia entre Liori una joven primeriza y Elizabeth quien tenía más experiencia, Rade no podía aguantar más, el sentir la lengua de Elizabeth recorrer desde la base hasta la punta su miembro mientras con sus manos lo acariciaba, pero eso no quedó ahí.
Elizabeth se levantó para sentarse en el escritorio y con sus pies jalo a Rade hacia ella dejando su rostro frente a su intimidad, Rade supo lo que tenía que hacer y comenzó a besar y lamer su húmeda vagina, Elizabeth gemía de placer y la lujuria en su mirada se veía cada vez más, ella estaba al borde del éxtasis cuando su deseo no pudo contenerse más tiempo.
Tumbó a Rade en la silla para luego montarse en él, sus caderas se movían rápidamente con desesperación, Elizabeth realmente estaba disfrutando esto mientras Rade no podía ni siquiera pensar, sujeto a Elizabeth por la cadera y se movió a su ritmo aún más rápido.
Su habilidad meta humana hizo que Rade le diera pequeñas descargas eléctricas a Elizabeth quien solo gritaba y gemía hasta que ambos llegaron al clímax, Rade dejo ir toda su carga dentro de ella, y Elizabeth explotó en un orgasmo que baño completamente el miembro y las piernas de Rade con sus fluidos.
Ella solo temblaba en la silla tratando de recuperar se, pues el sexo para ella era algo genial, pero con un meta humana eléctrico fue un placer que jamás había experimentado y que seguro trataría de repetir.
Rade no espero mucho para salir de ahí con Elizabeth aún desnuda ante él, este solo salió para buscar alguien que pudiera explicar el por qué de este comportamiento tan raro, Liroir, Hibari, Carolina y Elizabeth, que estaba pasando
Mientras Rade continua su investigación está sería la primera noche juntos de Atsuna y Reku, era una noche hermosa, estaban en su cita romántica desde hace horas, sus palabras se mezclaban y sus corazones se juntaban.
Todo lo que hacían estaba lleno de intimidad y pasión. Sabían que era el inicio de algo maravilloso. El ímpetu estaba en su piel, una caricia, un beso, un deseo.
Por primera vez, decidieron dar el siguiente paso de su relación y avanzar hacia un nivel más íntimo. Una mirada, una caricia, un beso… Todo se entrelazaba. El aire de la habitación se llenó de calor y deseo, cada vez era más difícil resistirse.
Con cuidado, uno por uno, todos sus prejuicios y temores se empezaron a desvanecer, y el amor e intimidad ganaron claramente, Atsuna y Zero cedieron a la pasión de su amor, tímido y soñador.
Era la primera vez que tenían relaciones sexuales Reku por su tribu se había abstenido durante sus 22 y Atsuna al haber nacido en medio de una guerra no tuvo espacio para eso pensamientos en su cabeza hasta ahora a sus 19 años.
Era todo lo que habían esperado y más. Sus cuerpos se adaptaban perfectamente el uno al otro en un baile de placer y desenfreno.
La luz de la luna penetraba por la ventana, presenciando la escena de amor entre Atsuna y Reku.
Ya estaban irremediablemente enamorados y atados por un lazo eterno de amor. Se habían atrevido a tomar el paso final para sellar su relación.
¡Esa fue una noche maravillosa!
Aún que está se vio interrumpida…
Volviendo con el extraño evento de Rade.
Rade no estaba seguro de que es lo que habría hecho al venir a ver a Serina. Había tenido un encuentro sexual apasionado con la comandante Elizabeth, que lo desconectó por completo. Pero ahora estaba aquí, a solas con una de las sirenas más lindas de toda la costa.
Serina estaba actuando extrañamente, como si hubiera experimentado los mismos sentimientos que Rade, este la miraba a la distancia mientras ella realizaba lo que parecía un ritual, sin darle importancia, Rade se aproximó.
Al hablar con Serina, está le contó que existen diferentes tipos de magia, la magia blanca, dedicada a la sanación, la magia negra, dedicada al daño, la magia gris que suele ser neutral, pero hay otros tipos de magia y claro brujas.
Tomo a Rav como ejemplo, se trataba de una bruja esmeralda laa cuáles son conocidas por su conexión con el inframundo, las más poderosas de ellas (como era el caso de Rav).
Podían traer a los muertos de la tumba.
Carnal Witch, como su nombre lo decía debía tratarse de una bruja carnal, está se alimentan de la lujuria y los placeres de los humanos, ella podría estar manipulando a Rade o a la gente que lo rodea para que tengan sexo y de esa forma ella comer esa energía.
Tal vez ese gas rosa, era polvo de esa magiar, tras la explicación de Serían Rade agradecía y tomaba camino para buscar a su otra compañera r'yleh pero antes de salir.
Serían con su canto y su estilo de bailar seductor, hipnotizó a Rade. Él podía sentir el calor que emana de su flujo venéreo y su fuerza profundamente latente. Pronto el poderoso abrazo de la sirena lo arrastro al abismo de la seducción, sin tiempo para pensar. Serina se acercó a Rade y lo tomo en sus brazos.
"-¿No quieres algo más?-", preguntó la sirena con la respiración entrecortada.
Rade no podía reaccionar, la forma en que esa criatura mítica se movía era como el oleaje mismo, fluido e irresistible. Antes de poder responder, la sirena beso profundamente a Rade. Fue un beso como nunca antes había sentido, lánguido y profundamente sensual. Su lengua tomo el control de su cuerpo y la calidez de los labios de Serina desataron en Rade una lujuria desconocida.
Cuando ella se acercó a él, Rade no tuvo la capacidad de resistirla. Serina lo tumbó rápidamente y empezó a quitarse la ropa.
Rade estaba perplejo y nervioso, pero al mismo tiempo estaba encantado por la sensual figura y la piel suave de Serina. Se abrazaron con intensidad, probando los más deliciosos besos y caricias y mientras se movían al compás de sus cuerpos, el canto y los gemidos de la sirena eran música para los instintos más profundos de Rade.
El fuego entre ellos no paraba de crecer y el crescendo de su éxtasis iba aumentando, hasta que los dos al unísono llegaron a un orgasmo que los hizo temblar.
La sirena comenzó a gemir de placer, sus gemidos eran acompañados por una melodía hipnótica, atrayendo aún más a Rade hacia ella. Su cuerpo se entregaba cada vez mas, hasta que los dos se entregaron a un inimaginable goce. Serina abrazo a Rade con fuerza, besándole los labios y moviendo sus caderas hasta nuevamente llegar ambos a un orgasmo del cual ninguno quería salir.
Rade podía sentir como la húmeda vagina de Sería apretaba con fuerza su miembro mientras está se movía al ritmo de las caderas de la Sirena, su aroma era irresistible y cada vez más la voz de Serían era más y más excitante para Rade.
-Dese tenerte dentro de mi desde hace mucho, quiero ser la última que te tenga.
El canto de la sirena cesó cuando ambos llegaron al clímax final, Serina perdió fuerza y Rade retomo conciencia y pudo apartarse de serina para tomar sus ropas y salir del lugar.
Ahora debía buscar a r'yleh.