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La nueva profesora de inglés (2)
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Tiempo de lectura: 5 minutos

3

La semana pasaba y a Sandra no la llamaban para obtener respuestas sobre las oportunidades de empleo que había estado buscando, el día jueves se decidió y salió a recorrer los sitios donde había dejado hojas de vida y en todos obtuvo la misma respuesta, ya faltaba muy poco y todas las plazas de todas las asignaturas ya están cubiertas, fue a todas las escuelas, Institutos, colegios donde había estado el Lunes pero en ninguno tuvo buenas noticias, solo le faltó ir al jardín de infancia "Mi tesoro" pero era el sitio donde estaba el viejo Ernesto y prefirió no ir, total en ese sitio no iba a trabajar.

Al regresar a su casa ya estaba su esposo esperándola muy angustiado, sin querer había colocado en marcha una máquina plastificadora costosa y aun no estaba lista para arrancar, lo que provoco que se partiera un engranaje y provocar otro día más de parada de la máquina, la cual era necesaria para imprimir la propaganda electoral para las elecciones que se avecinaba en diciembre.

Sandra trato de calmarlo pero Ernesto estaba desesperado, no había perdido el trabajo pero le seria descontado el 30% de su sueldo para reponer el daño causado y 50% de sus utilidades a fin de año, la situación económica empeoraría, sin embargo Ernesto se clamó y le pregunto a Sandra si había tenido suerte, si había conseguido algún empleo, que ahora si era totalmente necesario.

Sandra lo miro como estaba, desesperado, angustiado y aunque no lo quería le dijo lo que el necesitaba oír en ese momento para calmarlo

– Si amor, ya tengo empleo.

4

Al día siguiente era viernes, Ernesto se levantó de mejor ánimo, le pregunto a su esposa cuando comenzaba y cuanto iba a ganar de sueldo, Sandra se limitó a decirle que debía ir a una reunión para que le informaran esos temas.

Los ojos del viejo Barceló brillaron cuando cerca de media mañana vio entrar nuevamente al jardín de infancia a Sandra, pensó que nunca más la volvería a ver, pero la circunstancia la llevaron a regresar, iba con una ropa bastante tapada, un traje de pantalón, camisa y chaqueta que difícilmente dejaba apreciar el escultural cuerpo de la bella mujer, sin embargo el viejo ya sabía lo que escondía debajo de esas ropas.

Barceló inmediatamente le salió al paso y le ofreció pasar dirigiéndose a la oficina donde la hizo sentar frente al escritorio, en la misma silla de días antes

Aunque Sandra nunca pensó aceptar ese empleo allí estaba, en la boca del lobo esperando ver que ofrecían.

Esta vez el Sr Barceló fue cortes, le hablo del sueldo y el horario, y se dirigió a la mujer con respeto en todo momento. El viejo no quería dejar pasar esta oportunidad, sabía que debía comportarse para que ella se sintiera más segura y se decidiera a trabajar allí, luego cuando la tuviera a diario sabía que en cualquier momento iba poder tener ese cuerpo a su antojo.

Después de compartir la información requerida Sandra se levantó para irse, el viejo ventilador de techo había despeinado la negra cabellera de la futura profesora de inglés. Al momento de despedirse el viejo Barceló no aguanto la tentación y cuando la tenía frente a el alzó una mano y le coloco el cabello detrás de la oreja, con intenciones de acomodárselo un poco, a lo que no supo cómo reaccionar Sandra porque la tomo desprevenida, el viejo viendo que la escultural mujer no hizo gesto de separarle la mano aprovechó y le rozó la mejilla con la palma de la mano.

Sandra sintió un corrientazo que le comenzó en el cuello y termino es su entrepierna, solo el roce de la mano del viejo le había producido un cosquilleo en su zona íntima. El viejo noto inmediatamente la actitud de la mujer casada y acercando un poco más la mano se atrevió a apoyar su dedo pulgar en los labios de ella. Los ojos de Sandra brillaron y sus mejillas se ruborizaron enseguida, solo hizo falta un minúsculo aumento de presión en su pulgar y el dedo del viejo entro sin problemas entre los carnosos labios de ella que inmediatamente se amoldaron alrededor del dedo.

El viejo mirando a los ojos a la mujer comenzó un lento mete y saca del dedo en la boca de ella, a lo que Sandra solo se dejaba hacer y chupada el dedo como un niño lactante. La mujer comenzó a sentir espasmos en el cuerpo, corrientazos que comenzaban en todas partes del cuerpo y todos terminaban en su vagina, el dedo entraba y salía y ella solo miraba los ojos del viejo que se sentía poderoso en ese momento. Cuando el viejo sintió que los labios le hacían más presión en el dedo como tratando de exprimirlo, mirando a los ojos de la casada le dijo "hoy es viernes y el cuerpo lo sabe" y seguidamente hundió el dedo hasta lo más profundo de la boca e inmediatamente sin avisar nada y así como se lo metió en la boca de igual forma lo saco. Sandra sintió que quedaba a la deriva, sintió que le quitaban la felicidad de un golpe. El viejo zorro sabía que ya la tenía donde quería pero no podía irse de bruces, ahora tenía que emputecerla para cogérsela cada vez que él lo quisiera.

El viejo se dio la vuelta y se sentó en su silla y mirándola fijamente le dijo

– Ya te puedes ir Sandrita, nos vemos el lunes, te espero con una ropa que resalte mejor tu figura y esbozo una sonrisa.

La mujer casada aún estaba eufórica, aun sentía como se mojada su ropa íntima y solo le dijo: si señor y salió del despacho.

5

Cuando Ernesto llego a su casa ese viernes no sabía lo que le esperaba, apenas al entrar al apartamento sintió que algo se le tiraba encima, era su esposa que lo esperaba ansiosa y comenzó a comerle la boca apenas pudo, el rápidamente entendió de que se trataba y comenzó a responderle los besos. Sandra se separó un instante y le dijo que se sentará en el sofá de la sala, él le hizo caso y ella comenzó a bailar sensualmente a medida que se desvestía, para el eso era la gloria, algo que siempre había deseado pero que su esposa no había querido hacer nunca, pero ese momento ahí estaba ella totalmente desnuda y venía a gatas hacia el sofá donde estaba el, rápidamente el hizo un intento de levantarse pero ella le hizo seña que se quedara sentado. Cuando ella llego a su destino dirigió sus manos al botón del pantalón el cual rápidamente desabrocho y bajo el cierre.

Ernesto ya estaba totalmente excitado con la actitud de su esposa, una mujer que parecía había cambiado en algún momento del día, no era la misma mujer que el despidió ese día en la mañana.

Cuando Sandra finalmente saco el pene del bóxer de su esposo lo encontró totalmente erecto y con pequeñas gotas de líquido en el glande, el estado de excitación de su esposo era tremendo y la mujer no perdió tiempo y se lo metió en la boca de una vez.

La cabeza de Sandra subía y bajaba rápidamente, se metía todo el pene en la boca hasta chocar su nariz con el vientre del esposo.

Ernesto se revolvía en el sofá y coloco sus manos sobre la cabeza de su esposa, cuando la mujer noto las manos de si esposo haciendo presión en su cabeza se sacó el pene de la boca, lo miro a los ojos y le pregunto.

– ¿Te gusta cómo te lo estoy mamando?

– ¿Te gusta cómo te lo mama tu perra?

Las palabras de Sandra retumbaron en los oídos de su esposo que seguidamente le empujo la cabeza otra vez para que siguiera mamando y comenzó a responderle.

– Me encanta perra, mámamelo todo, sácame la leche

En el momento en que Ernesto comenzó a dirigirse de esa forma a su esposa ella comenzó a emitir pequeños gemidos y los espasmos se acumulaban en su cuerpo, seguidamente bajo una de sus manos y comenzó a meterse dos dedos en su ya encharcada vagina.

Las manos de su esposo seguían haciendo presión en su cabeza, y ella seguía mamándole el pene gustosamente mientras con una de sus manos se hacía un frenético mete y saca con dos de sus deseos, todo esto ocurría cuando en la mente de la mujer casada solo tenía una visión, la cara de poder y felicidad del viejo Ernesto cuando le tenía el dedo en la boca y cuando ella sumisamente se lo chupaba.

En el momento en que su esposo no aguanto más comenzó a explotar y dejar escapar la leche de su cuerpo, Sandra se hundió el pene en la boca para no desperdiciar ni una gota y justo en ese momento ella también sintió una fuerte corriente seguida de una ola de escalofrío que recorría su cuerpo, sus músculos y piernas se tensaron y sus fluidos comenzaron a chorrea por sus piernas.

Continuará…

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