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La noche más esperada
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Mi nombre es Darío y les voy a relatar lo que fue mi historia más caliente.

A finales del año 2016, estando soltero, me registré en esas aplicaciones para conocer gente online. Primero dudé de la veracidad sobre las chicas que me salían como sugerencia, pero una noche apareció ella, su nombre era Alma, morocha, simpática, linda y con unos labios que me encantaron.

Empezamos a chatear y conocernos, a pesar de la diferencia de edad, las conversaciones eran muy interesantes, cada noche se extendían más y terminamos intercambiando los números de teléfono para seguir por Whatsapp. Habíamos generado un nivel de confianza muy rápido.

Hablábamos de estudio, de trabajo, de gimnasios, ella siempre con la mejor onda! me encantaba escribirle, que me respondiera y conversar por horas. Una noche hablábamos de cómo fueron nuestras parejas anteriores y mis preguntas fueron tornándose un poco íntimas, a lo que ella me respondía con timidez, pero se fue soltando y también me las hacía a mi, la cuestión es que terminamos hablando de sexo, de lo que le gustaba a cada uno, de los cuerpos y alguna que otra fantasía o situación íntima que habíamos vivido. Desde esa noche sentimos que teníamos una conexión especial, había piel y que éramos calientes en la cama!

Los chat cada vez eran más seguidos y casi siempre nos terminábamos yendo al tema del sexo, yo sentía que nos calentaba hablar (aunque ninguno lo decía) y conocernos en ese sentido. Nos contábamos experiencias y a pesar de que le llevo casi 10 años, lo que ella había hecho en su intimidad me atraía, me gustaba indagar y que me cuente más. Cuando ella me preguntaba, yo también le contaba con lujo de detalle buscando que ella se encienda, nos encantaba hacer eso. No voy a negar que cada vez que lo hacíamos, me provocaba unas erecciones tremendas y lo disfrutaba demasiado.

Y así fueron pasando varias noches, hasta que una vez empezamos a imaginar nuestro encuentro, yo siempre era el de la iniciativa y ella me seguía el juego (era perfecta siguiéndome), también intercambiamos algunas fotos (no eran privadas), pero si mostraban partes de nuestros cuerpos que nos atraían. Cada vez nos poníamos más hot y en mi caso, me calmaba con autosatisfacción. Era un juego perverso de seducción y no podíamos detenernos.

Teníamos sexo virtualmente y nos fascinaba, pero yo no aguantaba más, quería que tuviéramos una cita y que pudiéramos vernos cara a cara. Lo fui proponiendo muchas veces pero ella no estaba convencida, no quería hacerlo. Pero lo que me provocaba no era fácil de olvidar ni de calmar, así que seguí insistiendo hasta que me diga que Si! No quería que me deje así, con semejantes ganas de tenerla en mi cama! y de hacer todo lo que pasaba por nuestras mentes.

Y después de tanto insistir, (obviamente que nuestras charlas seguían siendo muy calientes), me dijo que SI! El día jueves debía buscarla por su casa a las 22 h! El nivel de ansiedad y nervios que sentía era terrible, pero me gustaba. Así que me vestí bien, con un rico perfume y salí en mi moto para traerla a mi casa.

Al llegar a su domicilio, la esperé afuera y nos saludamos tímidamente, un poco nerviosos pero contentos por conocernos en persona. Subimos a mi moto y fuimos directo a mi casa. En el camino, mientras veníamos conversando, yo acariciaba sus piernas suavemente y ella se dejaba tocar sin decirme nada, sentía que los dos teníamos unas ganas tremendas de estar solos en mi habitación.

Pero no todo salió como esperamos, al llegar a casa, habían llegado visitas y por ende, nuestra noche de pasión debía ser silenciosa, así que entramos rápido y nos encerramos ¡Ahora sí!, estábamos solos y la luz de la TV alumbraba la cama.

Nos recostamos y charlamos un rato, yo intentaba acercarme cada vez más, ella estaba de jean y remera al igual que yo. Seguimos charlando, hasta que decidí avanzar un poco más y la besé en la boca, un beso suave, lento pero se fue transformando en un beso más apasionado, un beso muy rico que nos hizo estar bien pegados, cuerpo con cuerpo, nos acariciamos la cara, el cuello, espalda y abajo cada vez más apretados, ella sentía como me ponía duro.

El clima que se generó nos llevó a querer dar un paso más, nos paramos al lado de la cama y nos fuimos sacando la ropa y nos tocábamos todo, ella tocaba mi espalda, brazos y me agarraba fuerte la pija y la apretaba y yo sentía en mis dedos como se había mojado su conchita, la desnudé por completo y empecé a besar su cuello, sus pechos, mientras la tocaba con mis dedos, ella estaba empapada, que rica! la quería devorar con mi boca!

Luego de esa tremenda previa, ella tomó el control y como lo disfruté, me tiró a la cama, se puso sobre mi, me comió la boca y empezó a bajar, por el cuello, pecho, abdomen y con su mano me empezó a pajear, yo no aguantaba las ganas de gemir, pero no podía, lo hacía lento, la tocaba toda, me encantaba, en persona era mucho mejor que por mensajes.

Me miró, y empezó a darme la mejor chupada de pija de toda mi vida! me lamía desde abajo hasta la punta, la recorría por los costados y con su mano ayudaba con movimientos circulares, me hacía desear que la metiera toda en su boca. Luego comenzó a lamer la cabecita, a rozarla con su hermosa boca y no aguantó más. Vi su cara de deseo y sus ganas de chuparla toda! Lo hacía tan rico, que me tapaba la boca para que no me escucharan, me hacía delirar de placer, lo hacía lento y cambiaba la intensidad. Su lengua me hacía desesperar. ¡Por dios! que rico, ya estaba muy excitado y le dije: pará por favor, es mi turno HDP ¡Ahora te quiero lamer yo!

Me levanté, la besé bien rico y la acosté, mientras separé bien sus piernas, estaba muy caliente y le quería devolver el placer que me acababa de dar, comencé a besar sus piernas desde abajo, las recorría con mis labios y lengua, fui subiendo muy lento mientras ella iba respirando un poco más profundo, me detuve en sus muslos y de a poco me acercaba a su conchita, mientras besaba a sus costados mis dedos la rozaban, estaba empapada la hdp, tan mojada que mi dedo entraba muy rico y lo metia a mi boca, ¡me volvía loco!

Estaba muy caliente y yo quería sentir ese calor en mi boca, así que empecé a besar cada vez más cerca hasta llegar a sus labios, le pasaba mi lengua mientras mis dos dedos entraban hasta el fondo y salían despacio, ella disfrutaba con pequeños gemidos, la penetraba con más velocidad y mi lengua ya recorría su clítoris, me encantaba darle placer en esa zona, se retorcia en la cama y me agarraba del pelo, saque mis dedos y la abría un poco más para meter mi lengua lo mas que podía y la movía con pausas y por momentos con intensidad Ella seguía mis movimientos y lo disfrutaba, no dabas más de mojada, ya me la quería coger duro! ¡Qué rica pendeja! Seguimos jugando un poco más, hasta que me dijo, cogeme hijo de puta, quiero sentirte todo adentro mío! La calentura que teníamos era impresionante, mi pija al palo y ella mojada ¡con ganas de todo!

Nos acomodamos y solita se abrió más, la penetré con unas ganas tremendas! y no nos faltó nada de lubricación! se la metí hasta el fondo y nos quedamos así un rato, mientras nos besamos sin parar. Nos empezamos a mover, en forma sincrónica, ¡qué rica concha tenía! me apretaba y sus fluidos ayudaban a que sean movimientos profundos y sin dolor, mientras me la cogía rico, le chupaba los pechos, que de hecho estaban duros! mmm que rico se sentía. Ella me abrazaba y tocaba mi espalda, mis brazos. me pedía que no pare de cogerla, que le gustaba mucho, y de pronto me dijo, ¡ahora quiero estar arriba tuyo! disfrutame hdp que te lo voy a hacer rico!

Me empezó a cabalgar de una forma furiosa, se movía de una manera que me hacía gemir, era una diosa! la agarraba de la cola y la hacía sentar hasta el fondo! La muy puta tenía todo el control, yo le pedía que no pare! nunca me había sentido tan complacido, me agarraba la pija y se rozaba la colita! me hacía desearla y yo por explotar de placer. ¡No aguanté más!, asi que me levanté, hice que se arrodillara y le cogí bien la boca! ¡sentí que era toda mía esa noche!, me chupaba la pija y me pajeaba con intensidad, quería llegar al final, pero no íbamos a terminar de esa forma, así que la puse en 4 al borde de la cama!

La hdp lo paró bien y me volvió loco, le chupé el culito, tenía ganas de cogerla por atrás! en ese momento, pero no, la penetré por la conchita y le di duro! le pegaba con la palma de mi mano en sus glúteos! que rico polvo por Dios! los dos gozando de placer hasta que llegamos al orgasmo juntos! le acabé todo adentro y quedamos exhaustos, tirados en la cama, sin fuerzas para nada, y terminamos esa noche de sexo que tanto anhelábamos, dormimos juntos hasta el otro dia, la llevé a su casa y quedamos en vernos en otra oportunidad, que será escrita en el Cap. II.

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