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La mujer de la limpieza
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Estaba paseando por el parque, cuando vi a una mujer con pelo loco sentada en la panca sonriendo sin razón.

Lo que también noté, acercándome era su pecho libre de sujetador y eso me puso morboso. Tengo un estanco y la gente del pueblo me conoce así que no fue una gran sorpresa que la mujer también me saludó como si nos conocemos.

Tenía una gran sonrisa y como me miraba se notaba que si hubiera querido me la hubiera podido tirar en dos días, así que me quedé a charlar con ella y a poco a poco iba notando que no me equivoqué, y la señora era muy suelta y simpatica.se llama Ludmila, Slovaka, pelo rubio que daba espacio a partes que la edad había hecho más blancas o gris.

60 años, y un cuerpo bastante atlético…

Exactamente el tipo de mujer que me excita últimamente, aunque a parte una tontería de hace 20 años, con una mujer de 65 años que me follaba pero siempre sin mostrar su pecho, nunca he estado con una abuelita.

Ludmila buscaba algunas horas extra de trabajo de limpieza, y yo estaba justo buscando alguien, pues le dije de venir en dos días por una prueba y al final nos llevamos muy bien… a poco a poco crecía la confianza y ella cada día me decía lo mucho que disfrutaba hablando conmigo, pues estaba siempre más seguro que íbamos a fallar pronto, pues dos semanas después, un día que yo estaba muy caliente, como estaba reclinado limpiando algo, le di una guantazo en el culito y ella me miró con una sonrisa, y me preguntó si me gustaba como mujer.

"Ya está" he pensado, hoy vamos a follar, y le contesté que laro que me gustaba y mucho, pues me abrazó y otra vez me dijo lo bien que estaba conmigo.

Pues aprovechando la situación le di un beso en los labios y ella se supuso como sorprendida, pues esta vez le puse la lengua y bueno se notaba que su ex no estaba mucho de besos, pero le gustaba y se puso a comerme la boca, yo empecé a tocarla, temas, culto y después un rato la cancha también, primero desde afuera de los pantalones, y pues adentro que sería cuando ha empezado a mojarse y a respirar hondo, que me ponía loco… pero sus manos se quedaban sin trabajo como si todavía tuviera vergüenza, tenía ya la población dura y esperaba que ella empezase a tocarme pero nada.

Ya tenía dos dedos adentro de ella y estaba súper mojada, su respiro siempre más fuerte, y yo iba siempre más cachondo así que le tomé su mano y la puse sobre mi pollo desde afuera y ella empezó a acariciarme pero con poca convicción, pues yo mismo me abrí los pantalones y tiré la pollo afuera para que me pudiera tocar más cómoda, y ella tuve un momento de inseguridad, pero se puso a menearme con mucho cuidado, vamos que yo en mi cabeza me imaginaba que iba a chupar hasta correrme pero, todo el contrario, cuando le puso la mano el la cabeza para que bajara a chaparro, avergonzada me dijo que eso no lo podía ha er y sobretodo en la tienda, hubiera sido más joven hubiera insistido mucho más pero me sobraba respecto, así que lo mejor que pudo hacer era moverme yo más rápido de cadera, para que ella moviera la mano más veloz, al final me corrí y a mojarle la mano de leche se fue al baño a limpiarse, ya los sueños de correrme en su boca se veían más difícil.

Me tomo una cerveza y le pido si quiere algo y me contesta que una oca ola estaría perfecta. Nos sentamos uno frente a otro y podía ver que estaba muy incomoda, pues me explica que era muchos años sin tener un hombre y que tenía mucha vergüenza, yo le dije que no se preocupara, que nunca la forzaria a hacer nada que no quiera .y le prometí que si un día viniera a mi casa le haría osas de locos y se puso roja, cinco minutos más y se fue dándome un último besito en los labios.

Yo estaba bastante desilusionado, definitivamente esta no era la cachonda que yo he siempre soñado pero quizás con paciencia la podi tener como amiga con derechos por los momentos de mucha gana y poca suerte.

La abuelita iba a aprender muchas cosas nuevas… pasando desde el sexo marital de hace 40 años con el sexo de hoy, donde el sexo oral está tan común como un beso con lengua de hace 40 años…

Menuda carrera…

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