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La milf compañera del taller
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Era un día normal, con Loreto caminábamos después de la clase y al llegar a la parada del bus nos despedíamos. Yo esperaba ese beso en la cara ya que cada día que pasaba era más cerca de los labios, no podía evitar sentir una atracción sexual hacia ella, pero era un joven que no tenía mucha experiencia en el arte de la conquista y ella era una madura de unos 50 años (La verdad nunca le pregunté la edad, no me importaba) separada, muy segura de sí misma, tenía una piel muy blanca y con un largo pelo negro que se le veía hermoso, tenía unos pechos muy grandes y unas buenas caderas.

Un día al despedirnos me preguntó si quería ir mañana a su casa a almorzar, yo por supuesto que le contesté que sí. Al otro día antes de irme a su casa estaba muy ansioso, yo sabía lo que sucedería, pero no sabía cómo, recuerdo que tenía la verga muy dura porque no podía parar de imaginarla desnuda, con sus grandes pechos colgando o sus caderas blancas posadas encima mío.

Al llegar a su casa, me saluda de forma muy normal pero no pude evitar darme cuenta que andaba sin sostenes porque se marcaban sus pezones en esa suelta y roja polera que andaba trayendo. Después de comer nos sentamos en el sillón a beber unas cervezas y comienza a contarme que una amiga de ella se había comprado un consolador doble y le preguntó si lo quería probar con ella a lo que Loreto le respondió que le encantaría. Yo todo inexperto en el ámbito sexual le pregunté ¿En serio? a lo que ella me mira tiernamente se sonríe y me responde que sí, acercándose lentamente a mí hasta impactar sus labios con los míos.

Nos besamos apasionadamente y yo sin pensarlo le tomé sus pechos que eran tan grandes que no caían en una sola mano, sentía como mojaba mi bóxer con el líquido preseminal y que mis pantalones iban a explotar de tan parada que tenía la verga.

Ella muy excitada se sacó la polera rápidamente… al fin pude ver sus pechos, tenían unos pezones grandes y duros, los cuales se tomaba con las manos mientras miraba mi cara de hipnotizado.

Se acerco rápidamente a mi dándome un gran beso, pero con su mano me tomó el pene y me pregunto al oído ¿Vamos a la cama? yo moví mi cabeza asintiendo, a lo cual ella tomó mi mano y me llevó hasta su pieza.

Me acostó en su cama y comenzó a desabrochar mis pantalones yo veía como colgaban esos pechos hasta que logró sacar mi verga, me miró, sonrió y lo tomó con su mano, tiro todo el forro hacia atrás y apretándola subió la mano provocando que saliera una gran cantidad de líquido a lo que ella dijo "uuuyy que rico" y se metió la cabeza en su boca. Yo sentía como succionaba, yo de espalda me sentía en el cielo.

Ella de pronto me miró y me preguntaba si me gustaba, yo le respondía que sí, ella sonreía y comenzó a solo pasar la lengua por mi falo, ahí estuvo unos segundos a lo que parece no aguantó más y comenzó a darme una mamada maravillosa (superada por muy pocos), yo creo que ha sido una de las mejores mamadas, ella sabía lo que estaba haciendo, me masturbaba, se lo metía todo adentro, le pasaba la lengua y yo acostadito desnudo, de espalda, con los ojitos cerrados cuando de repente pone mi pene entre sus dos tetas y comienza a masturbarme con sus senos, que cosa más rica, me imagino que por el tamaño de sus pechos.

De pronto se paró y del velador sacó un condón, hizo que me parara mientras ella arrodillada me seguía haciendo una de las mejores mamadas que me han dado, al ratito ella se acostó, sacándose por fin el pantalón con que andaba, para mi sorpresa me di cuenta que andaba sin ropa interior y tenía una vagina depilada al cero.

Yo con toda mi euforia me subí encima de ella quería penetrarla, pero ella me dijo "No, aun no. Quiero que me la chupes primero", comencé a lamerle las piernas primero, luego la parte del monte de venus y solo rozaba de vez en cuando mi lengua con sus labios vaginales, comenzó a calentarse más y más y su vagina estaba muy húmeda a lo que ella tomó mi cabeza y metió mi boca en su conchita, yo se la chupaba como loco mientras con mis manos no dejaba de masturbarme, de pronto ella me saca para atrás y comienza a masturbarse rápidamente mientras hasta que explota dejándome empapado con sus líquidos.

Esa fue la primera vez que presencié un squirt, le tiritaban las piernas mientras le salía un chorro por la vagina y ahí fue cuando escuche la palabra mágica "Métemela toda" a lo que yo ni tonto ni perezoso me subí encima mientras aún tiritaba y botaba líquidos y sin avisarle se la introduje toda de golpe, ella me agarro de las nalgas y me presionaba contra ella, yo no paraba me moverme en círculos hasta que soltó mis nalgas y estiró las manos hacia atrás dejándose toda para mí.

Yo comencé a chupar esas tetas como loco mientras comenzaba a sacar mi vagina y a meterla nuevamente pero esta vez poco a poco, a lo que ella me dice "Deja subirme arriba" Yo sin responder me puse de espalda y ella se subía, primero dándome la espalda, yo le agarraba sus blancas caderas, mis manos quedaban marcadas en sus cachetes, luego se dio vuelta y saltaba encima mío, yo sólo miraba como saltaban esos pechos, ella no paraba de decirme ¿Te gusta? a lo que yo respondía que sí, de pronto ella se salió de encima mío y puso su vagina en mi cara para que se la volviera a chupar mientras se masturbaba, no duró mucho antes que nuevamente volviera a mojarme todo con su squirt.

Luego ella comenzó a lamerme toda la cara mojada con sus jugos y se puso a lo perrito y me dijo "Rómpeme" yo quería puro acabar, pero a la vez no quería que esto parara.

Tenía unas nalgas más grandes de lo que creía, blancas y marcadas con mis palmadas que le dejaban rojito. al tenerla en cuatro podía ver su ano y claramente ya se la habían metido antes, ese ano ya había sido penetrado.

De pronto ella me dice "No te vayas aún, te quiero hacer acabar" Yo me saqué el condón para que entendiera que estaba por eyacular, me acosté nuevamente y ella comenzó con su gran mamada, yo con los ojito cerrados solo disfrutando, me doy cuenta que comienza a bajar chupándome los huevos, yo feliz con eso, pero sigue bajando y comienza a pasarme la lengua entre los huevos y el culo, debo reconocer que en un principio era extraño, pero rico, hasta que de repente su lengua toca mi ano, yo me asuste un poco nunca me habían tocado el culo antes pero se sentía rico así que me quedé tranquilo, todo esto sin dejar de masturbarme y con su otra mano empezó a meterme uno de sus dedos adentro del culo, misteriosamente para mi (En ese momento) me comenzó a gustar a lo que ella con una de sus manos me empezó a tocar el culito y con la otra me masturbaba mientras me la chupaba.

Acabé como nunca antes lo había hecho a mis 22 años, sentí algo caliente por todo mi falo, estoy seguro que acabé dos veces seguidas y ella que no me sacaba el dedito del culo y tampoco se sacaba la verga de la boca, cuando dejé de acabar quedé casi muerto en la cama, ella sacó su dedo de mi culito y saco mi verga de su boca, mi pene estaba totalmente limpio, se había tragado todo.

Las reuniones con ella siguieron y las nuevas experiencias también, pero eso será para otro día.

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