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La mamá cachonda de mi amigo (Parte 2)
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Metí mi ropa interior llena de semen en el bolso, fui el primero en levantarme, no había dormido nada pensando en la señora Ingrid, en su hermoso cuerpo, imaginando mordiéndole las tetas y hacerla gritar mi nombre mientras mi pene entra en su rica vagina. De solo pensarlo se me pone muy dura mi verga, como una piedra.

Fui y me bañe, me puse el pantalón sin ropa interior porque estaba sucia, era algo incómodo tener mi pene suelto debajo de mi pantalón, pero no había nada que hacer. Una vez cambiado, oía en la cocina ruido, así que bajé, era la señora Ingrid preparando el desayuno, en una bata muy corta, se notaba que no llevaba brasier porque sus senos se tambaleaban cada que ella se movía, me quedaba detrás de la puerta viéndola

-Pasa, no te quedes ahí – me dijo ella sonriendo y girando su cuerpo para no darme más la espalda y verme, puso sus manos en el planchón de la cocina y eso hizo que sus senos se levantaran y se pusieran en punta, algo que me hizo resecar la boca

-Buenos días –le dije nervioso por saber si ella sabía que llevaba unos minutos observándola –que tal su noche señora Ingrid?

-Bonita y no me digas más señora –me dijo mientras sonreía, era muy confuso estar con ella, no sabía si era demasiado amable o me coqueteaba –y ¿tu noche?

-Bonita también –le dije sonriendo y bajando la cabeza para que no viera que me sonrojaba, de pensar en ella, se me ponía muy tiesa mi verga y el estar sin ropa interior hacia que se notara debajo de mi pantalón

-Alguien se levantó alegre –me dijo yendo hacia la nevera que quedaba detrás de mi

-¿Por qué lo dice? –le dije esperando sabiendo a que se refería

-Espero sea por mi

-¿Qué? –le decía incrédulo, algo que hizo que mi verga de alguna manera saltara, como sintiendo un impulso, haciendo que se notara más en mi pantalón

Ella se acercó por la espalda y puso su boca en mi oído

-Te vi anoche mientras me tocaba –me dijo y me mordió la oreja –¿sabes en quien pensaba? -ella –uso sus brazos en mis hombros, yo solo temblaba, era demasiado imponente la señora Íngrid, era muy sensual como hablaba, además de que sentía sus senos en mi cuello, rodeándolos, sintiendo como se aplastaban sobre mí y quería tener mi cabeza en medio de ellos, con mi lengua saboreándolos

-Lo sient… -no termine de hablar cuando ella puso su mano en mi pantalón, apretando fuerte mi verga, a lo que abrí mi boca sintiendo placer y cierto dolor muy placentero

-Me deseas –llevó su mano a debajo de su bata y se tocó, gimiendo un poco, solo se tocó y sacó la mano y la llevo a mi boca, rodeo con sus dedos mi boca – ¿lo sientes, ves como estoy de húmeda? –olía delicioso, cerraba los ojos, era demasiado rico lo que vivía en ese momento, estaba tan húmeda que escurría por sus dedos un líquido y se veía en la punta que estaba más denso y espeso y lo llevó a mi boca –chúpame mis líquidos –me dijo ordenándome que hacer –a lo que saqué mi lengua y lamí sus líquidos, era muy ricos y su mano apretando mi verga me hacían sentir en otro mundo

Tenía miedo de que mi amigo despertara y nos viera, pero no podía echar a perder este momento, así que la tomé del cabello, me acerqué a su boca y la mordí

-Eso era lo que esperaba de ti Andresito –me dijo agachándose, me levanté un poco y bajé mi pantalón, salió mi verga muy tiesa, tanto que la alcancé a golpear un poco en sus cachetes, algo que la excitó mucho, abrió sus ojos y salivaba demasiado, era como si hace rato no probaba verga, ella hizo algo que no esperaba, tomó fuerte mis testículos, haciéndome casi gritar y abrir la boca, los apretaba fuerte

-¿Qué haces? –le dije con cara de dolor

-Cállate –me dijo llevando su boca a mi verga, la puso en la punta y la mordió, fue lo más delicioso que me han hecho, y luego succionó fuerte, entrando en su garganta muy profunda mi verga, sacaba su lengua y lamia mis testículos, y yo no dejaba de ver sus tetas, y quería comérmelas antes de que mi amigo despertara, pero ella quería mi verga antes también de que su hijo despertara.

Ella comenzó a moverse muy rápido, con sus manos me jalaba la verga cada vez que entraba en su boca y salía, con sus manos se ayudaba a jalármela, era demasiado rico, todo era muy excitante, ver sus tetas moverse por todos lados y yo tomándola de su cabello para ver como su boca se abría con mi verga, ver sus cachetes contraerse y lo violento de su mamada, hacía que mis ojos se blanquearan, hasta que me empecé a venir, me empecé a venir en su boca y a ella no le importaba, seguía mamándome la verga, veía como salía semen por su boca y con sus manos la recogía y se la llevaba a su vagina y tetas y se tocaba, algo demasiado excitante de ver, a pesar de haberme venido la noche anterior, salía demasiado semen y le llenaba esa boquita tan deliciosa y sabía que ahora venía mi turno, ella sacó mi pene de su boca y aun escurría semen, y se lo tragaba mirándome

-Que rica leche, mi mejor desayuno en años –me dijo levantándose, se dio media vuelta y se recostó en el planchón, dejando su culo y vagina en mi cara que aún estaba sentado –este es tu desayuno –me dijo llevando sus manos a sus nalgas y abriéndolas –ya está servido, buen provecho…

Continuará…

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