back to top
InicioTríosLa lista

La lista
L

el

|

visitas

y

comentarios

Apoya a los autores/as con likes y comentarios. No cuestan nada.

Había juntado muchas horas extras en la oficina, ya que toda la semana anterior me había quedado a trabajar hasta muy tarde…  por lo tanto tenía dos días enteros para mí…

Era un martes 21 de julio, mi alarma sonó a las 5 a.m., amaneció muy nublado y hacía frío… me levanté en seguida y me di una ducha muy caliente…

Salí de casa camino al terminal de buses… nerviosa, como siempre y para cada encuentro…

En casa dije que tenía una despedida de soltera en la V región, de una vieja amiga de infancia, por lo que no podía faltar y tendría que quedarme ahí ya que no regresaría tan tarde…

Llegué a Valparaíso a las 8 y ahí estabas esperándome… el frío nos calaba los huesos, pero cuando nos abrazamos, se nos erizó la piel y el frío se fue…

Me subí a tu auto y me dijiste que debías que pasar a buscar algo a tu oficina…. Me habías contado que durante esa semana harían arreglos en el edificio donde trabajas, que ahora estaban en otro lado… los trabajos comenzaban a las 10,30, así que no había nadie a esa hora…

Subimos en el viejo ascensor y mis ojos brillaron… entendiste en seguida lo que pensé…

Sacaste una caja mediana de un mueble… ahí estaba tu escritorio, vacío… mi mente voló, te tomé y te besé… me recorriste con tus manos y yo ya sentía como mi entrepierna se humedecía y un bulto se notaba en tu pantalón…

Decidimos irnos… subimos al ascensor y cuando habíamos bajado un piso, (estábamos en el séptimo), decidí parar el ascensor, no había nadie, las cámaras no estaban funcionando…, abrí tu pantalón y bajé tu bóxer…  tu pene seguía duro… lo metí en mi boca, lo succioné, sentí el sabor de tu secreción… exquisito… yo estaba mojada, excitada y mi corazón acelerado, abriste mi pantalón, lo bajaste, sentí un suspiro cuando te diste cuenta que no llevaba ropa interior… me tiraste y con fuerza me penetraste…, tus testículos golpeaban mi clítoris, lo que me hizo tener un orgasmo muy rápidamente…

Sentí que gemías… y ahí estabas… vaciando todo tu semen dentro de mí…

Estábamos como desesperados… necesitábamos sentirnos…

Saliste de mí y rápidamente bajaste y comenzaste a lamer el semen que salía de mi vagina y comenzaba a correr por mis piernas… no quedó nada… luego nos besamos, acomodamos nuestras ropas y bajamos en el viejo ascensor…

Subimos al auto y me llevaste a una cabaña que estaba rodeada de bosque en un balneario cercano… había estufa a leña y ya estaba encendida… hervimos agua, te tomaste un café y yo mi típico té…, comenzó a llover, todo estaba a nuestro favor…

Conversamos largamente, felices porque pasaríamos el día y la noche juntos…, tu familia no estaba en la ciudad…

Almorzamos y disfrutamos el sonido de la lluvia, salimos a la terraza de la cabaña y me contaste que antes del ocaso nos visitaría un amigo tuyo que te encontraste el día anterior…

A las 17 horas en punto golpearon la puerta de la cabaña, seguía lloviendo…

Era Pablo, tu amigo… de tu edad, igual de alto, moreno…

Les ofrecí un café, pero prefirieron un whisky… le contaste que somos amantes hace casi un año, lo que dio el pie para que habláramos cosas más íntimas como fantasías que queríamos cumplir… él nos contó que había participado de tríos y que no tenía problemas con eso… nos miramos y desde ese minuto supimos que viviríamos una fantasía que nos faltaba… me abrazaste por atrás y comenzaste a acariciarme, Pablo nos miraba…

Yo sabía lo que querías ver así que los invité a la pieza y ahí comenzó el juego…

Te besé, me acerqué a Pablo y le saqué la camisa… rápidamente estábamos los tres sobre la cama desnudos…. ambos perfectamente con sus penes erectos y yo húmeda…

Pablo se acostó boca arriba, te miré y me monté sobre él…, sentí como entraba en mí, duro, grande… y te miré… te acercaste y mientras comencé a moverme metiste tu pene en mi boca… ahí estábamos, inundados de placer, mientras los truenos sonaban y los relámpagos iluminaban la habitación…

Pablo me recorría con sus manos y jugaba con mis pezones… mientras yo gozaba con los dos…

De pronto te alejaste y mirabas como tu amigo y yo disfrutábamos del sexo, entre gemidos… llegaste por atrás… acariciaste mi espalda… sentí tus dedos en mi ano… te miré y consentí…

Ahí estabas… penetrándome también…

Gemí, gemí fuerte, nunca pensé llegar a sentir tanto placer con dos hombres penetrándome… me tomaste de las caderas… arremetiste con fuerza, Pablo no dejaba de tocarme ni yo de mover mis caderas… hasta que un intenso orgasmo se apoderó de mí… mis sentidos se perdieron por unos segundos y caí rendida sobre el pecho de Pablo…

No todo terminó ahí… ahora les tocaba a ustedes…

Me acosté y te dije que pasaras tu lengua por mi clítoris, quedamos en la posición del 69… miré a Pablo y entendió cuál sería su posición…

Mientras tu cara se perdía entre mis piernas comencé a saborear tu pene y a meter mis dedos en tu ano… Pablo se acercó con vaselina…

De pronto gemiste, ya no eran mis dedos, era Pablo que te penetraba muy lentamente… te quedaste quieto, no dijiste nada, ni te negaste en ningún momento… cuando Pablo ya había entrado por completo, comenzaste a disfrutar… y a moverte, lo que aproveché para tener tu pene completo en mi boca, besé tus testículos, los de Pablo, los tres gemimos de placer, ese placer que sería un secreto para siempre…

De pronto Pablo paró y vi que su semen corría por tus testículos… succioné tu pene y explotaste en mi boca… tragué tu semen tibio, y el de Pablo que salía de tu ano y corría por tus piernas… eran las 9 de la noche… Pablo debía irse rápidamente a Santiago…

Nos despedimos como si todo hubiese estado dentro de los planes…

Tu y yo nos fuimos a la ducha… nos besamos largamente… habíamos cumplido una fantasía más… de nuestra lista…

Compartir relato
Autor

Comparte y síguenos en redes

Populares

Novedades

Comentarios

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Los comentarios que contengan palabras que puedan ofender a otros, serán eliminados automáticamente.
También serán eliminados los comentarios con datos personales: enlaces a páginas o sitios web, correos electrónicos, números de teléfono, WhatsApp, direcciones, etc. Este tipo de datos puede ser utilizado para perjudicar a terceros.