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La laguna
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Es una tarde calurosa, la brisa de la montaña parece no apaciguarlo.  Estás tú tan linda y sensual, el vestido que protege tu cuerpo esta tan pegado a ti, debido al calor, que parece una segunda piel. Ante tal bochorno decides refrescarte, conoces tan bien la montaña que sabes de un lugar donde hay una laguna esplendida, es tan acogedora y tranquila que dices ¿Por qué no?

Llegas al lugar te cercioras de que estas solas; comienza a desvanecerse el vestido poco a poco hasta llegar a tus tobillos no lo piensas, te arrojas al agua, ese suspiro que das… el solo contacto de tu piel con el agua provoca una electrizante sensación dentro de ti. El agua esta exquisita, te sientes tan viva. De repente escuchas un ruido, no estás sola… alguien está ahí, soy yo estoy mirándote intentas disimular mi presencia, pero no logras librarte de la cabeza tal idea.

Las formas del agua con las tuyas parecen fundirse en una sola. Me acerco a la laguna, tú te vas hasta el otro extremo. No te mueves. Me miras con miedo, pero a la vez con un feroz deseo. Comienzo a despojarme de mi ropa hasta quedar desnudo al frente tuyo. Me tiro al agua me pierdo por unos instantes dentro de la laguna. De repente aparezco cerca de ti. Nos miramos fijamente unos instantes, el golpeo de las olas me acercan tanto a ti que el solo rozar de nuestros cuerpos nos pone en ebullición, mi mano desliza suavemente tu cuello y nos besamos tan profundamente que nos dejamos llevar. Mis brazos rodean tu cintura, poco a poco bajan atreves de ella encontrando tu esplendido trasero. Cabe perfectamente en mis manos. Tú me rodeas el cuello y te cuelgas de él. Los pequeños mordiscos propiciados a tus labios te ponen en éxtasis, preparada para lo que viene.

Te acerco a la orilla y te recuesto sobre la verde hierba, eres tan linda, tan sensual, pero a la vez te noto tan indefensa. Comienzo a besar tu cuello poco a poco, comienzo a bajar lentamente hasta llegar a ese espacio antes de tus pechos que me encanta, llego a tus pezones duros por la excitación, son tan ricos, tan duros, los beso uno a uno, mi lengua los recorre una, y otra vez. Ellos me anuncian que estas en éxtasis total, pues tus pezones erectos no ceden, sigo bajando me encuentro con tu ombligo, mi lengua entra en él, y te provoca un cosquilleo en tu cuerpo.

Sigo mi camino y me encuentro con tus muslos tan apetecibles que no dudo un minuto y mis labios los besan, te miro y tus ojos están cerrados, y tu boca entre abierta, vuelvo a mi labor y ante mí me encuentro tu sexo…tan rico despidiendo ese aroma tan excitante, sin pensarlo lo beso poco a poco, suave y lentamente, tus pequeños gemidos me enuncian que te encanta eso, mi lengua lo recorre una y otra vez, con más fuerza y rapidez cada vez más y más… tu cuerpo comienza a formar un arco, llegas a un clímax total. Regreso a besarte para calmar tu locura pasional.

Abres tus ojos y te arrojas a mi te pones encima de mi cuerpo, me besa las boca y bajas por mi pecho, mi abdomen y llegas a mi miembro que está deseoso de tus labios. Me miras muy pícaramente y pones tus manos en él. Lo miras y tu lengua lo recorre, tus labios, como saboreándolo. Lo besas tan suave, tierna y sensualmente es una sensación divina, cada vez con más y más pasión, comienzas a comerlo poco a poco, tan magistralmente. La sensación dentro de mí es tan fuerte y placentera que pierdo el sentido, lo haces con más y más fuerza y más rápido, cabe perfectamente dentro de tu boca. Estoy apunto y mi líquido vital moja tu boca pero afectivamente recibes con gusto tal acción.

Eres sensacional. Nos besamos de nuevo como queriendo reponer el aliento perdido durante tal acción. Estas listas, te coloco en cuatro patas y me cercioro de tu humedad y estas perfectamente lubricada por tus propios fluidos y el calor que despide tu ardiente cuerpo. Me preparo para entrar en ti, coloco mis manos en tus caderas, y comienzo a entrar poco a poco… te estremeces de tal manera que parece que la succión viene de dentro de ti. Entra más y más… tú no dejas de suspirar y el escalofrío de tu cuerpo me anuncia tu placer, sigue entrando más hasta llenar tal espacio en ti. Por fin está dentro de ti. Comienzo a mover en un vaivén que hace que mis caderas choquen con las tuyas… el placer es demasiado, y muy exquisito lo hago con más fuerza tu gemido me anuncia tu orgasmo, pero salgo de ti, aun no… necesito que goces más.

Me coloco boca abajo y hago que me cabalgues, comienzas a sentarte poco a poco lo sientes tan dentro, tan rico, que te veo excitadísima y al estar dentro de ti comienzas a moverte como una loca y veo ese movimiento de tus pechos en una forma oscilante y como te muerdes los labios, es una postal tan sensual, lo haces tan bien y con tal placer, como si fueras experta en tal acción. El orgasmo te hace moverte aún más y más rápido, yo también estoy a punto de terminar dentro de ti. Rápido con más fuerza, más pasión, estamos a punto de llegar, ambos estamos vibrando y gimiendo con tal fuerza que no logramos contenernos y… llegamos simultáneamente al éxtasis orgásmico y perdemos totalmente nuestras fuerzas.

Te levantas, salgo de ti y te desplomas en mis brazos. Ambos nos quedamos jadeantes tumbados entre las hojas de la laguna.

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