Como ya les conté terminé de la putita de mi jefe.
Si bien me sirvió para dejar mis guardias nocturnas no terminaba de acostumbrarme a ser usada por el sargento Ricardo quien cada vez que se daba la oportunidad me cogia.
Todo iba bien digamos hasta que a él se le ocurrió compartirme con sus superiores para poder escalar de rango.
Una tarde después de una sesión de sexo me dice -putita vas a tener que darle las nalgas al oficial Manuel y al oficial Marcelo y te voy a pedir que seas obediente porque si yo asciendo vos también.
Así fue que una noche tuve que dejarme coger por 2 hombres horribles que me usaron como a una puta. Al terminar fui al nidito de amor que tenía con el sargento Ricardo y en agradecimiento me dio el mejor sexo del mundo.
Apenas llegué, me desnudé y de rodillas le pedía que me coja.