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La infidelidad de mi madre (Primera parte)
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Tiempo de lectura: 7 minutos

Tenía 18 años y ya se habían hecho comunes los reclamos de mi padre hacia mi madre y escenas de celos que le hacía con cierta persona, entre ellas un amigo del grupo parroquial donde ella asistía.

Me presento, mi nombre es Oscar, mi padre se llama Luis y mi madre Lucia, él es un militar de 60 años retirado, mi madre es mucho menor que el, tiene 40 años, yo soy el menor de sus hijos con 18, tengo un hermano mayor que es casado y no vive en casa.

Mi padre como dije anteriormente es retirado y se dedica a labores de casa y a viajar. Mi madre asiste asiduamente a una iglesia católica de la cual es miembro y tiene un cargo, por consiguiente casi todas las semanas va a retiros y reuniones de convivencia (así le llaman ellos), pero mínimo desaparece de casa todos los viernes en la noche y vuelve los domingos en la noche después de sus retiros o convivencias espirituales.

Cabe mencionar que mis padres ya hacía algún tiempo no dormían en la misma cama (él duerme en un dormitorio aparte) por lo que era fácil deducir que ya no tenían sexo (era comprensible por la edad de él).

En mi casa cada dos semanas hacían reunión también donde asistían parte de los miembros de esa congregación, por lo que conocí a varios miembros, Víctor, un vecino nuestro, casado de 34 años de edad, Cristina, ama de casa de 43 años, Adela, también ama de casa de 33 años con una hija, Pablo, estudiante de derecho de 21 años y otros más.

Cierto día escuche a mi padre reclamarle a mi madre insinuando que tenía algo con Víctor, miembro de la congregación a lo que ella se reía, se ofendía y decía que estaba loco, yo solo atinaba a escuchar.

Me gusta siempre hacer viajes por lo que viaje de turismo a la selva central, una semana después justo al retornar uno un paro en la carretera, lo que me obligo a hospedarme en un hostal, grande fue mi sorpresa al encontrar a la esposa de Víctor, Sandra, compañero de congregación de mi madre en la recepción del hotel, y como había demasiada demanda por el paro, no tenía habitaciones. Ella le rogo pero ya estaba copado el hostal, yo la saludé y me explico la situación, al escucharla le dije a la recepcionista si podía hospedarse en mi habitación, me dijo que no bahía problema, cuando le comente que era habitación individual como que se incomodó, le dije que no se preocupe, nos acomodamos y el objetivo era solo pasar la noche.

Vale recordar que la Oroya, pueblo en el que estábamos es un lugar muy frio, por lo que le propuse a teresa (así se llamaba) salir a tomar unos calentitos (tragos exóticos que calientan el cuerpo) ella acepto.

Pasados varios tragos, le pregunte por su esposo Víctor y la congregación a la que asiste, como estaba algo mareada me dijo algunas cosas, entre ellas me comento los agasajos que se daba su esposo con mi madre, o sea que eran amantes y que ella estaba enterada de todo eso, yo no lo pude evitar pero antes que continuara le di un beso al que ella correspondió, fuimos a la habitación y seguimos besándonos, ya en la cama le quise sacar a ropa pero ella no permitió, me dijo que no pasaría nada más que los besos y que dormiríamos, le pregunte porque no se animaba si sabía que su marido la engañaba, ella me dijo que el a pesar de su engaño la tenía muy bien atendida y la hacía vibrar en la cama, por lo que no tenía necesidad de otro macho y que por su parte él podía acostarse con quien quiera, aparte que ella tenía una fantasía de ver a su marido haciendo el amor con otra mujer y otro motivo era que su marido le estaba pidiendo metérsela por el culo y ella tenía miedo de eso ya que está muy bien dotado según ella así que como que aparte de cumplir su fantasía también podía encontrar otra mujer a la que él le reventara en culo y así todos estarían felices.

Yo le dije que era un cabron y que le contaría a mi padre, ella me contesto que no me metiera, que él se lo merecía porque ya no podía atenderla y menos dejarla satisfecha, incluso sabía que ya no dormían en la misma cama, le pregunte como sabia eso y ella me contesto que mi madre misma se lo había contado, ella se lo conto a su marido y ahí el muy pendejo empezó su cometido de acostarse con mi madre, el no asistía a esa congregación parroquial hasta que se enteró de eso, empezó a asistir y se encargó que lo colocaran en el mismo grupo que mi madre, debido a que ella y Sandra eran las mejores amigas, no le fue difícil entrar en confianza con ella.

Sandra y Víctor tenían pensado satisfacer la fantasía de ella a costa de mi madre, ellas se reunían muchas veces en casa de Sandra, pasaban largas horas, se convirtieron en casi confidentes, entonces fue cuando decidieron que ya era hora de consumar su fantasía, un domingo por la tarde después de la misa decidieron ir a casa de ellos, mi padre ya estaba acostumbrado a no ver a mi madre todos los domingos ya que tenían sus reuniones de estudio o actividades después de misa y esas reuniones se extendían hasta pasadas las 7 u 8 pm, si no estaban ahí se iban de retiro desde los viernes hasta los domingos en la noche, era ya la rutina, aquella vez tenían todo preparado, me conto que habían puesto una mini cámara de video con memoria de varias horas, fue entonces que mientras me contaba eso, me mostro en su celular un video donde estaba todo, fueron los 3 a casa de Víctor y Sandra, mi madre no sospechaba los planes que ellos tenían, fueron muy directos a todo, apenas se sentaron en los sillones a conversar Sandra fue a preparar unos “refrescos” y echo al de mi madre un polvo de esos que sirven para excitar a las mujeres, era uno muy potente que había conseguido, después de unos minutos de haber tomado, ella empezó a sudar, su rostro se puso muy rojo, Sandra se le acerco y empezó a hacerle unos masajes, le dijo que estaba tensa y mi madre acepto, Víctor se fue unos minutos.

Sandra hizo acostar a mi madre boca abajo en el sillón mientras la masajeaba, pero esos más que masajes fueron un manoseo, toques para excitarla aún más, como mujer ella sabía dónde tocar y excitar a mi madre, cuando ella empezó a soltar gemidos durante el masaje entro Víctor, se sentó frente a ellas y les dijo que continuaran, que no se hagan problemas por él, mi madre estaba tan excitada que prácticamente lo ignoro y Sandra seguía con su trabajo de prepararla y excitarla más, Víctor volvió a salir y en segundos sonó el celular de Sandra, ella es enfermera y supuestamente la llamaban de la clínica donde trabajaba aduciendo una emergencia, ella misma le dejo la posta a Víctor, mi madre intento ponerse de pie pero él no la dejo poniendo sus manos en su espalda, Sandra le dijo que se iría pero solo tardaría máximo media hora, que continúe con el masaje con confianza y que cuando vuelva empezarían sus supuestos estudios de su parroquia, ella se fue pero volvió a entrar por la puerta trasera en silencio.

Víctor continuo con el manoseo de una forma magistral, esta vez ya era totalmente descarado y mi madre solo gemía una y otra vez, a las 10 minutos suena pero esta vez el celular de mi madre, ella estiro su brazo y contesto, era Sandra avisando que se había complicado y que no llegaría hasta la noche, pero que con confianza continúen y que hagan el estudio planificado, colgó. Ella le dijo a Víctor que era su mujer y que volvería en la noche, ella intento pararse pero él no la dejo y le dijo que terminaría el masaje antes de empezar los estudios, ella no dijo nada y callo, como ella estaba con un vestido enterizo algo suelto, él le dijo que para mejorar el masaje sería bueno si se lo quitaba, ella pregunto balbuceante si eso estaría bien, a lo que le contesto “claro que sí”, y antes que ella dijera algo le quito los dos sujetadores de los hombros y empezó a bajarlos.

Ella hundió el rostro en los cojines del sillón y como instintivamente levanto un poco el cuerpo para que el pudiese quitar todo el vestido, y ahí la tenía solo con calzón y sostén boca abajo, ella no volteaba, seguía con el rostro escondido en los cojines, el empezó a recorrer su cintura, su cuello, acerco sus labios por detrás de sus orejas y le respiraba, le daba ligerísimos besos en el cuello, ella solo se dejaba hacer, en un momento ya ella no tenía el sostén, seguía en la misma posición, cuando empezó a bajar el calzoncito de a poquitos, ella con una mano intentaba que no se lo quite y con la otra trataba de apartar sin éxito su cuerpo, pero siempre en la misma posición boca abajo, a su vez el recorría con su boca toda su espalda, con la mano izquierda continuaba su manoseo excitador y con la otra bajaba la última prenda que ella llevaba puesta, entra jalones finalmente ella ya tenía la tanga en los tobillos, el empezó a masajear sus nalgas y puso sus labios en la abertura de su culo y le hizo un meso negro, ella grito NOOO y se volteo rápidamente como un resorte, hizo el intento de sentarse y sorpresa, él ya estaba completamente desnudo.

Ahí los dos cuerpos hambrientos de placer completamente desnudos, al intentar levantarse ella de ahí él le coloca su dedo en los labios, ella respiro, con la mano izquierda hizo el ademan de cubrirse las tetas y la otra mano sobre el sillón, el directamente la beso, ella lo abrazo del cuello y correspondió el beso, textualmente fue un beso bastante ardiente por ambas partes, se estaban devorando, se notaba que ella estaba con mucha necesidad de sexo, fue ella la que directamente le cogió la pinga y se la coloco directa en la raja le dijo lo quiero ya hazlo!!!

Él le abrió las piernas con ambos brazos y empezó el vaivén, ella correspondía el frenético movimiento de la misma forma, se hizo como un hermoso baile rítmicamente de ambos cuerpos, ella lo abrazaba con las piernas, arañaba su espalda, lo besaba y lanzaba gemidos todo el tiempo, por parte de él la cogia de las nalgas de forma muy firme y en cada embestida se la metía toda, cada cierto rato se contorneaba y le besaba las tetas mientras seguía con su movimiento de mete y saca, fue una escena muy buena y excitante, y a pesar que era mi madre la protagonista, si bien es cierto inicialmente sentí mucha bronca, me sentí muy excitado por lo que veía, tenía la pinga bien parada y a pesar que tenía a Sandra a mi costado preferí hacerme una paja antes que insistir con ella, fueron varios minutos que Víctor se estuvo cogiendo a mi madre, ella abrió las piernas y empezó a dar espasmos, echo la cabeza para atrás y sus gemidos fueron más fuertes e intensos, estaba teniendo un orgasmo, el seguía embistiendo y pasados unos segundos empezó a correrse dentro de ella, su intensidad empezó a bajar poco a poco hasta ambos quedar quietos y con los cuerpos pegados, se estuvieron besando sin separarse, en ningún momento se la sacaba de la concha, yo empecé a correrme también la la paja que me estaba haciendo y Sandra empezó a reírse, en ese momento apago el video de su celular.

Fue así como fue el inicio de todo, ella me dijo que tenía varios videos y que ya habían cumplido muchas fantasías, me dijo también que si quería seguir viendo feliz a mi madre, que no me meta en eso y que me dedique a disfrutar de ver e imaginar eso, incluso me dijo que hasta podría ayudarla a tener sus encuentros sin que nadie sospeche, lógicamente le dije que no y terminamos la conversación ahí, pero me dejo pensando en que era cierto que mi madre se veía muy feliz estos últimos meses, una felicidad que hacía tiempo no le veía, tenía la posibilidad de decírselo a mi padre y terminar con eso, o callar y dejar que ella a sus 40 años pueda disfrutar de su cuerpo y realizarse como mujer, ser feliz, me entro ese dilema.

Si quieren contactarme mi correo es [email protected].

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