Me llamo Alejandro, soy de Costa Rica, tengo 44 años y hace 10 años que vivía en Colombia pero decidí regresar a mi país. Antes de viajar me puse en contacto con viejas amistades, entre ellos estaban Antonio, mi mejor amigo desde que éramos niños, habíamos ido a la secundaria juntos y estudiamos en la misma universidad, aunque diferentes carreras. Varios años después Antonio se casó y tuvo una hija, Ángela. Aunque no fui padrino ni nada de ella, al ser tan cercano a su padre la vi crecer hasta los 8 años, momento en el que me fui del país.
Bueno, cuando al fin regresé a San José, me hospedé en un hotel temporalmente pues mi casa en la ciudad la tenía arrendada y aun no se había cumplido el mes para poder tomar posesión de nuevo. Un viernes por la mañana llamé a Antonio: "-Antonio que te parece si almorzamos juntos hoy?- -si claro, ven a mi casa ¿recuerdas dónde es? Yo llego de trabajar a la 1, pero puedes llegar temprano que ahí estarán mi mujer y mis hijos-" La pareja había tenido otro hijo que en ese entonces tendría 4 o 5 años, era pequeño. Cuando me dijo esto me dio vergüenza llegar tan temprano, así que aunque le dije que así lo haría, planee llegar igualmente a la 1.
Así se me pasó la mañana, me arreglé y a la 1 de la tarde llegué a la casa. Efectivamente estaba Sandra, la mujer de Antonio, le pregunté por mi amigo y me dijo que se estaba demorando y le pregunté por la pequeña Ángela, me dijo que estaba a punto de entrar a la universidad y que había acabado de cumplir los 18 años, me comprometí a llevarle un regalo después. Estábamos en medio de la conversación cuando de la escuela de su hijo menor la llamaron, le dijeron que uno de los padres tenía que ir pues había ocurrido algo. Llamó a Antonio, le contó y quedaron de acuerdo en ir los dos al colegio, yo claro dije que también iba pero ella me dijo que me quedara para poder abrir la puerta a Ángela que no tenía llaves, se me hizo algo incómodo pero accedí.
Al final Sandra salió apresurada, y yo me quedé en la sala de la casa esperando, me puse a observar unas revistas y a revisar mis redes en mi celular cuando de repente golpearon a la puerta. Me asomé por la ventana y vi a una chica joven muy linda, me acerqué a la puerta y dije -¿Ángela?- la chica me dijo -si- con voz algo desconfiada, le abrí la puerta y le dije -oye Ángela, cómo estás? Me recuerdas? Soy el amigo de tu papá, recuerdas que de pequeña solía mucho venir aquí?- ella pensó por un momento y luego puso cara de amabilidad y dijo -ahh si si… Claro don Alejandro verdad? Tu vivías en Colombia no? ¿Cuándo llegaste?- le explique la situación y también que sus padres debían estar en la escuela de su hermano.
Cuando me volví a sentar en la sala ella descargó sus cosas, venía con su uniforme de colegio y le pregunté -Ángela tu mamá me dijo que ya tenías 18, aún estás en el colegio? Me respondió que si pues había perdido un año escolar por bajo rendimiento cuando era más pequeña. Hasta ahí llegó esa conversación. Lo que si pude observar es que aunque no tenía la falda tan corta era suficiente para ver sus muslos, Ángela había crecido muy bien, lo que más me llamó la atención era un enorme saco que tenía puesto, no era el del colegio, le quedaba grande pero pude ver por encima que sus senos eran grandes y se abultaban. Saqué ese pensamiento de la cabeza, aunque cuando Ángela subió la escalera hacia su habitación no pude evitar mirarla subir para ver más de sus muslos.
Así pasaron casi 10 minutos cuando la vi bajar, y me preguntó -Alejandro, no te ha dicho nada mi papá o mi mamá?- le dije que no me habían escrito ni llamado y dijo -ahh. Está bien- luego se acercó a la pequeña mesa frente al sofá donde yo estaba sentado y donde había una nintendo portátil, ella iba a agarrarla pero cuando lo hizo se hizo delante de mi dándome la espalda y se inclinó a recogerla, cuando hizo eso su falda se levantó bastante y alcancé a verle los shorts que tenía debajo, ella se quedó un par de segundos así quieta en esa posición cuando se me ocurrió lo mas arriesgado y no pude controlarme: le rocé mi mano en una de sus piernas.
Ella se quedó quieta por unos segundos, fueron eternos, pensé que había hecho el error de mi vida y sudé en frío, ella volteó a mirarme sin quitarse y me preguntó -¿te gusta mi pierna Alejandro? Le dije que si y le pregunté si podía seguir tocándola. Ella me respondió -No sé, porque si sigues tocando te vas a excitar mucho- dijo eso y me puse aún más nervioso pero seguí el juego y le dije. -Ángela has crecido mucho estás muy sexy, por qué llevas ese saco tan ancho puesto? Me respondió -es que me da pena con mis compañeros porque tengo las tetas muy grandes.
Con esa respuesta tuve una erección inmediata, se me puso durísimo a imaginarme si en verdad eran tan grandes. Le pregunté qué tan grandes eran y me dijo -el triple de mi mamá- su mamá Sandra era una mujer con unos senos bastante bonitos y redondos así que cuando comparé fue una delicia. Me interrumpió el pensamiento diciéndome -ok, te dejo que me sigas tocando las piernas cuanto quieras, pero solo eso- Entonces le empecé a acariciar las piernas con total libertad con una mano, mientras con la otra me acariciaba mi verga que ya estaba dura por sobre el pantalón, luego cuando estaba muy caliente le pregunté si podía tocar sus tetas y ella poniendo una voz como de niña tierna me dijo -¿tú crees que es correcto que un señor de edad le toque las tetas a una chica pequeña como yo?, sabes qué? Está bien, tócamelas pero por encima de la blusa.
Se quitó ese grueso sacó y quedó solo en una camisa de botones y eran enormes, el bulto que se armaba era grandísimo, los primeros dos botones de esa camisa estaban al extremo estirados, era como si en cualquier momento fueran a explotar, aproveché para apretar esos melones y acariciarlos, mi mano no podía agarrarlos del todo, era una sensación riquísima y mientras tanto ella se mordía un poco los labios y sonreía, que imagen mas excitante. Le abrí la camisa y empecé a meterle la mano en su enorme escote, tenía unos brasieres rosados riquísimos.
Ella estaba igual de caliente porque me dijo -párate y te quitas los pantalones- me levanté rápidamente y me quite los pantalones y me bajé los boxers, tenía la verga muy dura, me senté en la silla abrí mis piernas y le dije -ven angelita acércate acá-. Ella se sentó en mis piernas, empezó con sus muslos a rosármelos por el pene mientras con mis manos le seguía apretando las tetas, ahí empecé a hablarle sin pudor: -que gustazo nenitaa mira como tengo la verga, nenita que tetazas tan enormes tienes, me gustaría chupártelas.
Entonces ella se puso frente a mi y con sus piernas rodeó mi verga y empezó a moverse de atrás a adelante, era como si me masturbara con sus piernas, mientras yo le chupaba las tetas por encima del bra y mientras disfrutaba apretando y lamiendo esos enormes melones empecé a meter mis dedos también bajo su boxercito, estaba muy húmeda así que la masturbe mas fuerte mientras le decía que era riquísimo que me masturbara con sus muslos.
Mientras tanto no podía despegar mis ojos de sus tetazas, ya ni me importaba si llegaban sus padres. Luego ella se despegó de mi, así que me quedé mirándole parada frente a mi con su faldita y su brasier mientras me masturbaba, le dije: "angelita nunca había tenido el pene tan duro como hasta ahora, que hembra que eres". Se rio y me respondió "ahora se te va a poner más duro", entonces se puso de rodillas frente a mi, se quitó por fin el bra y cogió mi verga y la puso en medio de sus enormes tetas.
Inmediatamente se las agarre y apreté mas y empecé a moverlas rápido mientras mi pene se escondía y luego sobresalía en ellas, así de enormes eran, me cubrían el pene totalmente. Luego ella imitando mi movimiento se las agarro y ella mismo empezó a moverlas mientras respiraba mas fuerte, me miró a los ojos y me dijo: "¿te gusta?, yo le dije "si, si me gusta, me encanta, que gustazo y que venida que voy a tirarte en ellas" me decía "eso, sigue, sigue, menéate la verga con mis tetas, hazte una paja con mis melones de niña, que rico, que rico"
Empecé a sentir que estaba a punto de explotar así que deje salir unas palabras: "oh Ángela, niñaa que gustazo… creo que me voy a venir en tus melones chiquita". "si, si córrete, córrete en mis tetas, riégame esa leche". -ohh bebé nunca me habían hecho una rusa como esta". "dale dale, sigue hasta que te vengas" ahí me sentí explotar y solté un buen chorro de semen que salió al aire y de inmediato cayó en sus tetas.
Exhale un respiro y solté sus tetas, ella también descansó pero aún dejó sus enormes tetas llenas de semen en mi pene, así que empecé a sacudírmelo sobre ella para sacar las últimas gotas y aproveche mi punta para acariciarle y restregarle la leche en los pezones. Después me tiré cansado en el sofá y le dije a ella que rápido se fuera al baño a ducharse y limpiarse. Se quedó riéndose y respirando y al fin se paró y me dijo "este fue un buen re encuentro no? de pronto luego vamos por más" luego se fue y se metió al baño. Así pasaron otros 15 o 20 minutos cuando al fin llegó Antonio sin su mujer y su hijo pequeño, para ese momento Ángela ya estaba de nuevo en su habitación y no volvimos a hablar más.
El resto de la tarde la pase en la ciudad con mi mejor amigo, pero no podía parar de pensar que Antonio no sabía que unos minutos antes había llenado las tetas de su hijita con mi semen, ese pensamiento me excita hasta el día de hoy.