Después de salir de casa de mi maestro, me dirigí a mi casa ya era algo tarde y por fortuna aún no estaba oscuro el cielo. Cuando llegue a casa, les dije a mis padres que estaba muy cansada y que no iba a merendar.
En eso, los recuerdos se me vinieron de golpe, mis tetas estaban duras y paradas y mi clítoris estaba palpitando. Cuando pase mi mano por mis pezones, una sensación electrizante invadía mi cerebro.
Me empecé a quitar mi falda y mis bragas, y metí mis dedos en mi clítoris para volver a sentir esa sensación electrizante cuando Vanessa me lo hacía con sus dedos. Sentía dolor y ardor a medida que los metía más hasta llegar a mi vagina, pero el placer hacia que lo disfrutará.
Dios mío, me estaba masturbando y nunca en mi vida lo había hecho. Follarse a uno mismo, es delicioso y algo indescriptible.
Cuando termine de masturbarme, me fui a dar un baño de burbujas en la tina de mi baño, una vez más recordé a Vanessa haciéndome su mujer. Es inevitable no pensar en esa chica, era una verdadera maestra del sexo y sus manos en mi cuerpo uff es una delicia y un arte su piel.
Al día siguiente me levanté tarde y lo bueno que era sábado y no iba a clases, me bañe y me vestí para desayunar con mi madre. Me preguntó cómo me había ido con el maestro y que si aclaré mis dudas, y le respondí que si entendí todo y todo quedó claro.
Me fui a mi cuarto a ver una película, en eso mi celular suena y veo que Vanessa me estaba llamando y contesté. Me invitó a su casa a ver una película, mmm eso suena a pretexto para follar con ella y por supuesto que acepté.
Le avisé a mi madre que iba a salir y me fui directo a la casa de mi maestro, cuando llegue me abrió Vanessa y me dio un beso con un suave mordisco en la mejilla y le di un apretón de nalga. Cuando entramos a su casa, estaba otra chica sentada en el sillón y Vanessa nos presentó. Ella es Katia, mi pareja. Mucho gusto yo soy Karen y en verdad que eres muy guapa.
Me dijo Vanessa que pasemos a subir, me extraño ya que su habitación no estaba arriba, entramos las tres a la habitación y sorpresa era la de sus padres, cama muy grande para pasarla a todo dar. Karen empezó a bajar mi falda, y en seguida mis bragas. Vanessa desabotonaba mi blusa y desabrochó mi sostén. Comenzó a mamar mis senos y Karen se fue al baño a ponerse la mejor lencería para modelar.
No traía sostén y se veía aún más exquisita, sus bragas eran negras y sensuales. Empezó a caminar por la habitación muy sexy y eso a Vanessa y a mí, nos hacía jadear como perras.
Esa chica era una diosa, su cuerpo tan perfecto y sus nalguitas tan apetecibles.
Vanessa comenzó a masturbarse mientras Karen modelaba con sus sexys bragas negras.
Y yo solo estaba extasiada de que se desnudara por completo y me aviente sus bragas. Moría porque se metiera el dedo a su vagina y me diera a probar.
Y así lo hizo, se quitó las bragas y se metió el dedo a si vagina y me lo dio a probar. Eran sabrosos sus flujos vaginales.
No dudamos Vanessa y yo en hacer un trío sexual. Las tres desnudas, mi mano en la vagina de Karen y la suya en mi vagina. Vanessa mordiendo mis tetas, y pasando su lengua por mi ombligo.
Esas chicas, son una delicia. Ahora entiendo porque Vanessa es una maestra del sexo. Karen le enseño todos los trucos para follar bien rico a las mujeres.
Y vaya que los aprendió muy bien, esas manos y las de Karen son un arte y lo mejor amasando tu cuerpo, uff.
Quedamos cansadas y nos quedamos dormidas, yo en medio de Karen y de Vanessa.
Al despertar, nos vestimos y yo me fui a casa ya que era muy tarde.
Era obvio que esto no acaba aún. Llegué a casa y me fui a dormir ya que estaba muy cansada y adolorida de tanta actividad sexual.
Continuará…
– Andy Pau