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La esposa italiana de mi amigo
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Tiempo de lectura: 6 minutos

Hola, mi nombre es Alejandro (Ale). Lo que me pasó fue inesperado pero muy excitante. Yo soy argentino pero lo que cuento me pasó en Italia. Años antes uno de mis mejores amigos había emigrado a Italia y allí se había casado con una chica del lugar.

Yo la conocí cuando vinieron de paseo en Argentina. Ella era alta 170 cm, pelo corto, anteojos, una carita dulce. Era bien gorda y muy tetona. La verdad no me había llamado la atención a parte por el tamaño de sus tetas. Era el año 2015, yo tenía uno 34 años, más o menos como mi amigo Ezequiel (Eze) y su mujer Mara.

Ese viaje lo tendría que haber hecho con mi novia, pero un par de meses antes del viaje tuvimos una discusión y nuestra historia terminó. Yo realize el viaje teniendo un par de meses de abstinencia sexual y la verdad que tenía muchas ganas de compartir un rato con una mujer. Cuando llegué a Italia, mi amigo me fue a buscar al aeropuerto solo.

Apenas llegué fuimos a dar un paseo por Venecia, solos (su mujer estaba trabajando). Allí le confesé qué tenía un tiempo sin ponerla y le pregunté si conocía alguna italiana que capaz andaba con ganas. Él me contestó que todas las amigas de su mujer estaban casadas y que él no conocía ninguna. Esa noche, al volver a su casa, volví a ver a Mara, su mujer. Estaba siempre gorda pero la verdad que tenía un par de tetas enormes y esta vez le mire también la cola.

Tenía una cola grandota pero proporcionada. La verdad que aunque fuese gorda estaba bien hecha y sumado que de cara no era fea… traté de cambiar mis pensamientos, era la mujer de mi amigo! ¡No se toca la mujer de un amigo!

El día siguiente era sábado, la mujer de mi amigo no trabajaba. Pensé que vendría con Ezequiel y yo a dar un paseo pero dijo que no le apetecía (bueno es lo que me tradujo Eze porque ella no hablaba español).

Mi amigo me llevó a ver un castillo y después a una bodega a degustar unas copas de vino. Tomando vino en la bodega empezó a contarme qué él tenía una fantasía, que quería ver a su mujer disfrutar con otro, que ella se había dado cuenta que la había mirado con ganas y que para ellos estaba todo bien y que si quería… ella se dejaba.

Yo le pregunté varias veces a mi amigo si estaba seguro y él me dijo que si. Únicas cláusulas era que tenía que usar preservativo y que él quería verme coger con Mara. Obviamente acepté. Las ganas de ponerla era muchas y además tenía ganas de ver a Mara en bolas, se me hacía que aunque gorda debía ser muy puta en la cama.

Antes de ir a casa, Eze paró en una farmacia para comprar forros (condones) y de ahí fuimos a su casa. Eran las 5 de la tarde. Llegamos y Mara estaba en la cocina, se había puesto un perfume muy rico, tenía un par de jeans ajustados que le resaltaban la cola y una remera que remarcaba sus tetas.

Estaba sexy sin estar vestida de puta, Eze me sugirió de ir a bañarme. Al volver de la ducha Eze me dice "Ale, me voy a ir a comprar puchos (cigarrillos) y vuelvo. Tardaré un ratito, hacele compañía a Mara" entendí que me la estaba entregando pero no entendía como iba a hacer para verme cogerla. Antes de irse agregó "lo que compramos en la farmacia lo dejé arriba de la mesa de luz, dale voy y vuelvo". Se fue y me dejó solo con Mara. Hablando lentamente Mara y yo pudimos comunicar y ella me ofreció un café y nos sentamos en el sillón. Uno al lado de la otra, nuestros cuerpos se rozaban.

Si decir nada me acerqué y probé a besarla. No se resistió. Tenía un perfume riquísimo, empecé a tocarle las tetas, no me cabían en la mano. Después de un rato ella se levanta, me hace levantar y agarrándome de la mano me lleva hacia el cuarto. Ella caminaba delante mío, yo empecé a manotearle el culo, no veía la hora de darle pija. Ya no era Mara la mujer de mi amigo Eze, era una gorda puta qué me había puesto muy loco y que quería coger.

Transándola (beso con legua) nos empezamos a sacar la ropa. Cuando la deje tetas al aire no lo podía creer, unas tetas enormes, blancas con unos pezones grandes y claros. Empecé a chupárselos, puse mi cabeza entre esas tetas, eran grandes como mi cabeza. Ella me agarraba del pelo y me empujaba hacia sus tetas, a la guacha le gustaba verme caliente con su cuerpo. Pobre Eze, tremendos cuernos le iban a salir, pero la verdad que la gorda estaba muy rica y se portaba como toda una puta. Ella me saca la remera, me besa el pecho, me toca todo el tórax.

Y yo le meto mano a ella. Es que yo soy rubio, alto, cuerpo normal y dicen que tengo buena pinta (soy de origen alemana) y ella parecía estar muy atraída por mi. Me agachó para chuparle un pezón, rico sabor el de su piel, y le meto mano entre las piernas. Tenía el jean puesto ella. Me agachó y se lo saco. La dejo en bombacha… enseguida me di cuenta que la tenía peluda, se notaba el pelo debajo de la bombacha. Le bajo la bombacha, ella se deja… le veo la mata de pelos castaños como su cabello. Huelo olor a hembra, de seguro estaba mojada.

Meto mi mano, siento los labios de su conchita muy húmedos, estaba recaliente la tana. Su piel blanquita, su perfume, me había puesto muy caliente. "Mara te voy a dar pija a full. ¡Estas hermosa! ¡Divina!" le dije en castellano. Ella me parece que entendió porque me respondió algo qué entendí como "Soy toda tuya Ale".

Estaba muy entregada la mujer de mi amigo y yo estaba perdiendo la cabeza por ella. Me levanto y la beso, le meto la lengua hasta el fondo. Le manoseo el culo, grande, pero de nalgas firmes. Estábamos de pie delante de la cama. Yo estaba en cuero, pero tenía los jeans puestos, se notaba que la tenía muy dura.

Ella se sienta en el borde de la cama. Queda de frente a mi bulto y empieza a desabrocharme el jean. La guacha quería verme en bolas, quería verme la pija, estaba muy caliente ella y eso me calentaba más a mi. Me bajó los jeans, los calzoncillos y dejó mi verga dura delante de su cara. Estaba fascinada de ver que era rubio también en las partes bajas. Me ayudo a sacarme jeans y calzoncillos.

Al fin estábamos los dos en bolas, listos para darnos placer. Jamás había pensado que una gorda me iba a poner tan en celo. Ella me agarra la pija con una mano, me la termina de pelar y con la otra me agarra los huevos. Abre su boquita y me empieza a petear. Una boquita caliente, yo le acaricio el pelo y trato de hacérsela tragar más pero se reúsa.

Prácticamente me chupaba la cabeza de la pija, me tenía agarrada el resto de la pija con la mano y con la otra me tocaba los huevos. Estuvo poco así, después suelta todo, se agarra las tetas con las manos y me invita a ponerle la pija en el medio de sus tetas.

Me estaba haciendo una turca, y mirándome a los ojos con deseo me dijo "¿te gusta Italia?" así en español… no hubiese nunca pensado que fuese tan puta Mara. Ya no daba más, se la tenía que meter. La hice recostar boca arriba y le abrí la piernas. Le puse primero uno, después dos dedos en la concha, estaba toda mojada la puta. Gemía, tenía una linda conchita, el hecho de que la tuviese peluda me excitaba aún más. No aguanté más, después de 2 meses quería enterrar la pija.

Como me había dicho Eze, en la mesa de luz estaban los forros. Me puse uno rápido y me acosté sobre ella. Se la metí despacio. Aunque tenía el forro puesto la sentí estrecha y caliente. Empecé a cogerla a lo misionario, besándola, gozando de su conchita apretada, del perfume se su cuerpo, del sonido de su jadeo. "Si, si, si Ale" era lo único que decía ella, me tocaba toda la espalda y me manoteo el culo varias veces. No fue un polvo largo. En 5 minutos acabé, pero ella logró acabar también.

La besé y le agradecí por la cogida. Ella se reía. Se la saco, tenía el forro bien lleno de leche. En eso me doy cuenta que no estábamos solos. Parado en la puerta del cuarto estaba Eze, en bolas, con la pija dura. Yo no soy muy dotado pero con mis 17 cm me considero normal, Eze habrá tenido unos 13 cm de pijita. Ahora entendí porque Mara estaba tan estrecha y se había puesto tan caliente al verme la pija.

Para ir al baño a lavarme paso cerca de Eze, nos miramos y le digo "Que rica está tu mujer, que bien coge" y me fui para el baño. Mientras me lavaba los sentí hablar y después Mara empezó a gemir. Vuelvo y ahora yo soy el espectador de la cogida entre Mara y Eze. Siempre a misionario. Eze termina, se la saca y noté que él también se había puesto un forro (en gesto de respeto hacia mi).

Si decir nada Eze va a lavarse y yo me acuesto desnudo al lado de Mara. Ella me abraza, me doy cuenta que su cuerpo es enorme, pero me gustaba. Llega Eze y se sienta al borde de la cama. Él había llegado justo cuando Mara y yo habíamos empezado a coger y le contamos la previa. El hizo de interprete entre Mara y yo. El tiempo pasó y me empecé a poner en celo de vuelta y Mara también. Empezamos a besarnos y toquetearon. Ella empieza a besar mi cuerpo y baja hasta mi verga qué estaba semi parada y empieza a mamar. Eze nos miraba.

Tenía ganas de saborear a Mara y le di a entender que quería un 69. Yo abajo y ella arriba. Su concha tenía un perfume y un sabor que encontré excitantes. Pude verle también el agujero del culo, mientras le lamia la concha probé a meterle un dedo pero ella dijo un "No!" seco y decidido. Entendí que no quería y respeté su decisión. Seguí gozando de su conchita y ella me daba unas buenas mamadas. A un cierto punto me dieron ganas y le dije de ponerse en 4. Ella no entendió y Eze le tradujo. Agarró las almohadas, se las puso debajo de la panza y quedo culo al aire. Tenía unas nalgas hermosas, me puso loco, muy loco.

Rápidamente me puse un forro y se la puse. La agarré de las caderas y le empecé a darle fuerte. "Toma toma, hermosa, qué pedazo de culo tenés te rompo toda" me salió del alma. Ella gemia y como antes decía "Si si, Ale Ale si si". Esta vez dure más. Acabe en el forro. Cuando se la saque vi a Eze parado al lado de la cama qué se estaba pajeando. Voy al baño a lavarme y cuando vuelvo el había tomado mi lugar.

Duro poco, esta vez vi que no habían usado forro, Eze le había acabado adentro, como si hubiese marcado el territorio. Me dijeron que Mara no daba más y que por ese día había tenido su dosis de verga. Yo tenia otros 4 días con ellos… había tiempo para volver a coger a la gorda tana y darle verga por puta!

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