Estaba en mi cuarto con Wendy, mi novia de hace ya 2 años "estudiando", ella es una chica seria, un poco Nerd pero con un excelente cuerpo y unos labios carnosos deliciosos, estábamos recostados en la cama besándonos, mi mano comenzaba a desabrochar su pantalón para comenzar a tocar su clítoris y sentir lo húmeda que estaba, ella no me permitía ir más allá, decía que quería ser virgen unos años más. Nuestras lenguas jugueteando y mis dedos sintiendo su vagina húmeda y sus gemidos, cuando de repente comenzaron a golpear la puerta, solo se escuchaban los gritos de mi madre:
"Arturooo, abre que quiero hablar contigo" "Arturooo, abre grandísimo cabrooon…"
Me levanté rápidamente y fui abrir la puerta, no le di tiempo a Wendy que se abrochara el pantalón, mi madre me vio con unos ojos que me quería matar:
"Arturo otra vez reprobaste el semestre? Cómo puede ser posible? Esa pinche escuela me sale en un dineral y tú pendejeando solamente en el gimnasio"
W: Buenas tardes Sra Berstein
Mi madre es ascendencia Alemana, alta con un cuerpo atlético una mujer que impone, directora de ventas de una marca dónde las mujeres venden por catálogo.
"Ya hasta aquí se acabó, ahora te pondrás a trabajar, y el lunes a primera hora te vas conmigo a la convención de ventas en los Cabos, pero vas a ir a trabajar y hay de ti que te vea haraganeando."
"Wendy por favor vete a tu casa"
"Pero mi Lap top?"
"Después vienes por ella" le comenté…
"Hasta luego Sr."
Wendy saludo a mi padre, que estaba en la mesa tomando sus licuados energéticos, ya que es competidor de triatlón, donde conoció a mi madre, pero realmente la del dinero es ella.
Llegamos al aeropuerto muy temprano, ya que el vuelo salía a las 6:00 am, mi madre me indico que fuera al estacionamiento ayudarle a Silvia, su secretaria, con todos los folletos y maletas que se entregarían en la convención, al llegar al estacionamiento estaba Silvia con sus esposo bajando todo, cuando se dio la vuelta para saludarme, quedé sorprendido el par de tetas que tenía, un par de melones firmes, sexys, bonitos, turgentes, de esos que te dan ganas de comerlos. Ella usaba lentes y su actitud era la de una chica muy profesional y sería, me presento a su esposo y me indico que maletas llevar, estaban todas marcadas con sus números y contenidos, una chica muy ordenada. Llegamos a los cabos y nos instalamos cada quien en su habitación, comenzamos a organizar todo, ya que las vendedoras de los diferentes estados llegarían al día siguiente, fue un día largo y pesado, mi mamá dando indicaciones y Silvia asintiendo y anotando, Silvia me ordenaba de forma muy cortante y seca lo que tenía que hacer, tráeme, sube, quita, pon ordena, etc.
Terminamos ya muy tarde, estaba cansadísimo y lo único que quería era meterme a mi cuarto, bañarme y dormir, eran las 11:40 cuando sonó el teléfono de mi habitación, era Silvia que me llamaba.
S: "Necesito que vengas rápido a mi cuarto, quiero que me ayudes con algo, pero ven ya…
Yo dije, ahora que quiere está pinche vieja, fui a su cuarto como me indico, toque y me grito que pasará, ahí estaba ella solo con la bata de baño puesta, su piernas muy brillantes, con sus pantorrillas bien formadas, y sobre todo se podían apreciar sus pechos, no pude contenerme y comencé a tener una erección:
S: "Métete a bañar por favor, y lávate bien el pene"
Yo me quedé sorprendido y también seguí las órdenes, al pasar vi en el lavabo un pequeño altar con una figura que parecía un ídolo africano, con velas e incienso quemándose, lo cual me desconcertó sobre manera, pero no le di del todo importancia, entre y comencé a ducharme, lo cual agradecí, de repente entro Silvia totalmente desnuda, me dijo no hay mucho tiempo, sin saber a qué se refería, tomo el jabón y lo paso por mi verga que al ver ese cuerpo y ese par de tetas estaba más que dura, comenzó a pasar el jabón e intenté tocar su pecho, a lo que ella de un manotazo me quito la mano.
S: "estás son solo de Ralme"
Yo dije que raro nombre para su marido…
Me enjuagó y se hinco, comenzó a decir algo como una rezo en un idioma que desconozco y comenzó a chuparla con una devoción. Que pareciera que se la quería acabar, la agarraba y se la volvía a meter completa a su boca, la succionaba, y continuaba con los rezos, la seguía chupando y seguía rezando, la metía y la sacaba de su boca con una velocidad que no soporte más y comencé a venirme, rápidamente sintió el semen y comenzó a esparcirlo sobre sus senos, toda la descarga cayó en ellos, y seguir con los rezos, apretó mi verga como si quisiera sacarle hasta la última gota, me dejó vaciado por completo, se incorporó y como si yo no existiera, fue al altar saco un aceite que mezclo con el semen y comenzó a frotar su pecho con la mezcla, como si estuviera ofreciéndolos al ídolo que tenía en el lavabo, quise darle un beso en la espalda, a lo que me detuvo en seco y me dijo
S: ya vete, que mañana tenemos mucho trabajo…
Al otro día comenzaron a llegar las vendedoras de todos los estados de la República…