Así llegamos al día de nuestro ardiente San Valentín, esa noche conocí de su pasado, y del porqué de nuestra rápida relación, y sobre todo entregándome su delicioso ano al responderle “que es lo que somos” en plena sesión amatoria.
Fuimos aquella noche a cenar al restaurante de pastas “La Piccolina”, y en medio de la cena surgió aquella conversación que finalmente marco en ambos nuestros gustos, deseos, anhelos, fuimos un libro abierto de sinceridades.
D: ¡Salud, por san Valentín!
C: ¡Salud por que pasemos una grata noche! – guiñándome un ojo
D: ¡Así será!
Y entre los miles de planes que ya veníamos haciendo, incluso planear un viaje a Cancún por semana Santa, empezamos a confesarnos, sin juzgarnos, de nuestro pasado y de lo que queríamos hacer
D: … bueno y después de ese viaje, me imagino que vendrán más… digo, si es que no tienes con quien más viajar…
C: No se… a lo mejor jajaja
D: Bueno no me ilusionaré entonces
C: Que dices, es una broma… ya no tomes que estas muy susceptible
D: Yo no nada que ver, estoy más sano…prohibido acabar hoy mareado – acercándome al oído de ella – esta noche seguiremos jugando al jefe… ¿quieres?
C: Ah no sé, tienes que darme algo a cambio… un anillo quizás
D: ¿Qué? vamos despacio… o sea me encantas, pero vamos de a pocos, tranquila que no solo me gustas, también te… también te quiero – muy suave a su oído
Quedándose muda y sonriéndome algo tímido
C: ¿Entonces me quieres?, ¿no es uno de tus jueguitos… verdad?
D: Claro que no miento, es más si por mi fuera te diría que vivieras conmigo, compartir el día a día… pero vamos despacio, a lo mejor yo no sea la persona correcta para ti… ósea no quiero que te sientas confundida si me eliges, no quiero confundirme y entregarte mi corazón… no se mucho de ti… bueno de tu pasado, hay algo que quizás quisieras contarme… ¡como así te fijaste en mí?… no se cuéntame… quiero que seamos sinceros.
Tomo aliento y empezó a hablarme seriamente.
C: Ok.., Bueno son muchas preguntas pero te contaré, sabes que en el trabajo ya no me siento cómoda, tu sabes, uno por lo del gerente, dos sabes que estoy emprendiendo mi negocio, tres si tuve un par de relaciones serias, uno de ellos me dejo por otra, y el último, si bien era todo un caballeo conmigo… yo no quería un caballero… o sea si en su trato pero, quería a alguien ardiente, apasionado, que se atreva a tomarme y hacerme sentir mujer… es riquísimo, si lo reconozco, ósea me gusta mucho del sexo, de disfrutarlo al máximo y más aún si es contigo, que eres la persona que me gusta y no me equivoco en ello.
D: Ok, entiendo… y no te estoy juzgando, yo también tengo un pasado… pero lo deje ahí, para empezar siempre una nueva relación yo cierro mis capítulos, me entrego por completo y termino enamorándome y casi siempre terminan rompiéndome el corazón, pero disimulo ya aprendí a hacerlo
C: ¡tranquilo mi amor!, conmigo no pasará eso… ya me decidí por ti
D: ¿mi amor? Uhmmm, creo que ya te está afectando el vino
C: ¡Uy sí!… ya no voy a beber – algo molesta porque le hice notar su halago
D: Pero… qué tal si ya nos vamos “mi amor”, ya es hora… el tiempo apremia y te deseo
Acento con su mirada y una picará sonrisa, page la cuenta y fuimos directamente al hotel, sentía ya mi verga ponerse dura; confieso que la reserva del hotel lo hizo ella, por recomendación de una amiga de ella, el cual está presente en unos relatos anteriores; entrando a la mágica habitación con jacuzzi incluido, a la suite presidencial la cual ya estaba lista por petición de ella, con una botella de champagne en hielo esperando a abrirse y el cual abrí para brindar previamente a la noche loca de sexo apasionado.
Nuevamente, “Salud”, entre ambos y recostados aún sobre la cama fuimos besándonos tiernamente sacándonos de poco nuestras prendas, pero quedándonos en ropa interior, ella llevaba un conjunto de ropa interior color rojo sangre, muy intenso con el contraste de su piel blanca, donde resaltaban sus pechos con los ajustado que se veía.
Escena: El jefe y la contadora – Parte 02
La hice acostar sobre la cama y suavemente fui besándola por todo el cuerpo, pasando por sus pechos, su vientre, su conchita, que olía riquísima, olía a sexo, acariciaba sus piernas y de pronto entramos nuevamente a nuestros personajes
D: Que deliciosa y bella esta señorita, que dichoso momento juntos estamos pasando
Mientras seguía besando sus piernas y me dirigí a su rostro para pedirle
D: Se puede quitar el sostén para ver y disfrutar de tan bellas tetas
C: Claro que sí, hoy estoy a su completo orden… para lo que quiera… excepto… ya sabe que
Desprendiendo ese ajustado sostén, dejando escapar tan bellos pechos, que a la luz de la habitación resaltaban despampanantes a lo que ella se los acariciaba para excitarse, mientras se mordía los labios y sensualmente me decía
C: ¿Le gustan jefe?, yo creo que si… ¡son suyos… solo suyos… venga!
Acto seguido empecé a manosear voluptuosas tetas, a besarlas tiernamente, mi lengua jugaba con sus pezones, los chupaba suavemente, eso hizo empezar a excitarla mas
C: ¡Ouuu, ahhh! que rico lo haces ¡
D: ¡Que rica es Ud. Señorita… es toda una hembra!
La recosté sobre la cama bajando hacia su vagina, quitándole el hilo y empezando a hacerle un riquísimo sexo oral; estaba vez fui muy tierno y detalloso con cada lengüeteada, con cada succionada de clítoris, jugueteando con su húmeda vagina. La estaba llevando a la excitación total, se retorcía de placer, mientas la sujetaba de sus caderas y apretaba una de sus tetas… cruzándonos con miradas de excitación y lujuria, saboreaba tan rica vulva, que hasta empecé a penetrarla con mi lengua, instantes en donde aprovechaba para rozar su ano, eso la hizo tiritar de placer, sujetando mi cabeza.
C: ¡Para, pare por favor jefe!… pare un momento – respiraba agitada
D: Ok, pero seguiré haciéndolo más luego y siempre, ¡lo dijo esta hoy a mis órdenes!
C: Acuéstese, déjeme a mi ahora disfrutar de su verga… ya lo sabe cómo ayer, hoy y siempre.
Se posiciono recostada hacia mi verga y al retírame el bóxer, obvio que salió con liquido pre seminal, sonriendo pícaramente
C: ¡Tan excitado estas!
D: ¡Y como no estarlo, lo dudas!
C: No, ahora disfrútelo jefe, ¡hoy su verga se la dejo muerta hasta por una semana! – muy sarcástica
D: ¡Veremos qué tan seca me la dejas!, vamos mámamela ya
Riendo traviesamente ambos, pero vaya que así fue, empezó también al igual que yo a darme suaves masturbadas, disfrutar de sus manos recorriendo mi erecta verga, con la combinación de sus uñas acrílicas rojas, haciendo juego con su ropa interior; acercándose a mi verga, cerrando los ojos, oliéndola, dándole tiernos besos a mi verga y lengüeteándola bajo el glande, ufff vaya que ahora era yo el que tiritaba de placer
C: ¡Le gusta! – mientras su voz se excitaba
D: ¡Me encanta, me vuelve loco! déjamelo seco, sácame toda mi leche…
Y si sus mamadas fueran una obra de arte, aquella mamada fue como pintar un cuadro de Picasso; me la chupaba con tanta succión que pensé que, si me dejaría seco, me pajeaba… recorría con su boca y su lengua mis huevos, estaba siendo secado por tremenda mamada, sin remediar ningún pudor, mamaba y mamaba chupándose todo mi líquido pre seminal, gemía de placer, cerraba los ojos en cada acción de metérselo hasta la garganta; tire la mirada al techo disfrutando de tan rico placer carnal.
D: ¡Ven, sube y gira tu culo hacia mi cara, no solo tú vas sentir placer!
Nos posicionamos en un perfecto 69, y me venían flashes de imágenes a la mente de aquella primera vez que follamos en mi casa, imágenes de como seguíamos gozando al igual o mejor que antes… ahora ya entregados por completos, aquella noche no solo estábamos teniendo sexo, esa vez hacíamos el amor.
D: ¡Ahora vamos a refrescarnos, por la pura no está el jacuzzi listo a utilizar!
C: ¡Cierto, vamos!
Nos dirigimos al jacuzzi, a los cual ingreso suevamente, dejándose ver sus tetas en liberta, meneándolas y presionándolas con sus antebrazos para verse ajustas y apetecibles
D: ¡Espera, que yo mismo te voy a enjabonar!, esas son mis tetas! – morbo total
C: ¡Me va a bañar jefe, que rico… gracias!
Ingrese tras ella sentándome en el filo del jacuzzi y sobre ella enjabonaba sus tetas por encima, tiernas y luego fuertemente, mientras solo gozaba viendo mis manos manosear tan riquísimos senos, mientras jadeaba y cerraba los ojos, mientras yo la besaba por la frente, y le decía muchas obscenidades
D: ¿Quiere verga señorita?
C: ¡Si, si dámela!
D: Que se dice, ¡hay que tener modales!
C: ¡Me da verga por favor jefe, necesito leche, mucha leche!
Girando hacía mí y empezando nuevamente a dar batalla con esa hambrienta boquita
D: ¡Ahhh, ahhh, wao… que delicia… me encanta como lo hace señorita!, pero sabe que me va encantar más, que follemos dentro del jacuzzi
Y así fue, me deslice por dentro y ella en mi encima empezó a cabalgarme, sus incesantes sentadas que me daba no hacían más que excitarme al máximo, el agua se revolvía con intensidad…
D: ¡Ohh, ohh, me vengo, me vengo! Voy a estallar…
C: ¡Nooo!, ¡mi leche, deme mi leche!
Me sorprendió la habilidad que tubo para sumergirse y buscar mi verga bajo el agua, me asuste que pensé que no podría hacerlo, así que rápidamente, con cuidado me puse de pie y ahí estaba ella prendida de mi verga, como un pescado al ser atrapado por el anzuelo, con una mano sujetándose de ella, y con la cara llena de espuma, pero sin dejar de mamármelo…
D: Ohhh, ¡Oh, ya, ya me vengo!!!… ¡puedes respirar, puedes?… ahh ver… ohhh
C: Sep, glup, glup…
Mientras se limpiaba la espuma del rostro, ayudándola también, en ese instante desprendí la descarga de leche que tanto esperaba, la cual dio casi su vida por no perderla, mamo y succiono como ternera hambrienta y exactamente estaba cumpliendo lo que me prometió, esa noche me iba camino dejarme seco, por más de lo que se supone.
C: Uhmmm, glup, glup… ahh! dame más, dame más leche!
D: ¡Ya va, ya va mi amor!, tengo más leche para ti
C: Gracias mi amor – parando para giñarme un ojo y tratar de arreglarse el cabello
D: ¡Sigamos!… – exhausto pero caliente por dentro
Para no perder la ilación, la hice sentar al filo del jacuzzi, para seguir lamiendo su coño
D: ¡Eres una enferma!… pero me gusta ojo, ok, me encanta que seas así
Lengüeteando su coño, a los cual ella toda excitada seguía confesándose
C: ¡Qué bueno que no digas nada, ni que me juzgues, por eso me gustas!… además, tú también eres enfermito follando, la cara que vieras que ponen cuando te lo mamo.
Dándome un jalón de mi cabello, llevándome a su boca para darme un apasionado beso
D: Au, despacio no me maltrates tanto
C: Te toca ahora hacerme venir, estas en deuda… ¡está en deuda jefe, no se acostumbre a que todo lo haga yo!
Volviendo al ambos a nuestros personajes, empezamos a tocarnos en el jacuzzi, ella nuevamente poniendo erecta mi verga, firme para el siguiente round, y con mis manos frunciendo su clítoris; nos dejamos envolver nuevamente en la pasión dentro del jacuzzi, acariciándonos, besándonos, para luego darme la espalda bajando a introducirse mi verga bajo el agua y empezar a cabalgarme; nuevamente como en la posición del sillón con un brazo por detrás de mi cuello, lamiendo sus tetas y gozando de esa conchita bajo el agua, aunque algo incomodos, ya que al vaivén de nuestros movimientos el agua se rebalsaba.
Me senté nuevamente al filo del jacuzzi, y ella me hacía una deliciosa rusa con solo rosar sus tetas, presionándolas con sus manos en un subí y baja… ya era suficiente jacuzzi, ahora necesitábamos acción de verdad. La jale fuera del jacuzzi, esparciendo el agua camino al sillón tántrico… en un sutil movimiento la posicioné recostada boca abajo, y empecé a lamer su culo, no se lo esperaba, sin embargo, me decía…
C: Ya sabes, por ahí… aún no… no te lo has…
D: ¿Y porque no?, mientras la nalgueaba
C: ¡Aún no falta para eso!
D: ¡No creo que falte mucho… porque que somos… lo que me repites!
C: y lo que no te atreves a responder – ambos entrando en excitación
D: ¿Pero sabes qué?… hoy si me atrevo!
C: ¡No… aún no te lo has ganado!
D: ¡Quieres saber que somos?… ¡tú…! ¿Quieres ser mi novia?!
C: ¿Que dices?, es en serio?… no estás jugando
D: Claro que no, me gustas, me apasionas demasiado… quiero que seas solo mía.
C: ¿y el anillo?… no me has dado ningún anillo… Entonces no es nada oficial no cuenta de verdad
D: Bueno, ¿quieres o no ser mi novia o no?, ¿se mi novia, se mi mujer, mi amante, mi perra si… es un si entonces?
C: ¡Grosero, como me dices eso!…
D: ¡Estoy excitado… dime si, dímelo!…
C: ¡Uhhmm sí… si… si quiero ser tu novia!, claro que sí!… y también tu amante, tu perra, tu todo!
D: ¿¡Mi… perra, mi mujer adicta a mi verga, a mi leche…verdad!?
– La excitación se apodero de nosotros en ese instante –
Rápidamente la apoyé sobre el sillón tántrico, la sostuve de sus cabellos y empecé a follármela tan rica conchita, con incesantes golpes al friccionar, nalgadas, la jalaba de sus cabellos, sus tetas expuestas al mojado sillón tántrico de cuero debido a nuestros cuerpos sudorosos, sus jadeos eran cada vez más intensos… hasta que fui directo a reclamar lo que ya era mío
D: Te debo tu anillo, ¡pero ahora… ahora me darás el tuyo!
Recostada, y sin poder escapar de la tremenda culeada que se avecinaba, poco a poco fui metiendo mi verga en su ano, y valga verdades, sí que ajustaba… nunca le pregunte, si lo hizo antes, pues ya que importaba, ahora ella era mía y ese culo también. Su ano fue cediendo, su cara de dolor y excitación reflejaban esa mezcla de placer sádico.
C: ¡Auch!, despacio mi amor!
D: ¡Tranquila señorita, voy a tomar lo que es mío! – nuevamente a los personajes
C: ¡Despacio jefe, si me quiere tener enterita para más rato!
D: ¡Descuide ese culito señorita se volverá tan hambrienta de verga como su boca!
Poco a poco mi verga fue descubriendo las profundidades de su culo, la presión de su ano fue cediendo, sus jadeos, sus chillidos se empezaron a volverse más fuertes, a lo cual le tapé la boca y ya sin escape alguno empecé a galopear y destrozar ese profundo y cedido ano… su cuerpo se estremecía, su cara se ponía rojiza,
D: ¿Te duele mucho… paro? – algo preocupado
C: ¡Uhmm No, no… sigue nomas, es cuestión que me acostumbrarse, ay, ay!
D: ¡Bravo, eso me gusta!, un arrecha aguantadora, ¡pero se ve que lo gozas verdad… uf toma!
C: Auch, uuu, uuu… Se siente diferente… Me duele, ¡pero me gusta!, ohhhh
D: ¡Hasta que te acostumbres… ese culo ya es mío y lo volveré goloso!, uffff ya veras
Seguí así, hasta que su cuerpo aflojo, quizás de placer, quizás de dolor recostándome sobre ella, con nuestros cuerpos pegados, sudorosos… todo el esplendor de su maquillaje y peinado, quedo hecho añicos, éramos como dos perros salvajes, follábamos sin medidas, era a todo o nada.
D: ¿¡Todo bien amor!? porque estas muda… te gusta!?
C: ¡Si… si… sigue!… me vine!… no sé cómo…
D: ¡De la excitación mi amor!… ya voy acabar… ya acabará el sufrimiento por hoy!
C: ¡¿Te vas a venir, dentro?! – con voz exhausta
D: ¡Si, si… te dije que tu culo también se volverá hambriento de leche, en mi depósito de semen!
Al seguir bombeando su culito podía, al fin, sacar y meter mi verga ya sin ajuste alguno, ese ano cedió a mis embestidas, podía notar el interior de su ano, algo rojo por sus pliegues… si lo habría dañado, es momento de acabar y que descansé; fui acelerando mis movimientos y al sentir que me venía, la abrace de su cuello y con mi otro brazo, apretaba su nalga, nalgueando sus nalgas fuertemente.
D: ¡Toma mi amor, toma, guárdame mi leche, guárdamela toda en ese culo hambriento!, te gusta verdad, eh, si, si te encanta, mira como jadeas, como una perra salvaje, ¿no?… toma, toma!… ya me vengo en tu culo, si! vas a guárdame todo mi semen en tu culo, ahora tu culo será mi depósito de semen… ah, ahh!!!
Susurrándole al oído con palabras duras y excitantes, ¡rosando su rostro sudoroso y con cara de excitación… la sujete de su cadera, mientras tiritaba de placer, y estalle!!!… la descarga empezó a depositarte dentro de tan caliente y dilatado ano
D: ¡Ah, ahhh, aoooh… que rico, ahhh!!
Lo sentí tan caliente, y su primera reacción fue de sorpresa y excitación total
C: ¡Uuuu, uyyy está caliente, uyyy que rica tu leche mi amor… ayyy, uuu, uuu!…
Nos quedamos abrazados, y finalmente la proeza se cumplió, me entrego su culo, y yo le entregue toda mi leche.
Suavemente retire mi verga a medio morir, para ir al baño por papel y poder limpiarla, pues al regresar, ya recostada y rendida, vi como de su ano chorreaba mi semen como un hilo, cayendo sobre el sillón tántrico, aunque hubiera seguido con las bromas, decidí atenderla, entendí que ese culito aguantador dio batalla, y merecía un debido descanso
D: ¿Todo bien amor?, déjame que te limpio.
C: Si, Con cuidado… aunque creo que iré al bañarme, refrescarme y a echarme agua fría
D: Ok, Vamos juntos
En medio de la ducha, mientras nos bañábamos para retirar todo el sudor y desastre de nuestra faena, pude notar que su culito estaba algo irritado, pero como valiente hembra no decía nada.
Ya juntos en la cama y al promediar las 3 am nos quedamos dormidos mientras la abrazaba de cucharita, esa noche si fue más que espectacular, esa noche por fin sellé ese pacto con mi mujer, en realidad le pedí ser mi novia solo por “nombre”, lo entendió en una conversación posterior, pues obvio que, si quería ser la novia oficial, tenía que darle el anillo, pero en nuestro entender ya teníamos una relación, no solo carnal, sino ya de pareja.
Luego de poder dormir un par de horas, nos cambiamos y fui a dejarla a su casa, aunque creo que su padre estaba enfadado, habrá sobreentiendo que su hija como mujer ya adulta tiene necesidades, con los días renunció y yo también posteriormente decidí hacerlo luego de unos meses; quería salir de ese entorno, justo para semana santa, y tener ese viaje prometido entre ambos; Oficialmente fue más adelante en nuestro excitante viaje a Cancún, donde finalmente le di el anhelado anillo, con una preciosa vista al mar desde nuestra lujosa habitación caribeña, una magnifica historia pendiente de relatar.
Personajes del pasado volvieron aparecer, pero solo quedo en unas escuetas salidas de despedidas, pues al final… Ella, “La contadora” fue la elegida
Faltan más historias con respecto a ella, La reacción de sus padres al vivir juntos y lo mejor de todo, es que, a raíz de la pandemia, con el aburrimiento de por medio y mucho tiempo libre seguimos jugando a los roles de varios personajes, volviéndonos en actores porno de nuestras nuevas rutinas, tomándonos muchas fotos y videos caseros… Y es que finalmente somos, Tierra y fuego, marea y viento, salvajes en nuestra intimidad… somos eso mucho más.
Mi “vergadicta”, mi hembra sedienta de leche, y de culo ardiente… mi mujer.
Continuará…