back to top
InicioGrandes SeriesLa contadora madura (parte 6): Fiesta de fin de año

La contadora madura (parte 6): Fiesta de fin de año
L

el

|

visitas

y

comentarios

Apoya a los autores/as con likes y comentarios. No cuestan nada.

Después de la fiesta en casa de Silvia retome mis tareas, se venía fin de año y además de la fiesta de la Empresa, las chicas estaban organizando algo me habían dicho. No sé porque me olía a fiesta de sexo y que estaba todo cocinado ya.

– Buen día contador como esta.

Mariana que siempre llegaba más temprano que las demás chicas llego con una mini de jean infartante, unas sandalias y maquillada, se había cortado un poco el pelo. Cuando entro no podía dejar de mirarla, tiro la cartera en su escritorio y dio la vuelta al escritorio, directamente me apretó el paquete y me comió la boca, con su lengua jugosa, así arrancamos

– Holahmmgh Mariana, que linda te viniste

– Te gusta, mira me puse un hilito dental para vos

Giro y efectivamente dos tiritas negras se perdían en su culo, no aguante me arrodille y le chupe un poco separando las cachas. El sonido del ascensor interrumpió todo, la trola ya estaba en trance casi e intentaba abrirme la bragueta.

– Guarda para después bombón

Analía y Susana también entraron producidas, Susana con un pantalón tipo Oxford apretadísimo metiéndosele en el culo y Analía con una mini negra ajustada y una remera rosa que contenía apenas sus tetas.

– Buen día jefe, como esta

– Hola chicas, cuanta producción.

Alejandra la más chiquita tenía un poco de producción, no se quería quedar atrás parece.

– Contador, además de la fiesta de la empresa con las chicas organizamos algo, digamos, extra, para los de la oficina, seria hoy en casa de Susana que tiene el departamento libre, los chicos se le van con el padre.

– Buenísimo, seriamos todos nosotros

– Sí, no se quiere invitar a alguien mas

– Había pensado en Silvia la inspectora de AFIP que me hizo un favor

– Ahhh… Silvia yo la conozco – dijo maliciosamente Susana – invitala Raúl dale

– Dale le mando mensaje y le paso la dirección.

– Yo no puedo – dijo Alejandra tímidamente

– Lástima bueno somos nosotros entonces. Un pedido contador nos podemos ir un rato antes

– No hay problema si adelantan todo váyanse después del almuerzo a preparar todo y producirse si quieren.

– ¡Gracias Raúl…!!!

Así me encontré a las 14:00 solo en la oficina, las trolas partieron rápidamente a prepararse.

A partir de las 15:00 me empezaron a llegar varios WhatsApp que me hacían prever que algo iba a ocurrir.

Primero uno de Analía con un video de su clítoris totalmente depilado jugando con un consolador. Al rato Susana con una tanga de hilo negra con encaje adelante, después Mariana mostrándome su culo con una tanguita imperceptible, al rato Silvia en un sillón agradeciéndome la invitación envió un video chupándole la pija a Gilberto que seguía al palo y consultándome si lo podía llevar, a lo que asentí. Se venía algo fuerte.

A las 17:00 cerré todo y me fui a casa a bañarme y prepararme. Las chicas me dijeron que fuera a las 21:00 horas aproximadamente, les dije que llevaba algo para beber y me envió un video Susana lamiéndole la conchita a Analía

– Acá estamos chupando algo mientras nos preparamos jajaja, Ana se trajo algo para cambiarse acá así que te esperamos byeee

Manga de trolas, ya estaban calientes todas, menos mal que era viernes y al otro día no trabajaba. Me calce un suspensor negro que tenía para una ocasión especial, me depile bien culo, pija y me calce un pantalón blanco, camisa negra manga corta y unos zapatos sin medias, perfume y me pedí un UBER, no creía estar en condiciones para poder manejar a la vuelta.

Llegue un rato antes de lo previsto, la mensajee a Susana y me dijo que me iban a abrir que estaban produciéndose. Llegue toque el portero una voz masculina me aviso y abrió.

Al llegar al departamento de Susana me abrió Gilberto

– Que haces acá brother – le di un abrazo.

– Y acá está preparando unos tragos caribeños mientras estas cachondas se están produciendo en la habitación de Susana, entraron con bolsas y ya están la 4 adentro.

El ambiente una media luz tenue, música sutil cadenciosa, bebidas varias, algo para picar y un ambiente que destilaba sexo por doquier.

– Te prepare algo especial amigo, tiene alguna cosita que te va a poner, ejem, más para arriba

– Que droga

– No no un yuyito natural de mi tierra, una raíz molida todo natural, pero pega como para bancar estas cuatro yeguas esta noche, a como se están preparando va a venir dura la noche

Bebí el trago de Gilberto y sentí como algo caliente que me recorría el cuerpo, ufff… este colombiano, como si le hiciera falta. En eso escuche girar el picaporte de la puerta de la habitación de Susana.

Nos sentamos con Gilberto porque venía potente el tema, con nuestro trago en mano.

La primera en salir fue Analía, traía un body de encaje negro, con portaligas y unos zapatos de taco aguja bestiales, giro delante de nosotros. Se acercó a nosotros nos dio un chupón a cada uno y nos quitó la camisa mientras nos lamia el pecho a los dos, acto seguido se fue hacia el dormitorio exhibiéndonos su culo con una tanga de hilo dental minúscula. Atrás salió Silvia, un corsé de cuero que rebalsaba sus tetas y una tanga también de cuero con una cadenita con un pequeño hilo dental atrás todo con unas bucaneras negras. También paso y se encargó de sacarnos los zapatos y medias mientras nos comía la boca.

También marcho al dormitorio y apareció Mariana, con un mini micro short de charol, con corsé y botas también de charol todo negro, el short se veía por delante por atrás solo el contorno y se perdía en el hermoso culo de la rubia. Se encargó de desabrocharnos el pantalón y dejarnos en bóxer dándonos una chupada por arriba del bóxer de Gilberto y mi suspensor. Finalmente apareció Susana, la reina de la casa. Un conjunto de corsé de red entero con un agujero libre entre las piernas y botas de cuero a la rodilla ultra altas para estar a la par de las demás. Se acomodó entre nosotros y nos tomó de la cintura y nos llevó hacia la habitación. A mí me bajo la mano y se fue directa a mi culo

– Vicioso contador, le gusta el dedito me parece se excita no

– Mal Susanmmmgh – no alcance a terminar que me comió la boca mal mientras íbamos a la habitación con las otras tres trolas.

Al entrar el espectáculo era alucinante, desplegado a los costados de la cama varios consoladores, aceite, gel, algunas sogas y esposas, todo un arsenal, y en el medio de la enorme cama Analía, Mariana y Silvia habían empezado a tocarse y meter dedos y lenguas, a la vista del espectáculo Susana nos agarró a Gilberto y a mí de la pija y nos tiro al medio. De inmediato Mariana y Silvia se abalanzaron sobre mi mientras que Susana y Analía fueron sobre Gilberto sin dejar de tocarse.

Susana y Analía estaban en un frotamiento de conchas entrando en éxtasis cuando Gilberto se paró delante de las dos para que le chuparan bien la verga. En combo con los roces empezaron a besarse con la pija de Gilberto en el medio. Chupaban y jugaban con sus lenguas que se enroscaban en el falo de una manera asombrosa, por momentos desaparecía en boca de Susana y Analía se prendía a los huevos y viceversa. Un tsunami de saliva, jugos bañaba todo. Mariana se acomodó sobre mi mostrándome el culo y poniendo su vagina en mi boca mientras Silvia devoraba mi verga. Un espejo estratégicamente ubicado me devolvía el culo de Silvia y las tetas de Mariana rebotando, se acomodaron y se prendieron en un chupón terrible con lengua por el cuello, boca, tetas.

Otro espejo de costado me devolvía la imagen de ambas en primer plano chupándose, tocándose, frotándose las tetas sin sacar la concha de mi boca, ahora Silvia se había sentado en mi verga y se disfrutaban una a la otra. El tándem perfecto competía con Susana y Analía con sus piernas en medias de liga que alongaba y me ofrecía en el maremágnum que hacían con Gilberto. Chupe sus dedos con la media y acariciaba sus muslos mientras Silvia y Mariana seguían con lo suyo, Gilberto embalado empalo a Susana por su conchita y la levanto por el aire prácticamente de abajo hacia arriba, aullaba y gritaba mientras la bestia la agarraba de la cintura con ese conjunto de red tan cachondo. Me erguí y coloqué a Mariana y Silvia una al lado de la otra en cuatro, mientras se comían la boca a puro lengüetazo una al otro agarre un consolador de la mesa, lo encendí y empecé a jugar en el culo de Silvia mientras chupaba el culo de Mariana. Todo un poema ese culo grande, le quite el mini short y obviamente no tenía nada abajo, la conchita depilada, perfumada y procedí a aceitarla, cola, conchita tipo hamburguesa sabrosa con la vulva bien carnosa, al lado Silvia no se quedaba atrás, saco su tanga de cuero y quedo en bolas, también la bañe en aceite y quedaron los dos culos hermosos y brillantes a disposición.

Encare para Mariana, a esta altura mi culo favorito por lo carnoso y opulento y embadurne el consolador y empecé a metérselo en el culo a Silvia. Silvia no se resistía a la tentación y mientras las cogía le empezó a chupar y morder los pezones a Mariana, esas tetas ricas, grandes, naturales. Yo seguía taladrando el culo de Mariana, embestía con todo y cuando gritaba Silvia la callaba comiéndole la boca. Del otro lado la bestia de Gilberto las había puesto contra el cabezal de la cama, les había atado las manos a ambas y les cogía la boca tapándoles la nariz para dejarlas casi sin respiración. A la otra le metía dedos en la boca embebidos por los jugos de su propia concha. De pronto la tomo del pelo a Susana y Analía y las tiro sobre la cama y las empezó a coger una por vez, pija y dedos a cada una alternando. Se retorcían mal en la cama, se chupaban, decidí enfrentarlas para que queden las cuatro en el centro de la cama y con Gilberto entrabamos de a dos rotando una y una, de pronto grito

– Rotación – Y saltamos a las chicas que ya eran un solo manojo de mujeres que se chupaban lamian, ahora las cuatro boca arriba exhibiendo sus conchas brillosas

Nos abalanzamos con el colombiano a chupar conchas a lo pavote, lamiamos y metíamos dedos mal, cambiábamos, pero no dejábamos nunca una sin lengua o dedo. Las putas se retorcían, se chupaban las lenguas entre ellas, se apretaban los pezones mal, Analía se metía dedos en la conchita también, Mariana le metía sus dedos a Silvia, Susana chupaba y mordía un consolador, las cuatro gozaban descaradamente. Entonces Gilberto dio un anuncio

– A ver putarracas, las que quieran doble penetración de a una por favor arriba de Raúl que el colombiano les va a partir bien el orto, o viceversa como quieran

Al anuncio a las 4 se les ilumino el rostro. Mariana salto eyectada de la cama y me tiro sobre la cama boca arriba.

– Yo quiero tengo entendido que alguna de acá ya recibió la doble, cante primera

Encima de putas, buchonas, seguro la trola de Susana no aguanto y conto todo, y ahora las otras dos envidiosas querían lo suyo. Mariana me cabalgaba con esas tetas hermosas rebotando sobre mí y miraba de reojo a Gilberto que se embadurnaba la verga. Mientras Susana cedía su lugar a Analía y se enrosco con Silvia ambos consoladores tremendos en mano y una tijereta uniendo sus dos conchas a pura lengua. Los dos eléctricos con esas cabezas giratorias se aplicaban en sus clítoris mientras se rozaban y cogían vagina a vagina. Analía miraba ansiosa y me besaba, me puso la concha en la boca y me empezó a cabalgar mientras en el espejo veía a Gilberto desencajado con el culo de Mariana directo a penetrarla.

– Sin detrimento del resto pero que culo hermoso tienes Mariana por Dios. – al tiempo que le giraba la cabeza y le comía la lengua la ensarto de una con su pijon colombiano, tremenda verga.

Mariana abrió la boca asombrada por semejante trozo y se dejó caer sobre mi mientras Gilberto la tomaba de la cintura y la bombeaba fuerte.

– Yo quiero también – dijo Analía quien besaba el culo de Mariana y jugaba con otro consolador todo embadurnado.

Mientras tanto Mariana con dos pijas adentro gozaba como poseída, de momentos se le ponían los ojos en blanco, se arrojaba sobre mí y me besaba cuello, la boca, giraba la cabeza para todos lados con sus pelos rubios. Las dos pijas entraban y salían totalmente cada vez, Gilberto la sacaba le jugaba un poquito y la ensartaba toda. En mi posición solo podía acelerar con movimientos de pelvis. Mariana se irguió y comenzaron a transarse con Analía, lenguas, boca, tetas, en un momento Analía le tapó la boca y le mordió fuerte los pezones al tiempo que Gilberto en un frenesí bombeaba desaforado, Ana con un strapon en su culo metido metía dedos, sentí que me venía y avisé para coordinar los 4.

– Me vengo guachos – grito Mariana, lo que motivo que sintiera venirme también.

– Arre que de Colombia baja la lechemmgh – Analía montada en un consolador le comió la boca al colombiano al tiempo que gritaba que se venía también.

Las dos chicas en tijereta también venían, todos casi al mismo tiempo. El primer grito bestial fue el del colombiano, al unísono las chicas empezaron a jadear cada vez más fuerte, Mariana pego el primero cuando Gilberto descargo cuatro lechazos en su culo, casi al mismo tiempo que yo acababa en su concha, Susana y Silvia cayeron sobre la cama al mismo tiempo. Pero Analía no perdió tiempo

– Ahhh no, yo quiero mi doble vengan acá guachos

Nos tomó a Gilberto y a mí y nos llevó al sillón mientras las tres perras descansaban. Nos sentó y se arrojó sobre nosotros, primero tomo la pija de Gilberto y la engullo toda de un solo bocado, así adentro empezó a chuparla.

– Dejame que te ayude – vino Mariana con su técnica milenaria de chupada y empezó a chupármela a mí.

Así sentía como su lengua con toda mi pija adentro jugaba con mi tronco y pronto comenzó a tomar vida nuevamente, con sus dedos jugaba en mi próstata todo rápidamente. Analía no perdía tiempo a pura arcada engullendo todo el tronco de Gilberto, el hijo de puta le apretaba la cabeza y le tapaba la nariz, así la dejaba babeando y casi sin respiración, pero la pija lucia esbelta y dura. Tres o cuatro veces repitió la operación y ya estábamos listos para la doble a Analía. Mariana con su técnica más sutil me había dejado también impecable.

– Bueno chicos toda de ustedes para la doble.

Se sentó en el otro sillón a jugar con un consolador eléctrico con cabezal muy suavemente, los brazos aun le temblaban de la tremenda cogida que le habíamos metido.

– Compañero, te cedo ese culo hermoso de Analía, voy abajo

Se acostó en el sillón y Analía se le tiro y empezó a saltarle frenética sobre la verga del colombiano, se tiraba sobre su pecho, chupaba y mordía los pezones, los labios gruesos del caribeño, se levantaba su pelo con las manos y dejaba que el negro también le chupara y mordiera las tetas. El empuje suave sobre el pecho y quedo su culo todo para mí, un culo hermoso, paradito, le tire un poco de aceite, me embadurne la verga y la ensarte sin piedad. Levantando los dos brazos cayó sobre el morocho abriendo la boca la cual enseguida lleno Mariana comiéndole la boca. En la cama Silvia y Susana volvían a calentar esta vez con un consolador doble que compartían e iba cada punta a cada concha.

Una vez adentro empecé un traqueteo intenso, casi un taladro sobre el culo de Analía

– Puede ir algún chirlo

– Pegame, puteame, haceme lo que quieras guacho, ayyy que pija tiene Gilberto y vos no te quedamgh

El negro la tomo y le comió la boca lo que aproveche para darle tres ensartadas consecutivas a fondo mal.

Seguimos así en trio unos 5 minutos con Mariana refregándome las tetas en la espalda, chupándome la oreja mientras me decía

– Cogela papi, rómpele el orto dale guachito, como a mí cuando estuvimos solos, hoy me debes eh

Entramos los tres en un descontrol total, chirlos, chupadas de tetas mal, de pronto después de 5 minutos intensos de traqueteo enfocamos y sentí que me venia.

– Todo adentro amor

– Todo papito, todo adentro – gimió Analía

Gilberto la tiro y la pego a él y me dejo el culo servido para que le diera a fondo, le di varios chirlos fuertes que la estremecieron y metí a fondo, cuatro, cinco, la sexta venia.

– Ahí voyyy

Acabe cuatro chorros de leche adentro, mal mientras Gilberto también le acababa en su conchita y la trola gemía agarrándose el pelo pego un grito tremendo. Gilberto me mostraba como dejaba caer jugos en su pelvis y con su mano los juntaba y los untaba en su boca.

La fiesta siguió hasta el otro día con algunos escarceos más y Susana y Silvana que se pusieron al día con nuestras pijas que tardaron un poco en recuperarse. Una auténtica fiesta y todo por la contadora madura.

Compartir relato
Autor

Comparte y síguenos en redes

Populares

Novedades

Comentarios

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Los comentarios que contengan palabras que puedan ofender a otros, serán eliminados automáticamente.
También serán eliminados los comentarios con datos personales: enlaces a páginas o sitios web, correos electrónicos, números de teléfono, WhatsApp, direcciones, etc. Este tipo de datos puede ser utilizado para perjudicar a terceros.