-Tengo alguien para traerte para que te de una mano con la contabilidad.
-Uh… qué bueno porque estoy complicado con las conciliaciones bancarias.
-Olvídate mañana le digo que venga.
Soy contador, trabajo en una oficina con 3 chicas más repartiéndose las tareas, pero no lograba ayuda para la parte contable. El gerente me facilitaba el tema de la nada.
-Medio día estas bien, no. No hay mucho presupuesto entendes
-Si, me puede ayudar con la auditoria también.
El lunes llego Susana, unos 40 y pico largos, rubia, con melena, ojos claros, pollera a la rodilla un poco más arriba, botas de cuero, camisa blanca, una autentica MILF con unas muy buenas piernas.
-Encantado, Raúl, vamos a trabajar juntos con la parte contable….
Se sentó al lado mío en mi escritorio y note casualmente como me tocaba la pierna con la punta de la bota, seria casual no me voy a hacer la idea.
A partir de ahí empezó a venir medio día, cambio algunas veces la pollera por un pantalón muy entallado en la cintura exhibiendo su hermoso y gran culo. Petisona, 1,60 m, pero muy sexy, además de un perfume muy atractivo.
-Que rico perfume, me encanta, embelesa
-Te gusta , me lo puse para venir acá especialmente, me encanta que te guste.
-Si, muy rico, cuesta concentrarse, cuando lo combinas con la pollera y las botas ufff… Discúlpame
-No no, gracias a vos por los halagos, estoy separado con dos hijos grandes y poco tiempo para mí, no lo vas a creer, pero el hecho de venir, cambiarme, me hace sentir más rejuvenecida, cuanto me das, de edad digo no
La mira y generoso le tire un:
-45 tenes
-Gracias Raúl, no, tengo 55, mucho gimnasio y cuidarme.
-Se nota tenes un cuerpazo
-Bueno gracias contador
Así comenzamos a intercambiar galanterías, sentía siempre su pierna cerca de la mía o sus tetas cuando venía a mostrarme algún trabajo, y ese perfume a esta altura tenía que decir afrodisiaco.
Era buena, rápida, con su ayuda terminamos la auditoria y el balance un mes antes del cierre.
-Bueno Susana, el balance está listo. Igual vas a seguir con las conciliaciones, tarjetas, pero esto hay que festejarlo, te invito a almorzar cuando quieras cuando salís al mediodía.
-Gracias Raúl, bueno acepto, mañana puede ser así me preparo. Mira que me gusta ir a lugares buenos, y te acepto el almuerzo, pero el postre lo invito yo, sorpresa
Nos dimos la mano y cerramos el trato. Al otro día cuando la vi entrar quede loco. Botas negras de cuero, una pollera gris un poco más corta que la anterior exhibiendo principio de sus muslos, una camisa blanca otra vez con un chaleco negro que mostraba que no llevaba corpiño. Me asombro la firmeza de sus tetas, seguramente con algún toque, y el perfume más intenso. El día paso eternamente hasta las 13 h, por una cuestión de imagen yo salí antes y la esperé en la esquina. Subimos a un taxi, al sentarse la pollera se subió y ahí descubrí que las medias eran con portaligas exhibiéndose casi intencionalmente.
-Vamos a almorzar a Valdo’s conoces
-Pescado, me encanta si si vamos, acordate que el postre lo invito yo, sorpresa
Con mis 43 era un carocito para la señora Susana. Pedimos vino blanco y sugestivamente comencé a mantener su copa siempre llena. De la seriedad de la oficina paso a sonrisas y risas, con roces a mi mano y sobre todo a mis piernas. No sé si fui yo, pero de pronto riéndose apoyo su mano en mi pierna. Yo hábilmente me había sentado en un box a su lado.
-Hacía mucho no la pasaba tan bien Raúl, y con un galán como usted
-Vamos Susi, tutéame por favor
-Dale Raúl, si sos un bebe para mí, un bebe muy lindo eh
Diciendo esto ahora si su mano se apoyó en mi muslo y comenzó a apretar un poco y subir sutilmente. Invitado por su atrevimiento me atreví a lo mismo. Suspiro hondo y me dejo hacer, cuando llegue al límite de su liga se estremeció y suspiro muy hondo.
-Nos pueden ver Raúl, porque no vamos a comer el postre a otro lado mejor
Pague mientras iba al toilette, al regreso saco de su cartera un sobre papel madera y me lo dio
-Me faltaba esto darte para el cierre
Abrí el sobre y había una tanga tipo culotte negra. Se acercó por atrás y tocándome un poco la cola me dijo al oído
-Vamos a casa, los chicos están con el padre, no hay nadie, estamos solos
Subimos al taxi, se cruzó de piernas exhibiéndome sus muslos casi obscenamente y rodeándome la cabeza con sus manos me dio un beso de lengua que me dejo sin respiración. Había olvidado hablar de sus labios, de su boca carnosa que ahora tenía en mi boca.
-La mejor forma para que nadie nos vea en el viaje es mantenernos así
Fuimos besándonos y tocándonos hasta su departamento, mi mano ya tocaba su piel al final de la media y subía más hacia su sexo ya sin la tanga, presentía una conchita toda depilada y muy mojada. Al meter dos dedos mordió mi labio un poco y hundió mas su lengua en mi boca, jadeaba, respiraba fuerte y me apretaba la pija por arriba del pantalón.
-Entro yo primero, baja en la esquina, aguanta que te mando un WhatsApp toca el portero, 10 D te abro de arriba acomodo un par de cositas, me aguantas
Bajé del taxi, prendí un cigarrillo mientras esperaba el mensaje de Susana, inquieto, nervioso, al palo.
5 minutos eternos después sonó el mensaje, vení, toca el portero y subí ponete cómodo te dejo entreabierto.
Un lindo edificio, los diez pisos eternos, pasillo y la puerta entreabierta, yo venía en camisa, me saque la corbata y me acerque tímidamente.
Un lindo departamento, luces tenues, un velador y en el fondo ella, Susana, con unos tacazos, un conjunto sexy de medias con portaligas, un corsé y una bata transparente, se acercó lentamente y se colgó de mi cuello, al pasar en un espejo observe su culo grande, redondo perfecto y la tome de la cola y la levante. Me tiro al sillón, se sacó la bata y trepo sobre mi cuerpo, me quito la camisa el pantalón mientras su lengua, ya a esta altura un arma letal recorría primero mi pecho, se detenía para chupar en mis pezones y sus dedos hábiles apretaban mi bóxer.
Tapo mi boca con su mano y mordió mis pezones, como si supiera lo que me calienta. Después subió y me dio un beso de lengua que me dejo jadeando y después empezó a bajar con su lengua por mi cuello, axilas hasta llegar a mi bóxer. Empezó a dar mordiscos a mi pija incontenible bajo mi bóxer y después lo saco de cuajo eyectando mi pija firme, dura.
-Mira el contador lo que escondía, picarongghhh – mientras hundía toda mi verga en su boca, con sus labios envolviéndola y mojándola. Entraba y salía, engullía hasta el final en cada embestida haciendo alguna arcada.
Al tiempo que entraba y sacaba mi pija metía su mano en su conchita empapada, totalmente depilada y apretadita, lo que pude verificar. Me pare, la tome de la cintura y la gire poniendo sus piernas en mis hombros cabeza abajo mientras seguía chupando frenética y yo quedaba con su concha a la altura de mi boca. Empecé a chupar, lamer, jugar con mi lengua en su clítoris. Ella empezó a aullar, gritaba con mi pija en su boca ininteligible.
-Mmm baja mmghhh…
La baje me empujo al sillón y subiéndose encima mío mientras me hundía su lengua otra vez se sentó sobre mi pija y empezó a cabalgarme a un ritmo enloquecedor. Sus tetas duras, se movían igualmente y chupaba y mordía sus pezones, en la medida que ubique el tronco en su clítoris empezó a chorrear una cantidad de fluidos mientras jadeaba y gritaba, se tomaba sus pelos desde abajo y los movía, se abalanzaba sobre mi boca y chupaba frenética mi lengua, de pronto encajo mi pija y empezó a gritar desaforada
-Ahhh seee… Siii hijo de puta que pija tenes turro me estas rompiendo toda, pero me encanta, acabame todo adentro así acabamos juntos dale, daleee… daleee… ah… ahhh…
El grito fue brutal, la mezcla de leche y fluidos se derramaba sobre mi pelvis, se levantó y empezó a beber todo con su lengua ávida, mi pija apenas se sostenía, pero iba a querer más.
Se subió a un sillón y exhibiéndome el culo me dice: -Dale que esperas, no me vas a comer la cola, no te gusta.
Toda una provocación, me abalance sobre ella y rodamos por el sillón, chupando sus tetas, metiendo dedos, manoteo un pomo de lubricante y empezó a meterse los dedos mientras se humectaba la cola la cual quedo grande y brillosa, todo un tesoro.
-Y que te parece, toda para vos potro, rómpeme el culo, partime en cuatro, sos una bestia.
El agarre de los brazos atrás primero, después del pelo tirándole la cabeza para atrás, la visión de ese culo grande, sin una estría, encima aceitado me puso la pija a mil de nuevo, le pase una mano de gel y la ensarte de una. El grito fue tremendo, intente taparla un poco con mi mano, las piernas se le aflojaban, me asuste de pronto.
-Si me la sacas te mato hijo de puta, rómpeme bien el orto puto
Obedecí sin chistar y tomándola de la cintura empecé un traqueteo un taladrar casi en ese culo hermoso, palmadas en la cola, seguía y seguía. De pronto giro y poniéndome patita al hombro la penetre en su culo otra vez.
-Quiero verte esa cara de hijo de puta cuando me rompes el orto guacho daleee… no te da el cuero, rompeme toda.
La provocación actuó como un afrodisiaco y mi pija se endureció mas y más, apretaba sus tetas con las manos, metía mis dedos chorreando jugos en su boca. Sentía el anillo de su ano apretándome la pija cuando la sacaba toda y la volvía a meter lo cual me volvía loco, cada embestida volvía a gritar hasta que sentí que relajaba y gozaba a pleno. Con mi pulgar derecho comencé a masturbar su clítoris, el cual sentí totalmente duro al tiempo que sus jugos volvían a empapar mi vientre.
-Me vengo, me vengo guachooo me vas a hacer acabar de nuevooo ah… ahhh
Sentía como iba toda mi leche en su culo, caliente, tres descargas abundantes. Dejo caer sus brazos en cruz y quedo con la boca abierta en el sillón.
-Tengo que volver a la oficina Susana, me doy una duchita rápida
No tenía aire para responderme, fui al baño y abrí la ducha para poder seguir, había pasado una hora desde que salimos del restaurante sumamente intensa. Cuando giro la cabeza la veo entrar, totalmente desnuda, aun con rastros de mi leche chorreando por sus piernas.
-Me uno, te prometí el postre ahí va
Arrodillándose tomo mi miembro con algunos pequeños rastros de sangre y lo envolvió con sus labios sensuales, traía un pote de helado en la otra mano, metió la pija en el pote y comenzó a comer de mi pija. El frio del helado contrastaba con lo caliente de su boca, chupaba y chupaba, la engullía todo hasta el fondo, jugaba con sus dedos en mis pelotas lo cual hizo que acabara rápidamente. Junto toda la descarga en el pote de helado y se lo fue tomando todo. Con la boca aun con rastros de leche y helado me dio un beso jugoso y asfixiante.
-Volve a la oficina, no quiero que hablen de más. Mira que a la noche estoy sola hoy todavía, te espero con una sorpresa, venis
(Continuará)