Una hora después que se fue de casa, Lucía me mandó un mensaje que decía, “te voy a llamar, atendé, pero no hables”. Yo estaba en la bañera descansando, así que de sólo pensar en lo que se venía, la excitación fue muy grande. El teléfono sonó y mi sorpresa fue que era una video llamada, vernos en esa situación nos hizo sonreír, me hizo la seña de silencio, me tiró un beso y enseguida dejó el teléfono apoyado en un mueble desde donde se veía a su marido sentado en el piso, con su espalda apoyada en la cama, las manos atadas a los pies de la cama y con una tela en los ojos.
Pensé en un principio que no estaría muy a gusto, a mí me gusta ser el que domina en la relación, pero por la erección que tenía, se notaba que le estaba gustando mucho la situación. Evidentemente para estar ya en ese punto, habían pasado muchas cosas en el medio, pero algo me dijo que me iba a enterar de todo, así que me recosté más en la bañera y presté todos mis sentidos a lo que estaba haciendo Lucía con su marido.
-Bueno amor, ya te está mirando mi amante, como te dije apenas entré y te me abalanzaste para besarme la cola, quiero que él sea testigo porque no me cree que al cornudo y ¿puto? de mi esposo le gusta tomar leche de hombre.
El hombre estaba callado, no decía nada, sólo parecía estar cada vez más excitado.
-Ahora me podés contestar ¿por qué apenas entré me quisiste chupar la cola?
-Estaba muy excitado ya te dije.
-¡No! eso es mentira, no mientas amor, si has estado super excitado y nunca lo has querido hacer. ¿Por qué este día de la nada se te ocurre querer meterme la lengua en la cola?
La respuesta de su marido fue muy suave y yo no la escuché, por suerte ella le pidió que le contestara más fuerte.
-¡Porque te escuché hoy por teléfono!
-¿Así que en serio escuchaste mi cogida por teléfono hoy?
-Si.
-Pero tendrías que haberme avisado que estabas escuchando sin decirme nada, no sé como mierda se activó el celular.
-Traté de decirte, pero no me contestabas.
-¡Ay es que viste que cuando me coge mi macho yo pierdo todos los sentidos! Ya te habrás dado cuenta ¿no?
-Lucía por favor no seas mala, desatame, ya está bueno del juego.
-¿Qué decís? ¿Sabés cuando va a estar bueno del juego? ¿Sabés?
-No.
-Cuando yo lo diga ¿Está bien?
-…
-Además estás bastante excitado para hacerte el que no te gusta lo que te estoy haciendo. Pero contame, ¿qué sentiste mientras me escuchaste coger?
-Me enojé al principio porque realmente parecía que estabas con alguien, después me di cuenta que no, que no ibas a estar con alguien mientras me llamabas por teléfono…
-Ya te dije que se me escapó la llamada amor.
-Pero después todo lo que dijiste me fue excitando y…
-¿Y qué? Dale repetilo para mi otro amor que en estos momentos te está mirando y escuchando.
-Y que en un momento me di cuenta que ya no me importaba si estabas en serio con alguien o no, aunque preferiría que no, pero…
-Dale termina las frases o querés que yo la termine por vos…
-…
-Ok, las termino por vos, lo que me querés decir, que me lo dijiste hace un rato, pero ahora no te animás a repetirlo porque de verdad creés que hay alguien mirándote, es que cuando pensabas que era una broma mía y yo estaba sola, no te excitaba tanto como cuando dudabas que yo estaba con alguien realmente. ¿Es eso no?
-… si… Apenas escuché la afirmación del marido, pero yo estaba ya con la pija en mi mano, bajo el agua calentita de la bañera, Lucía me estaba dando un espectáculo único.
-Y además ahora, pensando que yo en verdad tengo leche de otro hombre querés cumplir lo que me escuchaste decir por teléfono y querés besar este culo que nunca en estos años de casado me has querido tocar.
-Estoy muy excitado Lucía ya no sé lo que quiero.
-Pero mi culo tiene leche de mi amante, hace un rato me la puso ahí y no me dejaste ni bañarme cuando llegué. ¡Estás hecho un goloso!
-No embromes Lucía, ta, ya está, soltame.
-Bueno, te suelto. ¿ya no querés besar mi culito entonces?
-Si quiero, pero me lo hacés tan difícil…
-¿Difícil? Difícil han sido para mí estos años en los que te he pedido hacer cosas nuevas y vos siempre con tus formas básicas y cómodas para vos. Y ahora, que yo estoy cogiendo tranquila y que me han pasado la pija por todos lados, cumpliendo mis fantasías, vos te aparecés porque ¿te excita chuparte la leche de mi amante? Entonces, te excito yo ¿o el otro?
-Me excita verte tan libre, ¡no sé cómo explicarte amor! Ya te pedí para besarte toda, quiero tener una nueva relación sexual con vos, conocerte en ese papel que te inventaste me excitó mucho y me doy cuenta que te amo y que te deseo más que nunca, quizás tenés razón y estoy como vos estuviste al principio de nuestra relación donde vos hacías todo lo que yo te pedía, aunque yo no te incité con cosas semejantes a las que estás hablando vos en estos días.
-Ah, pero eso es porque vos sos muy básico Jorge, yo por suerte conocí a alguien que me hizo volar en la cama, pero después te voy a contar más, ahora volvamos al tema, ¿querés mi culito con leche? Pero antes sacame una duda, hacía mucho que no me besabas tanto apenas llegué, eso ¿también era por lo que escuchaste por teléfono?
-¡Sí Lu! ¡ya te dije que si! ¿Qué más querés que haga?
-Ay te amo Jorge, es que me gusta escuchártelo dos veces y además esta vez no te olvides que hay alguien más escuchando y viendo. Bueno, quedate quietito que quiero que me huelas el culito ¿Puede ser?
-Si por favor.
-Bueno, mirá para el techo, apoyá la cabeza en el colchón.
Después que el marido hizo eso, Lucía le fue acercando muy suave su culo a la cara, lo acercaba y de golpe lo sacaba. El esposo parecía estirar la cara hacia adelante cada vez que sentía el olor de su esposa, ella, me miraba y se reía.
-Bueno Jorge, te lo voy a arrimar bien a mi agujerito, así que primero olelo todo, si yo no siento tu respiración en mi culo, nunca más te lo doy ¿Está entendido?
-Si amor, está entendido.
-Primero quiero que lo huelas bien profundo un par de veces y después sí, podés sacar la lengua y besármelo bien, pero tené cuidado, si sale algo líquido ya sabés lo que es, y no quiero que desperdicies ni media gota.
Como si fuera una maestra en esas actividades, Lucía posó suavemente el agujero de su ano en la nariz de su esposo, podría asegurar que estaba sentado arriba de él, pero no era así porque se notaba la respiración profunda en el tórax de Jorge, a esta altura ya puedo hablar de él como si lo conociera.
Antes de bajar a su cara por tercera vez le dijo.
-Y ahora amor…
Y dejó su culo un tiempo más que prudencial como para que él pasara su lengua, cosa que se ve hizo de muy buena manera porque ella se descontroló, gimió y se dejó caer más tiempo en su boca. Conociendo sus movimientos en la cama, noté que había perdido el manejo de la situación, los movimientos de la lengua que estaba sintiendo debían de ser excelentes para que ella estuviera de esa manera. Y no sólo eso, porque después de unos primeros momentos de respiración entrecortada, puso una mano en cada nalga y decidida a todo, abrió su culo mucho más y se lo dejó al alcance de aquella boca y lengua que ya no besaban, sino que chupaban con toda la fuerza ese delicioso ano.
Como si quisiera chuparlo por todos los años que no quiso darle importancia, Lucía absolutamente perdida en el placer sólo gemía y refregaba su culo en aquella cara deseosa de más y más.
-¡Ay Jorge! ¡Qué divino chupás el culo! ¿Sentiste la leche? No te pude avisar cuando salía.
Y enseguida de eso sacando de su nalga una de sus manos, agarró la pija que no daba más de parada y que apenas en dos sube y baja de su mano, explotó en leche que ella dejó caer en las piernas de un hombre que acababa por primera vez en su vida, oliendo y chupando un culo que encima, aunque él no estuviera del todo seguro, tenía leche del amante de su esposa.
Pasados unos momentos, ella se dio vuelta, se apoyó en la falda de él, le besó la boca, le dijo que lo amaba, él le contestó lo mismo.
-¿Te gustó amor?
-Si, me encantó, pero vos no te acabaste.
-No importa amor, hoy ya me había acabado como cuatro veces.
Aprovechó esa frase para sonreír, dejándole la duda sobre lo cierto que tendría esa frase, y terminó volviendo al juego diciéndole que iba a cortar la llamada.
-Después de verlo a él, vengo te saco la venda y te desato.
-Sacame antes la venda.
-No amor, sino lo verías a él y todavía no estás pronto.
Se sonrieron, se dieron otro beso, él siguió sonriente pensando que todo era un juego, mientras ella, ya frente al celular, me tiraba otro beso, movía los labios diciéndome “te amo” y escribía en un mensaje, “GRACIAS”.
Después de eso me quedé esperando más que nunca su contacto, que fue una media hora después, “ya llegaron los niños, estuvo increíble, después me tenés que contar lo que me ibas a decir y no me pudiste decir, te amo, nos vemos…”
Yo le puse que era una genia en el sexo, que me encantaba verla tan desinhibida y conectada sin vergüenza con la puta que a ella le gustaba ser.
Cerré los mensajes y me quedé sonriendo y esperando porque de seguro, lo mejor estaba por venir.