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La cojo mientras habla con su marido (parte 2)
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¡Hola amor! ¿Qué pasó?…

¿Cómo qué pasó Lucía? ¿Vos escuchaste lo que dijiste antes de cortarme? Si claro que lo escuché. ¿Pero vos me estás jodiendo?

-Ay mhijo claro que te estoy jodiendo! O pensás que si me estuvieran re cogiendo toda te iba a decir ¡pelotudo!

-¡Eh amor! Tranquila ¿Qué te pasa?

-¿Qué te pasa a vos Jorge que dudás de mí justo en este momento? Te estoy contando que entré al baño para tocarme por lo que me estabas proponiendo y me venís a hacer una escena de celos por una pavada que te dije. Quise jugar un poco más nomás.

-Bueno si tenés razón Disculpame ¿A qué querías jugar?

-No nada ahora no deja quieto ya le sacaste toda la gracia al juego.

El silencio fue de varios segundos. Ella esperaba que le dijera algo.

-¿Jorge?

-Si disculpá es que me di cuenta que eso último que dijiste antes de cortar me hizo sentir raro, no sé si me vas a entender. Ella me miró con cara de asombro, mientras yo me disponía a seguirla besando, me hizo esperar poniendo su mano en mi frente y puso en altavoz, para que yo escuchara mejor.

-Contame Jorge ¿Qué te pasó? Si es un lío por la pavada que te dije por favor no sigas, no quiero que tengamos problemas antes de la noche que estábamos programando.

-No amor no, no es eso, es que cuando te escuché me puse mal, pero enseguida, al saber que no era cierto lo que decías, me dio como una excitación el momento. Imagínate la situación me excitó creo, no que esa situación sea real, pero si jugar con eso sabiendo que estás ahí sola haciéndote una paja.

-¿En serio te gustó eso que te dije?

-Ya te expliqué no me gusta la idea que sea cierto, pero me excitó saber que vos te hayas animado y a mí en contarte eso.

– ¿Lu?

– Mmhh si amor, perdoná es que estaba chupando está hermosa pija que tengo adelante de mí y no te podía contestar.

-Hija de puta contame ¿cómo es? El ruido siguiente fue el que hace ella cuando deja de chuparla de golpe, ¿Cómo hacés para simular ese ruido?

-No importa amor, lo hago con los dedos, concéntrate.

-Si amor disculpá, seguí, perdoname.

Ella ya jugada al nuevo entretenimiento no le importaba nada. Amor, no es mucho más grande que la tuya, pero es más grandecita y gruesa pero además…

-¿Además que amor?

-No sé si decírtelo…

-Amor por favor decime todo.

-¿Dónde estás amor? Porque te voy a decir algo fuerte.

-Me vine para el baño, por favor, no pares contame.

-¿Te estás pajeando cornudito?

-No amor no me llames así…

Si bien sus palabras decían eso, el tono de su voz denotaba entrega ante la situación y gusto por el lugar en el que la había puesto su esposa. Mientras tanto yo estaba por entrar de nuevo en su cuerpo y la sonrisa maligna de ella era genial, parecía estar disfrutando el doble y la entendía perfectamente, porque para mí también era más excitante, así que supuse que para ella con todo lo que significaba el momento lo sería aún más.

-Bueno, prosiguió ella, es que si estoy con otro acá cogiendo como una puta mientras hablo con mi esposo, significa que alguien tiene cuernos ¿No amor?… -Dale contame lo que me ibas a decir.

-Ah si, dijo ella haciéndose la olvidada del tema. Lo que te iba a decir que me da cosa decírtelo es que vengo a coger con él porque me encanta como coge, me hace toda de él, me hace lo que quiere, ahora amor por ejemplo… (del otro lado se escuchaba ruido a cinto, típico de una masturbación con el pantalón en alto aún)

-¿Sigo amor?…

-Si amor por favor. La respiración de la respuesta nos dio gracia porque estaba en plena paja. Ella siguió como si nada, y yo también, entré en ella y empecé a moverme con total tranquilidad, ella estaba ya empapada.

-Bueno te decía que ahora tengo un cinto de cuero en el cuello y me está cogiendo toda, no le puedo decir que no a nada.

-¿A nada hija de puta?

-A nada amor, de hecho, antes que llamaras me había terminado de hacer el culo. -¡Ay no el culo no!

-Si amor, el culo si, no le puedo decir que no a nada además, a vos por el culo tanto no te gusta. La respiración de ella era la prueba de que estaba por acabarse, respiración muy entrecortada y quejidos entre suspiros.

Él suponía que ella hacía todo eso a propósito sólo para excitarlo a él.

-Por eso amor hoy de noche quiero que apenas nos veamos me chupes toda la concha amor, así me sacás la leche de mi macho ¿Si?

-Aaaah aahh ah….

Indudablemente se había acabado. Ella puso el micrófono en silencio y me dijo, cogeme toda que estoy caliente como nunca. ¡Qué puta soy! ¡Qué puta me hacés! ¡Me encanta! Aproveché para llevarle con el cinto el cuello más para arriba, acababa de ser la dominadora con su esposo, pero para mí no dejaba de ser mi esclava. Ella sonrió cuando sintió el cinto, entendiendo el momento. Después sonó el cinto sobre su espalda, una, dos, tres y hasta siete veces. Le ordené que me mojara toda la pija con su acabada que yo le iba a dejar la leche adentro y empezó a acabarse toda.

– Ay hola amor, que paja me hice contigo la puta madre, no digas nada, todavía no hablemos de eso en vivo ¿Te parece?

Yo, mientras ella recuperaba un poco el aliento, habilité el micrófono, la voz de ella se hizo esperar un ratito más.

-Ay si amor, que lindo polvo me echó este animal, voy cargada de leche para vos. Está bien, no hablamos nada de lo que acaba de pasar, pero quiero que apenas me veas me limpies toda la concha, el culo por esta vez me lo dejás quieto porque nunca lo vas a coger, pero si a chupármelo. ¿Si amor?

-Si amor, por favor, no cuentes a nadie de esto que hicimos, me deja raro, haberlo hecho y que nos haya gustado.

-Dale amor quedate tranquilo, me despido de esta pija divina y voy para casa a que me laves con tu lengua, chau.

-Chau…

-¡Ay que divino que estuvo eso!!! Su grito fue de felicidad, alivio, excitación, cansancio, todo. Nos besamos, le saqué el cinto del cuello, bajó a limpiarme y se quedó un ratito al lado mío en la cama. A los diez minutos se levantó, me dijo que se iba a ir a la casa, le pedí que me contara después a ver qué le había pasado. Me miró, se rio, me dio las gracias por haberla cambiado, me dijo que yo sabía lo que ella sentía por mí y que nos veíamos en un par de días. Nos dimos un beso muy suave y largo, nos queremos mucho y hemos pasado a otro tipo de relación, como las que me gustan a mí, esas que no son sólo sexo. Para mí el sexo vacío es insulso, pero hoy además, le agregamos una nueva forma de hacerlo que sabíamos los dos, la íbamos a volver a repetir.

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