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La chica colágeno
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Tiempo de lectura: 2 minutos

Hola amigos. Para los que no me conocen, les comento que me dedico a ser instructor deportivo, me destaco por mi experiencia para dar clases, pero sin un cuerpo esbelto, eso sí mido 1.80 metros, término medio con kilos de más, pero mi tamaño lo recompensa.

En una de esas noches navegando en las redes sociales de pronto entra un mensaje de alguien preguntando por las clases, y con gusto cedí toda la información. Sin embargo, conforme íbamos conversando, la chica me pregunta si yo soy el entrenador tal y cual describiéndome, a lo que asentí pero ya me pareció algo rara la pregunta. De repente la chica se suelta y me dice que no quería hablar conmigo porque le parecía atractivo y quería quedar conmigo. Yo con un poco de suspicacia le comento mi situación sentimental para evitar confusiones a lo que me comenta que eso no le importa ya que lo que necesita es experiencia. Bueno esa noche chateamos cada vez más hot la conversación y entre la charla me llegaban fotos provocadoras y me fui animando poco a poco a buscar un momento para verla.

Al cabo de un par de días consigo una excusa para salir de casa rápido para buscarla y dar una vuelta, así hablar en persona de lo que se quiere y evitar malos entendidos porque de verdad tengo mi relación con mi esposa estable (con falta de sexo, pero creo que es algo normal en las parejas cuando tienen hijos). Cuando se sube a mi carro me confiesa que tiene 21 años y pues que desea vivir experiencias con gente mayor a ella, yo le dije que bueno, pero con la condición de la discreción, etc…

Ese día estaba vestida con un short deportivo cómo de algodón, un sweater también de la misma tela, unos lentes que le daban un aire de malvada y usaba aparatos en los dientes. Al cabo de dos minutos ya estaba mamándome el pene dentro del carro, yo manejando y ella saboreando mi palo, escena que me hizo acordar de mis andanzas de jóvenes con las noviecitas que llevaba para el motel y mientras llegábamos estaban mamando pene.

Que delicia cómo se lo comía, levantó la colita en su asiento y se puso de rodillas mientras seguía mamando. Aproveche de meter mi mano en su short y sorpresa no tenía nada abajo. Que rica rajita se sentía, depiladita y un culo prominente, le metí un par de dedos y empezó a gemir cómo loca mientras se lo tragaba mas. La cogía con mis dedos mientras ella chapaba cómo una experta, no aguante más y me vine en su boca. Ella sin más se tragó todo limpiando mi pene y se sentó de nuevo en su asiento, agarro mi mano y se la metió dentro del sweater invitándome a agarrar sus tetas, pequeñas pero con un pezón de un dedo de ancho.

Tuve que detener el auto en una zona poco iluminada para poder continuar, empecé a mamarle las tetas, esa mujer se retorcía de placer y me pedía que se las mordiera, que la chupara toda.

con la otra mano empecé a masturbarla, metí mi mano y sentí de nuevo esa totona joven, depiladita, cerradita con ganas de verga. Le metí dedo, me la cogí con las manos hasta hacerla acabar y llenarme de líquidos, baje y empecé a lamerle la totona, vaya sorpresa me lleve, esa cuca rosadita que me estaba comiendo. Le di un par de lengüetazos y me halo por los cabellos para comerme la boca, nos dimos besos por un par de minutos y luego caí en cuenta que debía volver.

La dejé cerca de su casa, fui a limpiar la escena del delito y luego llegué a mi casa.

Este fue el primer encuentro con mi colágeno. Escriban si quieren la segunda parte y lo que hicimos en un motel.

Saludos

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