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La antesala a la boda con los vagabundos
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Tiempo de lectura: 11 minutos

Ya habían pasado algunos días desde que mi novia se “vengó” de los vagabundos con una mamada dolorosa.

Los nervios estaban a flor de piel, no cabíamos de la desesperación por casarnos y a la vez nervios, no nos íbamos a casar por iglesia pues yo no practicaba alguna religión, los padres a regañadientes aceptaron la vez que les fui a pedir la mano de mi esposa.

Mañana seria la boda y queríamos distraer la mente así que nos dedicamos a andar por la ciudad, fuimos a desayunar y a ver una película por la tarde.

Después recibimos la visita de David pues le llamamos para que nos hiciera compañía un rato, era como el alivio cómico del momento, el punto era matar el día que pasaba muy lento. Mi novia ya le había perdido la pena a mi mejor amigo, desde la última visita, por lo que ella lo recibió con una camisa mía de tirantes sin bra y una tanga transparente color rojo que se podía ver sus labios vaginales, aunque su intención no era exhibirse ante él, pero nos resultaba bastante cómodo que simplemente lo hacíamos sin buscar algo de por medio.

Entonces ella le abrió la puerta.

Se saludaron con un abrazo y un beso en la mejilla, sus ojos ni se posaron sobre los pezones de mi novia.

No sentamos lo 3 en el mismo sofá para ver una película y pedimos pizza, apenas habían pasado algunos minutos de la película cuando llego el delivery, mi novia se levantó a recibirlo, David se quedó con los ojos abiertos al ver que ella así sin más iba a recibirlo.

Ante eso yo le dije:

-Te dije que no usaba nada –le dije sacándolo de su impresión

-Tienes razón, mira que se le notan los pezones a tope.

-Sí lo sé, pero así es más cómodo –le dije

-¿Pero a poco no anda nada debajo?

-Si anda una tanga transparente

-Oh bueno –dijo él

-Ya que mencionas su tanga, aún tengo de bandera la de ella en mi cuarto

-Si se entera me mata –le dije bromeando (Aunque en el presente ella ya sabe)

Ella regresó con las pizzas para cada quien y en su respectivo plato, después de un rato tal vez ya faltando lo último para finalizar la película, ella decide acostarse.

-¿No te molesta verdad? –le preguntó a David

-No para nada –dijo él

Ella se estiró a lo largo, apoyando su cabeza de lado en mi entre pierna y con las piernas de ella estiradas en las piernas de David, en esta posición no sé que tanto quedaba a la vista la tanga de mi novia, pero eso no importaba, estábamos viendo la película.

Mi novia se levantó, pero en lo que se levantó su camisa de tirantes quedó por encima de su culo, exponiendo su tanga ante la mirada de David

-Olé –dijo David

-Eso fue tarjeta roja –dijo David en forma de chiste

Nosotros entendimos a que se refirió y nos pusimos a reír.

Ella le dio una palmada en el hombro –en forma amistosa

-¿De verdad sueles salir así sin ropa interior? –preguntó él

-Es decir, ahora no andas bra se te ven bien los pezones y así recibiste al de las pizzas –agregó él

-Pues me resulta más cómodo, aunque siempre atraigo muchas miradas…

-¿Los puedo acompañar algún día cuando andes así? Me da curiosidad –dijo él

Su petición en ese momento nos agarró de sorpresa, pero aceptamos, a fin de cuentas ¿Qué podría pasar?

-Está bien –le dije yo

-Nosotros te avisaremos –dijo mi novia

Él se despidió de nosotros, diciendo que nos esperaba mañana para el gran día. Eso nos hizo aterrizar otra vez en el nerviosismo.

Ella quería coger conmigo, pero no quería ser yo quien la cogiera una noche antes de la boda, quería que la rellenara alguien más y ese, o “esos” alguien más quería que fueran los vagabundos.

La besé en el cuello y al oído le dije mis intenciones…

-Quiero que Antonio y los demás te cojan hoy, antes de nuestra boda –le dije al oído

Ella solo sonrió ante mis palabras y me besó en la boca

-¿De verdad quieres que me cojan? –me preguntó ella de una forma pícara

-Si mi amor, quiero que vayas rellenita para la boda.

-Entonces iré a darme una ducha rápida –dijo levantándose-

A los 30 minutos bajó del segundo piso, se miraba aún más hermosa con su maquillaje y un olor dulce por su perfume, se puso un vestido sencillo pero bonito.

Y partimos hasta donde estaban, era raro llegar y encontrar todo exactamente lo mismo, como que si el tiempo no pasara por ahí… Aunque sus cuerpos decían otra cosa.

A este punto probablemente no los haya descrito… Antonio era llenito de cuerpo, pero no gordo con su piel quemada por el sol según él su edad ronda entre los 54 o 56, mientras que Héctor es delgado muy delgado su edad oscila tal vez a sus 55, es difícil saberlo no es como que llevasen los días contados.

Ellos estaban dormidos obviamente no nos esperaban, no sintieron ni el auto.

Mi novia se acercó sin hacer mucho ruido y le dio un beso en los labios a Héctor, este abrió los ojos asustados hasta que lucidamente cayó en cuenta que era Erika, mi novia puso su dedo en su boca en señal de silencio. Antonio era el siguiente estaba tirado en una cama de cartón, se le acercó y ella lo vio de pies a cabeza, luego su mirada se desvió a su entrepierna.

Llevo sus manos ante los harapos que usaba de pantalón, pero no logro su cometido por lo que lo despertó con un beso, este del susto se hizo para atrás de un solo golpeándose la cabeza.

Cuando los dos ya estaban más lúcidos se incorporaron y le dieron un abrazo a Erika, ella les dio una lata de cerveza a cada uno (Si, habíamos pasado por la tienda) y se sentaron en el suelo.

-No te esperábamos esta noche –dijo Antonio

-Lo sé, les dije que mañana me casaba, pero ya que no irán queríamos visitarlos un rato –dijo ella

-¿A qué hora se van a casar? –nos preguntó Héctor

-En la noche –le respondí

-Y bueno Erika que rica te ves con ese vestido –le dijo Héctor

-Gracias –dijo Erika

-¿E irás vestida así como putita?

Mi novia ante la pregunta solo se rio y le dijo que no, no era la ocasión para eso.

-Ah mira se hace la angelita –dijo Antonio

-Ya saben que no lo soy –dijo ella

-¿No eres qué? –le pregunta Héctor

-No soy una angelita, solo soy una puta –dice dándole un beso de piquito

Una conversación era la transición entre una acción y otra, casi como un ritual.

Después de eso ella se fue a saludar a los grupitos más cercanos de vagabundos que aún permanecían despiertos, ella era amable con ellos, aunque hasta ahí.

Héctor y Antonio se levantaron del suelo para sentarse en las sillas que les habíamos regalado, al regresar mi novia se sentó en las piernas de Antonio. Cuando ella se sentó el vestido se le subió todo por lo apretado y corto que era, dejando así a la vista su depilada vagina.

La mirada de Héctor y la mía se dirigieron inmediatamente ahí. Con nuestras miradas Antonio se dio cuenta. Entonces mientras continuábamos charlando Antonio toqueteaba el clítoris de Erika.

Con sus dedos jugaba con la vagina de mi novia, metía y sacaba sus dedos, frotaba el clítoris, Antonio volvía a meter sus dedos adentro de ella y los sacaba para metérselos en la boca de ella. A tal punto que mi novia ya estaba encendida nuevamente.

Ella bajó su parte superior del vestido dejando a la vista de todos sus pechos, Antonio aprovecho para apretar sus pezones y besarla en el cuello. Héctor quería ser participe, entonces movió su silla a la par de ella para jugar con su otro pecho.

Ella se levantó para alejarse un poco mas de la orilla, como solíamos hacer, ellos la siguieron.

Ellos tenían un fetiche, como perros siempre olían sus partes… Ellos olían su vagina o le lamian su ano mientras ella estaba de pie.

Luego ella se arrodillo y bajó los harapos de Héctor y Antonio.

-Espero te diviertas –le dijo Héctor

-¿Las vas a dejar relucientes verdad puta? –le preguntó Antonio

Mi futura esposa se llevó los huevos de Antonio a la boca, primero uno y luego otro, yo me mantenía cerca siempre. Podía ver como sus huevos entraban y salían de su boca, miraba sus pelos cubiertos de saliva.

Luego paso a los huevos de Héctor, claramente se esforzaba mas en los de él.

Finalmente se quitó el vestido, y procedió a introducir la verga de Héctor en su boca, sus mamadas eran estupendas, se notaba que le encantaba, aunque a veces con ligeras expresiones de asco en su rostro, imagino sabían mal por lo que no se bañan seguido.

Erika seguía con la mamada empujando hacia atrás a Héctor y con sus manos en un movimiento hacia abajo hizo entender a Héctor que se acostara en el suelo y así lo hizo mientras Erika trataba de seguir pegada a su verga con su boca.

De esa forma Héctor había quedado en el suelo mientras mi novia estaba en cuatro haciéndole una mamada, Antonio aprovechó la posición de ella para hacerle un oral, lamía su clítoris, metía su lengua desesperadamente, como que si de un perro bebiendo agua se tratase.

Entonces Antonio se detuvo, mi novia empezó a ofrecerle el culo abriéndose las nalgas.

-¿Qué quieres putita? –le pregunta Antonio

-Que me metas tu verga –dijo ella bien excitada

-¿Qué quieres? No te escuche –dijo él

-¡Que me metas tu verga! –dijo mi novia jadeando

Antonio acomodo su verga, mientras yo me movía detrás de ellos, no quería perderme eso, entonces Antonio sin ningún cuidado metió de un solo su verga dentro de su vagina.

Mi novia al sentir eso dio un fuerte pujido que los grupitos mas cercanos de vagabundos pusieron más atención.

No gritó porque tenía en la boca la verga de Héctor, entonces Antonio continuó metiendo y sacando su verga. Antonio agarraba las caderas de mi novia con sus manos para tratar de penetrar más profundo.

A la vez mi novia continua con el oral a Héctor.

Para mi era una escena majestuosa un perfecto regalo antes de la boda.

Dos vagabundo cogiéndose a mi novia, el contraste era grande… Ella blanca bien cuidada, con olor a crema, cabello negro bien cuidado, con sus uñas pintadas, su vagina sin ningún vello, mientras que esos 2 vagabundos totalmente hediondos a sudor, su piel quemada por el sol, con sus huevos oliendo una combinación entre sudor y orina, con los huevos peludos.

Mi novia era una niña a la par de esos vagabundos.

Después de unos momentos así… Mi novia quería cambiar, quería ya tener la verga de Héctor en su culo, entonces cambiaron de posición.

Héctor a diferencia de Antonio la metió suave, y empezó con un mete y saca igual, tal vez solo quería ahorrar energía, no lo sé… Pero después de un rato sus embestidas empezaron a ser mas fuertes.

Mientras la penetraba el sacaba hasta la mitad de su cabeza de su vagina y luego embestía lo mas fuerte que podía, entonces la empezó a coger de esa forma, le sacaba pujidos y gemidos a mi novia, sus embestidas pasaron a ser aún mas fuerte al punto que mi novia se perdía un poco el equilibro hacia adelante.

Luego empezó a cogerla normalmente y de una forma suave, que se podía notar los labios vaginales rozar adentro y hacia afuera con la verga de Héctor.

Antonio por su parte disfrutaba ver como mi novia le mamaba la verga y se comía sus huevos.

-Ohh que bueno es tener los huevos limpios –dijo Antonio

-Serás la mejor enfermera –dijo el

-Te apuesto a que quedará tan entrenada que todo lo va a querer limpiar con su boca –dijo Héctor

Ambos rieron mientras se la cogían.

Mi novia solo sonrió, entonces aumentó la intensidad de la mamada.

-Espera puta –dijo Antonio

-Esta vez no será como tú dices –dijo deteniéndola

-La vez anterior esa mamada nos dolió mucho –dijo algo enojado recordando eso

Entonces Antonio se levantó y agarro del pelo a mi novia arrastrándola por el suelo de tierra despegando así el culo de la verga de Héctor.

Antonio se estaba comportando bastante agresivo con ella, Antonio continuó arrastrando del pelo a mi novia, por un momento ella me vio, pero se sometió a Antonio, entonces dejó que la arrastrara hasta unos cuantos metros más adelante.

Entonces la hizo tirada del pelo contra el suelo de tierra, ponte en cuatro ahí puta.

Mi novia obedeció ante el sometimiento de Antonio.

-Ahora levanta el culo y pon tu cara en la tierra para que terminemos de cogerte –dijo Héctor

Héctor se acercó y puso la punta de la verga en la entrada de la vagina de mi novia.

-¡Quiero ir llena de semen por dentro! –dijo mi novia de la nada, sin que nadie se lo pidiera

Héctor metió su verga de golpe, ella dio un pujido ahogado.

El sonido del choque de la pelvis y el culo de mi novia sonaba haciendo casi un eco ante el silencio de la noche, los otros grupos de vagabundos sabían lo que estaba pasando. Bueno, en si mi novia ya tenía la fama entre los vagabundos de ser la puta de la calle.

Mi novia continuaba gozando, solo miraba como sus labios se lubricaban mas y mas debido a sus orgasmos.

Luego cambiaron a la posición de misionero y Héctor a como él podía metía y sacaba su verga, hasta que empezó a pujar, al escuchar eso mi novia enrolló sus piernas en la cadera de Héctor, y así Héctor terminó acabando adentro de mi novia.

Héctor quería seguir, pero rápidamente su verga quedó flácida.

Por lo que le cedió el puesto a Antonio.

Antonio puso en cuatro otra vez a mi novia, le separó las nalgas para ver bien como un hilo de semen salía desde su interior.

-Lo bueno es que no ocuparas lubricar –dijo Antonio.

Solo puso un poco de saliva en la punta de su verga y entró de un solo…

Mi novia suspiro ante tal envestida, aunque la de Antonio no se compara con la de Héctor y la mía. Ella ya estaba abierta por lo que la verga de Antonio entraba y salía de un solo. Mientras que Erika le hacia un oral a Héctor para tratar de que se recupere y vuelva a tener otra erección.

Yo solo contemplaba semejante maravilla que estaba presenciando. En mi vida creí que iba a ser cornudo, aún menos a manos de vagabundos y para rematar tener una futura esposa que lo disfrute.

Aunque al principio casi que la obligaron, ahora ella disfruta a sus anchas.

Entonces… Antonio continuaba penetrando a mi novia a este punto las embestidas sonaban como chapoteo por tanta lubricación, entre sus fluidos y el semen de Héctor, hacían una bonita melodía.

Cambiaron de posición, mi novia empezó a cabalgar la verga de Antonio, ella al estar en esa posición todo el semen de Héctor empezó a salir por la gravedad, era hermoso ver todo eso. Y así continuo mi novia hasta que ella tuvo un orgasmo más, a la vez que Antonio ya no pudo contener más y empezó a eyacular adentro.

Héctor no pudo tener una nueva erección, era comprensible no tenía la misma energía como nosotros, por la edad y por sus carentes faltas de vitaminas…

Al final mi novia había quedado totalmente desalineada, su cabello hecho un desastre, su culo lleno de tierra y oliendo a orines, no digamos su boca, su vagina había quedado abierta y todo el semen empezó a salir a medida ella se movía.

Yo por otro lado había quedado más que satisfecho, pues había logrado mi objetivo de ser cornudo otra vez una noche antes de la boda.

Mi novia descansó tal vez unos 30 minutos en el mismo lugar, luego se incorporó, y nos fuimos a sentarnos donde siempre.

Se miraba bastante agotada, se sentó en mis piernas con la cabeza apoyada en mí. Solo hablamos un rato más, mi novia seguía sentada sobre mi pierna con la cabeza apoyada en mi pecho.

Dimos un salto cuando una mano se posó sobre mí y otra sobre el hombro de mi novia.

E inmediatamente vimos hacia atrás… Era el vagabundo que se había colado en el último baile.

Hasta que al fin había aparecido, aunque con su presencia pensé significaba que se iba a alargar la visita. Entonces saludó a mi novia primero, por primera vez lo escuchamos hablar, luego saludó a Antonio, luego a Héctor y por último a mí.

Vio otra vez a mi novia de pies a cabeza, todo el cuerpo de ella estaba sudado y desalineada por la cogida anterior.

-¿Disfrutó? –me preguntó

-Por supuesto –le respondí

-Yo sé que sí, se escuchaban los pujidos de ella –dijo él

Mi novia aun estando sentada sobre mi pierna solo le sonrió mientras el sudor corría por su sien y volvió a apoyar su cabeza en mi pecho.

Entonces él se acercó y sobó suavemente el cabello de ella, llevando su mano a su rostro, pasando su pulgar en los labios de ella.

Volvió a subir su mano para seguir sobando el cabello de ella, en un movimiento rápido él se sacó la verga, la cual ya la tenía erecta.

-No hace falta que te levantes –le dijo él

Entonces él se acercó más hasta poner su verga en la boca de mi novia.

Fue cuando pude ver aún más cerca la verga de él, no era de extrañarse que la primera vez le sacase arcadas a ella, pues su olor era muy fuerte a orines, pero a la vez con sudor de todo un día.

Mi novia prosiguió a mamar la verga de una forma lenta, esta vez aguantando las arcadas… Podía ver en primera persona absolutamente todo, pues prácticamente yo también tenía la verga del vagabundo frente a mi cara.

No sé qué situación superaba a qué, si la cogida de hace un rato, o mi novia sentada en mis piernas mamando otra verga, eso sí, esta vez casi a orilla de calle. El sonido de sus mamadas era música para mis oídos, ver como engullía todo y escuchar el característico “gloop-gloop”

No sabía si sacarme la verga y sentarla o esperar llegar a casa.

Quien no espero fue el vagabundo que rápido quería terminar, así que mi novia abrió la boca para que depositara todo su semen.

Dos chorros de semen llenaron la boca de mi hermosa novia, acto seguido le mostró el semen y luego a mí. Después se lo tragó.

Luego de eso, mi novia terminó de limpiar con su lengua la verga de ese vagabundo.

Todos habíamos quedados satisfechos esa noche.

Después de un par minutos más nos despedimos de ellos 3, les hicimos saber que nos había gustado y que a la vez era una lástima no fueran a la boda, aunque ellos se lo tomaron bien.

Héctor y Antonio besaron a mi novia antes de irse, a la vez le dijeron que la esperaban para la luna de miel, comentario que me encendió la sangre de la excitación.

Y más aún cuando mi novia dijo: Bueno, no les prometo nada y en caso de que pueda será ya demasiado tarde…

Eso les dio una pequeña esperanza a ellos 3, bueno en realidad ha ellos 2 porque el tercer vagabundo así como llegó, se fue.

Agarré el vestido de mi novia y nos fuimos de ahí. Ya en marcha conversamos un poco.

A ella le había encantado la experiencia y quería repetir, cosa que estuve de acuerdo inmediatamente.

Al llegar al frente de nuestra casa, le pedí que se bajara tal cual… Aceptó y una vez mas bajó sin ropa a abrir la puerta de nuestra casa, luego entré yo. A la misma aprovechó a decirme que tomaría una ducha cosa a la que me negué…

-Amor pero ando muy sudada y ensuciaremos la cama si es a lo que te refieres –dijo ella.

-Entonces usaremos el sofá –le dije

Ella riendo me dijo que no tenía remedio. En ese momento pude haber dicho que estaba bien que se fuera a bañar, pero quería sentir su vagina abierta, tal vez sacar resto de semen, de hecho, ese era el plan original.

Tal cual pusimos una sábana larga en el sofá, donde inicio todo. Ella se acostó a lo largo del sofá-cama, me quité la ropa y empecé a besarla, le sobaba el cuerpo con delicadeza, la miraba con mucha lujuria y amor, más aun recordando la boda que estaba a menos de 24 horas de suceder.

Coloqué la cabeza en la entrada de su vagina, quería impregnarla de sus fluidos y entrar… Quería venirme con solo el roce pero resistí. Hice un movimiento de brocha para lubricar mi cabeza y la penetré, mi verga se deslizó hasta el fondo de golpe.

Casi siempre la había sentido apretada por dentro, pero esta vez mi verga entro de un solo, deslizándose entre sus propios fluidos y posiblemente restos de semen de los otros dos vagabundos, mas la dilatación que habían dejado, la temperatura por dentro era bastante alta, fue maravilloso… mi verga creo creció aún más dentro de ella.

Entonces comencé con el mete y saca era increíble como se deslizaba hasta el fondo, por lo que reduje la velocidad, pero aumenté las embestidas, sacaba casi toda mi verga y me dejaba ir de golpe al sentir que no había resistencia y el roce era mínimo. Ella gemía, gemidos que ahogaba con un beso, como había dicho anteriormente su boca estaba un tanto amarga supongo por la boca de los otros dos.

Cambiamos de posición para hacer “la hamaca”, podía ver su tierna cara, aunque ya con un rostro de mucho cansancio, pero ella daba lo mejor de sí para complacerme hasta que empecé a sentir más húmedo, bajé mi mirada y pude comprobar que ella había tenido un orgasmo, no la quería hacer rendir más por lo que la cambié de posición a la de perrito, y aumenté la penetración hasta finalmente acabar todo adentro de ella…

Nos quedamos dormidos en el sofá-cama, ella no daba para más, por lo que nos quedamos ahí dormidos, ella con tres corridas en su interior, solamente encendí el ventilador de techo. A la mañana siguiente sentíamos el cuerpo como que si nos hubiese atropellado… Pero eso será en el siguiente relato.

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1 COMENTARIO

  1. Cada dia entro a la pagina, buscando que hayas publicado un relato nuevo, super exitantes tus relatos y bien detallados, soy fan de tus relatos amigo, gracias y espero sigas publicando, feliz año

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