Estoy de regreso para compartir mis vivencias y todas mis locuras que he realizado en esta pandemia, les cuento por si ya se les olvidó parte de mí: soy Alexa, mexicana ya de 26 añitos y actualmente estudio mi master en contabilidad aquí en Playa del Carmen. Soy morenita clara, cabello largo negro, tengo unos senos no muy grandes, pero si duritos apetecibles en su lugar, acinturada, vientre planito rico sexy y lo que más me gusta y me chulean son las nalgas y las piernas, estoy culoncita, más ahora que subí un par de kilitos. Soy atractiva, me aseguro hacerme notar a donde llego, además que mi 1.75 de altura más unos lindos tacones pues ayuda mucho, apenas regresaré a hacer ejercicio ya saben con toda esta locura no se puede hacer gran cosa, me encanta coquetear.
Ya tenía unos 15 días de haber regresado a la CDMX en esta pandemia me fui a encerrar con mi ex-profe como un mes, después de secarlo de tanta cogedera y como ya estaba aburrida, decidí irme a casa de mis papas, ya tenía como una semana con ellos y en una salidita con ellos a comprar cosas que hacían falta en la casa de auto a auto vi a Jorge y nos quedamos así quietos mirándonos solo alcance a decir hola.
Recordé todas las pláticas que teníamos en la prepa y de lo que ya hacíamos el con su novia que era más grande y yo con mi noviecito de la prepa, luego nos tomaban fotos así en grupo y siempre me ponía enfrente de él, yo con mi falda pegadita con blusa y chalequito muy mona calcetas largas, luego nos decían júntense mas y yo le apretaba mi culito y dejaba que él me rozara muchas veces llegue a sentir su erección detrás de mí, en los descansos muchas veces nos sentábamos de frente según yo ponía mi suéter entre mis piernas para que no me viera pero claro al sentarme o levantarme el podía ver siempre los calzones del día, nunca llegamos a más y nos separamos hasta ese día a mediados de mayo que lo volví a ver.
No pudimos salir a sentirnos más cómodos ya que todo estaba cerrado, mis papas tuvieron que salir y aproveche para avisarles que Jorge me visitaría, no les causo mucha gracia pero dijeron ok ahí hay comida nos vemos por la noche.
Como pude encontré su celular afortunadamente era el mismo y le mande mensajito:
-Jorge???? Soy yo Alexa…
-… hola linda, te vi ayer y te extrañe horrores, como andas de tiempo para visitarte y/o salir algo… espero no haya un jugador de rugby de 2 m dispuesto a partirme la cabeza
-…no hay una toxica que me quiera arrancar la ropa si me ven contigo???
-… mejor te la arranco yo jejeje
Primer strike Me quede helada con su respuesta pero logro un cometido de romper esa barrera de un jalón, dije ok ok ok veamos que tiene en mente:
-…Acá no tengo auto pero me puedes visitar sin ningún problema, mis papas se medio acordaron de ti entonces no hay problema solo dime en cuanto tiempo llegas.
-…déjame bañar, mándame ubicación y creo estar en 1 hora
-…ok Jorge acá te veo, besitos.
Corrí al bañarme, solo termine de depilarme mi pubis quedo lisito y suavecito, una nunca sabe que pasara, así mojada salí me puse cremita, me puse la verdad la primer tanga que encontré ya que no tendría mucho tiempo además estaba en casa de mis papas, no ocupe bra sino un top nada más, me puse una blusita de tirantes, un short de mezclilla y mis tennis, me hice una coleta solo rímel mi boquita roja y ya está lista y no tan producida pero me veía bastante linda.
Llego Jorge un poco muy diferente de lo que me acordaba de él, mucho más alto que yo, se ve que le había pegado al gym, cabello medio largo pero peinado rico sexy, barba cerrada aunque se veía que se acababa de rasurar y olio deliciosisisimisimo. Nos saludamos con un largo y muy apretado abrazo de esos que yo se dar, sentí como mis senos me traicionaban poniéndose mis pezones duros junto a su pecho durísimo, sus brazos bajaron hasta rodear mi cintura levantándome al aire, me dio otro beso en mi cachetito, toco mi nariz con su dedo diciéndome:
– Ale mírate. Estás hermosa, preciosa y buenísisimisima ehhhh
– Basta! solo cambie un poquito. No sabes cuánto te extrañe desde que te perdí la pista- dije apenada
– Y yo a ti, amiga. Como no tienes idea. Traje unas cervezas y vino rosa a ver cuál deseas.
– Dudo que en algún momento no sepas qué es lo que me gusta
– Amor, aún hay mil cosas que no sé cómo te gustan- Dijo guiñándome un ojo de una forma encantadoramente seductora
Maldición segundo strike jejeje.
Hacía mucho calor así que nos quedamos en el patio, afuera de mi casa había un árbol que nos hacía bastante sombra y empezamos a platicar de lo que hacíamos etc. A los 20 Jorge comenzó a trabajar en Los Cabos, se fue a Europa por más de 3 años y al volver a la CDMX igual pasaba demasiado tiempo fuera.
Sentí esa especie de nervios que no había sentido con él nunca. No me sentía muy arreglada pero él me veía mucho quizás porque siempre andábamos de uniforme nunca me vio ni en bikini ni nada y ahora estaba así pero me hacía sentir linda. Tenía casi ocho años sin verlo y realmente en ese momento sentía una ansiedad difícil de describir.
Platicamos por horas, sobre sus viajes, sus aventuras, sus relaciones, las mías, mis locuras, mi trabajo, mi familia, la suya. No sé cuánto bebimos, pero de pronto estábamos sentados muy cerca el uno del otro, como debía de ser.
– Me causa muchísima curiosidad imaginarte en el sexo, Ale. Eres una mujer muy sensual y jamás creí verte como te estoy viendo hoy.
– y tú eres un mujeriego, Jorgito. No creo saber hacer nada que no te hayan hecho ya, ni creo tener nada extraordinario.
– Eso dices tú, bonita. Yo realmente quisiera formar mi propia opción sobre eso- Dijo mientras me daba un ligero beso en el hombro.
Mi cuerpo se estremeció de inmediato. Sentí esa pequeña descarga eléctrica que recorrió el hombro, mi espina dorsal pasando por mis pezones, mi vientre y terminando en mi entrepierna. Algo me dijo que las cosas estaban saliéndose un poquito control, además estaba en casa de mis papas y no sabía a qué hora llegarían, así que con la pena más grande del mundo y de querer seguir con eso lo tuve que cortar de una sola vez:
-…creo ya tienes que irte, me encanta lo que hiciste pero aquí en casa no tengo la libertad de hacer lo que quiera contigo.
-…pero hice algo malo? Ale te ofendí?
-… no, pero no es el lugar correcto ni el momento.
-… me aplicaras el no eres tu soy yo?
-… no seas tontito de estar en mi casa de Playa o en tu casa de aquí otra cosa seria…
Y así terminamos una velada rica y deliciosa pero yo quería mas!!! Mis papas llegaron pasada la media noche pfff de haber sabido otra historia seria pero resulto bueno para los 2 por así decirlo. Al estar en mi cuarto y recordar lo que me hizo pfff al sentarme pude sentir claramente que me había mojado y a pesar de que intenté despabilarme no podía olvidar su boca sobre mi hombro, su manera de acercarse, el roce de su rodilla con la mía y su olor, ese olor que me estaba taladrando la memoria y quería la entrepierna.
El fin de semana tenía en mi celular un mensaje suyo:
-…“Ale, algo paso? Perdón si te hice sentir incómoda. De verdad no puedo dejar de pensar en ti. Si quieres que hablemos sobre esto te espero en mi casa.”
Me excite sólo con ver ese mensaje. Por mi mente pasaban mil historias de la prepa de cómo lo dejaba sentirme o ver mis chones, todo lo que sé sobre él y sus aventuras, y de TODO lo que él sabe de mí, toda nuestra amistad que podría irse al carajo por una calentura. Respondí su mensaje:
-…“Eres una enorme tentación, pero no quiero mandar a la mierda nuestra amistad. Te adoro. Por favor descansa”
-… “Nada tendría porqué irse a la mierda ¿Recuerdas cuando me decías que era mejor arrepentirse de hacerlo que de no haberlo intentado? Piénsalo, bonita. Buenas noches.”
Lo sabía! Tercer strike!!! Jorge sabía perfectamente cómo retarme, cómo hacerme pensar, cómo hacerme caer. Usó mis palabras en mi contra y en ese momento, lo decidí. Era domingo así que le pedí el coche a mi papá le dije que iría a ver a unas amigas, después del sermón me fui a arreglar. Repase mi pubis nada más para que estuviera suavecito y sin ningún rastro de vello alguno, cremita en todo mi cuerpo perfumito del rico y suave, una coleta en el cabello rímel mi labial rojo, me puse un tanktoprojo sin bra, una falda de mezclilla pegadita y debajo una tanga blanca casi transparente muy chiquita muy pequeña me puse mis tennis, agarre mi bolso y vámonos. Me subí a mi carro y maneje hasta su departamento. Le marqué y me abrió el portón de su casa, me dijo que subiera que estaba en la conia a lo cual dije que si. Sentí los peores nervios de mi vida, esos que se confunden con frío, me temblaba absolutamente todo el cuerpo, pero subí a la cocina y ahí estaba él…
En la barra de la cocina sirviéndose agua en un vaso, sin camisa, con los jeans desabotonados. Volteó incrédulo hacia la puerta y sólo pudo decir:
– Ale, llegaste ¿Quieres que platiquemos un poco sobre lo que…- Lo besé profunda y apasionadamente sin dejarlo terminar su frase, estuvimos así tal vez un par de minutos.
– No quiero hablar, cabrón, quiero que me enseñes lo que has aprendido y quiero mostrarte lo que ya sé hacer.
Mientras nos besábamos me saco por arriba el top dejando mis tetas al aire, esbozó esa hermosa sonrisa de lado a lado que terminó por derretirme, me admiró unos instantes, me tomó por la cintura y empezó a besar y lamer mi cuello, mis tetas, me mordisqueaba mis hombros… El calor de sus manos desapareció el frío que sentí antes, me pegaba a su cuerpo. Su erección era imposible de ignorar además de que su cabecita ya se asomaba por arriba de su bóxer, mi falda ya la había desabotonado y dejado caer al suelo, ahí estaba yo en esa microtanga minúscula frente a él, sentía su verga contra mí, la tallaba sobre mi pubis.
Me quitó mi tanga con cuidado dándose cuenta de mi total depilación, se detuvo a observar mi panocha que ya estaba mojada, subió y se detuvo en mis tetas, me dijo que eran perfectas y comenzó a besarlos con toda la lujuria que un ser humano podría guardar sobre su mejor o quizás única amiga como yo, primero uno y luego el otro. Su saliva caliente humedecía no sólo mis pezones, sino mi vagina y mi cuerpo entero. Mi respiración estaba cada vez más agitada y ya no podía ahogar los gemidos que sus caricias me estaban provocando.
Me levantó por la cintura y me subió a la barra, separó mis piernas y hundió su boca en mi entrepierna, besando la parte interna de mis muslos, pasando su lengua caliente y desesperada por mis ingles y finalmente lamiendo lenta y pausadamente mi vagina. Sus manos se paseaban por mi cuerpo, mientras su nariz acariciaba mi pubis depilado y su boca hacía maravillas succionando mi clítoris y lamiéndolo como lo más delicioso que ha probado –Ale, estas riquisisimisima. No sabes cuántas veces te soñé, imaginé tu cuerpo, tu olor, tu sabor… Eres mucho mejor de lo que esperaba.
Sus palabras me llenaron de excitación, su contacto, su respiración entre cortada, las palabras que apenas podía pronunciar y saber que me había soñado antes me volvieron loca, mi espalda se arqueó y sentí el primer orgasmo de esa noche, en su boca, en su lengua caliente que devoraba la humedad de mi panocha. Me bajé de la barra de la forma que pude, me temblaban las piernas, pero lo besé con fuerza, el sabor de mi vagina permanecía aún en sus labios. Lo llevé a un sillón y lo senté, me hinqué frente a él y termine de bajar su pantalón y su bóxer de un jalón, su erección surgió enorme, firme y caliente, podría jurar que yo había soñado con una verga así, y la tenía enfrente. No podía aguantarme las ganas de sentirlo en mi boca.
Me incliné un poco y pasé mi lengua desde sus testículos hasta la punta de su pene, hice círculos alrededor de la cabeza. Seguí pasando mi lengua desde la base hasta la punta, mojándolo todo para meterlo en mi boca. Lo vi dejar caer su cabeza sobre el respaldo del sillón y escuché sus gemidos que me pusieron como loca. Así que se la empecé a mamar cada vez más profundo, chupaba, lamía, lo sentía tocar mi garganta. Sus manos acariciaban mi cabello, mi rostro y mi barbilla, sentí como quería poner un poco de resistencia pero era demasiado tarde, yo quería ese relleno en mi boca así que empecé a chupar más rápido y lo miraba y cuando hicimos conexión termino en mi boca, sentí esos espasmos en mi boca y recibí cada chorro de ese rico y delicioso semen el cual trague sin tirar mí una sola gota.
Se sorprendió jajaja nos levantamos agarramos nuestras ropas y me llevo a su recamara donde tenía muchas ventanas así que opte por abrir todas sus cortinas sin importar quien nos viera si fuera posible.
Sonreí ligeramente y empezamos a besarnos nuevamente, quería recrearme con mi panochita hinchada de una buena cogida y bien rellenita de su leche, yo me moje en cuestión de segundos y fue cuestión de darle unos besitos en la cabecita de su monstruo para despertarlo al 100%, me puse sobre él, Acomodé su pito en el centro de mi vagina y dejé caer el peso de mi cuerpo en él… Lo sentí llenar ese espacio entre mis piernas y se me escapó un suspiro tan rico tan tierno tan lleno de lujuria. Empecé a balancearme sobre de él, empecé el sube y baja y mis caderas se daban a placer sobre su cuerpo, era yo quien se lo estaba cogiendo, era yo quien dominaba a mi mejor amigo y quizás nuevo amante.
Sus ojos me recorrían entera, me admiraba y veía él va y ven de mis tetas sobre él, me besaba me las mordía, era obvio que no podía creer que esta súper mujer que estuviera ahí sobre él, cogiéndomelo como jamás imaginó. Lo besé, le mordí los labios, invadí su boca con mi lengua y le consumía la energía en cada sentón. Con movimientos lentos y suaves, de pronto rápidos y violentos, lo apreté contra mi cuerpo y tuve un segundo orgasmo. Hacía calor, estaba yo bañada en sudor del trabajito que le estaba haciendo, le arañé la espalda mientras sentía su pecho estremecerse, se acercó a mi oído y me dijo que terminaría dentro de mí, fuck maldita maldición, y los condones???
Creo ya era demasiado tarde así que asentí con la cabeza y seguí moviéndome sin detenerme y más rápido hasta sentir cómo se ponía como roca, aguanto lo más que pudo hasta que empezó a convulsionar su animal dentro de mí, sentí cada uno de los chorros de semen dentro de mí, ese líquido caliente y delicioso que se derramaba dentro de mí. Me quedé sentada sobre él un par de minutos mientras nuestra respiración se regulaba. Perdió su erección y escurrió toda su leche en él, mi panochita estaba hinchada pero saciada, me dio un tierno beso en la boca y apenas pudo pronunciar palabra, empezamos a reír.
– Mi Ale, no tienes idea de las ganas que tenía de sentirte así. Todas las veces que me toqué pensando en ti, desde la prepa con los arrimones que te dejabas dar.
Fue una rica y deliciosa sesión en el momento adecuado con alguien a quien había deseado por mucho y que quizás había dejado como fantasía, hubo dudas que comenzaron a inundar mi mente de nuevo. Me separé de Jorge dándole un beso de piquito en los labios. Nos metimos a su regadera donde me baño con delicadeza cada parte de mi cuerpo, le permití me vistiera, me llevo a su cocina y me fui con la misma imagen donde empezó, con él en la cocina tomando agua, me abrió su portón y me fui de su casa. Con una sonrisa que no se me quito en mucho tiempo y que si me acuerdo vuelvo a sonreír, me vuelvo a mojar, deseo me vuelva a satisfacer y si, nunca dejaremos de ser amiguitos.