back to top
InicioConfesionesInvitación a la noche de juegos

Invitación a la noche de juegos
I

el

|

visitas

y

comentarios

Apoya a los autores/as con likes y comentarios. No cuestan nada.

Buenas mis lectores, les traigo otra de mis anécdotas cachondas, espero que les agrade, les mando un beso a todos.

Lo que les contaré ocurrió hace unos 6 o 7 meses aproximadamente, yo estaba en el supermercado de siempre en una de mis compras rutinarias, para ir en ese día al supermercado me vestí con una falda y sudadera, mientras buscaba mis cosas de siempre, escuche que me llamaron y me tocaron el culo muy levemente por debajo de mi falda, sentí dos apretones suaves en mi nalga izquierda, en ese momento yo sonreí y supe que era don Genaro.

Después de la cita en su casa nos habíamos visto algunas veces más en el boulevard, obvio en cada uno de esos encuentros deje que me manoseara como él quisiera sin importar si era dentro del supermercado o en los rincones del boulevard aunque siempre guardando la discreción lo más que se podía, supe que era el cuándo sentí el toque en mi culo porque yo le dije que cuando me quisiera saludar lo hiciera así, posando su mano en mi culo directamente si es que yo estaba con falda y dándome dos apretones suaves y si estaba con pantalón que lo hiciera por encima.

Debo confesar que ahora disfruto mucho más los viajes al supermercado porque sé que si él está ahí, me dará una dosis de manoseos y erotismo que por supuesto me encanta recibir en público, me pasa algo parecido con los señores de la banca del parque, han estado tanto tiempo siendo constantes en verme y tocarme que cuando no están me preocupo y los extraño jejeje.

La relación de cómplices que tengo con don Genaro aumento mucho después de la cita, él se volvió mucho más atrevido y lascivo conmigo, actuaba como todo un macho conmigo y yo ya no soy la chica buena y bien portada que empezó saliendo desnuda, ya estoy totalmente convertida en una pervertida deseosa de miradas y manos que se posen en mi cuerpo por lo que los contactos de don Genaro me vuelven loca, me gire rápidamente para saludar a don Genaro.

-"¿Don Genaro, cómo está?".

Él me contestó.

-"Muy bien señorita gracias, me alegra haberla encontrado el día de hoy".

Yo le contesté.

-"¿Para mí también es una alegría verlo, estoy haciendo algunas compras, me quiere acompañar?".

Él animosamente dijo que si y se dispuso a acompañarme, los juegos en el supermercado ya son una rutina para nosotros cada vez que nos encontramos, ese día llevaba bragas puestas y también mi vibrador, porque me gusta que don Genaro use el vibrador para darme toques en la conchita mientras estamos en el supermercado, así que le entregue mi celular y continuamos con las compras.

Don Genaro ya está convertido en un pervertido conmigo, le encanta darme toques cuando yo me agacho o me inclino para tomar algo, o cuando pido algo a algún empleado y también cuando estoy en la caja pagando, le encanta verme resistir los gemidos en público y muchas veces no poder aguantarme los jadeos de placer, junto con el vibrador no olvidamos el contacto, de vez en cuando él me agarra el culo para ayudarme a alcanzar algo, o yo me levanto la falda o me bajo el pantalón para que me vea el culo, dependiendo de lo que esté usando en nuestros encuentros.

Luego de todas las compras yo había notado que ese día don Genaro si bien estaba animoso, no lo sentí tan lascivo y pendiente como siempre, eso me llamo bastante la atención, porque normalmente no puede dejar de babear por mí, luego de que yo termine de pagar salimos juntos del supermercado, don Genaro apago el celular y me entrego mi celular, yo lo recibí y le dije.

-"Don Genaro, muchas gracias por ayudarme, noté que usted estuvo algo distante hoy, ¿está bien?".

Él me miró sorprendido y me sonrió.

-"Usted ya me conoce bien señorita, la verdad es que hoy, aparte de jugar, quería conversar una cosita con usted, pero la verdad no sé cómo decírselo, yo creo mejor lo dejamos para otra oportunidad".

Yo me quedé pensativa y también soy una persona a la que no le gusta que la dejen con el chisme a medio contar, me indigna muchísimo así que le dije en un tono de risa.

-"Don Genaro, por favor, no me deje con la duda porque me volveré loca".

Nos sentamos donde usualmente conversamos, él me dijo que estaba nervioso, entonces yo me acomodé bien, tomé su mano y la llevé a mi culo por debajo de mi falda, me acerqué a él lo más que pude para disimular cualquier cosa y le dije con un tono picaron y con un poco de risa.

-"Si quiere puede apretarme el culo para que se le pase el nerviosismo y pueda contarme, como las pelotas antiestrés jeje".

Él me comenzó a apretar suavemente las nalgas y a recorrer mi culo con su mano, entonces me dijo.

-"La verdad señorita, es que yo quería invitarla a una noche de juegos en mi casa, algunos amigos y yo nos reunimos de vez en cuando en mi casa para asados o jugar cartas, generalmente para compartir".

Yo me sorprendí al escucharlo, obviamente era una propuesta bastante rara, pero no quería rechazarlo de golpe, así que le pregunté.

-"¿Cuántas personas van normalmente don Genaro, y son solo hombres?".

Él metió su mano por debajo de mis bragas, para tocarme más libremente las nalgas y pasear sus dedos por mi hoyito, sus movimientos me pusieron muy caliente, entonces me contestó.

-"Si siempre hombres, como alrededor de 10 a veces faltan uno o dos, pero generalmente estamos todos".

Yo me quede pensativa un momento mientras disfrutaba de su mano en todo mi culito, incluso me acomode un poco para que mi culo se abriera un poco más, pensé en que hace tiempo que no salía a una reunión desde que comencé con mis paseos, las salidas hasta tarde las disminuí bastante porque prefería salir desnuda a caminar por el terreno o simplemente descansar, aun así era una propuesta rara y la verdad me daba algo de miedo estar sola con tantos hombres, don Genaro era un amor conmigo, pero no podía saber como eran los otros, mientras pensaba en eso, don Genaro me dijo.

-"La verdad señorita, es que yo quisiera que usted viniera como asistente".

Yo le pregunté sorprendida.

-"¿A qué se refiere don Genaro?".

-"Lo que pasa señorita es que después de nuestra cita, investigué un poco eso del exhibicionismo y leí que les gusta mostrarse, algo similar a lo que usted me dijo el día de nuestra cita y por eso pensaba que podía ser mi asistenta esa noche ir con ropa ajustada para que mis amigos la vieran tan bella y sexy como la veo yo".

Cuando me dijo eso, él agarró mi culo con fuerza y metió sus dedos entre mis dos nalgas, yo sentí muy rico, entonces le dije.

-"La verdad es que usted no deja de sorprenderme don Genaro, incluso investigo mi afición, la verdad es que es una propuesta rara y me da algo de miedo estar con tantos hombres que no conozco y más aún ir con ropa provocativa para ellos, a mí me gusta mostrarme, pero normalmente lo hago una persona a la vez, así en caso de cualquier cosa yo puedo defenderme, pero 10 hombres es demasiado".

Él me contestó rápido, sin dejar de pasarme los dedos por mí encima de mi hoyito y llegando cerca de mi conchita.

-"La entiendo señorita, pero quiero que sepa que todos mis amigos son más o menos de mi edad, estamos todos ya viejos jeje, bueno también están mis amigos los que usted ya conoce del parque, así que al menos los 3 la defenderíamos de cualquiera que quisiera propasarse o hacerle algo, le pido que lo piense, quizá le guste mucho así como nuestros juegos aquí en el boulverd jeje".

Yo me reí y le dije.

-"¿Qué picaron y atrevido se volvió usted don Genaro, bueno lo pensaré, pero no le prometo nada, dígame qué día es?".

Él sacó su mano de entre mis nalgas y volvió a rozarme el culo lentamente, me contestó.

-"Este viernes señorita, alrededor de las 7 de la tarde hasta más o menos las 11 de la noche, le diré algo, aunque mi intención era que usted pueda disfrutar de su afición, nosotros igual jugamos cartas, comemos carne y jugamos cartas, quizá pueda ir solo para compartir sin intenciones de nada más".

Yo me quedé pensativa, pero la mano de don Genaro no me dejaba concentrarme en la idea, el estar conversando así me estaba encantando mucho, le dije.

-"Bueno lo pensaré bien solo porque usted me lo pide don Genaro a cualquier otro le habría dicho que no, pero ya que es usted puedo pensarlo mejor, además nuestra charla me está gustando mucho así que no puedo decidir en este momento, tendré 4 días más para pensarlo así que ya veré que hago, pero prométame que si no voy no se pondrá triste ni se enojará conmigo".

Él me dijo con risa.

-"Claro que no señorita como se le ocurre, yo ya entendí todo lo que a usted le gusta y lo que no, así que por favor siéntase libre de elegir cualquier opción porque yo no me enojaré".

Mientras me decía eso, don Genaro empezó a apretarme el culo con más fuerza, yo le dije en un tono pícaro.

-"Vaya le digo que lo pensaré y usted me comienza a manosear con más ganas don Genaro, es usted un pervertido, ¿acaso no sabe que eso no está bien?".

Yo levanté mi culo y me incliné levemente hacia adelante para que tuviera acceso a todo mi culo, don Genaro ya era más atrevido, paso sus dedos directo a mi conchita y empezó a masajearme por fuera, mi conchita con el vibrador y sus caricias mientras conversábamos se puso muy húmeda así que sus dedos resbalaban dentro, luego de unos minutos disfrutando de su mano, notamos que ya había mucha más gente pasando cerca de nosotros así que decidimos terminar el juego de ese día, me puse de pie y me prepare para ir de vuelta a casa, me despedí de don Genaro con un besito en la mejilla y la promesa de pensar en su invitación.

Compartir relato
Autor
Solben
Solben
Les dejo mi correo electrónico para que puedan mandarme sus mensajes. [email protected]

Comparte y síguenos en redes

Populares

Novedades

Comentarios

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Los comentarios que contengan palabras que puedan ofender a otros, serán eliminados automáticamente.
También serán eliminados los comentarios con datos personales: enlaces a páginas o sitios web, correos electrónicos, números de teléfono, WhatsApp, direcciones, etc. Este tipo de datos puede ser utilizado para perjudicar a terceros.