En esa etapa en que no tienes un trabajo seguro y terminas trabajando en lo que encuentras, encontré trabajo como promotora de un producto en una conocida marca de supermercado que en esos años se estaba expandiendo rápidamente, uno de estos locales del mega supermercado líder comenzó su funcionamiento y me contrataron era un trabajo de media jornada y para mi estaba bastante bien mientras encontraba algo mejor, debía vestir faldita apretada ni corta ni larga, pero yo la use un poco más corta con tal de llamar la atención de mi producto de lácteos además le hice unos pequeños cortes en el costado de cada muslo y me dio resultado ya que me iba bastante bien.
En esa época estamos hablando de un par de décadas atrás era bastante mas voluptuosa tengo buena delantera y de cuerpo caderona además mis piernas llamaban mucho la atención, tengo pelo ondulado largo y fea no soy, tampoco imaginen una supermodelo, digamos que normal, pero voluptuosa, por lo que quedé aceptada y fui contratada en el puesto por mi supervisor un tipo varonil, seguro y educado.
Hasta ahí todo normal iba a mi trabajo y volvía, con este supervisor comenzamos a tener mas onda haciéndonos mas amigos, él era casado yo lo sabía, pero el ambiente laboral nos hizo hacernos más cercanos cada día, además cada vez que terminaba mi turno y luego de almorzar me retiraba a casa, pero antes debía pasar por su oficina para firmar mi día de salida en un libro que el disponía en su escritorio. Yo notaba como me miraba a pesar de ser mi jefatura directa sus ojos eran evidentes, siempre conversábamos si me sentía cómoda, que las ventas del producto estaban subiendo, a veces me decía alguna indirecta, pero yo me hacia la ingenua coqueta ya saben.
Un día me pidió colaboración para ordenar unas cosas un día sábado la paga seria bien buena como hora extra y fui junto a otras compañeras acá pude conocer las bodegas de atrás que son inmensas y por lo general no accedíamos a esos lugares con tantos recovecos, trabajamos el sábado en la parte de atrás donde se hacen las descargas mis demás compañeras al terminar lo suyo se fueron rápidamente yo me quede con mi supervisor anotando lo último del balance, me gusta ser responsable así que lo ayude en lo que más pude, cuando ya estábamos listos me dijo que pidió una pizza y estaba por llegar así que aunque ya era de noche acepte quedarme un rato más.
La sensación de que ya no quedaba casi nadie en este sector y lo inmenso del lugar de bodegas y estar sola con este hombre hizo que sintiera un grado de excitación demás esta decir que el todo el tiempo me cortejaba y me decía lindas palabras de alago siempre con respeto, pero también con deseo, así que cuando íbamos camino a su oficina en uno de estas bodegas cerradas en que solo entras con clave bajando una escalera sintiéndonos solos me arrincono contra la pared y nos besamos profusa y excitantemente incluido manoseos y todo de él hacia mi por largo rato hasta casi pasar a algo más y en eso estábamos en lo mejor cuando lo llaman por radio que viene la pizza.
Ese día esto quedo hasta ahí solo eso comimos la pizza y me fui a casa rápido, tomaba un colectivo afuera del súper que me dejaba en la misma casa así que llegue tarde pero bien, este encuentro fue el inicio de muchos y el hecho de que paso en ese sector del súper me provocaba mucha excitación, llego el lunes terminado mi turno y cuando en la parte de bodegas existe un relajo porque todos van a almorzar y en ese tiempo eran mucho menos los trabajadores a lo que es hoy, nos fuimos al sector bodega el me dio la clave para acceder y que lo esperara ahí, llego a los 5 minutos me tomo la mano abrió otro sector donde se almacenan colchones para la venta los cuales vienen empacados y rompió la caja de cartón que los cubre y lo tiro al suelo me acosté boca arriba todo esto paso en segundos y él ya estaba sobre mi como un loco besándome el cuello, cara, labios, pechos, abrí mis piernas para recibirlo subió mi falda bajo mi colales y a cobrar!! Debo confesar que fue delicioso un clímax exquisito una sensación única de ser penetrada en ese lugar sin que nadie lo supiera. Como nota un 10 de hombre.
Esto se transformó en habituar siempre al terminar mi turno me iba después que mi otras compañeras promotoras que arrancaban rápido, teníamos la misma rutina, había una especie de placita donde podíamos tomar sol yo hacía que iba a ese lugar para luego él me avisaba que ya estaba en la bodega de colchones y lo volvíamos a hacer siempre.
Le gustaba estar sobre mi decía que le gustaba mi falda mini y tacones, a mi no me incomodaba su peso pese a ser un hombre grande y maceteado, pocas veces lo hacíamos en su oficina ya que era un hombre bastante solicitado por sus funciones y era constantemente interrumpido, por lo que la bodega que tenía esta especie de bodegas pequeñas para productos específicos y de colchones siguió siendo nuestro nido de amor y pasión.
Como en todo trabajo comenzaron los rumores al vernos juntos o con un trato especial de él hacia mi, también que la pasión va dejando huellas y esto se nota en los demás como cuando un par de trabajadores comenzaron a ocupar este sector para comer o conversar luego de su horario y mi supervisor los empezó a echar (era bien mal genio y le temían) con el fin de poder llevarme para coger yo diría casi todos los días o día por medio. Cuando esto último ocurría es decir yo iba cada dos días sus ganas eran aún más fuertes y no había día en que me dejara ir sin que lo hiciéramos, yo feliz con su desempeño ya que soy bastante activa así que súper bien.
Como todo tiene su fin este llego el día en que encontré un trabajo mejor como secretaria en una empresa donde me pagarían mucho más y presente mi carta de renuncia en la mañana, pero él estaba en reunión y se la deje en su escritorio, si bien yo lo pasaba muy rico con este machote y estaba un poco enganchada tambíen sabía que era casado y que esto era una aventura y no me proyectaba mas allá, era una aventura nada más que surgió de casualidad.
Al día siguiente de presentar mi renuncia me hizo ir para buscar mis cosas y conversar conmigo cuando llegue afuera de su oficina lo note muy molesto su cara era de furia le explique todo y no dijo nada solo me tomo del brazo y me dijo vamos con mucha decisión me llevo a su oficina del segundo piso, esta vez pude ver un par de trabajadores que vieron la escena quizás ya sabían como era este hombre y de lejos pude ver el gesto que hicieron con sus manos (el típico gesto de van a cul…) .
Yo me sentía que me llevaba un poco a la fuerza notaba su rabia a él no le importo nada me tiro sobre la alfombra levanto mi minifalda con brusquedad bajo mi calzón y se subió sobre mi penetrándome por la cola yo de sorpresa y dolor lance un auuuochhh y este hombre que no decía nada y solo bombeaba con fuerza y su respiración agitada me decía “así que te vas maraca cul… Así que te quieres ir de este trabajo? Donde te van a cul… Ahora?”.
Yo estaba aterrada por su actitud si bien siempre fue brusco para hacerlo siempre se preocupó de mi para darme placer, ahora estaba como un loco como un verdadero animal solo buscando una satisfacción rápida como una venganza mientras lo hacía cada vez más brusco y fuerza sobre mi imaginaran que por su peso y altura yo nada podía hacer menos en esa posición además de la sorpresa de su actitud de macho furioso hasta que acabo dentro de mi sin antes dar un montón de espasmos mientras salían sus últimos insultos hacia mi con el gemir de sus últimas fuerzas, él se levantó sacudió su coso en mis cachetes aun respirando como animal, se vistió su pantalón sentí como se subía el cierre y cinturón mientras yo continué ahí boca abajo sorprendida por esto que acaba de ocurrir.
Me dijo “tienes 5 minutos para salir”. Él me dejo sola, fue la última vez que lo vi, cerró la puerta y no supe más de él, ya eran las 3:30 me ordene la ropa como pude porque el colectivo del señor que me pasaba a buscar justo afuera me estaba esperando tome mis pocas cosas ordene mi falda y blusa y salí lo mas rápido posible, mis piernas tiritaban casi no podía caminar en los tacones.
El colectivero me estaba esperando era la única pasajera trate de ordenarme y que no se me notara nada y me subí en el asiento de atrás, aun agitada, pero simulando me fue a dejar a casa directamente y yo aún tiritona con la cola llena de leche muy adolorida (porque este tipo era bien lechero) sentada en ese colectivo mirando el horizonte y las calles pensando que al otro día comenzaría al día siguiente un nuevo trabajo.
Vanesa