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Iniciando a nuestros hijos mellizos (III)
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Tiempo de lectura: 19 minutos

Al llegar a casa era de madrugada, entramos a nuestra alcoba y nos abalanzamos sobre la cama tuvimos sexo hasta al amanecer como en nuestros mejores tiempos, la carga sexual por lo vivido primero en la orgia y después con la confesión de nuestros amigos así como aceptar participar con sus hijos nos llevaron a un nivel de carga sexual inédito…

“¡Que noche!”

“De las mejores cariño” Le respondí antes de dormir.

A la mañana siguiente nos levantamos después del mediodía, nos encontramos con nuestra hija en la sala acompañada por una de sus amigas más frecuentes jugando en la consola de videojuegos, le preguntamos por su hermano y nos informó que tendría juego de soccer y pasaría el resto del día en casa de uno de sus compañeros de equipo. Nuestros hijos son excelentes deportistas, de tez morena clara como su mama, había desarrollo un físico estético y con músculos tonificados en piernas, brazos y abdomen. Mi nena con su cara angelical y gesto adusto sostenía en sus manos el control del juego respondiendo a mis preguntas sin molestarse en voltear a vernos, lo cual me dio la oportunidad de observarla con detenimiento, una blusa holgada caía sobre sus desarrollados senos, su largo y lacio pelo atado en una cola de caballo la hacían verse más alta a pesar de no medir más de 1.65 de estatura (cuerpo compacto y bien formado), nuevamente vestía con su diminuto short, una pierna cruzada sobre la otra le daba una forma imponente y relevante a sus musculosos y bronceados muslos. Fue inevitable mirarla con lascivia.

Desayunamos en la cocina y después de una sobremesa de más de una hora salió el tema:

“Martha hablara con sus hijos para vernos el próximo fin de semana ya que es la noche que habían planeado reunirse con ellos”

“No sabía que sería tan pronto” Conteste dándole un largo sorbo a mi taza de café fingiendo tranquilidad, por dentro sentí que algo me quemaba.

“Antes de salir cuando te despedías de Juan me comento que en la semana hablarían con ellos, si había algún cambio de planes nos avisarían”

“Sera una larga semana, no tienes idea como me excita, se me está poniendo dura”

Tuvimos que cambiar de tema al entrar nuestra hija a la cocina por unas viandas.

“Llegaron algo tarde anoche, imagino que estuvo emocionante la fiesta” Dijo con ironía y algo de sarcasmo.

“Si una bonita reunión de amigos” le contesto mi mujer.

“De esas fiestas especiales?” Pregunto mi hija casi para salir.

“Si con tres parejas más” Mi esposa no dudo quizá tratando de quitarle la sonrisa de burla a nuestra hija.

“Al parecer sus fiestas son más divertidas que las mías”

“Digamos que sabemos divertirnos, nuestra generación de hecho es más divertida que la actual”

“Me conto Enrique como ibas vestida al salir y que sus amigos casi se infartan, está bien que se diviertan son adultos pero deberían ser más discretos con nuestras amistades”

“Lo tomaremos en cuenta hija” Le respondí apenado antes que abandonara la cocina. El movimiento de sus nalgas fuertes y paradas dentro del ajustado short era hipnótico.

“Esta chiquilla se cree muy lista y con derecho a decirnos que hacer y qué no hacer” Comento mi esposa algo molesta.

“En cierto sentido tiene razón amor, pero fue muy divertido hacer esa travesura a su hermano”

“Y excitante” Añadió mi esposa.

“También es excitante que estén enterados que su padres son swingers no crees? Lo externe quizá tratando de normalizar un sentimiento que en realidad me excitaba sin medir el contexto en sí.

“Me parece que el ser swingers en la actualidad ya es un estilo de vida sexual del tipo “normal”, pero el que una pareja involucre a sus hijos y que además nos inviten a una orgia con ellos me parece eso si les causaría un trauma” Mi esposa soltó la carcajada al comentarlo.

“Sera algo que nos llevaremos de secreto a la tumba amor” Le respondí.

Durante la semana nos comunicamos con Juan y Martha, la reunión seria el próximo sábado, Mario su hijo estaba muy emocionado de participar por primera vez como si se tratara de una pareja swinger en compañía de sus padres y hermana, nos recordaban vagamente de la fiesta de aniversario en la que nos presentaron. Juan nos pidió algunas fotos de preferencia en ropa sexy o sugestiva, su hijo se sorprendió de la belleza y cuerpo de mi esposa, estaba ansioso de conocerla, lo cual para mí fue un halago por supuesto. Como parte del juego también les pedí unas fotos de sus hijos y no podía creer lo bella que es Lily; rubia, quizá algo pálida, delgada y alta, poco expresiva en las fotos. Estábamos listos y ansiosos.

El viernes por la mañana mi mujer me pidió la llevara a comprar su sexy atuendo para la reunión, le sugerí que para esta ocasión quizá no fuese necesario me parecía que ambos deberíamos ir lo más juveniles e informales posible para romper hielo y agradar a los hijos de nuestros amigos. Creí que era una buena idea que nuestros hijos fueran quienes nos sugirieran que atuendo usar.

“¿Estás loco?”

“Bueno, quien mejor que ellos para aconsejarnos que ropa llevar”

“Y que les dirás… ¿qué es para la reunión anual de ex compañeros de bachillerato?”

“Es malo mentir amor, no es la educación que queremos para nuestros hijos. ¿No crees?, les diremos que iremos a una reunión y que habrá jóvenes de su edad” Hasta ese punto no había pensado lo excitante que estaba resultando que fueran nuestros hijos quienes nos ayudaran a elegir el atuendo y hacerles saber que era para que sus padres fueran a tener relaciones sexuales con otras personas y no solo de nuestra edad como supondrían.

“Vaya, vaya. No termino de conocerte”

Al día siguiente después de comer en familia y platicar de distintos temas y tópicos individuales así como planes familiares para las fiestas decembrinas que se aproximaban, mi esposa les pidió a nuestros hijos que nos apoyaran.

“Chicos, necesitamos asesoría sobre vestimenta”

“A caray. ¿Qué tipo de asesoría? Pregunto mi hijo

“Hoy tenemos una reunioncita informal y nos gustaría ir juveniles”

“¿Qué tipo de reunioncita?” pregunto mi hija mirándome con sus bellos y grandes ojos marrones.

“Una reunión de adultos liberales Sandy” Le respondí.

“Y en esta ocasión ira una pareja joven solo unos años mayor que ustedes” Agrego mi mujer.

“¿Es en serio? – Pregunto mi hija con asombro.

“Si, además asistirá otra pareja madura, la pareja joven hoy se iniciaran” Continuo mi mujer recogiendo platos y cubiertos de la mesa – “Es por ello que nos gustaría nos ayuden a elegir algo más juvenil”

“¡Vaya ahora tenemos que ayudar a nuestros pervertidos padres para verse adecuados en una orgia swinger! Exclamo Enrique.

“Me parece recordar que tuvimos una plática abierta sobre el reconocer que somos swingers, y Sandra estaba interesada en saber más sobre nuestro estilo de vida, solo que el tímido de su padre no tuvo las pelotas de contarles un poco”

“De acuerdo, ¿si les ayudamos nos contaran como la pasaron? – Propuso Enrique.

“¿Algún problema con eso amor?” Pregunto mi mujer con cara de picardía.

“Ninguno, les contaremos a detalle si lo solicitan” Respondí

“Muy bien, ve a mi habitación te prestare algo de ropa y para ti papi solo lleva calzado deportivo, pantalón de mezclilla, que te preste Enrique una camiseta y una chamarra con capucha, eres bastante juvenil” Sandra resolvió nuestro “problema” con facilidad, aunque el hecho que ellos nos ayudaran era lo excitante de la propuesta.

A las 8 en punto llegamos a la residencia de nuestros amigos, confieso que tanto mi mujer como yo íbamos más nerviosos y expectantes que de costumbre, si bien en cada reunión hay una nueva emoción esta sin duda tenía un toque totalmente diferente, la excitación me asfixiaba y estoy seguro que también a mi mujer aunque no lo expresara. Nos recibieron Juan y Martha como siempre efusivos y cariñosos, evidentemente también nerviosos y excitados. Nos condujeron a la sala, nos informaron que habían citado a sus hijos a las 9 para tener tiempo de platicar con nosotros. Nos ofrecieron algo de tomar para relajarnos.

“Les agradecemos que estén aquí, nuestra complicidad a partir de esta noche nos unirá mas, será nuestro secreto compartido, siempre pensamos en ustedes para llevarla a cabo” Nos confesó un nervioso Juan.

“Al contrario, gracias a ustedes por la confianza. No sabemos a ciencia cierta que delito estemos cometiendo al ser cómplices, pero es muy excitante” Le respondí

“Ningún delito, todos somos adultos y hay consenso, es algo que todos queremos hacer” Comento Martha

“¿Qué edad tienen sus hijos?” Pregunto mi mujer.

“Mario 27 y nuestra hija recién cumplió 29”

“¡Wow! Entonces ya tienen varios años participando con ellos”

“La otra noche les comentamos que al inicio era más frecuente, y fue Mario quien propuso la idea de participar con alguna pareja amigos de nosotros, nuestra hija esta aun un poco renuente pero finalmente acepto a probar cuando le informamos de que sería con una pareja de muchísima confianza y además también con hijos que los aceptaban como pareja swinger, que la discreción estaba asegurada” Agrego Juan.

“¿De qué edad son sus hijos? Pregunto a su vez Martha

“Cumplieron 21 años en agosto, son mellizos”

“¡Mellizos! que sorpresa, deben ser muy lindos, a quien se parecen?”

“Afortunadamente se parecen a su madre” Respondí.

“¿Tienen fotos de ellos?”

Busque algunas imágenes actuales en mi celular sin éxito (tuve una extraña sensación de excitación al buscar fotos de mi hija para mostrar) fue mi esposa la que encontró algunas fotos recientes.

“Ambos son muy lindos con cuerpos muy atléticos. ¿Son deportistas?” Pregunto Martha que junto a Juan veían las imágenes de nuestros hijos en el móvil de mi esposa.

“Si, en la universidad están catalogados deportistas para alto rendimiento, muy buenos hijos, sanos, deportistas y estudiosos” Conteste con orgullo.

“¿Y como tomaron la noticia de que son swingers? Pregunto Juan que no dejaba de ver las fotos de nuestros hijos, incluso ampliando algunas imágenes de mi hija en leotardo de gimnasia para verla con más detalle.

“Bastante normal, son muy maduros y hemos sido muy abiertos en cuanto a hablar de sexualidad y salud sexual sobre todo. De hecho saben que hoy salimos a una reunión con dos parejas, obvio no dimos más detalles, pero si comentamos que una pareja era muy joven y se iniciaba, nos ayudaron a elegir que ropa usar” Respondí.

“Que interesante, en realidad las nuevas generaciones ya se han quitado muchos tabúes y que bien que entiendan que ustedes son aun jóvenes y eligen vivir su sexualidad de forma abierta y la respetan, lo entienden y no tienen más cuestionamientos” Opino Juan

“En realidad si tienen cuestionamientos, están interesados en que les contemos como es ser swingers, solo que no hemos tenido aun la apertura de contarles, y precisamente quieren que les demos detalles de esta reunión.” Confeso mi esposa

“¿Y a ustedes les inquieta o les excita?

“Aún no lo defino” respondió mi mujer

“A mi si me excita de alguna manera, pero al igual que mi mujer aun no defino cual es el sentimiento al respecto, me excita saber lo que ustedes nos han compartido que hacen con sus hijos y también lo abierto que son nuestros hijos al hablar sobre sexo” Respondí

“Sin ánimos de ofender o molestar, alguna vez han visto a sus hijos de otra forma… digamos ¿sexualmente?, es decir a todos los padres nuestros hijos nos parecen hermosos, son una extensión de nosotros mismos, ver como pasaron de críos a adolescentes y luego a adultos, en alguna etapa de ese crecimiento cuando notas que tu hija le crecen los senos o a tu hijo se le ve algo abultado en el pantalón, ustedes saben a qué me refiero, no les ha pasado por la cabeza mirarlos como algo atractivo o… ¿Sexual?” Cuestiono Juan

“No lo había pensado, mi hijo me parece el hombre más bello del mundo, sin embargo nunca lo he visto de otra forma, en una ocasión entre de súbito a su habitación y lo vi totalmente desnudo haciendo ejercicio, me pareció muy hermoso ver un cuerpo joven y musculoso.” Contesto mi esposa

“En mi caso, sucedió algo extraño, a partir de las confesiones de ustedes veo de otra forma a mi hija, empecé a notar que ya es una mujer, ahora noto lo atractiva que es, ya no me siento del todo cómodo que use ropa corta como shorts o blusas escotadas, ya que entiendo que mi hija es muy exuberante, con caderas amplias, senos grandes, piernas muy atractivas de deportista, espero mi mujer no me lo tome a mal. No logro definir si es algo para llamarlo “sexual” pero si me resulta sumamente atractiva y sexy” Me desahogue al fin.

La charla concluyo al escuchar que se abría la puerta y entraban los hijos de la pareja. Se dirigieron a nuestro encuentro, nos pusimos todos de pie y Juan nos presentó.

“Chicos, ellos son nuestros buenos amigos y cómplices en el ambiente: Myriam y su esposo Miguel”

“Encantados de conocerlos” Respondí estrechando la mano de Mario y saludando de beso en la mejilla a Lily.

“Mucho gusto chicos, son más guapos en persona que en las fotos” Mi mujer hizo lo propio besando en la mejilla a los hermanos.

“Nuestros padres nos han contado mucho de ustedes, tanto gusto conocerlos” Respondió Mario, su hermana se limitó a brindarnos una sonrisa, contrario a su hermano ella se veía nerviosa. Me impresiono la estatura de ambos, él debía medir más de 1.90 y su hermana sobrepasaba el 1.80 metros, contrastaba el carácter de los chicos, Mario extrovertido, de complexión corpulenta quizá un poco pasado de peso, en cambio Lily muy delgada, blanquísima algo pálida, a primera impresión me pareció una chica sumisa, nada que ver como la imaginaba en las escenas que nos describió su padre de los encuentros.

“Hijo compre dos botellas de tu vino favorito y para mi princesa, Gin and Tonic?” Juan se dirigió a la barra para traer bebidas a sus hijos.

“Perfecto padre ya inicio bien la fiesta” Exclamo Mario

“Si papi, Gin and Tonic, espero que hoy si tengas buena ginebra” Contesto Lily sentándose junto a su madre.

En la ausencia de Juan, trate de conectar con Mario invitando con un ademan de mano a mi esposa a unirse al sillón de Martha y su hija, en algún punto esta bizarra reunión tenía que iniciar.

“Me conto tu padre que eres ingeniero y trabajas en la industria de ensamble automotriz. ¿En cuál compañía?

“Ho si, trabajo para Ford Motors, ya tengo 2 años en la compañía, ¿a qué te dedicas Miguel?”

“Somos abogados mi esposa y yo, compartimos el mismo despacho”

“Que bien, ya sé a quién acudir de ser necesario”

“Por supuesto Mario, cuenta con nosotros”

“Los mejores abogados de la ciudad ¡sin duda!” Interrumpió Juan que regresaba con las bebidas de los chicos y reponiendo nuestras copas.

“Sugiero que hagamos un brindis al centro de la sala para dar la bienvenida a Mario y Lily a nuestra cofradía swinger” Juan de pie al centro de la sala levanto su copa pidiéndonos que lo imitáramos, ritual que hacíamos cada vez que se iniciaban parejas o llegaban nuevos miembros a nuestro club de amigos y cómplices sexuales.

“Mario y Lily, en el caso de ustedes es muy especial por obvias razones, los vimos crecer y nos unen lazos muy fuertes, como familia seremos siempre incondicionales, ahora que se integraran al ambiente swinger las reglas que tenemos en nuestro club serán las mismas para ustedes, ponderando el respeto, la discreción, No significa No, solo se permite el sexo consensuado con la otra persona o pareja, si algo les incomoda durante la reunión siéntanse libre de comunicarlo. Les deseo que disfruten de este estilo de vida y lo disfruten como nosotros, que nos acompañen en futuras reuniones con Miguel y Myriam, así como otras parejas que les iremos presentando aunque con otras parejas seremos más cuidadosos con su identidad. ¡Bienvenidos chicos, salud!”

“Salud y bienvenidos” Exclame levantando y chocando mi copa al resto del grupo.

“Muy bien, como sabemos tienen el tiempo limitado ya que deben regresar con sus familias vamos a dar inicio a la dinámica. Como anfitriones a nosotros nos tocan los juegos preliminares, Martha tiene algunos preparados”

“Que les parece si iniciamos con un juego de cartas, en cada ronda pondré 6 cartas al centro, quien saque la de menor valor se quitara una prenda” Martha tenía una gran cantidad de juegos eróticos, en esta ocasión eligió algo básico.

Todo el grupo nos trasladamos a una mesa, cada quien al lado de su pareja, aunque en este caso una de las parejas eran hermanos.

La primera ronda la perdió Mario despojándose de su suéter, la segunda Juan haciendo lo mismo, la tercera Mario nuevamente quitándose la camisa, después de varias vueltas, Mario estaba solamente en calzoncillos, Martha en brassiere y pantaletas, Juan en pantalones y camiseta, mi esposa no había perdido ninguna prenda, Lily solo había perdido las zapatillas y por mi parte conservaba solo había perdida la chamarra.

“Esto está muy lento. ¿Qué les parece si pasamos al evento de modelaje? Sugirió Juan

“Muy bien chicos (dirigiéndose a sus hijos) Aquí se trata de entrar al vestidor y quedar en prenda íntima, primero lo harán los hombres, nosotras nos sentaremos y ellos nos bailaran un poco, cada quien a su pareja, después lo haremos las mujeres” Nuevamente Martha tomo la dirección de los preliminares.

En el vestidor nos quedamos solo en calzoncillos, el primero en salir fue Juan, después yo y al final Mario, me dirigí a donde estaba mi esposa y trate de hacerlo lo más sexy posible aunque soy pésimo, voltee a ver a mis compañeros, Mario le bailaba como autentico stripper a su hermana, por primera vez la vi sonreír abiertamente, Juan hacía lo propio con su esposa. Al terminar la canción las tres mujeres se fueron al vestidor.

“Esto está muy excitante…” Dijo Mario agarrándose la polla y sentándose a un lado de su padre.

La primera en salir fue Martha, salió con los senos al aire, era la más madurita de las 3 mujeres, aunque algo rellenita tenía muy buenas formas. Al pasar junto a mí me acaricio el cabello y a su hijo le dio un beso en la mejilla para irse a colocar con su esposo iniciando su sensual baile. Enseguida salió mi esposa caminando sensualmente sobre sus altas zapatillas, su única vestimenta era un hilo dental rojo que apenas cubrían sus bellas y morenas nalgas, la diminuta prenda hacia juego con su brasiere, la punta de sus senos salían erguidos por una hendidura que le daban un toque adicional de erotismo, se detuvo frente a mí de espaldas mostrándome su gran culo bronceado y respingado, Mario no le quitaba la vista de encima, Lily tardo en salir y lo hizo a media canción, salió tímidamente y riéndose de la situación, paso junto a mí y se colocó enfrente de su hermano iniciando un baile cadencioso. Resaltaba su blancura y delgadez, pude adivinar unos senos pequeños cubiertos por un brasiere negro de gran tamaño, era entendible que no iban a venir vestidos de una forma sensual ya que regresarían a casa a media noche.

“Siguiente dinámica chicos, (Continuo Martha) la pareja que se integra a la cofradía debe elegir besar a alguien, puede incluso elegir a su propia pareja, esa será la señal para iniciar la reunión, el resto que no participe de ese beso se acerca a los iniciantes para acariciarlos e irnos integrando, hay una última condición y aquí me detengo para preguntar a Juan si seguimos el protocolo…”

“Si, el protocolo debe seguirse ya está definido que para nosotros son una pareja swinger que se integra…todas las eyaculaciones serán en cara o pechos de la iniciante, con eso se sella el pacto” Agrego Juan

“¿Están todos de acuerdo en continuar?”

Por respuesta Mario se dirigió a mi esposa que estaba sentada sobre mis piernas, le tendió una mano para que se pusiera de pie y ahí frente a mí la cargo en su brazos y le dio un beso profundo y apasionado tomándole la cara con ambas manos como si quisiera tragársela, mi pene estaba ya totalmente erecto. Lily se quedó estática no tuvo tiempo de reaccionar a la pregunta de su madre, Juan la tomo de la mano y la dirigió hacia mí, me pidió que me pusiera de pie y frente a su hija, a pesar que llevaba calzado deportivo era más alta que yo, ella simplemente cerro los ojos y lo tome como señal de que la podía besar. Fue un beso tierno al inicio, sentí levemente su respiración, busque abrir sus labios, no se resistió, fue un beso dulce, su respiración aumento.

“Déjate llevar princesa, disfruta el momento, relájate…” le susurro Juan al oido mientras le acariciaba los hombros propinándole un masaje en hombro y nuca mientras nos besábamos. A un lado mío Mario coloco a mi esposa en un sillón, la besaba y acariciaba los senos apretándole con las yemas de los dedos los pezones que se asomaban por la abertura de su brasiere mientras Martha le daba suaves masajes en la espalda y cintura a su hijo.

Fue el inicio de la orgia, a partir de ahí los hermanos eran una pareja más en nuestro estilo de vida, Mario le abrió la tanga a mi esposa metiendo su lengua profundamente, Juan se acercó a mi mujer brindándole su miembro erecto que de inmediato se lo llevo a la boca mientras su hijo le sacaba gemidos. Martha se acercó a mí bajándome de golpe los calzoncillos sacando mi miembro para mamarlo, Lily se separó de mí a la llegada de su madre y se alejó a la barra a servirse otra bebida.

“¿Alguien más quiere algo de tomar?” Pregunto con su voz ronca mientras se confeccionaba otro Gin and Tonic. Mirarla en la barra preparando bebidas en panty y brasiere, su figura de madre joven, alta y delgada mientras su familia estaba sexualmente activa con nosotros era demasiado excitante.

“Trae vino para tu hermano, whisky para Miguel y para mi” Ordeno su padre mientras tomaba con ambas manos la cabeza de mi mujer para sumergir su miembro más profundo en su boca mientras su hijo la penetraba de perrito. Juan y su hijo son corpulentos y altos en cambio mi mujer es de complexión menuda no supera el 1.62, el mirarla ser sometida y usada como muñeca me sobre excito.

Lily nos acercó las bebidas en su lento andar y se sentó a observarnos cruzando sus largas piernas: En un sillón su padre y hermano compartían a mi esposa. Mario bruscamente la penetraba propinándole nalgadas mientras recibía el miembro de Juan en la boca. Martha y yo nos besamos y acariciamos de pie totalmente desnudos.

“Que ricas nalgas tiene tu mujer Miguel” Expreso con el rostro desfigurado por el placer y la lujuria el hijo de nuestros amigos, las nalgas de mi esposa estaban rojas y marcadas por los azotes, los gemidos de mi esposa me demostraban que no le desagradaba, no conocía su faceta sado, nos íbamos transformando en el nuevo mundo de perversión que ahora vivíamos.

“Y no has probado su boca” Remato Juan cediéndole su lugar…

“Uff nada como una madurita sexy mamando” Exclamo Mario penetrando la boca de mi esposa mientras su padre ahora la cogía desde atrás.

“Hermana ve con Miguel quiero ver como las coge a ti y a mama…”

Lily ignoro el llamado de su hermano, se levantó a la barra a servirse otra bebida al parecer quería superar con alcohol su timidez. Martha hincada y totalmente desnuda me pasaba la lengua a lo largo de mi verga erecta, la visión de ver a mi mujer ser penetrada por padre e hijo y escucharla venirse mientras Mario le decía obscenidades a las que no estaba acostumbrada me tenían muy excitado, por el momento me olvide de Lily y me concentre en mi parte cuckold que tanto disfrutaba últimamente; ver a mi mujer gozar con otros.

Mario dejo a su padre a que continuara solo con mi esposa y sin dejar de masturbarse se dirigió a su hermana que nuevamente tomaba asiento en el sillón, sin más le ofreció su miembro para que lo mamara, Lily no dudo un instante, lo chupo y masturbo, Mario aprovecho para sacarle el brasiere.

“Chúpame las bolas hermanita como tú sabes hacerlo…”

Juan se salió de mi mujer y se unió a su hijo para que Lily los mamara, mi esposa se incorporó en el sillón a ver lo que sucedía, su mirada me indicaba que a pesar de escucharla tener al menos dos orgasmos seguía excitada, le hice una seña para que se uniera con Martha y conmigo y entre las dos se apoderaron de mi polla dándome un placer inmenso, aunado a lo que sucedía frente a mí; Juan y su hijo de pie mientras su hija los mamaba alternadamente. Juan de pronto se derramo en senos y cara de su hija, no aguanto más, era demasiado lo que estábamos viviendo, su hija continua masturbándolo y dándole besos ocasionales hasta exprimirlo, en su cara y pelo había porciones de semen.

Mario le quito las pantaletas, le abrió las piernas y se montó en su hermana que empezó a gemir sin soltar el pene semi flácido de su padre que seguía viniéndose en seco entre estertores de placer proporcionados por lengua y boca de su hija. Mi mujer se montó sobre mí buscando un nuevo orgasmo, a pesar de haber hecho el amor infinidad de veces con mi esposa en esa ocasión la sentía diferente, no era ella sino alguien desconocida que temblaba encima de mí y me besaba con pasión, le apreté y abrí las nalgas, le bese el cuello mientras se empalaba, sentí en mis testículos la lengua de Martha y por primera vez mi esposa recibía la lengua de otra mujer en su vulva, sabia de las inclinaciones Bi de Martha pero mi esposa es totalmente straight. Nuevo nivel superado mi mujer se retorcía de placer al sentir la lengua al mismo tiempo que mi verga.

En el otro sillón la escena era aún más candente, Mario penetraba a su hermana en posición de misionero y le decía obscenidades mientras Juan estaba sentado prácticamente en la cara de su hija que a su vez le chupaba el pene de nuevo semi erecto y recorría sus nalgas pasando su lengua por el ano de su padre.

“¿Estas disfrutando hermanita?… levántale la verga otra vez a papa para que te la meta se lo que te gusta”

Juan con el miembro nuevamente erecto le hizo la seña a su hijo que deseaba penetrar a su hermana, Mario le dio su lugar y se acercó a nosotros.

“Insisto que ricas nalgas tienes Myriam…” Se colocó atrás de mi esposa acompañando a su madre, sumergió su cara en sus nalgas lambiendo como animal su ano a la vez que Martha lo hacía con la vulva pasando su lengua por mis testículos, entonces recordé lo que nos había contado Juan sobre su afición por la doble penetración algo impensable para mi esposa ya que jamás ha permitido el sexo anal.

“¿Mami porque no subes a la cara de Miguel para que te de lengua? Mira cómo se abre el culito de Myriam me está invitando a que lo penetre”

“Recuerda las reglas hijo… sexo consensuado. Myriam… ¿te gustaría probar?”

Mi mujer parecía no escuchar ensartándose más profundamente mi polla hasta los testículos a punto de un nuevo orgasmo, evidentemente estaba sobre excitada. Finalmente contesto:

“No lo se… quizá sea doloroso nunca lo he hecho por ahí…”

“Con lubricante y cuidado, ¿Por qué no lo intentas?” Sugirió

“Está bien… con cuidado, si te pido que te detengas lo haces Mario… si quiero probar”

Mario se enfundo un condón y agrego abundante gel lubricante en el ano de mi esposa. Su madre ayudo a guiar su polla en el orificio, por mi parte abrase y bese a mi mujer detuve mis embestidas para dar oportunidad a que entrara el miembro de Mario…

“Relájate amiga, mueve tu esfínter para ayudar a que entre…es delicioso créeme…”

El rictus de dolor de mi esposa la puso tensa, decidí volver a moverme dentro de ella buscando que disfrutara y obtuviese placer en la doble penetración.

“Uff me duele…! Espera!”

Afortunadamente Mario respeto y se salió del orificio trasero de mi esposa y sin dejar de masturbarse se alejo, mi mujer se sintió apenada por no poder continuar.

“Lo siento, quizá en otra ocasión…”

Mi esposa se incorporó y se recostó a un lado mío buscando cobijo.

“¿Mami porque no te montas en la verga de Miguel y le enseñas a Myriam como disfrutas la doble?”

Sin dudar un instante Martha se montó sobre mí, su hijo repitió el procedimiento de embadurnarle de gel lubricante en el ano, se quitó el condón y antes de introducirlo llamo a mi esposa:

“Me dejaste muy caliente Myriam ahora mi mama va a pagar las consecuencias pero antes quiero que me mames la verga como castigo y me ayudes a metérsela”

Yo mismo le hice la seña a mi mujer que se acercara a Mario e hiciera lo que le pidió, diligentemente se arrodillo, ensalivo el miembro de Mario pasando la lengua hasta los testículos, lo masturbo y metió su pene en la boca propinándole mamadas profundas, mi mujer empezó a gemir, Martha inicio la cabalgata, las nalgas de mi mujer estaban expuestas a mi vista mostrándome su vulva algo hinchada y abierta, le introduje 3 dedos, su vagina estaba inundada. En el otro sillón Lily gemía fuertemente montada y ensartándose en su padre, la escena de ver como engullía la polla gorda entrando entre sus nalgas pequeñas y blancas era demasiado fuerte.

“Ya métesela, mira como gime con la verga de tu esposo, mi madre necesita su doble porción de carne…”

Myriam le dio una última ensalivada y se la fue metiendo, Martha rápidamente absorbió la verga erguida de su hijo ensartándose en ambos sentidos, la sensación de sentir la presión del miembro de Mario entre las paredes de la vulva de Martha era algo inédito, el roce de nuestros testículos le daba una nueva sensación, mi mujer estaba absorta mirando como desaparecían nuestras pollas en los orificios de su amiga.

“¿Te gusta lo que ves Myriam?”

Mario tomo de los cabellos a mi mujer acercando su cara a nuestros sexos para que mirara como era doblemente penetrada su madre. Martha gemía y se revolvía en su primer orgasmo. Juan al escuchar los gemidos de su mujer detuvo las penetraciones a su hija y se incorporó del sillón dejando a Lily nuevamente sola, vino y se colocó a un lado de su hijo para ver como penetrábamos a su esposa. Mario empujo bruscamente la cabeza de mi esposa contra las nalgas de su mama para que las besara y para mi sorpresa obedeció al punto de pasar también su lengua sobre su miembro cuando salía del ano de Martha. La visión era hipnótica, me sentí a punto de venirme, Juan acerco su miembro para que lo mamara mi mujer, el chasquido de mis dedos entrando y saliendo de su vulva empapada era evidente. Lily seguía en el otro sillón mirando la escena, no se animaba a unirse.

“Agghhh que rico cabrones no paren!” Martha se derrumbó sobre mí en convulsiones en otro tremendo orgasmo, eso incentivo a su hijo a penetrarla con más fuerza.

“¿Quieres más mami?… ¿Te gusta cómo te cogemos?… ¿quieres otra polla en la boca?” En respuesta Juan se colocó a un lado de mí para que su esposa se la mamara. Martha reinicio las empaladas ahora en tres diferentes orificios.

“Quieres probar a estar así Myriam?… ¿Lo intentamos de nuevo?” Martha nuevamente se estremeció, se volvió a correr y se quedó inmóvil sobre mí.

“Ya… fue muy rico… necesito un descanso” Martha giro sobre si misma saliéndose de las tres pollas que la penetrábamos. Mario fue de nueva cuenta a que su hermana lo mamara y le pedí a mi esposa que nos hiciera lo mismo a Juan y a mí, tomo ambas pollas y trato de introducírselas al mismo tiempo, mi mujer estaba súper caliente, me miraba con lujuria y pedía a gritos que alguien la penetrara para poder correrse. Mario y Lily tomados de la mano y totalmente desnudos caminaron hacia nosotros, fue una visión fugaz y demasiada erótica ver a los hermanos unírsenos. Mario no desaprovecho la visión mi mujer expuesta y la penetro de perrito, mi esposa a las primeras estocadas empezó a gemir y a correrse mientras nos mamaba a Juan y a mí.

“Que rico se ensarta tu mujer Miguel, y mira como le gusta tener también tres pollas a su disposición, que suerte tienen tu y papa de tener dos esposas tan putas” Mario en verdad disfrutaba expresarse obscenamente. Lily se limitó a mirar como usábamos ahora a mi esposa. Martha recuperándose nos observaba tocándose los senos.

No pude más, necesitaba correrme estaba a punto de hacerlo en la boca de mi mujer, Juan me hizo la seña que me detuviera, llamo a su hija, me pidió que me pusiera de pie junto a él, le indico a su hija que se arrodillara.

Juan tomo las manos de su hija y las poso sobre nuestros miembros para que los masturbara.

“Vamos hermana no seas tímida, mámaselas y sácales la leche” Mario no perdía detalle, seguía bombeando a mi esposa que se revolvía en nuevos orgasmos.

Lily tomo ambas pollas masturbándonos al unísono y mismo ritmo, su hermano se unió usando la boca de su hermana, unos fuertes gemidos me hicieron voltear a ver a mi esposa de espaldas y con las piernas abiertas mientras Martha le chupaba la vagina. Jamás había visto a mi mujer en una escena lésbica. Mario se corrió en la boca de su hermana que lo siguió succionando sin dejar salir ninguna gota, fue demasiado solté un enorme chorro de esperma sobre sus pequeños senos y cara. Juan acerco su polla junto a la de su hijo a su boca, Lily lambio y succiono ambos penes sin soltar el mío.

“Límpianos la leche hermana te tocan ahora a ti las tres pollas” Acerque mi pene aun erecto a su cara mientras chupaba las otras dos pollas, con maestría nos mamo a los tres tragándose el semen restante. Me deje caer a un lado de mi esposa totalmente exhausto, la tome de la mano, note sus pechos hinchados al igual que yo se recuperaba de un orgasmo.

“Uff mi princesa, oficialmente ya son miembros de nuestra comunidad” Juan abrazo y le dio un breve y paternal beso a su hija en la frente. Por sus pechos corría parte de mi semen.

“!Una de las mejores noches! La próxima vez hay que organizarnos para estar más tiempo” Exclamo Mario dirigiéndose a la barra y recogiendo su ropa, evidentemente debían regresar a sus hogares.

Mi mujer y yo nos reencontramos, nos besamos apasionadamente, hicimos nuestro ritual de siempre, sellando cualquier duda sobre nuestro amor a pesar de habernos compartido con otras personas, ahí nos quedamos algunos minutos abrazados y desnudos, mientras tanto los chicos buscaban su ropa y se preparaban para retirarse. Para nosotros la noche aún era joven y pensábamos estar más tiempo con nuestros amigos.

“No se molesten en despedirse sigan disfrutando la noche” Mario totalmente vestido al parecer tenía más prisa en salir que su hermana que aún estaba en el vestidor limpiándose los rastros de semen y arreglándose para ir a su hogar. Tanto sus padres como nosotros seguíamos desnudos. Se acercó a cada uno de nosotros saludándonos de mano o de beso a las mujeres.

“Me dio mucho gusto conocerte Mario, bienvenido a nuestra comunidad y espero que nos sigamos encontrando, la hemos pasado muy bien con ustedes” Fue mi respuesta y despedida.

Mi esposa le dio un beso en la mejilla y él no se guardó el acariciarle los senos y las nalgas.

“Que ricas nalgas Miriam, las voy a soñar jejeje”

Se despidió de su madre y Juan que en su desnudez lo acompaño hasta la puerta.

Juan fue a la barra por otras bebidas y ya los 4 nos sentamos en la sala cada quien al lado de su pareja mientras salía Lily del vestidor a despedirse.

“Nuestra hija es algo tímida pero sé que lo disfruto mucho, la próxima vez se va a soltar más. ¡Salud excelente noche!” Nos comentó Juan al chocar su copa con las nuestras.

De pronto salió Lily del vestidor, con pasos apresurados se dirigió a sus padres, les dio un beso en la mejilla y con un ademan tímido de manos y una sonrisa se despidió de nosotros apresurándose a salir de la casa. Juan la siguió desnudo hasta la puerta.

“Maneja con cuidado hija, saludos a Ricardo y mis nietos” Se despidió Juan.

“Nuevamente les agradecemos mucho que hayan aceptado venir a nuestra noche especial con nuestros hijos, esperamos sinceramente que lo volvamos a repetir, pensamos llevarlos al club y que nos acompañen ustedes”

“Gracias a ustedes Juan, disfrutamos mucho la reunión. ¿Verdad amor?” Le pregunte a mi esposa.

“Perdí la cuenta de mis orgasmos, ahí está la respuesta, por supuesto que me encanto y quiero repetir, lo de la visita al club me parece muy excitante cuenten con nosotros”

“Les parece excitante como a nosotros porque saben que ellos son nuestros hijos, ahora imaginen hipotéticamente lo siguiente: Que fueran sus hijos los que asistan con ustedes a un club swinger, sus hijos mellizos” Juan lo soltó tan de golpe que casi escupo mi bebida, no supe de momento que responder.

“!Ups! hipotéticamente pero eso no sucedería jamás” Respondió mi esposa

“Si claro… solo trato de poner en contexto lo excitante que nos resulta a nosotros como pareja swinger compartirnos y vernos con otras personas, igual les sucede a ustedes o a todos los del ambiente, nos excita ver como nuestra posesión o pareja nos genera ese celo o morbo, también nuestros hijos entran en ese entorno… me explico? Ver a mi hija con Mario es excitante o que este conmigo porque es incesto pero mirarla con Miguel o con otros hombres me causa un morbo muy especial…espero no lo tomen a mal les tengo tanta confianza y hemos rebasado otra barrera que me atrevo a confesarlo y me gustaría su punto de vista”

“Te entiendo Juan y si me parece excitante esa posibilidad aunque solo como fantasía” Conteste aunque por primera vez me pasaba por la cabeza la posibilidad que nuestros hijos participaran como lo hacían los suyos, primero con nosotros como sus padres y además con otras personas y estar presentes…tuve una erección en imaginar a mi pequeña con Mario y que la poseyera brutalmente como lo hizo con su madre.

“¿Que les parece si nos vamos al club? Propuso Juan.

“¡Excelente idea!

Continuara…

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