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Tiempo de lectura: 29 minutos

Prólogo.

Cuando se me cruzo por la mente la idea de escribir una historia erótica relacionada a hombres lobo, no lo pensé dos veces y me puse inmediatamente en ello. Es tan poderosa la mente al momento de introducir un personaje ya que cuando lo creas a él, también creas su historia, es por ello que he disfrutado cada minuto que he pasado frente al computador escribiendo estos textos.

La historia que leerán a continuación si bien su principal trama son los hombres lobo que son criaturas de leyenda, contienen agregados que no son parte de la mitología respecto a ellos, como también; así mismo he de confesar que el prototipo de hombre lobo el cual contiene esta historia es el de la película “Van Helsing” de 2004 que fue interpretado por el actor Hugh Jackman, ¿El motivo?, pues simplemente porque me parece el modelo más estéticamente aceptable.

Sin más espero disfruten leyendo esta serie de relatos tanto como yo he disfrutado escribiéndola.

***********

El último hombre lobo.

Año 1890

Una fuerte lluvia caía del cielo, pareciera que alguien con alguna fuerza sobrenatural hubiera puesto de cabeza el océano pues la cantidad de agua era impresionante.

Dentro de su pequeña casa de madera, un apuesto muchacho de nombre Dariel y su hermano mayor de nombre Daniel luchaban por cambiar de lugar y mantener seco a su padre que yacía tirado en un rincón de la casa por lo ebrio que estaba pues el agua de la lluvia ingresaba por las grandes goteras del techo de la humilde vivienda, aquel hombre se había dedicado a tomar alcohol desde que su esposa falleció, hacía ya cinco años atrás dejándolos a él y a sus hijos completamente solos.

Dariel que esa noche había cumplido la mayoría de edad, era un muchacho guapo, con unos ojos color miel heredados de su madre que hipnotizaban a cualquiera, si su madre estuviera aún con vida nada de esto pasaría – pensaba él mientras ponía a buen resguardo lo poco que tenia de valor dentro de la casa- cuando el relincho de un caballo lo sacó de sus pensamientos, ahí se dio cuenta, que, por el ajetreo dentro de casa, dejó de lado a sus preciados animales.

No lo pensó dos veces y salió de ella junto con su fiel amigo, el cual era su perro, ensuciándose de lodo durante todo el camino, tomo a su único caballo, al par de vacas y cerdos y los guardo en el granero; los pobres animales por fin podían estar tranquilos, estarían a salvo de la tormenta por esa noche.

***

Paralelo a ello, una gran bestia que era perseguida por extrañas criaturas, huía herida de muerte por todo un inmenso bosque, con la luna de testigo de lo que pasaría aquella noche, se detuvo frente a una cascada, todo parecía perdido, un gran número de esas criaturas lo acorralaron, uno de ellos que parecía ser el jefe del grupo tenía grandes alas, sacó una extraña lanza de dos filos de color negro y la incrusto en el pecho de la bestia, cayendo a lo largo de la catarata golpeándose con las rocas que sobresalían de ella.

***

Dariel ya no tenía ganas de regresar a casa ya que el granero estaba en perfecto estado y la lluvia no había traspasado el techo, sin embargo, su padre y su hermano lo necesitaban y tenía que volver, acaricio por última vez a su caballo y salió del granero, al salir de pronto se escuchó fuertemente un aullido desgarrador, algún lobo herido – pensó el -, decidió seguir su camino pero no conto con que el perro que lo acompañaba saldría corriendo adentrándose en el bosque, al parecer siguiendo los lamentos que no cesaban.

El perro se detuvo en la orilla del rio observando y al parecer compartiendo los lamentos de lo que el muchacho hasta el momento pensaba que era lobo, cuando Dariel se acercó más, quedo estupefacto por lo que vio al otro lado de la orilla del rio, se asustó demasiado que se echó a correr, aquella cosa parecía un lobo pero enorme – pensó para si- cuando hubo avanzado unos metros un último rugido desgarrador inundaron los oídos del chico; la bestia había extendido el brazo pidiendo ayuda, y el perro esta vez no paraba de ladrar.

Se detuvo en seco, aquel rugido había estremecido todo su ser, sintió que debía ayudarlo por una extraña razón y se dio la vuelta, el perro había cruzado al otro lado del rio y no paraba de lamer las notables heridas de aquella bestia, el muchacho temeroso se acercó, recién pudo observar con detenimiento lo que sus ojos acababan de presenciar.

Aquella extraña bestia estaba boca abajo con su cabeza en el rio, el agua llevaba su sangre, lo analizó bien, debía medir aproximadamente 2 metros de alto, toda su espalda estaba cubierto de denso pelaje negro, sus piernas de igual manera, eran grandes y anchas, tomo fuerza de donde no la tenía y lo giro viéndolo de una manera más detallada, la criatura efectivamente parecía un lobo, pero a la vez un hombre también, por su fisionomía el muchacho pudo deducir que caminaba erguido, cayendo en conclusión de que se podría tratar de un hombre lobo como en los cuentos que el escuchaba.

Su torso era perfectamente musculado, pectorales anchos y abdomen marcado cubierto por una capa fina de pelo, luego se detuvo en el área de los genitales, donde encontró un pene y testículos del mismo color del resto del pelaje, idénticos a los de un lobo normal, no dejaba de sorprenderse, se repitió una y mil veces que aquella cosa debía ser un hombre lobo, sus manos y pies con garras filudas que sobresalían, su rostro con un hocicó prominente con colmillos igual de filudos que las garras, orejas, los dobleces en las enormes patas, los enormes y anchos brazos, analizaba muy bien cada una de las partes, sin duda era un hombre lobo y no sabía qué hacer.

La bestia no se movía, aunque Dariel podía percibir que respiraba con dificultad, el chico en su afán por ayudarlo intento levantarlo, pero en vano, una criatura de ese tamaño no podría ser alzado por alguien tan debilucho como él, pensó en su caballo, pero supuso que tampoco él podría, esa bestia parecía pesar toneladas, sin embargo, de un momento a otro, la enorme y pesada criatura comenzó a transformarse, reducía su tamaño considerablemente, debía estar volviendo a su estado original.

Después de habérsele caído al parecer una gruesa piel, se pudo dejar apreciar, un hombre muy guapo, de facciones muy masculinas y viriles, cabello maltratado, barba de al parecer varios días, cuerpo musculado con vello, aunque con múltiples cortes profundos que aun sangraban, y lo que más le llamo la atención, un pubis muy poblado con una considerable verga de buen tamaño, y huevos peludos y gordos, el hombre parecía tener no más de 30 años.

Lavo apresuradamente sus heridas con el agua del rio que se llevaba la sangre cuesta abajo, intento otro esfuerzo por levantarlo, pero inútil, aun estando en su forma humana no podía levantarlo, la idea original de volver por el caballo paso otra vez por su mente y así lo hizo, en el camino recién cayo en cuenta el tiempo que paso afuera de casa, podrían ser las 3 o 4 de la mañana y la lluvia ya había parado – supuso-.

Regreso rápidamente con el caballo, tomo tanta fuerza como pudo, y levanto al hombre el tiempo suficiente como para colocarlo encima del animal y poder llevárselo, Dariel prácticamente actuaba por algo más que instinto, no sabía porque motivo estaba haciendo lo que hacía pues con su padre y su hermano tenía suficiente como para tener más problemas ahora.

No podía llevárselo a casa, así que lo llevó al granero, le hizo una cama de paja y lo acostó tapándolo con la lana de lo que un día fue una oveja, Dariel no dejaba de mirar a aquel hombre, embelesado, bajo la luz de una lámpara pues le parecía muy atractivo, sus heridas habían dejado de sangrar felizmente y aún seguía respirando muy lento, el muchacho deseaba en su corazón que aquel hombre se recuperara lo más pronto posible.

***

Una figura alta de cuerpo pálido con alas negras, dos en cada lado de la espalda, dos grandes y dos más pequeñas, parecía desnudo, se podía observar la piel blanca pálida de todo su cuerpo seca y agrietada con ojos color rojo, dientes todos como colmillos, con orejas puntudas, cabello largo, negro que parecía pajoso, muy maltratado, mientras caminaba iba regresando a su forma original, se había convertido en un joven atractivo y esbelto, caminaba desnudo apresuradamente para entrevistarse con su amo.

Señor aniquilamos con la bestia que se atrevió a desafiarlo – dijo el joven entrando a una enorme habitación llena de lujos.

Lo sé, yo los controlo y puedo ver lo que ustedes han visto, escuchar lo que ustedes escuchan y pensar lo que ustedes piensan – dijo un hombre de cabello cenizo peinado para atrás, alto y de mirada penetrante sin expresión acostado en su enorme cama desnudo, debía tener 50 años aproximadamente.

El joven que había entrado se quedó en la puerta y bajaba la cabeza mientras el hombre se le acercaba, le temblaban las piernas tan solo estar en su presencia porque sabía que algo andaba mal

¿Acaso esa fue la orden que yo les di?, ¿dije que lo aniquilaran? – le preguntó el hombre mientras de colocaba detrás del joven.

No señor, pero…

El joven no termino de hablar cuando se vio interrumpido por su amo quien volteando lo tomo por el cuello y lo levanto, el joven luchaba por respirar.

Nada me detiene en este momento de terminar con tu asquerosa existencia, les ordene que me lo trajeran con vida y no pueden hacer una cosa tan simple como esa – decía apretando con furia el cuello de su sirviente.

Pero aun así hicieron un buen trabajo, ahora quiero que busquen y traigan el cuerpo – ordeno a las otras criaturas quienes, aunque no estaban ahí, podían escuchar y sentir todo lo que su jefe decía.

Tu por otro lado, tienes que agradecer que tengo predilección por ti, de lo contrario ya estarías muerto – dijo tirando a un lado al joven.

Ahora ven acércate y mete mi verga en tu boca – ordeno el amo a su sirviente, sentándose al borde de la cama.

El joven obediente se acercó y como para remediar en manera el fracaso, chupó con maestría la dura polla de su amo, quien le acariciaba la cabeza suspirando de placer, cada musculo de su cuerpo se tensaba mientras recibía la mamada, el joven sirviente verdaderamente era muy bueno haciendo aquello.

El amo se puso de pie un momento a otro, dejando al sirviente arrodillado en el suelo, el joven se acomodó y se sentó en el piso recostandosé contra la madera de la enorme cama, el amo alzo una pierna para colocarla encima de la misma y comenzó a embestir frenéticamente la boca del joven, haciendo que este de arcadas por el atragantamiento que estaba sufriendo.

Seguía con las embestidas bruscas, el amo levanto con fuerza al sirviente y le ordeno que se volteara dándole el culo, el joven así lo hizo, se dio la vuelta y separo sus nalgas exponiendo el apetitoso agujero por donde iba a ser follado.

El amo sin ninguna piedad incrusto aquella gruesa y dura verga en el interior de su sirviente, el cual sintió un dolor punzante en el recto, pero no podía hacer nada, solo se tenía que dejar penetrar salvajemente por su amo.

Su señor lo tenía tomado por la cintura dándole fuerte envestidas y el joven ya había empezado a disfrutar, su pene se movía de un lugar a otro, y él gimiendo de placer estaba, gemidos el cual era libre de expresar pues a su señor le gustaba y eso demostraba que lo estaba disfrutando.

Lo empotraba salvajemente, el hombre no tenía limite, cambiaron de posición ahora el sirviente tenía las piernas en los hombros de su amo, ambos podían ver sus caras de inmenso placer, el amo besaba a su sirviente frenéticamente, eso al muchacho le gustaba pues creía que su señor de alguna u otra manera le tenía aprecio.

Cada musculo del cuerpo del hombre se tensaba, la sangre se le había ido a la cabeza pues una gruesa vena en la frente daba la impresión que quería reventar, pero no era así, los golpes de los testículos con las nalgas del chico resonaban en la habitación lo cual se escuchaban como una melodía que acompañaba a los gemidos.

Habían pasado varios minutos, desde que comenzaron a follar y ambos podían dar aún más, cambiaron a una última pose previa al orgasmo, esta vez era el chico quien cabalgaba la enorme verga de su amo, el joven sentado y apoyándose con sus manos en los pectorales del hombre lo cabalgaba con pasión y frenetismo.

Pasaron unos cuantos minutos más, y el chico de tanto placer que estaba recibiendo, eyaculó encima de su amo, eso al hombre lo excitó y agradó de tal manera, que, también eyaculo dentro de su sirviente, dejando su semilla en ese hueco que tanto le gustaba.

Jadeando, el muchacho se acostó en su pecho y se disculpó por lo sucedido ya que no tuvo oportunidad en su momento.

Ya pasó, nos espera un futuro prometedor, si sigues siendo tan leal como el primer día, estarás conmigo siempre – dijo el amo besando a su sirviente.

Estoy tan agradecido con usted mi señor, mi lealtad es para usted – dijo conmovido el sirviente.

***

Dariel se había quedado dormido en el piso del granero cuidando de aquel hombre mitad bestia, el canto del gallo lo despertó dándose así cuenta que lo que había pasado aquella noche fue una situación verídica y no un mal sueño.

Se preguntó cómo habrían pasado la noche su padre y su hermano, de seguro un poco mejor que el – pensó – de todos modos, tenía que regresar a casa, se percató que el hombre aun respirara y afortunadamente lo hacía, su respiración era lenta pero aún estaba con vida, se detuvo a ver sus heridas y misteriosamente ya no parecían tan profunda, el agujero de su pecho daba la impresión que se había reducido, tal vez era producto del cansancio – mentalizo-.

El sol brillaba fuertemente, clásico después de una fuerte tormenta, caminó sin ganas hasta la casa, estando en la puerta se detuvo, escucho unos gemidos ahogados, no se extrañó en lo absoluto pues sabía perfectamente que su padre se cogía a su hermano, en los últimos años de abstinencia sexual pues no encontraba mujer para satisfacer sus necesidades.

Entró a casa como si nada pasara y ni su padre ni hermano se inmutaron, ellos seguían en lo suyo, Daniel estaba en cuatro patas mientras su padre lo embestía fuertemente, el muchacho solo mordía la cama hecha de paja y cueros de oveja.

Papá no tan fuerte por favor – decía su hijo.

Aguanta un poco más hijo, hazlo por papá – decía el hombre jadeando.

Ahggg ya papi mmm – contestaba gimiendo Daniel.

Dariel quien miraba la escena preparando el desayuno no evito tener una fuerte erección, dejó a un lado lo que estaba haciendo y sentándose en su cama se comenzó a masturbar lentamente.

Plutarco -que así se llamaba el padre- nalgueaba a su hijo diciéndole que mueva más rápido el culo.

Clávamela más fuerte papá – decía Daniel moviendo las nalgas.

Plutarco hizo caso a su hijo, y con una fuerza descomunal taladraba su culo, mientras el gozaba de placer, y así era siempre, primero se quejaba y después lo gozaba, se mantuvieron en esa posición todo el tiempo; mientras que por otro lado Dariel desnudo se masturbaba más rápido esta vez.

El disfrutaba solo viendo la escena todo el tiempo, mas no tenía ganas de participar, no le atraía la idea de ser follado por su padre; se tocaba los testículos y se masturbaba cuando de un momento a otro sintió el orgasmo, eyaculando en el piso, una vez pasada la agitación retomo sus deberes con el desayuno para que cuando su papa y hermano terminaran, se sentaran a la mesa a comer con él.

El hombre tenía esta vez a su hijo jalándole los cabellos mientras Daniel quebraba la cintura lo más que podía, hasta que por fin Plutarco se corrió dentro, posteriormente este con tan solo unas sacudidas a su verga termino por eyacular también.

El padre saco la verga de su hijo se limpió con lo primero que encontró y vistiéndose se sentó a la mesa a desayunar, de igual manera lo hizo Daniel.

¿Dónde estuviste toda la noche? – interrogo el padre.

En el granero – contesto el secamente.

Los animales están bien – volvió a preguntar

Si, felizmente los pude guardar a tiempo – contestó.

Anoche escuche unos fuertes aullidos – comentó el hermano.

De inmediato Dariel se acordó del hombre que tenía en su granero.

Demonios – dijo Dariel.

¿Qué sucede? – pregunto su padre.

Anoche me encontré a un hombre malherido en el rio, lo ayudé y lo puse en el granero – contestó

Seguro que no está muerto – pregunto el padre llevándose un bocado de pan a la boca.

Seguro, pase toda la noche cuidándolo – dijo el un poco avergonzado.

Papá me ayudarías a traerlo a casa para que este más cómodo – pregunto Dariel.

Mejor que se quede en el granero, aquí no hay espacio, además no podría cogerme a tu hermano a gusto, así que mejor déjalo allá – contesto tajantemente.

Llévale algo de comida, de seguro habrá despertado, y vendaje para sus heridas con hierbas medicinales – le aconsejo Daniel.

***

Inútiles, si no hay cuerpo eso significa que la bestia está aún con vida, tan difícil era lo que les encomendé – dijo furioso Zigor.

Señor perdónenos por favor, no volverá a suceder nuevamente algún error– decía una de las criaturas que fueron a buscar al licántropo.

Claro que no volverá a suceder – dijo Zigor con ojos maliciosos- Yanick, si valoras tu vida, ya sabes que hacer – terminó por decir.

Si amo – contestó el sirviente.

De inmediato Yanick se transformó y rápidamente aniquilo a los otros 4 que estaban en su forma humana, al fin y al cabo, él era el único por el cual Zigor sentía algún aprecio.

Tráeme más reclutas, necesitamos reclutas nuevos, encárgate de eso y después busca al licántropo, pasaran semanas en que sus heridas curen completamente, de seguro sigue mal herido.

***

Dariel en el granero aplicaba un machacado de hierbas para que ayuden a cicatrizar las heridas del hombre, después lo vendaba, le colocó un pantalón no sin observar y pensar cuan hermosos eran esos genitales y ese torso a pesar de estar herido.

Pasó la primera semana desde que había encontrado al hombre lobo, y este no despertaba a pesar de que su respiración se había estabilizado y sus heridas cerraban un poco rápido de lo normal.

Todos los días iba al granero a ver como seguía el hombre, le cambiaba los vendajes y lo aseaba con agua y una esponja, también mantenía recortada su barba, no sabía por qué, pero por alguna extraña razón necesitaba cuidarlo.

Hasta que un mes después, cuando iba a realizar su visita rutinaria, se dio con la sorpresa que el hombre no estaba y los vendajes estaban tirados en el suelo, preocupado salió a buscarlo a los alrededores, pero no lo encontró, empero, una idea fugaz se le vino a la mente y se dirigió al rio donde lo encontró.

Corrió tan rápido como pudo y ahí lo vio, el hombre quien se veía casi totalmente recuperado estaba dándose un baño, lavaba su cabello, lavaba las pequeñísimas aberturas que aún tenía en sus heridas, se retrajo el prepucio y aseaba su glande también.

Veo que ya te recuperaste – dijo acercándose Dariel.

El hombre levantó la mirada para ver quien le estaba hablando y cuando cruzó con la del chico, algo paso dentro de él.

¿Por qué me ayudaste? – le preguntó el hombre.

Porque me pediste ayuda aquella noche, aun estando convertido en eso, eres un hombre lobo verdad – le dijo Dariel.

¿Y no te doy miedo?, simplemente hubieras podido dejarme morir e irte – dijo el hombre quien ya había dejado de bañarse.

Sentí la necesidad de ayudarte, así que simplemente lo hice – contestó el chico.

Por cierto, me llamo Dariel – continúo diciendo.

Yo Roderick, si sabía que te llamaras Dariel – dijo saliendo y acercándose al muchacho.

Dariel se puso nervioso.

¿Eso es para mí? – le preguntó señalando pantalones limpios de la mano de Dariel.

Si claro, vístete – dijo él apartando la mirada.

Que no te de pena, al fin y al cabo, ya me viste desnudo ¿no? – le dijo Roderick.

De pronto Roderick sintió una presencia enemiga a varios metros de distancia, por lo cual apresuradamente salieron del bosque con Dariel, quien esta vez decidió llevarlo a su casa.

*En el camino de regreso a casa.*

¿Qué te sucedió aquella noche? ¿Es decir por que estabas como te encontré? – preguntó Dariel alzando ligeramente la cabeza hacia arriba ya que el hombre era un poco más alto que él.

Los Anuk-kryatus me perseguían– contesto Roderick.

¿Qué? ¿Anuk que cosa? – dijo Dariel.

¿Demonios? – contesto Roderick.

¿Y qué querían? – Pregunto el chico.

Cazarme para matarme o sabe qué cosa – respondió.

Felizmente no lo consiguieron – dijo el muchacho.

De no ser por ti estaría en las manos de ellos o talvez muerto, te estoy agradecido– dijo Roderick

¿Hay más como tú?, ya sabes – pregunto Dariel.

Al parecer soy el único que queda, los demás fueron capturados por los Anuk-kyapus mandados por Zigor – dijo Roderick.

¿Zigor?, ¿Quién es ese? – preguntó otra vez.

Es el jefe de ellos, y son muchas preguntas por hoy – dijo Roderick tajante.

Solo tenía curiosidad, en fin, ya llegamos a casa – dijo Dariel en frente de la puerta.

Se ve acogedora – dijo Roderick.

Créeme que mejor está el granero – respondió Dariel.

Al entrar encontró a su hermano y a su papá durmiendo nuevamente.

Buenos ellos son mi familia, mi papá y mi hermano – dijo el chico.

Y donde está tu mamá – pregunto Roderick.

Murió hace cinco años – respondió el.

Vaya, lo siento – dijo – Yo también perdí a alguien que amaba y es muy doloroso, sobre todo si ese alguien ha vivido 500 años conmigo – dijo Roderick sentándose a la mesa seguido de Dariel quien se sentó a su lado.

Estas bromeando, pero no te vez de más de 30 – dijo Dariel sorprendido

Los hombres lobo, somos distintos, cuando te transformas en Licántropo dejas de envejecer, prácticamente soy inmortal, no puedes morir con el paso el tiempo, ni enfermedades, pero hay algo a lo que somos débiles – dijo el hombre.

La plata – dijo el chico.

No, esas son solo leyendas, aunque la plata si nos puede lastimar, puede cortar nuestra piel, pero no traspasar nuestros músculos, pero sanaríamos de inmediato a lo que me refiero es a otra cosa – dijo Roderick.

Entonces que – dijo Dariel haciendo un gesto con los hombros.

Femkovitia– Dijo Roderick

Y dale con tus nombres extraños – dijo riéndose Dariel.

Eso mi querido amigo, es un metal desconocido para los seres humanos, ese metal es capaz de penetrar no solo la piel de un hombre lobo sino también sus músculos y si logra tocar algún órgano vital no tiene oportunidad de sobrevivir, por suerte cuando me hirieron el arma no toco mi corazón, y gracias a ti estoy vivo – dijo Roderick acariciando la mejilla de Dariel.

Pero de todos modos si no te ayudaba ibas a sobrevivir – dijo Dariel

Te equivocas, si no me hubieras encontrado y llevado a tu granero, ellos me hubieran encontrado de todos modos – dijo Roderick – Por cierto, no hay nada de comer me muero de hambre – siguió diciendo.

Si, disculpa, soy un descuidado – dijo parándose y trayendo un trozo de pan y algo de tomar.

¿Esto solamente comes? con razón están tan flacos los tres, ¿no tienes algo de carne? – preguntó Roderick.

Aquí no solemos comer tanta carne, además no cruda – dijo Dariel.

¿Y quién te ha dicho que como carne cruda? – preguntó riendo el hombre lobo.

Es que yo…

Roderick no dejo terminar de hablar y se puso de pie.

Nos vamos de cacería – dijo jalando de la mano al muchacho hasta llevarlo afuera de la casa.

Que vamos a cazar – pregunto el chico.

Espera y veras – respondió el hombre adentrándose en el bosque.

Roderick se detuvo un momento para escuchar y observar todo su alrededor, de pronto una sonrisa ilumino su varonil rostro.

Ven sígueme – dijo corriendo.

Pero su velocidad era tal, que dejo atrás por varios metros al muchacho.

Roderick había escuchado a un ciervo comer vegetación, antes de poder entrar en el rango de visualización del animal, el hombre dio un gran salto y trepo a un árbol gigante, cuando el ciervo bajo la mirada para seguir comiendo, Roderick se lanzó sobre su presa tomándola por sorpresa, ambos caen al suelo bruscamente, pero él ya sostenía al ciervo por todo su cuello, solo basto un ligero movimiento de brazos y se rompió, matando así al animal.

Cuando por fin el muchacho llego todo el espectáculo ya había terminado.

Joder, tu cazaste eso solo – preguntó sorprendido el muchacho.

¿Quién más sino? – respondió el hombre.

Es uno muy grande – exclamó.

Si y nos lo llevaremos a casa para el almuerzo – dijo Roderick.

Y para la cena también – agregó el muchacho.

Con el hambre que tengo, dudo mucho que dure tanto – dijo el hombre riéndose y cargó al animal en los hombros.

Quiero que me cuentes más sobre los licántropos – dijo el muchacho por el camino de regreso a casa.

De verdad te interesa saber – preguntó el hombre lobo.

Si, se me hace increíble, hace un mes atrás creía que solo eran leyendas, pero ahora teniéndote aquí puedo comprobar que no – dijo el muchacho entusiasmado.

Bueno, pero después de cenar – contestó Roderick.

Llegaron a casa con el ciervo muerto sobre los hombros y lo tendieron sobre la mesa, haciendo que el ruido despertara a los presentes que dormían.

¿Quién es ese? – preguntó Plutarco.

Papá, él es Roderick, el hombre que rescaté esa noche – dijo.

Entiendo, que bueno que está bien – dijo Plutarco.

Al fin despertaste – dijo Daniel.

Como agradecimiento por dejarme quedar todo este tiempo, les traje este ciervo para ustedes – dijo Roderick.

Ya veo, sácalo de ahí y llevémoslo atrás para destazarlo – dijo Plutarco rápidamente

Roderick volvió a levantar el ciervo ante un sorprendido Plutarco pues no espero que lo cargara con tanta facilidad.

Cazador y hasta fuertecito resulto, que otro secretito nos tendrá– dijo el padre de los muchachos.

Si supiera el secreto que esconde – pensó Dariel.

Despedazaron al ciervo, separaron los órganos, sacaron la piel, cortaron la carne, y los pusieron al fogón para que se cocinara para el almuerzo.

No tan cocida mi carne, por favor – le dijo Roderick a Dariel quien estaba cocinando la carne.

Y dime que fue lo que te paso – le pregunto Plutarco a Roderick quienes estaban sentados a la mesa.

La verdad no recuerdo, Dariel dice que me encontró en el rio con cortes, pero no recuerdo que fue lo que me sucedió – respondió Roderick.

Bueno algún golpe abra afectado tu cabeza – dijo Daniel que estaba sentado a la derecha de su padre.

Aquí está la comida, después de mucho tiempo comeremos carne – dijo Dariel sentándose a la izquierda de su padre y dándole un plato con un buen trozo de carne a Roderick quien estaba sentado al frente de Plutarco.

Dariel porque no le das a Roderick una camisa – dijo Plutarco.

No señor, estoy bien así, me siento más cómodo – dijo Roderick con la boca llena.

¿Siempre comes como desesperado? – pregunto Daniel.

Cuando tengo hambre, sí – Afirmó Roderick y siguió comiendo.

Todos comían a gusto, conversando, Dariel no sabía porque no dejaba de mirarlo, cada minuto que pasaba sentía que necesitaba más a Roderick.

Una vez todos acabaron de comer fueron a reposar la comida, no habían comida tanta carne desde hacía demasiado tiempo, pues tenían muy pocos animales así que no se podían dar ese lujo.

Creo que me iré al granero en todo caso – dijo Roderick

Al granero para que – le pregunto Dariel extrañado.

Para descansar también – respondió.

Puedes hacerlo en mi cama, total yo no estoy cansado – respondió Dariel.

Roderick así lo hizo, se acostó con las manos debajo de su cabeza y cerró los ojos, Dariel quien estaba sentado a la mesa lo miraba embobado, le gustaba mucho ese hombre, como ningún otro, y a decir verdad eran pocos, ya que vivían en una zona muy alejada y casi nunca iba al pueblo, le gustaba el vello que tenía en sus axilas, el de su torso, el cual hacía un camino entre sus abdominales y se perdían debajo del pantalón de Roderick, le gustaba toda su anatomía pues el hombre era extremadamente guapo y muy masculino, y cuando menos se dio cuenta él también se había quedado dormido sobre la mesa.

Cuando despertó se encontraba sobre su cama, era de noche, las 7 talvez, su padre y su hermano seguían durmiendo sin preocupaciones, se dio cuenta que Roderick no estaba, se asustó pues pensó que se había ido, abrió la puerta y lo encontró sentado en la rama de un árbol grande que estaba afuera de la casa.

Pensé te habías ido – le dijo Dariel situándose debajo de él.

Quieres que me vaya – dijo Roderick.

Al contrario, quiero que te quedes – le contestó el chico apenado.

El algún momento tengo que irme, mientras yo esté aquí, tú y tu familia corren peligro – le dijo el hombre.

Entonces llévame contigo – le propuso Dariel.

Aun siendo como soy – le contestó el hombre lobo.

Aun siendo como eres, te seguiría a ojos cerrados – le contestó Dariel mirándolo a los ojos desde abajo.

Ven sube, hay espacio para los dos – le dijo Roderick extendiéndole la mano.

Dariel subió y Roderick pasó su brazo por detrás del cuello.

Hace frio, pero tú no estás frio – le dijo Dariel.

Los hombres lodo regulamos nuestra temperatura, nos mantenemos en una temperatura neutral en todos los climas – contestó Roderick.

Te puedo preguntar algo – le dijo Dariel a Roderick.

Si, me puedes preguntar todo lo que quieras – le contestó Roderick con una sonrisa.

¿Cómo te convertiste en hombre lobo? – le preguntó el joven.

Yo no me convertí, yo nací siendo un hombre lobo – Respondió el hombre.

Entonces tus padres eran licántropos – dijo el chico.

Solo mi padre, no existen mujeres licántropos – contestó Roderick.

¿Entiendo? – dijo Dariel – Y como era tu familia? – le preguntó el chico.

Pues mi manada estaba compuesta de puros hombres lobo, no había mujeres, pues las mujeres solo eran para fines reproductivos y aumentar la manada, ellas vivían en un clan aparte pues desde tiempos inmemoriales existía esa raza especial de mujeres que por su anatomía eran capaz de soportar el embarazo de un hombre lobo, aunque no aportaba nada especial al ser que nacía, más que algunas características físicas, sin embargo, una humana común y corriente moría – dijo Roderick.

Entonces con quienes mantenían relaciones sentimentales y sexuales – pregunto Dariel.

Entre hombres lobo – contestó Roderick mirándolo a los ojos.

Dariel sonrió levemente.

Yo pensaba que se convertían mediante una mordida o algo – respondió Dariel.

También existe esa posibilidad, mediante fluidos corporales como la saliva, la sangre y… – Roderick hizo una pausa – y el semen – continuó.

Ósea si tienes sexo con un humano lo transformas en lobo – preguntó Dariel algo sorprendido.

No necesariamente, nosotros producimos en los testículos la toxina responsable de la transformación, cuando eyaculamos esa toxina sale junto con el semen, pero podemos controlarla a voluntad para bloquear la producción de esa toxina, la transformación mediante relaciones sexuales te ahorra el sufrimiento inicial – dijo Roderick.

¿A que te refieres con eso, de sufrimiento inicial? – preguntó Dariel.

Pues que cuando te uno se transforma con saliva, tienes que ser por la mordedura de un hombre lobo transformado y eso duele muchísimo; dos si es mediante sangre pues no he visto a nadie que quiera cortarse tan profundamente como para recibir sangre de un hombre lobo, por eso el semen es la mejor opción pues porque siente placer antes de la transformación, y claro eso obviamente se hace mientras uno está en su forma humana, porque créeme un humano no quisiera tener una verga de un hombre lobo metida en su trasero, lo destroza – dijo riéndose Roderick.

Y la transformación duele – pregunto Dariel.

Muchísimo, cuando ingresa la toxina al cuerpo ya sea mediante cualquier vía, empieza a recorrer todos los vasos sanguíneos y los hace explotar a su paso, una vez que la toxina llegue a los órganos estos explotan también, haciendo que el receptor tenga una muerte espantosa, cuando esto pasa el cuerpo presenta una apariencia de como si te hubieran dado una golpiza, pero posteriormente empieza la regeneración, primero comienza con el cerebro quien manda una orden para que el resto del cuerpo comience a regenerarse desde adentro, luego reviven como un nuevo ser, ha habido casos en los que el proceso de regeneración ha tardado un día entero – le respondió Roderick.

Sígueme contando más – le pidió Dariel.

Bueno, el crecimiento de los que nacemos se detiene a los 30 años, a esa edad alcanzas la madures y te desarrollas por completo, en cambio los que son transformados, pasan dos cosas, si se exponen a la toxina antes de la edad de maduración sigue el proceso hasta cumplir los 30, pero si son pasados los 30 el proceso de envejecimiento retrocede, es decir si te transformaste a los 40 o 50 por el proceso natural del cuerpo las células van muriendo con el paso del tiempo, pero cuando te transformas en hombre lobo estas células reviven y por ende se obtiene una apariencia más joven – continuo diciendo Dariel.

Ya veo – dijo el chico mirándolo por completo mientras Roderick miraba fijamente al frente – Y esta marca que tienes aquí, que significa – le dijo mirando la marca de la letra griega alfa del alfabeto griego que Roderick tenía en el brazo derecho.

Esa marca, se llama alfa, es una marca que se obtiene con el nacimiento, esa marca te identifica si eres macho activo, así como la marca omega te define si eres el macho pasivo – le contesto. Estas marcas inspiraron el alfabeto griego – siguió diciendo. – Nosotros existimos desde el inicio de los tiempos – terminó diciendo.

Muy interesante el dato – le dijo Dariel sonriendo – ¿Y hay alguna diferencia entre ser alfa y omega? – siguió preguntando el muchacho.

Pues diferencias físicas más que toda, el macho alfa siempre tiene la espalda más ancha, y el pene un poco más grande que el omega, pero ambos casos son mínimos, en cuanto al vello corporal, los alfas suelen tener más vello corporal, aunque en algunos casos no es así, hay machos alfas que no tienen nada de vello más que el púbico – le contesto Roderick – Pero existe una diferencia muy marcada, solo el macho alfa puede llegar a ser un alfa dominante – continúo diciendo.

¿Y cómo es eso? – preguntó el muchacho.

Generalmente es por sucesión, si por el motivo que fuere el alfa moría, el hijo que tiene que ser un alfa también pasa a ser dominante, en caso que no exista ningún hijo alfa, los alfas que quieran ser dominantes tendrán que enfrentarse una pelea sangrienta, no hasta la muerte por supuesto, pero si suele ser muy fuerte – contestó el muchacho.

¿Y en tu familia quien era el alfa? – preguntó el chico.

Un gesto de tristeza invadió el rostro del hombre lobo con aquella pregunta, el cual después de un doloroso silencio contesto.

Mi padre; antes que nos empezaran a casar lo era mi abuelo, tuvieron que pasar muchos años, y finalmente nos casaron a todos, mis padres, mis hermanos, mis tíos y todos los demás miembros de la manada; hicimos alianza con manadas rivales, pero todos fueron capturados y asesinados, yo solo logré escapar por poco – contestó acongojado.

¿Y cómo escapaste? – preguntó Dariel.

Entonces un recuerdo muy doloroso atravesó la mente de Roderick.

Se veía a si mismo peleando mano a mano con un hombre lobo de color gris junto a los miembros restantes de su manada, el campo de batalla era lo que en su momento fue un hermoso bosque verde, que ahora estaba convertido en cenizas, arboles destrozados y quemados por todos lados, bastante sangre derramada, luchaban contra varios Anuk-kryatus con Yanick a la cabeza, cuando un aullido ensordecedor inundo los oídos de Roderick quien se encontraba asesinando a un demonio de una mordida fulminante en el cuello.

Este gira la cabeza con el cadáver del enemigo en sus manos, su padre había sido asesinado por Yanick atravesándolo con varias cuchillas de Femkovitia en el corazón, Roderick furioso quiso ir contra él, pero Yanick desaparecía, él lo buscaba por todos lados, alzando su mirada al cielo lo vio sonriente, Roderick saltando sobre los arboles más grande intento abalanzarse sobre Yanick pero cuando casi lo consigue este desaparece otra vez, para volver aparecer metros más atrás de Roderick quien ahora se encontraba suspendido en el aire por los poderes de Yanick.

Yanick creando una lanza de Femkovitia de sus manos, se la lanza al hombre lobo quien se encontraba desesperado por escapar, cuando esto ocurre el licántropo gris que había derrotado al último Anuk, intersecta la lanza en el aire, atravesando su tórax muy cerca del corazón, ante los ojos triste del otro, Yanick reía victorioso quien preparaba otra lanza para matar a Roderick, quien aún más furioso intentaba liberarse del control del enemigo, sin embargo de pronto una lanza negra atraviesa el abdomen de Yanick, el hombre lobo gris que caía por los aires con sus últimas fuerzas se quitó la lanza y atravesó el abdomen a Yanick, cayendo herido libero a Roderick de su control.

Los tres que quedaban en la batalla cayeron por los aires, Roderick desesperado va a lado de su compañero, quien yacía en el suelo sangriento transformado en humano, agonizando, el arma de Yanick había destruido una arteria del corazón, la muerte era inminente, Roderick quien ya se había convertido en humano, lo levanta del suelo con sus brazos.

Por qué te interpusiste – le preguntó Roderick a su macho omega.

Juramos que nos cuidaríamos siempre – dijo el otro con apenas fuerzas y expulsando sangre por la boca.

Pero no era necesario – dijo Roderick.

Si era necesario, porque te amo – dijo ya con sus últimos alientos – Dame un último beso – le pidió.

Te amo mi amor – fue lo último que le dijo Roderick dándole el beso final y tras esto su macho omega murió.

El hombre lobo quien sostenía el cadáver de su omega gritaba de dolor, mientras se transformaba otra vez en bestia, transformación tras la cual el grito se convirtió en un aullido doloroso y desgarrador.

Muy cerca estaba Yanick quien también adolorido emanaba gritos ahogados muy agudos, que solo parecían sacados del mismo infierno, Roderick al percatarse se acercó con los ojos eyectados de ira, alistando sus filudas garras para terminar con la vida del enemigo que le arrebato a su ser más querido, de pronto aquel demonio muy debilitado y con una sonrisa siniestra desapareció ante los ojos llenos de ira del lobo, así que retrocediendo con todo pesar, tomo el cadáver inerte de su pareja y se lo llevo, perdiéndose en el bosque y en la oscuridad de la noche, jurando vengarse.

Mi omega se opuso entre el arma que me iba asesinar y yo solo por su sacrificio logre escapar nosotros no abandonamos ni una pelea, pero yo quería vengarme y lo hice, pero fue en vano, termine casi al borde de la muerte – dijo Roderick mirándolo a los ojos.

Dariel conmovido le da un abrazo a Roderick, quien lo recibió muy a gusto sintiéndose muy bien, se terminaron por separar, de pronto sus miradas se encontraron y olvidándose por un momento de lo que les aquejaba a ambos, juntaron sus labios, dándose un beso el cual solo demostraba amor, ambos desde el primer momento que se vieron sintieron algo, Roderick sabía lo que era, él se había vuelto a enamorar, pero Dariel recién estaba experimentando ese sentimiento.

Se separaron y ambos sonreían.

Ven te voy a mostrar algo – le dijo Roderick bajando del árbol y posteriormente ayudando a bajar a Dariel.

Ambos dejaron atrás la casa y se adentraron en el bosque.

¿A dónde vamos? – preguntó el muchacho.

No seas impaciente, ya verás – le contestó Roderick.

Caminaron por unos cuantos minutos hasta llegar al rio donde caía una catarata, la luz de la luna iluminaba todo el bosque.

¿Quieres ver una cosa? – le preguntó Roderick a Dariel mientras se quitaba la única prenda que tenía, un pantalón.

Me vas a hacer – dijo Dariel visiblemente intimidado.

Nada de lo que tú no quieras – dijo él acercándose. – Voy a transformarme para ti, aléjate un poco y veras – le dijo dándole un beso en la frente y entregándole el pantalón.

Dariel de inmediato hizo caso, dio unos cuantos pasos más atrás, Roderick hizo lo mismo hasta quedar a una distancia prudencial, el hombre le guiño un ojo, estiró bruscamente sus brazos y los hizo para atrás, todas las venas de su cuerpo se marcaron en su piel, su pecho comenzó a ensancharse más de lo normal así mismo sus extremidades, haciendo que su piel se rompa como si se tratase de un capullo, posteriormente apareció la misma criatura, que encontró malherido hacia buen tiempo atrás, una vez completada la transformación, este aulló.

Dariel lo miraba sorprendido y fascinado a la vez.

No me tienes miedo – escuchó a alguien decir

Dariel, miraba a todos lados pensando que alguien más estaba alrededor pero no había nadie, otra vez le hicieron la misma pregunta, entonces callo en cuenta que aquel ser que estaba en su delante podía conectarse mentalmente con él.

¿Cómo puedes hacer eso? – le preguntó mentalmente.

Es un don que tenemos nosotros, ya que cuando nos transformamos no podemos hablar, pero mentalmente nos comunicamos, además sirve en batallas – contestó el hombre lobo de la misma manera.

Tu verga parece la de un perro – dijo riendo Dariel.

Mira – dijo el hombre lobo haciendo que su verga se erecte.

El pene del lobo iba creciendo, a tamaños impensables, se veía como el pene de un lobo, muy pegado a su piel y con los testículos, la piel se corría y era muy rojo.

Demonios a eso si le llamo algo grande – dijo Dariel a lo que Roderick enseño los colmillos simulando lo que sería una extraña forma de sonrisa.

Ambos personajes estaban uno frente del otro a algunos metros de distancia, la luz de la luna solo alumbraba el lugar y se veía reflejada en el hermoso al cual caía una espectacular catarata; a aquella cascada callo Roderick cuando fue hallado rio abajo por Dariel.

Dariel se acercó sin ningún temor con paso firme se situó frente del hombre loco y acaricio su torso con su mano derecha, aquel era el único lugar donde el lobo no poseía tanto pelo o casi nada pues se podía apreciar y sentir su cálida piel, luego acerco su oído cerca del corazón, pero no alcanzaba, el licántropo tuvo que bajar un poco para que el muchacho escuche sus latidos los cuales estaban un poco acelerado.

Así me pongo cuando estoy contigo – le dijo el lobo.

De la misma forma que tu conmigo – le dijo el chico acariciándole la cabeza sintiendo su frondoso pelaje.

De pronto el lobo volvió a tomar su apariencia humana, quedando completamente desnudo ante Dariel, el cual se ruborizo un poco y quien escaneándolo de pies a cabeza quedo impresionado por el tamaño de sus genitales, tenían un muy buen tamaño.

¿Impresionado? – le dijo Roderick riéndose, colocando sus manos a ambos lados de su cintura.

No mucho, pero he de decir que tu cuerpo es impresionante – le dijo Roderick.

Más impresionante es la catarata que cae en este lugar – le dijo el hombre al muchacho señalando la cascada – Mira como no reflejamos en el agua, bonito ¿no crees? – le preguntó.

Sí, es excelente, metámonos – le dijo el muchacho sacándose sus dos únicas prendas que tenía, su viejo pantaloncito y su camisa, quedando completamente desnudo ante Roderick.

Que hermoso cuerpo tienes – le dijo el hombre acariciándole el rostro.

Para nada, soy tremendo flacuchento, mírame, delgado, debilucho – le dijo Dariel riendo.

Pero muy guapo – le contestó Roderick.

Tú también eres muy guapo – le contestó Dariel.

Vamos – dijeron al mismo tiempo.

Ambos se colocaron debajo de la catarata para que el agua les callera encima.

Se siente muy bien – decía Dariel – La sensación de que el agua te quiera hundir, es curiosa – dijo Dariel.

Yo no siento nada, será que tengo más fuerza – dijo riendo.

Dariel por ratos salía debajo de la catarata para poder respirar pues estar encerrado en la columna de agua le impedía, lo cual Roderick veía muy divertido.

De que te ríes – le pregunto Dariel.

Lo siento, es que no sé qué es lo que se siente ser un humano común y corriente – dijo Roderick.

Con razón se me hacía extraño que tu si aguantabas – le dijo Dariel saliendo de la columna y tirándose en el agua para nadar.

Espera, quiero hacerte una pregunta – le dijo Roderick – Pero levántate y mírame de frente – le siguió diciendo serio.

Dariel le hizo caso y se puso frente a él, mirándolo a los ojos a un costado de la cascada la cual caía haciendo ruido como si fuera una música de fondo para lo que Roderick le iba a preguntar.

Dariel sé que posiblemente sea muy apresurado para ti, pero para nosotros los hombres lobo, esto es rápido y la persona de las que nos enamoramos, lo hacemos desde el primer día, cuando nos besamos en el árbol sentí que tu sientes lo mismo que yo, y por eso te quiero preguntar – dijo haciendo una pausa – ¿Quieres ser mi enamorado? – interrogó

Dariel estaba muy contento y emocionado, pues verdaderamente el sentía lo mismo que Roderick, pero tenía miedo que lo rechazara pues el apenas era un adolescente.

Siento lo mismo por ti desde el primer día, cuando te cuidaba lo hacía pensando en algo parecido, pero siempre me decía que eso no pasaría porque tú te irías – le dijo Dariel – Pero si quiero ser tu enamorado – le dijo el muchacho

Te amo – le dijo Roderick.

Yo también te amo – le dijo Dariel abrazándose y dándose un beso muy romántico.

***

A unos kilómetros de donde estaba la pareja disfrutando de su amor, un joven e indefenso muchacho está siendo amedrentado por Yanick quien tenía intenciones de capturarlo para convertirlo en uno de los demonios de Zigor.

El muchacho corría cuesta arriba en una pendiente tropezándose a todo momento con ramas e hincándose con espinas, esfuerzos en vano para intentar escapar de la criatura de temible aspecto que lo perseguía, lo capturaría de todos modos, se detuvo y miro hacia atrás, misteriosamente había desaparecido, más sin embargo cuando quiso continuar, la criatura de aspecto demoniaco estaba en su delante, quien apretándolo fuertemente del cuello lo desmayó y se lo llevó volando.

Señor aquí le traigo al primer reclutado – le dijo Yanick dejándolo tirado en el piso de la habitación de Zigor.

Bien, el muchacho es agradable a la vista – le dijo el amo.

Sí señor, tal cual usted ordeno – le dijo Yanick.

Bien ahora retírate – le ordeno.

Cargó al muchacho quien estaba desnudo y lo llevo hacia su cama, lo acostó y espero hasta que despertara.

El muchacho despertó, y se asustó levantándose inmediatamente de la cama.

¿Dónde estoy? ¿quién es usted? – le preguntó el joven a Zigor que se encontraba de espaldas a la cama y desnudo.

Estas en donde a partir del día de hoy es tu nueva casa – le dijo Zigor acercándose y mirándolo a los ojos.

Usted es loco – dijo el muchacho pasando al lado de Zigor para irse.

Zigor lo toma fuertemente del brazo y lo tira violentamente a la cama.

Tú no te vas a ningún lado – le dijo sonriendo.

Te he dicho que me excitan los chicos que se ponen difíciles – le dijo señalando su pene ya erecto.

Está enfermo, ¿qué me va a hacer? – le preguntó el muchacho atemorizado en la cama.

Te voy hacer algo que me encanta hacerle a jovencitos como tú – le dijo con una mirada fría y sin expresión.

Voltéate – le dijo Zigor al chico.

Aléjese – le dijo el chico volteando, pero para escaparse.

Zigor aprovecho y tomándolo e inmovilizándolo, lo penetro a la fuerza.

El chico gritaba de dolor, pero al hombre no le importo y siguió penetrándolo, el muchacho imploraba de lo dejara, pero era inútil, Zigor no pararía hasta lograr lo que quería.

El muchacho se resignó, y con lágrimas en los ojos ya no intento nada más, deseó que terminara rápido para que se pueda ir a su casa, pero lo que no sabía que de aquel lugar nunca saldría, pues como dijo Zigor, iba a ser su casa se ahora en adelante.

***

Hace frio no crees – le dijo Dariel quien iba caminando junto con Roderick regresando a casa.

Enserio me lo estas preguntando a mí – dijo Roderick pasándole un brazo por atrás.

Olvido siempre eso de ti – le dijo Dariel.

Llegaron a la casa y hasta afuera de ella se escuchaban los gemidos de Daniel, pues su padre se lo estaba cogiendo nuevamente.

Joder, no me digas que tu padre se coge a tu hermano – le dijo Roderick divertido.

No te lo digo entonces – le dijo Dariel.

Mejor esperemos un rato hasta que terminen – dijo Dariel.

No, eso lo tengo que ver con mis propios ojos – dijo el hombre abriendo la puerta y riendo con lo que estaba viendo.

Plutarco tenia de pie a su hijo apoyado en la mesa, lo penetraba y el muchacho lo disfrutaba, pero de pronto pararon por la presencia de los dos.

Ustedes sí que sí que no pierden el tiempo – dijo riendo y acostándose en la cama con los brazos por debajo de la cabeza – No se preocupe siga que nos quedaremos aquí sin hacer ningún ruido.

El padre sacando la verga del culo de su hijo, furioso fue hacia donde estaba Dariel quien estaba en la puerta de la casa aun parado, levanto su brazo para golpearlo.

Ni te atrevas a tocarlo – le dijo Roderick que parándose rápidamente detuvo el golpe y haciendo que Plutarco lo mire asustado.

¿Quién te has creído para impedirme corregir a mis hijos? – le dijo el hombre intentando soltarse de la mano de Roderick.

Soy la pareja de Dariel y lo voy a defender hasta con mi vida si es necesario, incluso así me tenga que enfrentar a su propio padre – dijo Roderick ejerciendo presión en el brazo del padre.

Roderick por favor suéltalo – le dijo Dariel preocupado mientras su hermano no decía nada.

Voy a dejar pasar esto por única vez, solo por Dariel, pero no se volverá a repetir – le dijo Roderick molesto.

Ya, pero suéltame que me duele – le dijo el hombre más asustado.

Perfecto – le dijo Roderick soltándolo.

Almenos hubieran tocado la puerta – dijo Plutarco sobándose el brazo y yendo a cambiarse – Ponte algo tú también – le dijo a Daniel.

Bueno tengo mucha hambre y sobró medio venado, así que a comer – dijo Roderick sentándose a la mesa.

Todos los quedaban mirando extrañados por su comportamiento de como si nada hubiera pasado, pero, aun así, nadie dijo nada y se sentaron a la mesa, para comer también.

Y bueno cuando piensa irse, ya pasó demasiado tiempo y ya está recuperado – dijo Plutarco.

Pues nunca, o hasta que me aburra – dijo Roderick dándole un bocado a su presa.

¿Cómo es eso? – preguntó Daniel.

Pues tu hijo es mi pareja ahora, así que soy parte de la familia, por eso no me iré – dijo Roderick quien seguía comiendo.

Pensé que eso solo lo dijo para asustarme o algo – dijo Plutarco.

No y ahora se lo confirmo – dijo Roderick.

¿Por qué no me lo habías dicho? – se dirigió a Dariel.

Sucedió de la nada así que no hay más que decir – dijo Dariel dejando callados a todos

Roderick le guiño un ojo y se sintió orgulloso por como contestó Dariel.

Ya llegada la hora de dormir, todos se preparaban para acostarse en sus respectivas camas, Roderick se había acostado en la cama que le pertenecía a su enamorado.

No dormirás en el granero – dijo Dariel.

Pensé que querías que duerma aquí esta noche y las demás noches – le dijo Roderick.

Como sea, pero ya duérmanse y apaguen las lámparas que no dejan descansar – dijo Plutarco.

Tranquilo suegrito que ya estamos en eso – dijo Roderick – Y por cierto no se contenga si quiere cogerse a Daniel, pero eso si póngale un trapo en la boca ya que tengo el sueño muy ligero – dijo Roderick riendo, lo cual a Plutarco no le causo gracia.

Dariel apago las lámparas de queroseno y se dispuso a acostarse, pero la cama era muy angosta.

Ven acuéstate en mi brazo – le dijo Roderick muy bajito.

No tienes problema con ello – le preguntó Dariel.

Claro que no, ven – le dijo.

Dariel se puso de costado dándole la espalda a Roderick quien le paso su brazo por encima a su enamorado y lo abrazo quedándose dormidos, los dos al mismo tiempo.

A la mañana siguiente, todos menos Roderick estaban despiertos.

Hijo, tu hermano y yo nos vamos al pueblo, tenemos que comprar provisiones que ya se nos están terminando – le dijo Plutarco a Dariel.

Encárgate de darle comida a los animales – le dijo Daniel.

Sabes que siempre lo hago – contestó Dariel.

Bueno en la tarde nos vemos y se despidieron.

Roderick seguía durmiendo plácidamente, Dariel lo observaba y se quedaba hipnotizado viéndolo, su cuerpo perfecto cubierto con una ligera capa de vello, su barba, y su cabello largo hasta los hombros ligeramente ondeado, se sentía enamorado y eso le contentaba.

Salió de la casa para realizar sus actividades diarias, le dio de comer a los animales, ordenó el heno, paso como una hora al hacer aquello y cuando regreso a la casa, su hombre aún seguía durmiendo, no sabía qué hacer para no aburrirse, no quería despertar a Roderick así que decidió irse de caza, tomo un arco y flecha y se fue a buscar a su presa.

Tomó su caballo y se fue cabalgando por unos cuantos minutos, se alejó de la casa y se adentró en el bosque en busca de algún venado o jabalí que pueda llevar para el almuerzo, dejó al caballo atado en un árbol y se fue andando a buscar al animal, pero no lo encontró, cuando ya hubo ubicado a su presa, escucho el relinchar desesperado de su caballo, fue corriendo lo más rápido que pudo y cuando llego a la escena, se asustó por lo que vio.

Dariel pudo observar una terrible criatura, era alta de cuerpo delgado, con extremidades largas y tres garras en cada uno, no tenía nariz, boca, ni orejas en su cabeza toda ovalada, solo tenía unos ojos en blancos, y su piel agrietada del color del papel viejo y desgastado, medio amarillento, era un Anuk de Zigor, pero Dariel no lo sabía.

El muchacho le lanzo una flecha, pero no hizo daño al monstruo, se fue alejando, retrocediendo y dando pasos lentos, la criatura no se movía, hasta que decidió correr, corrió unos cuantos metros, pero aquella extraña cosa dio un salto alto y en cuestión de segundo estaba delante del muchacho, quien parando en seco tropezó y se cayó lastimándose un pie, quedando inmovilizado.

Sera buen recluta para el amo – pensó la criatura mirándolo, más no hablo.

Aléjate de mí – le gritaba Dariel adolorido tocándose el pie.

La criatura le mostro sus garras que convirtiéndolas en una sola cuchilla ante los ojos de Dariel con un movimiento rápido, atravesó su hombro, hizo gritar a Dariel de fuerte dolor y desmayarse después.

La criatura se disponía a llevar a Dariel con él, pero en ese momento Roderick quien ya estaba transformado se abalanza contra el Anuk, Dariel sale disparados metros más allá, la batalla era a muerte, el lobo con sus garras destrozaba la piel de la criatura, no emitía ningún sonido, mientras esta le incrustaba sus garras, pero no hiriéndolo tan grave, finalmente Roderick de un solo bocado le arranco la cabeza y la tiro, dejando también el cuerpo sin vida del Anuk.

Apresurado cargó a Dariel, lo puso en su hombro derecho y corriendo se fue para casa, cuando estaba transformado Roderick corría mucho más rápido que cuando estaba en su forma humana, finalmente estando ya cerca escucho a Plutarco y Daniel quienes venían conversando, por tal motivo regreso a su forma original.

Papá ese no es Roderick – le dijo Daniel a su padre percatándose que Roderick salía de entre los árboles.

Así es, pero está desnudo y tu ¿hermano está…? – no termino de decir eso y fue corriendo a darle el encuentro a Roderick.

Un animal lo ataco – dijo Roderick antes que el otro hablara.

Entren – dijo Daniel abriendo la puerta de la casa.

Tráiganme algo para curarlo – dijo Roderick muy asustado.

Enseguida Daniel le trajo agua, una hierba curativa y vendajes.

Amor, resiste estarás bien – le decía Roderick esta vez nervioso.

¿Cómo fue?, ¿que estaban haciendo? – pregunto el papá mientras ayudaba a Roderick.

Pero él no contestaba, solo estaba preocupado por Dariel, revisó su pulso, era débil, el muchacho respiraba con dificultad y había entrado en fiebre.

Has algún remedio para la fiebre – le dijo a Daniel quien inmediatamente se puso a hacer aquello.

Vas estar bien ya verás – le dijo besándole en los labios a un Dariel inconsciente.

*****

Gracias por leerme y después de mucho tiempo estoy de regreso.

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