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¿Hermano mayor descarrilado? ¿Cuñado buenorro?
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Tiempo de lectura: 6 minutos

Un auténtico cabronazo de hermano mayor consigue grabar el video amateur más morboso que hayáis visto hasta ahora. Su hermano pequeño siempre ha sido un chico muy correcto, buen estudiante y nunca se ha metido en problemas. No suele beber, no fuma y lleva con su novia desde jovencito, siendo su única pareja hasta entonces. Su forma de vestir le hacía parecer más adulto, siempre en camisa, contrastando mucho con su hermano mayor, lleno de tatuajes y amante de los chandals y las zapatillas llamativas.

María era una más de la familia, de buena familia, sacándose la carrera de Medicina y con una apariencia bastante "inocente". Si la conocéis, tiene bastante parecido con la actriz Carolina Lorca, de Fakings.

Esa noche ella dormiría en casa de Matías, su novio, cosa que no sucedía tan a menudo como a la pareja le gustaría. Matías vivía con sus padres y su hermano Javi, en un chalet a las afueras de Valencia.

Celebraban el cumpleaños de su padre, y la casa estaba llena de invitados. Hubo bastante alcohol, los tíos se quedaban a dormir en la habitación de Javi que tenía cama de matrimonio, así que este dormiría con la pareja en la de su hermano, que tenía dos camas pequeñas.

Ya lo tenía todo previsto, sabía que ella lo estaba deseando, y ocultó varias cámaras para grabar lo que estaba seguro que iba a pasar después.

La fiesta estaba bastante animada, sobre todo considerando que eran unos pocos miembros de la familia, y Javi los llevó a la habitación para probar por la nariz lo que os imagináis, algo que ya habían hablado que querían probar como todo en esta vida.

El cabrón no le puso lo mismo a Matías, que no tardó en sentir el bajón y necesitar acostarse urgentemente.

María sabía que debía subir con él, aunque el cuerpo le pedía todo lo contrario, y poco después de que subiese la pareja David anunció a sus padres y sus tíos que él también se acostaba ya.

Casi se va por la borda todo el plan cuando su tío dijo que fuera a mi habitación que ellos se iban a casa, pero la madre se opuso porque habían bebido mucho. No querían molestar, pero a David no le molestaba en absoluto…

Entró al cuarto sin encender la luz, sabiendo perfectamente que María no iba a poder dormir, y fingió no saber cuál era su cama, palpando hasta encontrarse con el cuerpo de ella, cubierto por las sábanas. Siguió palpando fingiendo ignorar, hasta sentir uno de sus blanditos y calientes pechos, dejando allí su mano y entonces si pidió perdón, pero dejando su mano apoyada.

-No sé cómo podéis dormir después de eso, yo estoy a tope- dijo retirándose un poco, aunque sabía que su hermano estaba profundamente dormido.

-Este ha caído redondo, pero yo no puedo ni cerrar los ojos- contesto ella desde la cama.

-La idea era pegarnos la fiesta, no esto- le dice Javi agachándose -pero este como siempre es más muermo… – se sigue acercando a la cara de ella, que no sabe cómo reaccionar.

-Bueno pues habrá que intentar dormir, a ver si lo vamos a despertar- intenta zanjar la conversación.

-Va no seas tonta, vamos a jugar a algo nosotros por lo menos ¿no? ¿Enciendo la play? – le toca el pelo, jugando con un mechón entre sus dedos.

-Yo no sé jugar.

-Dormir no vas a poder, vamos a hacer algo mientras va- le quita la sabana, y ella se levanta, sabiéndose demasiado activa para acostarse.

Una camiseta larga cubría su torso, tapándola poco más arriba de las rodillas. Javi se la levanta travieso.

-No sabía que ahora también tengo que darle mis camisetas a la novia de mi hermano.

-No sabía que era tuya, si no, no me la hubiese puesto.

-Este solo usa camisitas de señorito, si ves ropa que mola ya sabes que es mía- enciende la lamparita de noche, iluminando la estancia.

-Que haces encendiendo la luz y todo, así no vamos a dormir- dice ella atónita- que vamos a despertar a Mati.

Se enciende la luz de fuera y suenan pisadas subiendo la escalera. Javi apaga corriendo la lamparita y mete a María en su cama. -que no nos vean a ver si van a pensar algo raro-. Vaya jugada acababa de hacer, y María de momento actuaba como el esperaba.

-Pero que haces, me van a ver en tu cama- él la agarra y la empuja hacia abajo, sube la sabana y le pasa una pierna por encima- voy a disimular el bulto no hagas ruido-. Los pasos en la escalera sonaban cada vez más cerca, y se escuchaba desde el cuarto la conversación que mantenían los padres y los tíos camino a la habitación. María congeló su respiración bajo su cuñado, y cerró sus ojos con fuerza aterrorizada por la posibilidad de ser descubierta en semejante situación.

Sintió como crecía la erección de su cuñado, apretándose contra su culo sin posibilidad de evitarlo en esa postura, mientras la mano de él bajaba por su costado sobre la camiseta, deteniendo en seco su movimiento al llegar a la cintura, justo cuando se escuchó la voz de su suegra asomada a la puerta, helándole la sangre.

-Todo bien chicos- susurró sin alzar la voz.

-Sisi, estos ya estaban dormidos cuando he llegado- contestó Javi, maldiciendo por dentro ante la inesperada intromisión.

-Os dejo la puerta abierta, vamos nosotros ya también a dormir-. Javi vio aliviado que su madre no había sospechado nada al mirar hacia el oscuro cuarto, pero eso de incidir en la puerta abierta le cortó un poco. Sabía que su madre era muy tradicional, de hecho, no le gustaba que su hermano durmiese en la misma cama que María, lo que le hacía temer y le daba más morbo a la vez. Se apagó la luz del pasillo, solo iluminaba lo poco que llegaba de las habitaciones de ellos y la Luna a través de la ventana. María hizo por salir, y Javi le dijo que esperase, que aún estaban danzando a ver si la iban a pillar. La mano que descansaba en su cintura continuo su camino descendente, y al entrar en contacto con la piel caliente de la pierna de su cuñada, invirtió la dirección de sus dedos, pasando bajo la tela que la cubría, sintiendo como se le erizaba toda la piel bajo sus dedos.

-Tenías pinta de braguitas de algodón, pero vaya tanguita que te has puesto no cuñadita? – puso su tono más seductor mientras pasaba el dedo índice recorriendo la costura de la ropa interior de María.

-Creo que te estás pasando no? – agarro la mano de él deteniendo el movimiento- Te estás aprovechando de que no nos pillen para meterme mano.

-Y no me digas que no te está encantando- la corto el enseguida.

-Tu estás loco o qué? -decía ella desde abajo en voz baja.

-Loco me pone siempre como me miras, que yo tonto no soy. Siempre me comes con la mirada, y hoy me vas a comer de verdad- apretó con su dedo entre los labios vaginales de ella, sobre la tela del tanga, provocando que ella apretase sus nalgas hacia atrás, presionando entre ellas su bulto, completamente empalmado a estas alturas.

María amago con salir y Javi la retuvo contra él -espera que vuelve alguien- se escuchaban pisadas acercándose desde el pasillo, y se encendió la luz de la escalera. Alguien bajaba, dándole a Javi unos momentos más de perversión.

-No me digas que no te morías de ganas por probarme- susurró cuando los pasos sonaban lo suficientemente lejos.

– Eres mi cuñado Javi, como piensas esas cosas? – reprochó ella, fiel a su inocente apariencia.

– Lo sé desde el año pasado en la playa, con la cara que ponías al mirar mi bañador- empujó su miembro contra ella, haciéndola sentir la erección apoyada completamente en sus nalgas. – No tienes que sentirte mal, si yo estoy encantado de darte lo que quieres sin que lo sepa nadie.

– Ya me lo da Mati, no necesito que me lo de nadie más- callo al escuchar en la escalera pasos que subían acercándose.

– Venga que es mi hermano, se perfectamente lo que te está dando y tu estas muy Rica para eso- ella le clavo el codo, no quería que lo escuchasen y las pisadas sonaban muy cerca. El pellizco uno de sus pezones, sobre la camiseta, sintiendo la dureza entre sus dedos al apretar con suavidad.

-Para ya Javi, no está nada bien esto- quien subía entró en el baño, cerrando la puerta que daba justo enfrente de la habitación de los chicos.

– Va no me hagas sentir mal, que si no estuviera seguro de lo que digo no insistiría tanto. Es lo que tiene dejar tu correo abierto en el ordenador, que se guardan las búsquedas del historial. Si te ponen las pollas grandes y tu novio la tiene pequeña es normal que quieras otras cosas. – jugaba con su pezoncito con una de las manos, mientras la otra ya había rebasado el límite del tanguita, y hacia cosquillas en el monte de Venus de María, que se estaba derritiendo ante tanto estímulo.

– Joder Javi que yo no he visto eso.

– Que no hace falta que mientas María, que conmigo no hay secretos. – La puerta de enfrente se abrió, y alguien se asomó al dormitorio. Una sombra entraba a hurtadillas en la penumbra, abrió el cajón de la mesita entre las 2 camas y sacó algo de dentro. Javi bajo su dedo, encontrando totalmente húmeda la rayita de su cuñada, que contenía la respiración para no ser descubierta. Javi fingió una voz de dormido, preguntando que pasaba. Su tío dio un respingo, y se alejó diciendo que buscaba algo para el dolor de cabeza, aunque había cogido un preservativo, el último que quedaba en la cajita.

El dedo de Javi recorría lentamente la vulva de María arriba y abajo, en silencio, cuando todo quedó otra vez completamente oscuro. Ella no decía nada, el seguía al mismo ritmo, firme y lento, que la estaba llevando al orgasmo inevitablemente.

– Entonces me reconoces que te imaginabas como sería mi polla en verano? – seguía pasando el dedo sintiendo cada vez más humedad. – Buscabas porno pensando que eras tú la que abrías las piernas para que te la clavase a que si? – le encantaba excitar a las mujeres con su voz.

-Mmm… – ella asentía mordiéndose el labio, entregada completamente a su cuñado.

-Pues hoy por fin la vas a sentir nena, y veras como te encanta- paro de masturbarla, sacándola del trance en el que estaba. La ayudó a subir, hasta dejar su cabeza junto a él apoyada en la almohada. -Pero no te voy a dar con mi camiseta puesta- ella levanto las manos, ayudándole a desnudarla. El la agarraba con ambas manos, bajando la boca apretada contra su cuerpo, recorriendo cada centímetro de piel lleno de lujuria, humedeciéndola al paso de su lengua y saboreando extasiado su victoria. Se levantó a cerrar la puerta sin hacer ruido, ella iba a protestar, más aún cuando Javi se acercó a encender la lamparita de noche.

-Nos va a ver Mati- dijo ella tapándose los pechos con la sabana.

Javi tocó el hombro de su hermano, profundamente dormido en la cama de al lado. – Este hoy no se despierta, parece mentira que se ponga así sabiendo que va a dormir con este bombón- dijo mirándola perverso, apartando la sabana que la cubría y admirando su desnudez. – Solo falta el tanguita, aunque no se si quitártelo o dejártelo, no te esperaba tan sexy. ¿Siempre usas tanga? – le preguntó sentándose al borde de la cama.

– Cuando salgo a fiestas y eso sí- respondió sincera – a Mati le encanta pero me molesta si lo llevó mucho rato-

– Pues cuando lo lleves mucho rato te lo quitas y así más cómoda, y te lo puede comer en cualquier sitio- acerco su cabeza a la entrepierna de ella, que permanecía tumbada con las rodillas levantadas y apoyadas entre sí.

– Que asco tío, si no me lo come ni recién duchada, por ahí menos- apretó sus rodillas.

– Como no se va a comer esta preciosidad, ¡si tienes que estar riquísima!  – se agachó entre sus piernas, lamio la parte posterior de uno de sus muslos y agarro ambas piernas. – Me lo dices en serio o te quedas conmigo?

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