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Porno en familia
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Tiempo de lectura: 24 minutos

Entro en la cocina, me preparo un café y me siento en la mesa.

Al poco entra mi padre, me sonríe y también se prepara un café. Se nota perfectamente como su enorme polla se bambolea al andar forzando la tela del pijama.

Pelo canoso ensortijado, atlético de anchísimos hombros y pequeñísima cadera, su torso es una pronunciadísima V.

Se sienta en la mesa a tomar el café leyendo en su tableta electrónica, mientras pienso que he heredado todo mi físico de él. Bueno… Su polla es más pequeña que la mía…

– Hola cariño. Buenos días – dice mi madre entrando por la puerta.

Su larguísima melena colgaba semidespeinada hasta el nacimiento de sus poderosas nalgas. Llevaba su habitual salto de cama semitransparente, en esta ocasión de color blanco. Sus gigantescas tetas se bamboleaban deliciosamente al andar y a pesar del evidente enorme peso de tamañas maravillas, ella caminaba erguida, elegante, gloriosa. A través de la tela se veía el piercing que adornaba su ombligo, realzando su perfecto vientre plano, así como las dos argollas que perforaban los pezones de sus tetonas, proporcionando una visión más que pornográfica. ¡Que turgencia de muslos! ¡Que caderas anchísimas de hembra devoradora de hombres!

Se agachó a mi lado a besarme.

Nos morreamos metiendo nuestras lenguas profundamente en la boca del otro. Movía su lengua contra la mía y yo hacía lo mismo. Mi mano acariciaba por debajo del salto de cama, sus enorme y turgente culazo. Poco a poco mi polla fue creciendo, hasta que mi glande asomó por el borde de la mesa. Acerqué la mano a su coño y estaba completamente seco. Lo acaricié despacio, con cuidado, pero seguía seco.

Entonces agarré su melena y tiré acercando su cara a mi hinchadísimo glande.

Vi como ella miraba fijamente mi polla y abría muchísimo la boca con la lengua fuera.

Empujé con fuerza su nuca y enterré mi polla completamente en su garganta.

La solté.

No se retiró ni un milímetro. Mi polla continuó dentro de su boca con sus gordos labios contra mis huevos.

Volví entonces a acariciar su coño.

¡Empapadísimo! ¡Un puro charco! ¡Qué maravilla!

Volví a tirar de su pelo liberando mi polla. Ella se incorpora relamiéndose golosa mientras cuatro de mis dedos remueven su enorme y empapado coño.

– Bueno mama, ahora ya estás en tu manera normal – le digo mientras saco mi mano de su coño y se la muestro completamente recubierta de espesos mocos blanquecinos.

– Si cariño. Sabes que basta con darme un poco de caña para lograr eso – me dice sonriente mientras paso mi mano por su cara dejando los mocos femeninos allí. Sobre todo sobre sus ojos. ¡Me encanta verla con fluidos colgando de sus largas pestañas!

Después se acerca a papa y le da un cariñoso beso en la mejilla. Mi padre ni se da cuenta absorto en la lectura.

Me mira sonriente y se encoge de hombros divertida. Luego se pone a prepararse un café.

– Buenos días – dice mi hermano mayor entrando por la puerta.

Venía con trempera matutina y su pijama era una enorme tienda de campaña. Mira a mama de espaldas preparándose el café y tras pensarlo un poco se acerca a ella.

Se baja un poco el pijama liberando una polla tan enorme como la de papa, levanta el salto de cama de mama por encima de las rotundas caderas, el cual se queda allí sostenido, mostrando el más enorme y pornográfico culo de mujer. Con los dedos abre las nalgas y de un golpe mete todo su pollón en el coño de mama.

Mama de un gritito de sorpresa y placer.

– ¡Ah! Hola cariño, buenos días – le dice girando su cara hacia él sacando la lengua.

Mi hermano se la folla con fuerza. Saca cada vez casi toda la polla y la vuelve a meter con todas sus fuerzas. Su enormidad es recibida sin ningún esfuerzo por el enorme coño. Mama con la cara girada hacia mi hermano juega con su lengua, en un intercambio lujurioso de saliva. Se miran a los ojos mientras mueven sus largas lenguas una contra la otra, con perversidad.

– ¡Vaya! ¡Mira Jenny! Me ha enviado un mail la chica que te conté que vi ayer en el metro. La que tenía un culo desproporcionado por lo enorme que era, siendo ella tan bajita y delgada. ¿Te acuerdas? Sobre todo me llamó la atención, que no solo no se acomplejaba de su enorme culo, sino que lo exhibía vistiendo un pantalón de lycra ajustadísimo, además de una ceñida camiseta que no llegaba al ombligo enseñando su mínima y atlética cintura. ¡Una pequeña diosa del sexo! – dice papa levantando la vista de la tableta electrónica, mirando como mi hermano revienta a mama a pollazos sin inmutarse.

– Si querido, me acuerdo… arrrrg… – responde mama con un gemido, ya que mi hermano en su excitación había escupido en su cara justo sobre los ojos.

Mi hermano compartía conmigo, en que mama estaba más sexy con fluidos variados colgando de sus pestañas.

– Mira lo que dice: “Estimado señor pervertido. Podría usted ser mi padre y las cosas que me dijo ayer solo se le dicen a una puta muy puta. No me lo he podido quitar de la cabeza. Llevo con el coño empapado todo el día. Ciertamente, coincidencia o no, me ha calado y todo lo que me dijo, resulta que es lo que busco. Así que tú dirás cabrón” – dice papa.

– ¡Vaya! ¿Qué le dijiste a la putilla? – dice mama jadeando ante los pollazos de mi hermano.

– Bueno… Tras devorarla un rato con la mirada, escribí un texto en mi móvil, luego me acerqué a ella y le pregunté: ¿Disculpa, te importaría leer esto, por favor? Cuando terminó, le sonreí y me volví a mi sitio. No volví a dirigirle la mirada, pero de reojo vi como ella me miraba de vez en cuando de arriba a abajo – dice papa masturbándose evidentemente excitado con la charla.

– Arrrrg… ¡Eres un cabrón Carl! ¿Y qué le escribiste en tu móvil? – dice mama babeando saliva con la lengua fuera y gimiendo a tope con cada pollazo de su hijo.

– Escribí: “¡Guau! ¡Eres maravillosa! ¡Eres una oda al deseo masculino! ¡Estoy excitadísimo tras verte! ¡Me encantas! Pero la pregunta es… ¿Te gusta a ti ser el objeto sexual de un hombre? ¿Te gustaría que un viejo como yo te utilizara como una muñeca sexual? ¿Realmente disfrutarías siendo ahogada por una enorme polla alojada profundamente en tu boca? ¿Tendrás el coño tan dilatado de follar que pueda acoger mi enorme polla? En definitiva, aparte de tener un cuerpo de zorra increíble, ¿realmente lo eres? Si es así estaré encantado de usarte como la mayor de las putas. Este es mi mail “xxxx”. Como ves es muy fácil de recordar. Si no me escribes, entenderé que no estás interesada. Por último, cuando me corra hoy follándome el enorme culo de mi mujer, ¡igualito al tuyo!, lo haré diciéndole a ella que te estoy follando a ti mentalmente. Gracias.” – dice mi padre jalándose la polla a tope.

– ¡Jodeeer Carl! ¡Eres un cabrooon! ¡Y la muy zorra te respondeee! ¡Puto viejo verdeee! Arrrrg… – dice mama corriéndose con las embestidas de mi hermano con los ojos en blanco.

– ¿Bueno, que le respondo? – dice papa sonriendo.

– Recógela en tu coche y fóllatela hasta que la revientes. Si aguanta, invítala a casa para que todos la usemos… Arrrrg… ¡Joder hijo! Arrrrg… ¡Qué pollaaa! – dice mama gimiendo a tope con la cara mirando al techo, ya que mi hermano está tirando de su melena hacia atrás con mucha fuerza.

– Papa, si te parece, me gustaría ir contigo. Dile que te va acompañar tu hijo. Según la has descrito me ha excitado a tope – le digo a papa mientras me acerco a mama con mi polla empalmadísima.

– De acuerdo – dice papa escribiendo en el ordenador.

Me acerco a mama y le hago un gesto a mi hermano. El me tiende la cabellera como si fueran las riendas de un caballo. Usando el pelo giro la cara de mama hacia mi y escupo en sus ojos. Mi saliva y la de mi hermano los cubre de manera maravillosamente pornográfica. Ella da un gemido descomunal y se convulsiona alrededor de la polla de mi hermano.

– ¡Fóllate mi polla con tu boca zorra! – le digo soltando su pelo.

Mama se gira, apoya las manos en mis muslos y se traga mi polla de golpe hasta los huevos. Entonces rápidamente se acompasa con mi hermano. Cuando él saca la polla casi completamente de su coño, ella deja mi polla casi completamente fuera de su boca y cuando mi hermano embiste metiéndosela de golpe hasta los huevos, mi polla desaparece completamente hasta que su nariz golpea mi vientre.

Con cada pollazo un gemido y una fina lluvia de saliva restalla de sus labios alrededor de mi polla, además de una enorme salpicadura de jugos vaginales, que pollazo tras pollazo van tiñendo de blanco el bajo vientre de mi hermano.

– Bueno, ya está. A ver qué responde – dice mi padre volviéndose a mirarnos – ¡Jodeeer! Te están reventando a pollazos Jenny. Como cuelgan y se bambolean tus gigantescas tetas con los pollazos de los chicos. ¡Estás bellísima cacho zorra! – dice papa masturbándose con una enorme sonrisa.

En ese momento la tableta electrónica hace un ruidito. Papa la atiende y gime de excitación. Se masturba furiosamente mirando la pantalla.

– La zorrita ha respondido. ¡Que atrevida! Además ha mandado una foto. ¡Uffff ¡Menuda puta! Mirad lo que dice: “Estimado señor pervertido, estoy desendo ser usada como la puta que soy. Allí estaré. Le adjunto una foto como muestra de mi impaciencia. Un beso en su polla.” – dice papa mientras mama nos folla cada vez más fuerte al oír las palabras de la muchacha.

– Papa, enséñanos la foto porfa – dice mi hermano mientras palmea las enormes nalgas de su madre bamboleándolas. Duras y turgentes aguantan firmemente los vigorosos palmetazos, que son rubricados cada vez por un ahogado gemido, ya que mi polla era engullida cada vez más rápido.

– ¡Mirad que maravilla! – dice papa mostrándonos la tableta.

La excitación arreció en todos al ver la foto de una de una chica con la cara tapada, tumbada en una cama, completamente abierta de piernas, mientras sujeta con las dos manos un dildo del tamaño de una polla de caballo, el cual ha metido en su coño casi hasta el final. ¡Espectacular!

– ¡Mándale una foto tuya Carl! ¡Que alucine la putilla! – dice mama babeando saliva al sacarse mi polla para hablar.

– Ipso facto cari, precisamente tengo una en la tableta donde estoy justo corriéndome en la cara de la novia de Joe – dice papa refiriéndose a mi novia y volviendo a teclear.

Mama se corría ya cada pocos segundos. Mi hermano y yo acostumbrados como estábamos a sus peculiaridades, seguimos follándola a toda potencia a pesar de las convulsiones que cada poco la sacudían. Con los orgasmos cada vez se tragaba mi polla con más fuerza. Empujaba su cabeza contra mí con tanta fuerza ya, que golpeaba contra mi vientre con toda la cara. Si tuviera más polla para tragar… ¡se la tragaría!

– Ya está. ¡Le ha encantado la foto! Me voy a dar una ducha, he quedado con ella en una hora – dice papa levantándose.

– Yo también me voy a vestir. Lo siento mami, pero me voy a guardar el semen para esa zorrita – le digo a mama, soltando mi polla a duras penas del agarre de su dilatadísima boca.

– Claro cariño. No te preocupes, seguro que tu hermano me llena la cara de leche, como merece una zorra como yo – dice mama mirando a mi hermano relamiéndose.

Al poco mientras revisaba en mi habitación la ropa que iba a ponerme, se escucha un ronco sonido masculino, seguido de varios gemidos femeninos. ¡Mi hermano acaba de llenarle la cara de leche a mama!

Elijo un pantalón amplio y una camisa larga. Así puedo ir sin ropa interior y la camisa me tapará las erecciones. Se nota mi pollón colgando, pero hay que fijarse, la camisa lo tapa casi por completo.

– ¡Se te nota la polla, cerdo! – me dice mama desde la puerta de mi habitación.

Tiene los dos ojos repletos de semen y un espeso cuajo le cuelga de la punta de la nariz. ¡Que belleza!

Me acerco a ella.

– ¡Saca la lengua zorra! – le digo cogiendo con los dedos el cuajo de su nariz.

Me mira a los ojos con una mirada de loba espeluznante y saca su perfecta lengua. Pongo el espeso semen por su lengua y al poco este resbala y se queda colgando de la punta. ¡Que guarra! Estoy empalmado otra vez.

– Me voy mami. Si no, voy a tener que follarte otra vez. ¡Que puta eres! – le digo sonriendo.

Ella guarda su lujuriosa lengua y deja que el semen se quede sobre los gordos labios. Su rostro aún se vuelve más pornográfico. Uffff…

– Hijo ya estoy. Cuando quieras nos vamos – oigo decir a papa.

– Ya voy pa – le respondo.

– Pásalo bien cerdo – me dice mama agarrando mi pollón por encima del pantalón.

Sonrio y tras estrujar con todas mis fuerzas las más enormes y turgentes tetas de mujer, fui al encuentro de papa. Nos marchamos viendo como mama se masturbaba y se magreaba una de sus enormes tetas con la lengua fuera.

Ciertamente no ayudó a que se me bajara la erección.

Llegamos al lugar de la cita. Allí estaba, en la parada de autobús que nos habia dicho. Papa acercó el coche.

– ¿Espera transporte señorita? – dice papa sonriendo a la chica.

Ella mira el coche, sonrie y se acerca.

Zapatos de tacón blancos. Medias blancas por encima de la rodilla. Falda blanca apenas por debajo de las caderas. Los turgentes muslazos al descubierto, enmarcados por las medias y la falda. Camisa polo entallada, dando la impresión de ser perforada por los empitonados pezones de sus casi inexistentes tetas. Era evidente que no llevaba sujetador… ¡Que belleza lujuriosa! Las caderas anchísimas partían de la mínima cintura, realzadas al máximo gracias a lo entalladísima que era la cámisa. El pelo recogido en dos coletitas, le daba un aire colegial.

Uffff… ¡Que zorra!

Se apoya en la ventana del coche con su enorme culo en pompa. Un anciano detrás de ella en la parada del autobús, abre los ojos desmesuradamente y casi babea mirando al descomunal culo de la chica.

– Hola soy Pat – dice mirándonos a ambos.

– Hola soy Carl, este es mi hijo Joe – dice papa con los ojos fijos en los pitones de la chica.

– Hola putilla – le digo sin preámbulos desde el asiento de atrás del coche, donde voy sentado.

Ella vacila un momento, pero enseguida se recupera y sonrie.

– Hola señores pervertidos – dice relamiéndose.

Papa se inclina hacia ella y pinza con los dedos uno de los empitonados pezones por encima de la camisa. La mira atentamente. Ella se muerde un labio y no dice nada. Entonces empieza a tirar del pezón. Ella gime. El tira más fuerte. Ella gime más. Al fin esta tirando del pezón a lo bestia, estirando la diminuta teta una barbaridad. Ella saca la lengua y se convulsiona un poquito.

– ¡Que cerdo eres! ¡Podrías ser mi padre! – dice la chica con la cara roja.

– Seguro que esa idea te pone muy perra, ¿verdad? – dice papa estirando ahora los dos pezones a tope.

– Siiiiii…. – dice casi gimiendo.

Se me ocurre una idea, al ver como babea el anciano de la parada mirando el descomunal culo de la chica.

– Se me ha ocurrido algo Pat. A ver si te atreves – le digo sonriendo.

– Diiiime… Señor pervertidooo… – dice con el rostro congestionado ante el tratamiento de papa.

– Que te parece, si vuelves a la parada y le dices al señor mayor que está detrás de tí alucinando con tu culo, que tu papa en el coche se ha dado cuenta de que está mirando el enorme culo de su hija. Luego le dices que no se preocupe, que tu papa quiere que le dejes meterte mano y que restriegues tu culazo por su paquete un rato – le digo con mi polla ya durísima.

Ella me mira, mira a mi padre y luego se gira para cazar al anciano absolutamente absorto en su culo gigante. Sin más se incorpora y se va hacia el hombre.

Mi padre y yo nos sorprendemos ante su audacia.

Le dice algo al oido al anciano y luego se gira de espaldas a él, completamente pegada a la bragueta del hombre.

Se ve perfectamente como ella mueve su enorme culo contra la entrepierna del anciano y como este amasa a lo bestia las descomunales nalgas a su alcance. La marquesina de la parada del autobús cubre a ambos de miradas indiscretas. Mi padre y yo somos los únicos espectadores del enorme sofoco del hombre y del cada vez más rápido movimiento de las caderas de la chica.

El hombre de pronto da un gémido y se desploma en el asiento de la marquesina. El pobre hombre se ha corrido encima. Esta casi desmayado con una sonrisa de oreja a oreja.

Ellla lo mira coqueta y vuelve a acercarse a nosotros.

– Se ha corrido el cabrón – nos dice apoyada otra vez en la ventanilla.

– Acabas de hacer a alguien inmensamente feliz chiquilla. Y a mi me has excitado a lo bestia – dice papa volviendo a estirar los pezones de la chica.

– Si Pat, ha sido maravilloso – le digo con la polla durísima.

– Bueno Pat. Súbete detrás con Joe si quieres. Ten presente que nada más subir te va a follar y no va a ser cariñoso. Te va a usar como si solo fueras unos agujeros destinados a ser perforados y… ¡Su polla es enorme! – dice papa estirando los pezones a tope excitadísimo.

Ella nos mira y sin decir nada se sube detrás conmigo.

Nada más sentarse la morreo metiéndole la lengua y meto la mano entre sus piernas directa a su coño. ¡No lleva bragas! ¡Empapadísima! ¡El coño es enorme! Cuatro de mis dedos resbalan dentro de golpe y ella gime a traves del lujurioso beso con lengua que nos estabamos dando.

– ¡No lleva bragas papa! ¡Y está empapada y su coño es enorme! ¡Tengo casi mi mano dentro! – le digo a mi padre realmente sorprendido.

– Pues dale hijo. ¡Follátela! Si puede con tu polla, con la mia no tendrá problema – dice papa arrancando e incorporándose al tráfico.

Saco mi tranca y ella abre los ojos con cara de no creerselo. Luego su rostro muda a uno de lujuria sin medida.

– Súbete putilla. A ver lo que puede tragar tu coño – le digo sacando la mano chorreante de jugos.

Ella se sube sobre mí y emboca mi polla hacia su coño. Empieza a sentarse y mi pene va desapareciendo poco a poco dentro de ella.

Llevaba la mitad dentro cuando se detiene. Bueno, no está mal. La mayoria no puede meter ni el glande.

– ¡Se ha metido la mitad pa! ¡Es una autentica zorra esta chica! – le digo a mi padre.

– Genial. ¡Que inesperado Pat! Mi chico lleva un auténtico mostruo entre las piernas. ¡Enhorabuena! – dice papa mirando por el retrovisor.

– ¡Callad cabrones! Solo me estoy acomodando al tamaño… Arrrrrrg… ¡Es enorme joder! ¡Ahora métetelo todo zorra! – se dice a si misma.

De golpe se deja caer y las enormes nalgas de pronto reposan en mis muslos. Casi toda mi polla está dentro de ella. Sus nalgonas contra mis muslo impidieron que se la metira toda, pero entonces ella dobla la cintura levantando el más enorme culo de mujer y toda mi polla desaparece dentro de ella. Sus labios vaginales reposan sobre mis huevos.

– Arrrrrrg… ¡Que pollaaaaaaa!… – dice berreando a grito pelado.

– ¿Que pasa hay detrás? – dice papa.

– ¡No te lo vas a creer! ¡Se la ha metido entera! ¡Hasta los huevos! – exclamo alucinado.

– ¡No! ¡No fastidies! ¿Entera? – dice papa más que sorprendido.

– ¡Entera! Ufffff… Y ahora empieza a follarme. ¡ Esta zorra está follándome hasta el fondoooo!… – exclamo alucinado viendo el enorme culo subir y bajar sobre mi polla.

– Arrrrrg… ¡Que pollooooon!… ¡Cerdooooo!… ¡Me revientaaaaas!… ¡Cabrooooon!… – dice la chica con la lengua fuera y los ojos en blanco.

– ¡Increible! ¡Que inesperado! No aguanto. Voy a parar el coche y tratar de metersela por el culo. Vamos a rellenar a esta guarra – dice papa aparcando en el primer sitio que encuentra.

Los cristales traseros están tintados y no se ve lo que pasa en la parte trasera del coche.

Papa se monta, cierra la puerta e inmediatamente saca su pollón. Se pone detrás de Pat y maniobra entre las enormes nalgas.

– Te aviso guarra. Te la voy a meter por el culo con la polla de mi hijo en tu coño. ¿Lista? – dice papa con la voz ronca de excitación.

– ¡Follemeeeeee… señor pervertidooooo!… – grita la zorra al notar la polla de papa.

Papa no necesita lubricar la zona. Está salpicando tantos jugos que todo el trasero está empapado. Empuja y abre los ojos sorprendido ante la facilidad. Sin más culea y noto la polla de papa al lado de la mia separadas por una fina membrana. Se la ha metido entera en el trasero. Nuestras dos enormes pollas la llenan. Nuestros huevos cuelgan unos sobre el del otro.

– Arrrrrrrg… ¡Que pollaaaaaaas!… ¡Hijos de putaaaaa!… Arrrrrrrg… – grita Pat con los ojos en blanco removiendo el trasero para sentir aún más nuestras pollas.

Enseguida empieza a moverse y las largas pollas empiezan a salirse casi por completo, para de golpe ser engullidas enteras. Empuja contra los dos y ni mi padre ni yo tenemos que movernos. Literalmente nos está follando.

¿Quien está probando a quien aquí?

Al final los objetos sexuales somos mi padre y yo. ¡Jodeeeeeer!

A los 10 minutos nos estaba follando a toda potencia. Mi padre tiraba de sus coletitas hacia atrás a lo bestia y ella, doblaba la espalda como una gimnasta, el rostro mirando al techo del coche y sin embargo, su gigantesco trasero seguia moviéndose a toda velocidad follando nuestras enormes pollas.

Y empezó…

De pronto da un gemido agónico, se para en seco, los ojos se le ponen en blanco, la lengua fuera de manera impúdica y se empieza a convulsionar…

– Arrrrrg… ¡Putoooooos!… Arrrrrrg… ¡Cerdooooooos!… Arrrrrg… ¡Asquerosooooooos! – escupe las palabras mientras se corre con violentísimas convulsiones.

Al poco se queda inmovil y… Empieza a follarnos otra vez a toda velocidad, empalándose las pollas con una violencia tremenda.

Papa y yo nos miramos sorprendidos y excitados.

A los pocos minutos… Otra vez.

Los ojos en blanco, la lengua fuera y convulsionándose a lo bestia, mientras escupe más que dice un monton de barbaridades. Se para e inmediatamente vuelve a follarnos a lo bestia.

En seguida… Vuelve a correrse entre tremendas convulsiones… Y vuelve a follarnos… Y se vuelve a correr… Y vuelve a follarnos… Y se vuelve a correr… Y se…

Ya no se paraba. Las convulsiones se le juntaban cada pocos segundos y en su frenesí orgásmico se metia las pollas con tanta fuerza que en ocasiones me hacia daño.

¡Era una fuerza de la naturaleza!

– ¿Pa, como vas? No creo que aguente mucho más – le digo a papa agarrado a las descomunales caderas de la chica disfrutando como nunca.

– Yo tampoco. Pat querida, Joe y yo estamos a punto para corrernos, pero antes dejame decirte una cosa ¿vale? – dice papa soltando las trenzas de la chica para hablarle.

– Arrrrrg… ¡Dimeeeeee! Arrrrrrrg… ¡Asquerosooooooo! – dice Pat con ya casi continuas convulsiones.

– Verás. Despues de esto, queremos que vengas con nosostros a casa. Allí estará mi otro hijo y mi mujer. Si vienes, serás follada allí también por ellos. No se si te gusta follar con otra chica, por eso te lo digo. Bueno, si decides venir, queremos corrernos sobre tu cara y que dejes nuestro semen sin tocarlo para darles una sorpresa. Sobre todo a mi mujer le va a poner cachondísima verte con nuestra leche en tu cara – dice papa mientras notamos como ella acelera la follada cada vez más según va escuchando.

– Mama, para que te hagas una idea, es muy bella, de larga melena, con un culo tan enorme y maravilloso como el tuyo, pero además tiene unas tetas gigantes, enormes, masivas, casi irreales de lo grandes que son – le digo mientras ella vuelve a correrse.

– ¿Bueno, que dices? – pregunta papa.

De pronto ella se sale de nosotros violentamente y nos empuja a un lado. Luego se recuesta apoyando la cabeza en el asiento metiéndose la mano en el coño en el mismo movimiento. Saca la lengua mirándonos fijamente mientras se bombea el coño energicamente.

– ¡Vengaaaaa!… Arrrrrg… ¡Llenarme la caraaaaa!… Arrrrrrrg… ¡Que alucineeeeee! Arrrrrg… ¡Esa puta tetonaaaaaa!… – dice mirándonos con las más perfecta expresión de: “CÓRRETE EN MI CARA CABRÓN”.

Nuestros gordos glandes se pegan a su cara apareciendo y despareciendo en la piel del prepucio, ya que nos masturbábamos a tope. En nuestra paja los glandes golpeaban sus mejillas, su nariz y sus ojos. Ella era una convulsión orgásmica continua y sus ojos en blanco y la lengua ofrecida exhibian el más puro rostro de la lujuria.

– ¡Zorraaaaaaaaa! ¡Aaaaaaaaaah! ¡Que cara de zorraaaaaaa! – exclamo corriéndome.

– ¡Putillaaaaaa! ¡Aaaaaaaaaah! ¡Guarraaaaaaa! ¡Aaaaaaaaaaah! ¡Putaaaaaaaaa! – dice papa soltando enormes chorros.

Nuestras pollas soltaban chorros y chorros de espeso semen absolutamente desincronizadas. Una vez dos enormes chorros salen a la vez de nuestros hinchadísimos prepucios, llenando uno la abierta boca y otro pintando una linea desde el labio superior hasta la mitad de la coronilla, pasando por encima de uno de los ojos sosteniéndose en la pestaña. Papa soltó otro de inmediato y dio contra la nariz inundando las fosas nasales. Ella al notarlo bufo en medio de otro orgasmo y el semen quedo colgando a modo de mocos. Entonces yo solté uno larguísimo que le cruzo toda la cara en diagonal, esta vez sobre el otro ojo y pringando el pelo. Luego, parece que a papa le gusto como quedaba el semen en el pelo de Pat, ya que acercó la polla a su cabeza y vació el resto de esperma allí. El pelo negro de preciosos reflejos azules, contrastaba de manera increible con el blanquecino-amarillento de nuestra espesa leche. Dos lecherazos más mios, acabaron de cubrir su cara en largas lineas. Cuando acabamos y la miramos, papa y yo exclamamos a la vez: ¡Que cara de guarra!

– Arrrrrrrrg… ¡Hijos de putaaaaaaa!… Arrrrrrrrg… ¡Como os correiiiiiiis!… Arrrrrrrrrg… ¡Cerdoooooos!… – dice Pat escupiendo las palabras a través de nuestro semen.

– Mira que bella estás – le digo enseñándole su rostro a través de la aplicación espejo del móvil.

– Si, te queda la leche en la cara casi tan bien como a mi mujer – dice papa sonriendo.

– ¿Casi tan bien? ¡Pero si parezco salida de la portada de una peli porno! ¡Casi es como si me hubiérais maquillado con semen! – dice Pat sonriendo.

– Estas preciosa. A mi hermano se le va a poner la polla durísima nada más verte – le digo sonriendo también.

– Bueno, vamos a sorprenderlos – dice papa saliendo del coche, poniéndose al volante y volviendo a conducir.

Pat a mi lado se sienta como si no hubiera roto un plato…, a no ser claro por los espesos cuajos de semen que adornan su cara.

Charlamos conociéndonos. Y al final lo que nos une es una mutua pasión por el sexo. Nos cuenta que su sexo siempre fué muy grande. Enseguida se dió cuenta que le pedia introducirse cosas enormes. Al principio no sabia que no era normal que una chica metiera toda su mano en el coño como si nada. ¡Menos mal que en los sex-shops hay dildos de todos los tamaño! – nos dice – ¡La dependienta no entendia que quisiera comprar el más enorme que tenía en la tienda! – dice riendo.

– Tal parece que estabas esperándonos – le digo estirando uno de los pitones que tiene por pezones.

Ella ni se inmuta y sigue charlando como si nada.

Meto la mano bajo la falda y remuevo cuatro dedos dentro del coño, los saco llenos de jugos. Los recojo con la otra mano y los reuno en la punta de los dedos. Luego acerco los dedos a sus pestañas y delicadamente las unto con sus propios jugos. Al cabo, espesos mocos femeninos cuelgan de sus bellas y largas pestañas. Me deja hacer sin decir nada. Bueno no. Jadea un poco y saca la lengua con vicio.

– ¡Eres deliciosa zorrita! – le digo empalmándome otra vez.

– ¡Y vosotros sois unos pervertidos! – dice agarrando mi empalmada polla.

– Calma chicos, ya hemos llegado – dice papa.

La puerta del garaje se abre y vemos a mama y mi hermano a punto de subirse al otro coche.

Mama viste una ajustadísima falda y una ligera blusa. Los gigantescos melones se mueven bajo la blusa amenazando con reventarla. Sus largas piernas y su enorme trasero hacian de su visión algo inenarrable.

Mi hermano llevaba ropa de deporte y sin ropa interior, ya que se notaba el enorme rabo bamboleándose al andar.

– ¿Te marchas Jenny? – dice papa bajando del coche.

– ¡Ah Carl! Si, me ha llamado mi hermana. Su hijo ha invitado a varios amigos y dice que necesita refuerzos – dice mama dando un piquito cariñoso a papa.

– Y yo voy con ella. Me apetece ver a las dos en acción. ¡Uffffff! – dice mi hermano relamiéndose.

En estas se baja del coche Pat y mama y mi hermano abren los ojos como platos.

– ¡Jodeeeeer! – dice mi hermano.

– ¡Arrrrrrrg!… – jadea mama con la lengua fuera.

– ¡Hola, soy Pat. Encantada! – dice la chica acercándose a mama.

Mama se sorprende cuando Pat estruja una de sus enormes tetas por encima de la blusa y con la otra mano agarra una de sus masivas nalgas. Luego la morrea metiéndole la lengua y dándole a saborear abundante y espeso semen.

Luego, se separa de mama dejándola con semen en los labios y muy excitada, para acercarse a mi hermano.

– ¡Hola, soy Pat. Encantada! – dice poníendose de rodillas delanta de mi hermano y liberando su polla dando un tirón al pantalón de deporte.

Da un gemidito al ver la polla e intenta tragarsela… Y casi lo consigue. Tres cuartas partes desaparecen en su garganta y aunque no entra más ella lo intenta empujando y atragantándose.

– ¡Uh!… ¡Estoooo!… ¡Encantado soy Tom! – dice mi hermano sorprendido.

Mi hermano se empieza a empalmar dentro de la boca de Pat y la enormidad hace que Pat recule y la saque de su boca.

– ¡Uffffff!… ¡Empalmada es enorme! ¡Tengo que practicar más si quiero tragarme vuestros mostruos! – dice Pat sonriendo poniéndose de pie.

Mama y Tom se acercan a ella y le meten mano con total descaro. Mama además le lame la cara saboreando los cuajos de semen.

– ¡No llevas bragas! Arrrrrrrg… – dice mama con las manos bajo la falda de Pat – ¡Y he metido toda mi mano de golpe en su coño! Arrrrrrrg… ¡Chiquilla, eres una maravilla! – exclama mientras sorbe un lecherazo de una de sus trenzas.

– ¡Que tetitas tan deliciosas! ¡Y tu culo tan enorme y duro como el de mama! Ufffff… ¡Me encantas Pat! – dice mi hermano pellizcando los pezones y estrujando las nalgonas a tope.

– ¡Sois un par de cerdos! Arrrrrrrg… ¡Que cachonda estoy! – dice Pat con los ojos cerrados y la lengua fuera gozando con el magreo descarado que le estaban propinando.

Mama sorbió semen e hizo un gesto de escupir hacia la cara de Pat. Espero la reacción de la chica y… ¡Fue increible! Miró a mama directamente a los ojos con una expresión de lujuria increible y sacó la lengua ofreciendo su cara al escupitajo.

Mama escupió con fuerza directamente contra sus ojos. La chica se convulsionó y el antebrazo de mama empezó a gotear como si hubieran abierto un grifo.

– ¡Te has corrido con el escupitajo cerda! Arrrrrrrrg… ¡Me estás empapando de jugos! – dive mama superexcitada.

– Arrrrrrrg… ¡Cerdaaaaaaa!… Arrrrrrrg… ¡Puta viejaaaaaaa! Arrrrrrrrg… ¡Guarraaaa tetonaaaaaaa! – dice Pat corriéndose con la mano de mama dentro de su coño.

Papa y yo estabamos hipnotizados viéndolos.

La chica temblaba de pies a cabeza y el antebrazo de mama goteaba jugos sin parar.

Mi hermano estiraba a tope los pezones y frotaba su pollón contra las enormes nalgas de Pat, culeando como si la follara excitadísimo.

– ¡Que pasada! Estaria todo el dia mirandoos. ¿Oye, por que no vamos todos a casa de la tia Cathy? ¿Que dices Pat, quieres venir a follar con nosotros, un montón de adolescentes salidos y la hermana tetoncísima de mi mujer? – dice papa saliendo de su ensimismamiento.

– ¡Oh si! ¡La tia Cathy tiene unas tetas tan gigantes que hace que las de mama sean pequeñas! – dice mi hermano estrujando uno de los gigantescos tetones de mama.

– Arrrrrrrg… Si, mi hermana tiene un poquito más grandes los pechos que yo. ¡Pero solo un poquito cabroncete! – dice mama sin inmutarse ante la mano de su hijo deformándole completamente el enorme pecho.

Mi hermano pinza uno de los pezones de mama por encima de la blusa con una mano y uno de los pezones de Pat por encima de su polo con la otra mano. Tira de ambos con todas sus fuerzas. La reacción de ambas fué idéntica… Los ojos en blanco y la lengua fuera jadeando.

Las dos mujeres se dan cuenta que han reaccionado igual y se rien complices con alegres carcajadas.

– Bueno, ¿que dices cariño? ¿Te vienes a casa de mi hermana a divertirte un poco? – dice mama con uno de sus gigantescos melones estirados por su propio hijo de tal manera, que la blusa parece a punto de rasgarse.

– Pues claro que si. Estoy disfrutando este dia a tope – dice Pat con su pequeña tetita estirada al máximo por el pervertido de mi hermano.

Entre chanzas y risas nos montamos en los coches y nos dirijimos a casa de la tia.

Mi hermano quiso ir junto a Pat y ella a los pocos momentos iba encima de él cabalgándoló, metiéndose la polla hasta el fondo con unos golpes de cadera bestiales. Los jugos salpicaban cada vez que se dejaba caer con todas sus fuerzas golpeándo los huevos de mi hermano contra sus labios vaginales. Cuando llegamos a casa de la tia ya estaba orgasmando sin parar y nos costo hacerla bajar. Creo que fue mi comentario el que la hizo volver a la tierra.

– ¡Venga zorra! ¡Hay un montón de pollas hay dentro que no conoces listas para llenar tu enorme coño de guarra! – le dije tirando de ella para bajarla del coche.

Fue escuchar mis palabras y pegar un gritito orgásmico, bajándose de mi hermano dejándole la polla, los huevos y el vientre empapados de jugos vaginales.

– Uffffff… ¡Ya no aguantaba más! ¡ Que fiera! ¡Lo que me ha costado no correrme! ¡Nuestras novias son insaciables, pero no se si esta chica las superará! – dice mi hermano con aire desmayado.

– Estoy de acuerdo. ¡Es maravillosa! – le respondo.

Mama abre con su llave y entramos en casa de la tia Cathy. Enseguida oimos a gente diciendo barbaridades.

– ¡Que culo enorme puta! – dice una voz de chico.

– ¡Fóllame la boca ya asquerosooooo! – dice una voz femenina.

– Ahhhhhh… ¡Que coño enorme tienes mamaaaaa!… – dice otra voz de chico diferente.

– ¡Que tetaaaaas! – dice otra voz de chico diferente.

– ¡Putaaaaaaa! ¡Pajéame más fuerte guarraaaa! – dice otra voz de chico diferente.

– ¡Y a miiiii!… ¡Pajeame mientras estrujo tus tetonaaaaas!… – dice otra voz de chico diferente.

Entramos en el salón y vimos a un grupo de chicos que parecían estar amontonados. Cuando nos fijamos vimos que si estaban amontonados… ¡pero lo estaban al llenar todos los orificios de una mujer!

Uno debajo de ella le follaba el coño mientras estrujaba las más gigantescas tetas de mujer. Otro detrás de ella la follaba por el culo, deformando y amasando las nalgas de su trasero enorme y turgente. Otro por delante la follaba por la boca y otros dos a los lados recibían sendas pajas por las voluntariosas manos de la mujer, mientras las inmensas tetas eran también amasadas y estrujadas por ellos.

– ¡Hola hermana, ya estoy aquí! – dice mama.

Tia Cathy escucha la voz de su hermana y sin más se levanta. Como si nada las pollas de su boca, su culo y sus manos son desalojadas. Sin embargo, la que llena su coño es tan enorme y tan larga, que sigue saliendo polla mientras se va poniendo de pie. Y más. Y más. Y más. Y más. Y más. Y cuando casi estaba erguida del todo, la polla cae por fin abandonando el coño, para reposar sobre el vientre del tumbado chico, estando el gordísimo capullo a la altura de uno de los pezones.

– ¡Jenny! ¡Has venido! – dice la tia con alegria acercándose a su hermana.

Zapatos de tacón de aguja, medias de encaje hasta el nacimiento de las nalgas mostrando unas torneadas piernas y… ¡nada más! Su desnudez completa muestra unas anchísimas caderas y unos gluteos plenos conformando un gigantesco y obsceno trasero. Y unos pechos… ¡Como describir esa maravilla de la naturaleza! Caen pesadísimos a la altura del ombligo, apenas dos centímetros por encima, lo justo para que se vea un sexy piercing que lleva ahí realzando el terso vientre. Hay se curvan buscando los pezones para encontrarlos a más de un metro de distancia del cuerpo. Llenas, plenas, turgentes, gigantes y… ¡erguidas! Los desafiantes pezones apuntan al frente desafiando toda lógica ante tal despliegue de las más gigantescas tetas. Una y otra vez, cada vez que veo los pechos de mi tia, me tengo que refregar los ojos para creerme lo que veo. ¡Uffffff! Le sumas la belleza latina y exuberante de su rostro y su larguísima melena hasta el nacimiento de las descomunales nalgas y el shock está garantizado.

– ¡Claro que si guarra! ¡Menuda juerga te estás montando! – dice mama.

Las dos se abrazan y empiezan a morrearse y a jugar con sus lenguas. Se magrean las gigantescas tetas una a la otra, mientras todos las miramos embobados.

– Mira Cathy, te voy a presentar… – dice mama buscando a Pat con la mirada.

Todos buscamos a Pat y la vemos con la boca abierta de admiración y una expresión de asombro absoluta.

Poco a poco como sonámbula se va acercando al chico que está tumbado en el suelo, que no es otro que mi primo Ken, el hijo de la tia Kathy. Los ojos fijos en la auténtica polla de caballo que cubre todo el torso de mi primo, mientras de un tirón, se quita la falda mostrando su sexo desnudo enmarcado en el más descomunal trasero.

Vemos todos fascinados y en completo silencio, como Pat agarra la descomunal polla usando las dos manos sin conseguir abarcarla. La levanta y completamente de pie pone el hinchadísimo capullo en la entrada de su coño. Baja un poquito sobre la polla metiéndose apenas el capullo y un par de centímetros. La polla la llena tanto que su sexo se ve dilatadísimo, absolutamente forzado en sus límites.

– Arrrrrrrrg… ¿Que es estooooo?… Arrrrrrrg… – dice con los ojos en blanco y una expresión de lujuria espectacular.

– Mira Cathy, esta es Pat. La hemos conocido hoy. Como ves, le gustan las pollas grandes y parece que el destino la ha traido hasta nosotros – dice mama sonriendo.

– Bueno… Si, es muy bella y exuberante. Seguro que los chicos están encantados. Además, no solo no se ha asustado del pene de mi niño, sino que se ha atrevido a meterse un poco. Eso ya es muy sorprendente, pero de eso a que sea capaz de… ¡Pero que!… Arrrrrrg – exclama la tia con los ojos como platos sorprendidísima.

Pat se habia dejado caer de golpe sobre la inconcebible polla metiéndosela hasta los huevos. Una alarido inmenso llenó la habitación y Pat empezó a tener unas convulsiones violentísimas.

– Arrrrrrg… ¿Que es estoooooo?… Arrrrrrrg… ¡Jodeeeeeeer!… Arrrrrrrrg… ¡Hijo puuuuu!… – dice con la cara hacia el techo, la espalda doblada levantando el gigantesco trasero y escupiendo las palabras en un auténtico frenesí orgásmico.

– ¿Decias algo hermanita? – dice mama con sorna relamiéndose observando la increible escena.

– ¡No es posible! ¡Se la ha metido enteraaaa! Arrrrrg… – masculla la tia Cathy masturbándose furiosamente ante la visión de la pequeña chica empalada en la más descomunal de las pollas.

Tras un par de convulsiones orgásmicas más, Pat se calma y en una pose más relajada mira al chico propietario del mostruo que llena sus entrañas y sonrie.

– ¡Soy Pat, encantada! – dice.

– Hooo.. la. Yo me llamo Ken – dice mi primo casi alelado de la sorpresa.

– Disculpa que te folle así sin más, pero es que no me he podido resistir. ¿Te importa si te follo? Tus primos y tus tios me han usado hoy como si fuera una muñeca hinchable y quieros que sepas que encanta. ¿Que dices? – dice Pat removiéndose en circulos sobre la polla que la llena.

Ken la mira muy serio a los ojos y pone las dos manos sobre las gordísimas nalgas estrujándolas con todas sus fuerzas. Los dedos se hunden desparramando el enorme trasero. Pat gime y saca la lengua.

– ¡Mírame cerda! – dice mi primo.

Pat lo mira con la lengua fuera y mi primo escupe en su cara. Pat da un alarido al sentir toda su cara repleta de saliva y empieza a subir y bajar sobre la polla. Primero un poco. Luego otro poco. Otro poco más. Y más. Y más. Y ya está subiendo y bajando dejando media polla fuera en cada maniobra.

Mi tia Cathy está asombradísima y está bombeando su coño metiendo y sacando la mano con vigorosos golpes de muñeca. La otra mano acariciando los masivos pechos y la lengua fuera ofrecida, hace que me empalme sin remedio.

Mama se acerca al grupo de chicos amigos de mi primo.

– ¿Y vosotros que chicos? ¿Os gustan las maduras tetonas? – dice pasando sus manos de una polla a otra de los cuatro chavales – ¡Que guapo eres! – le dice a uno de ellos. Es rubio con mechas surferas, superatlético y musculado y el único con la polla un poco grande.

Mama lo morrea metiéndole la lengua profundamente, mientras con una mano le aprieta el pequeño y prieto culito y con la otra masturba la más que respetable polla del chaval.

– Aaaaaaah… ¡Follaros a esa guarra! ¡Es tan puta o más que mi madreeeee!… Aaaaaah… ¡Que culo enorme cerdaaaaaa! – le dice mi primo a sus amigos, mientras se vuelve loco desparramando el gigantesco culo de Pat a manos llenas.

Sus amigos enseguida empezaron a meterle mano a mi madre. Los fue morreando uno a uno, mientras las manos de todos se disputaban magrear sus gigantescas tetas y su enorme trasero.

– ¡Asiiiiii! Arrrrrrrg… ¡Metermeeeee manoooo!… Arrrrrrrg… – dice mama gozando como una loca masturbando una polla tras otra, apretando duros culitos y morreando ansiosas bocas de jovencitos.

Papa, mi hermano y yo nos acercamos a la tia Cathy.

La morreamos y disfrutamos metiéndole mano mientras nos desnudábamos. Mientras movia su lengua contra la de mi hermano, yo pinze con los dedos los gordos pezones de las inmensas tetas y tiré de ellas de golpe. Ella grita con la lengua dentro de la boca de mi hermano, mientras yo estiro sus pechos a una distancia absolutamente inverosimil.

– ¡Joder hermanita! ¡No me extraña que mis hijos no se vuelvan locos con tus tetas! ¡Estíraselas más cariño! Arrrrrrg… – dice mama con una cara de salida tremenda, mirando como los descomunales pechos de su hermana son estirados por los pezones todo lo posible y aun así se veian gordísimos y turgentes.

Papa se tumba en el suelo y tira de las caderas de la tia obligándola a ensartase su polla. Ella da un alarido de placer y en medio del mismo lo redobla, al meterle de golpe y hasta los huevos mi hermano la polla por el culo. Y yo acallé su doble alarido de placer, metiéndole la polla en la boca empujando con fuerza. Acostumbrada como está a la polla de caballo de su hijo, sus gordos labios chocaron contra mis huevos inmediatamente. No solo eso. Noté como sacaba la lengua y los lamia.

– Aaaaaaah… ¡Que cerda ereeees tiaaaa!… – le digo disfrutando a tope con toda mi polla en su boca y su lengua mojando mis testículos.

Ya nos conociamos, así que papa, mi hermano y yo, empezamos a follarla a lo bestia. Las pollas son tan enormes que no hace falta acompasarlas. Cada uno de nosotros buscaba su propio placer y culeábamos con todas nuestras fuerzas. Ahora dos pollones se le metian en el coño y el culo de golpe y a la vez, mientras el de su boca salia casi completamente. En el siguiente segundo, uno salia del coño y el otro se quedaba en el culo, mientras la boca recibia un impacto brutal tragándose mi polla hasta los huevos. Al siguiente segundo su boca era desalojada casi por completo mientras su coño era llenado de golpe y su culo casi se vaciaba. Pollazos y pollazos y ella recibia y tragaba y berreaba a traves de mi polla. Enseguida empezaron a salir chorros de corrida femenina alrededor de la polla de papa.

Mama se quitó la ropa volando y se quedó pensativa mirando las pollas de los chavales.

– ¡Vosotros dos! ¡Tumbaros y juntad las pollas! – dice mama tumbando a los dos chicos con las pollas más grandes en direcciones opuestas.

Se sentó sobre ellos juntando las dos pollas y se las metió de golpe en el coño hasta el fondo.

– Arrrrrg.. ¡Asiiii cerdooos!… Arrrrrg… ¡Asi me llenaiiiiis un pocoooo! – dice mama removiendo las voluptuosas caderas para sentir las dos pollas en su coño.

– Arrrrrrg… ¡Ahora vosotros dos! Arrrrrrg… ¡Follarme por el culo a la veeeeez! Arrrrrg… – le dice a los otros dos chicos.

Dudan un momento, pero enseguida se arrodillan. Las dos pollas entran en el ofrecido trasero como si nada. Los dos chavales se miran, sonrien perversamente y empiezan a culear al unísono el masivo culazo.

– Arrrrrrg… ¡Asquerosoooooos!… Arrrrrrg… ¡Follarmeeeee!… – gritaba mama recibiendo enormes pollazos de los cuatro chavales a la vez, mientras ellos estrujaban las inmensas y desparramadas tetas.

Las tres hembras estaban cubiertas y a pesar de la desproporción de genero, los que al final eran follados y usados como meras máquinas sexules o meros dildos, eran los hombres.

Ellas se corrian y se corrian y fueron ellas las que detectaron los indicios de que sus consoladores humanos no aguantaban más. De manera casi simultanea, casi como una coreografia, como si se hubieran leido el pensamiento entre ellas, se desembarazaron de los hombres en un enérgico y simultaneo movimiento. Se pusieron de rodillas, juntaron sus caras y con la lengua fuera gimieron al únisino – ¡CORREROS EN NUESTRAS CARAS CERDOOOOOS!

Ocho hombres excitadísimos eyacularon inmensas cantidades de semen.

¡SOBRE LOS OJOS!

¡POR TODO EL PELO!

¡LLENADO LAS FOSAS NASALES!

¡COLGANDO ESPESÍSIMOS DE LAS OBSCENAS LENGUAS!

¡CRUZANDO LOS BELLÍSIMOS ROSTROS EN LARGUÍSIMAS LINEAS DE SEMEN!

Y la tres despampanantes hembras se mastuban freneticamente. Con cada larguísimo lecherazo no gritan, berrean de placer orgásmico mientras poco a poco sus caras van siendo cubiertas completamente de espesísimo semen.

Al fin los hombres dejan de eyacular y los gemidos de ellas empiezan a decrecer.

El pelo, los rostros, los hombros, y sus pechos están cubiertos por casi dos centímetros de fluidos. Sus rostros son la más perfecta imagen de la obscenidad.

Entonces suena la melodia de un movil.

Es el mio. Mi novia me llama.

Lo pongo en modo videollamada y enfoco la imagen de manera que se me vea con mi madre, mi tia y Pat al lado mio, con sus rostros perversamente embadurnados de espesos lecherazos.

Doy a descolgar y aparece la imagen de mi novia – ¡Hola cari…! – empieza a decir, pero para de hablar al ver la imagen. Su rostro muda poco a poco a la lujuria.

¡CUÉNTAME PUTILLA!

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