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Gracias al trabajo (7)
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Cuando iba en el coche le dije a Eva que llamara a Jorge con mi teléfono, él nos esperaba. En el coche olía a coño caliente, ese olor que nos pone cardíacos, y le pregunté el porqué, me contestó:

– Ya ves, con lo caliente que estoy y el ir sin las bragas puestas hasta el bar… creo que he mojado el asiento en el que estás sentado… y que estoy mojando el mío ahora mismo, jajaja.

– Joder, así va a ser difícil llegar hasta la casa sin hacer nada…

Llegamos a la casa… yo con la polla tiesa y Eva con el coño mojado, nos abrió Jorge con una sonrisa algo forzada… Llevaba puesto un pantalón corto que en cuanto cerró la puerta se quitó y se metió en la cocina desnudo, estaba preparando la cena. Al verle el culo…me excitó más de lo que estaba, así que lo abracé por la espalda, pegando bien mi paquete a su culo, y besándolo en el cuello le pregunté si todo estaba bien. Tardó un poco en responder, me dijo que la situación con su mujer no estaba bien, pero no de ahora, de hace ya unos años… y tarde o temprano el desenlace tenía que llegar, presentía que estaba a las puertas del desenlace final. Le dije que si quería, dedicaríamos la noche de hoy para hablar…

– De ninguna manera. No sé qué es lo que me pasa, pero contigo me siento como si llevásemos años juntos, además necesito follar y que me folles.

Al decir eso, se giró, me pasó los brazos por encima del cuello y me besó con delicadeza, suavemente. Entreabrí mi boca y su lengua entró buscando la mía, noté como su polla se levantaba con fuerza al igual que la mía, pasé mis brazos por su cintura y lo atraje hacia mí, mi erección estaba cada vez más fuerte, bajé las manos buscando sus nalgas, eran unas nalgas duras, firmes… las separé buscando acariciar su ojal, se retiró lo suficiente como para desabrocharme el cinturón y abrir el pantalón. Volví a atraerlo hacia mí, quería besarlo, comerle la boca, notaba su respiración alterada igual que la mía. En ese momento noté que la camisa se mojaba, era de la polla de Jorge, ya estaba sacando el precum… noté que tiraban hacia abajo de mi pantalón y de mis bóxers… Era Eva:

– ¡¡¡A ver si os vais a creer que lo vais a pasar bien vosotros nada más!!!

Se metió entre los dos y comenzó a comernos las pollas mientras Jorge y yo nos besábamos, yo estaba a mil. Me saqué los pantalones por los pies y acabé de desnudarme, cogí a Jorge de la mano, él levantó a Eva y subimos al dormitorio, íbamos los dos con las pollas tiesas y mojadas de las babas de Eva. Al llegar a la cama vi que había una serie de dildos, consoladores, cremas, lubricantes… me volví y miré a Jorge

– ¿Qué es esto?

– Shhh calla, es para los tres… además tú sigues siendo mi putita y tu señor te va a dar lo que te mereces, zorra.

– Ufff, con solo ver todo eso se me ha mojado más el coño de pensar todo lo que vamos a hacer, jajaja -dijo Eva.

– Bueno -dije- a ver qué nos tiene preparado el señor

Jorge me pidió que me tumbase en la cama boca abajo, le pidió a Eva que me pusiese lubricante en el ojal mientras él preparaba un dildo, cuando Eva acabó de untarme el lubricante, Jorge metió el dildo, uno inflable en mi culo.

– Métalo despacio señor, soy casi virgen del culo.

– Sí zorrita casi virgen dice… -me decía mientras me acariciaba las pelotas por debajo- ahora notarás que se va a ir hinchando.

Comenzó a darle a la pera que lleva el dildo y empecé a notar como se hinchaba dentro, esa sensación me encantaba, parecía como si engordase una polla dentro de mi culo, me encantaba. Tenía la polla muy dura y notaba como empezaba a manar el precum.

– ¡¡¡Dios señor, que me está haciendo… joder cómo me gusta!!! ¡¡¡Y vibraaa!!! Ufff Jorge… perdón señor ¡¡¡mónteme por favor!!!

Me puse a cuatro patas en la cama, mostrándole mi culo siendo violado por ese dildo, quería que me follara, que me reventara el culo a pollazos… Jamás me había sentido así, ni había pensado de esa manera, pero quería una polla dándome bien por el culo.

– Bájate de la cama, ponte a los pies de ella. Deja tu cuerpo apoyado en la cama, la rodilla derecha en el suelo y rodilla izquierda levantada, como si hubieras hincado de rodillas la derecha nada más.

– Sí señooor ufff, mmm… siga así señor, no pare

– Calla puta. Eva, métete ese plug negro en el coño y encima colócate el arnés del strapon y le untas lubricante. Y te vienes en cuanto lo tengas colocado, quiero comprobar que estás lo bastante caliente.

– Ummm siii señooor

– Ummm, que vista tienes ahora zorra, ufff con esos huevazos colgando ahí, peladitos… bien llenos de leche -me decía Jorge-.

Me acarició las pelotas y me excitó más, el cabrón sabía como ponerme bien caliente. Así dejaría que me hiciera lo que quisiera y él lo sabía, me tenía donde él quería.

Eva se metió el plug y se colocó el strapon, lo lubricó y se acercó a Jorge quien le acarició el coño por detrás.

– Joder puta, estás empapada ¿cuántas veces te has pajeado hoy?

– Dos en el trabajo señor, una antes de que llegara Óscar y otra después de dejarle las braguitas a Óscar escondidas, el estar sin bragas hacía que me calentara más.

– ¡¡¡Joder, dejad de hablar y folladme yaaa!!! ¡¡¡Tengo las pelotas llenas de leche para saliiir!!!

– Shhh, sin prisas zorra -me dijo Óscar.

Jorge agarró la cabeza de Eva y la bajó hasta su polla, ella se arrodilló y abrió la boca, lamió su capullo mientras magreaba sus pelotas y yo gemía como una puta calentorra. Eva le comía los cojones mientras lo pajeaba, él me miraba sonriendo, me guiñaba un ojo y me tiraba besitos…yo le pedía por favor que me empalara, quería su polla dentro de mi culo, la necesitaba, me sentía muy maricona, muy puta, muy zorra, me daba igual. Solo quería que me la clavara.

Le dijo a Eva que me quitase el dildo, yo ya tenía el culo bien dilatado y hambriento, al sacarlo sentí mucho placer y algo de dolor. Jorge se colocó delante de mí, sentado en la cama mientras yo me apoyaba en sus piernas, con su nabo delante de mi cara, abrí la boca para comérsela y me dijo:

– Tranquila que ahora te la vas a comer, en cuanto Eva te meta lo que tiene entre las piernas.

Sentí que Eva ponía la punta del strapon a la entrada de mi ojal abierto, solo quería que me llenase el culo con aquello, lo necesitaba.

– ¡¡¡Ahhh!!! ¡¡¡Hija de puta, me la has metido del tirón!!! ¡¡¡Dueleee!!!

– Si quieres le digo que te la saque y no te la meta más -me dijo Jorge-

– ¡¡¡Nooo, nooo señooor, por favor nooo!!! No importa, aguanto el dolor, pero que no la saque…

– Bien, ahora comienza a comerme la polla como tú sabes, putita.

Me metí su nabo en la boca y empecé a lamerle el capullo, el frenillo…  mientras Eva ya había empezado el mete y saca que tanto quería yo. Lamía el capullo de Jorge tomándome el líquido preseminal, bajaba por el tronco de la polla hasta llegar a las pelotas. Me las metía en la boca, las lamía, las besaba, las chupaba y volvía a subir por el tronco hasta el capullo. Mientras, Eva llevaba un ritmo bastante bueno dándome por el culo con el strapon.

Notaba ya como se me empezaban a llenar los huevos de leche… mientras le comía la polla a Jorge lo miraba y él me acariciaba la cabeza:

– ¡¡¡Sigue así cabrona… que bien lo haces joder, la comes mucho mejor que mi mujer y eso que ella se había comido bastantes pollas antes que la mía!!! ¿te vas a tomar tu ración de leche caliente?

– Sííí, mmmm quie… quiero… ahh… su leche ufff señor aaagh mmm

– Venga, ummm abre bien la boca que te voy mmm a dar mi leche zorra ufff

– Siii

– Me cooorrooo

En ese momento noté como su leche me llegaba hasta la campanilla, cerré mis labios alrededor del tronco de su polla para no perder ni una gota de semen, moviendo mi cabeza arriba y abajo con su polla en mi boca, vinieron 4 trallazos más de leche que me fui tragando tan a gusto, hasta que Jorge sacó su polla de mi boca y me besó.

– Yo ya estaba a punto de correrme cuando Jorge me dijo:

– Pon a Eva a 4 patas y te la follas por el coño y por el culo, se está portando muy bien y no me puedo olvidar de mi segunda putita.

– Pero señor necesito correrme mientras me están jodiendo…

– ¡¡¡Haz lo que te he dicho, joder!!!

Su voz sonó muy autoritaria, y le hice caso, Eva ya había sacado el strapon de mi culo, se quitaba las correas del arnés y sacaba de su coño el plug que le había ordenado Jorge que se metiera. Me miraba con intención de machacarme la polla con su coño, y creo que es lo que pensaba hacer. Se puso a 4 patas en el suelo de la habitación, la toqué y tenía todo empapado, la muy guarra estaba que no podía más del calentón. Le puse el capullo en el coño y, de lo lubricado que lo tenía, se metió la polla sin tener que ejercer presión alguna, tenía el coño caliente y empapado, empecé a moverme y notaba como ella se iba excitando:

– ¡¡¡Dios como quería una polla dentro!!! Igual que tú, cabrón. Ummm dame más… venga aaagh, siii dios como me gusta que me montes, cabrón.

– Venga zorra, estás bien mojada, puta…solo vives para tener un nabo dentro ummm ¡¡¡puta, como me aprietas la polla con las paredes del coño!!! Aaahg

Eva me ordeñaba la polla con las paredes del coño, me ponía a mil. Le saqué el nabo y le di pollazos en las nalgas, así evitaba correrme aún. Veía como Jorge nos miraba con mucho interés. Puse el capullo en el ojal de Eva y ella sola tiró hacia atrás clavándose mi nabo en el culo, empecé a bombear mis caderas mientras gemíamos, de repente noté un dedo alrededor de mi ojal, era Jorge. Me acariciaba el ojal con la yema de un dedo hasta que me lo metió, gemí como una puta. Eva se tumbó en el suelo con el culo levantado, en pompa, mientras yo la seguía culeando, cuando noté como Jorge me inclinaba había delante, se colocaba detrás de mí y notaba su polla, semidura en la entrada de mi culo.

– Sí señor -le dije- fólleme fuerte.

Levanté el culo y empecé a moverme culeando a Eva y notando como su polla iba entrando con total libertad dentro de mí, era un placer tremendo, noté como mis pelotas se hinchaban, como el placer me subía desde los mismos huevos hacia el vientre. Gemía y jadeaba.

Jorge comenzó a moverse con mucha fuerza, me movía entero, le gustaba como le apretaba mi ojete la polla. Y sonaba el “plof plof plof” de dos pollas entrando en dos culos empapados.

– No puedo más, me corrooo

Solté mis trallazos dentro del culo de Eva, que gemía y jadeaba casi igual de fuerte que yo. Mientras me corría, con las contracciones de mi polla, el ojal se me cerraba apretando la polla de Jorge como si lo ordeñara. Me agarró de las caderas y jadeando me dijo que se corría, noté como su leche entraba en mi culo, pero no gran cantidad, acababa de correrse minutos antes. Nos quedamos tirados en el suelo intentando calmar nuestras respiraciones. Había sido un polvo espectacular. Jorge me dijo:

– Esta noche me enculas tú, necesito que me la claves hasta las bolas y me preñes.

Hablamos de todo un poco. Conté lo de la paja en el baño con las braguitas de Eva, y que cuando me pajeaba entró una chica hablando por teléfono con su amante casado… Eva me preguntó quien era, le dije que lógicamente no la vi, pero sí que me llamó la atención la firmeza de sus pasos, el sonido de los tacones, debían ser unos tacones de aguja. Le dije que tenía una voz muy sensual, bastante excitante y que habían quedado esta misma noche:

– Ahhh, esa debe ser Virginia, la de recursos humanos, jajaja, y el amante es Juan, Juan… Hernández, noo Fernández, Juan Fernández. Esos dos siempre igual, se piensan que nadie sabe lo suyo y lo sabe todo el mundo. Tanto ella como él se han dedicado a pregonarlo por la 2ª planta… jajaja. ¡¡¡Lo sabe hasta la mujer de Juan!!!

– ¿Cómo lo sabes? ¿Y lo permite? -pregunté intrigado sin esperarme la respuesta de Eva

– Jajaja, ¡¡¡pues porque a veces nos hemos comido el coño ella y yo cuando su marido se está tirando a Virginia!!!

Jorge y yo nos miramos… al darse cuenta Eva de que eso nos llamó la atención dijo:

– ¿Es que os gustaría ver a dos zorritas comiéndose el coño mientras os dais por el culo los dos?

– Hombre, así dicho no suena nada mal… jejeje -le dije.

– ¡Anda! El que no buscaba a gente para sus “fiestas” -me soltó Eva-

Se levantó, cogió su teléfono, se vino hacia mí y me besó mientras me magreaba pelotas y polla, Jorge comenzó a protestar:

– Eva, yo también quiero. Me estoy empalmando

– Espera Jorge, ahora voy, póntela dura, he tenido una idea.

Ya estaba empalmado cuando le hizo una foto a mi polla, le pregunté:

– ¿Qué haces?

– Una foto, es para mandársela a Nuria, la mujer de Juan… como Juan ha quedado esta noche con Virginia, ella debe haberse quedado sola. ¡¡¡Si Juan supiese lo zorrona que es su mujer dejaba a Virginia de inmediato!!! Jajaja

Ahora se dirigió a Jorge, lo besó, se la meneó un poco, le magreó los huevos. Ver como le hacía eso a Jorge me excitaba, él se ponía cachondísimo, bueno llevaba cachondísimo un par de días. Eva fotografió la polla de Jorge y dijo:

– Bueno, a ver qué dice Nuria.

– Pero… ¿le has mandado fotos de nuestras pollas empalmadas?

– Claro, tendrá que ver el material que hay, ¿no? Además, le escribo un par de cosillas sobre vosotros, sobre lo bien que lo pasamos… y a ver qué responde.

– Pero… ¿le vas a decir que venga? Podrías preguntarnos antes, Eva.

– ¿No queréis que venga?

Miré a Jorge y con la mirada me lo dijo todo… además que veía el movimiento rítmico que tenía…

– Jorge, ¿te estás pajeando?

– Joder sí, me ha puesto caliente el imaginarme a dos tías follándose mientras me das por el culo.

– Ains dios… vale Eva, a ver qué dice Nuria. Creo que vamos a ser muchos ya, pero bueno, otro culito será bienvenido.

– Bien, se va a alegrar Nuria, come el coño como ninguna… pero claro, eso a vosotros no os afecta, jajaja, no sé como hace las mamadas de polla… no le he preguntado a Juan nunca -me miró y añadió- Juan ha sido uno de los que ha querido algo conmigo en la empresa… sin saber que yo conocía a Nuria de hace tiempo. Listo, ahora a esperar que conteste.

– Bueno, mientras esperamos -dijo Jorge- me la podrías comer un poco Eva.

– Guarda energía, que como Nuria diga que viene, os va a hacer falta, es insaciable. Normal, Juan apenas la toca y tiene que buscar el placer por donde sea.

– ¿Buscarlo? -le pregunté.

– Sí, ¿os acordáis el bar de mi amigo que voy a ayudarlo algunos fines de semana? Pues es uno de sus cotos de caza. Aunque el bar es de gente algo más joven que ella, suele triunfar y catar polla o pollas, depende de lo caliente que esté ella. Aunque los prefiere más maduritos…

– ¿Qué edad tiene ella? -le pregunté.

– Creo que sobre los 38 o 40

– A esa edad debe estar bien atendida, de lo contrario corre el riesgo de coronar a la pareja -contestó Jorge.

Nos reímos los tres, y en ese momento sonó un WhatsApp en el teléfono de Eva.

– Es Nuria, a ver qué dice.

– Joder, estoy nervioso -dijo Jorge.

– Bueno -se puso a leer Eva en voz alta- las pollas no son monstruosas, sobre todo la de la segunda foto (era la foto de Jorge), tampoco me gustan excesivamente grandes, ya sabes por los consoladores, el tamaño que prefiero. Mándame la ubicación, acabo de salir hacia “el tres de espadas” -el nombre del bar del amigo de Eva- A ver como lo vamos a pasar.

– ¿Bueno, habrá que preparar una cena en condiciones, no? Jorge, ¿la preparas tú y te ayudamos Eva y yo? Se te da mejor la cocina que a mí, a Eva no lo sé.

– Tampoco se me da bien la cocina, se me da mejor follar o comer pollas o coños, yo suelo comer en el bar o en casa de mi madre… jejeje

– En eso estaba cuando habéis llegado, acababa de empezar a hacer la cena -dijo Jorge.

Nos metimos en la cocina los tres, Jorge cocinaba y Eva y yo…bebíamos y charlábamos, y en algo ayudábamos a Jorge. A los 20 minutos de meternos en la cocina sonó el teléfono de Eva, era Nuria.

– Holaaa… sí, claro es el número 29, sí la casa que alquila mi madre… esa misma, la de aquella vez que Juan se fue a una “reunión de trabajo” con la putita de Virginia… esa misma, la de la piscina grande, ¿te acuerdas?… jajaja, sí, habrá que repetirlo… sí, venga, salgo para abrirte.

– Ya está aquí -dijo Eva- No pongáis esa cara. Sí, tengo cosas que contaros… jejeje, ahora os la contamos entre las dos…

Se fue a la puerta que daba a la calle, atravesando el jardín, sabía que le estábamos mirando el culo, y lo movía con movimientos exagerados. Abrió la puerta y Nuria ya estaba allí, morena, de 1,74 de altura, morena de piel y de pelo, muy guapa y con una cara tremendamente simpática. Se quedó mirando a Eva y sonrió:

– ¿Hay que desnudarse ya? Qué bueno -y llegando hasta la cocina dijo- Buenas tardes, soy Nuria… Uyyy que bien hueleee, qué rico, con el hambre que tengo.

– Hola, soy Jorge, el “cocinero”, encantado de conocerte.

– Yo soy Óscar, y también estoy encantado de conocerte aunque no sea el “cocinero”, ¿te apetece tomar algo?

– Sí, por favor, una copita de Rioja mientras me desnudo, me vendría bien, veo que hay que estar desnuda aquí, ¿no Eva?

– Siii, anda y ven al salón, ahí te desnudarás mejor y así aprovecho para contemplarte.

Nuria se acercó a Eva y la abrazó mientras le daba un beso en los labios, Eva echó su cabeza hacia atrás y vimos como la lengua de Nuria entraba en su boca.

– Venga, vamos al salón, la ropa ya me molesta.

Jorge y yo nos quedamos mirándolas mientras salían de la cocina abrazadas, nos miramos y estábamos empalmados los dos. Comenzamos a reírnos y…

Eso lo dejo para el siguiente relato.

vantheway

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