Al cabo del rato empezamos a movernos, las chicas seguían sobre el sofá cuchicheando entre ellas, de repente Elena se levantó y cogida de las manos de ellas se dirigieron a la escalera.
– Quedaos aquí cogiendo fuerzas -dijo- las chicas y yo vamos a subir, tenemos que hablar. En un rato tendremos que empezar a prepararnos -dijo Elena-
Jorge había echado su cabeza en mis muslos, Daniel sentado en el suelo tenía apoyada la cabeza en el asiento del sofá. Acaricié la cabeza de Jorge, me gustaba ese hombre, lo estuve observando a todo lo largo, tenía unos huevos bastante grandes y colgones, y la polla bueno, la pollita era pequeña pero me encantaba, sus labios eran increíbles, pasé mi mano sobre su pecho, deteniéndome en los pezones, levantó la mirada y me sonrío.
– Ahora mismo no creo que pueda responder, me duele el culo, Elena me ha tenido que meter un camión de doce metros con toda la carga, noto el culo como si fuese el túnel de Despeñaperros -me dijo con voz agotada- Joder, pero no sabes cuánto me ha gustado. Óscar, ¿nos estaremos volviendo maricones? Porque cada vez que te miro, solo pienso en tenerte detrás metiéndome lo que tienes ahí, y de verdad que lo deseo tanto… Cómo el primer día en esta casa, ¿recuerdas?
– Que va, Jorge. Pienso que nos hemos vuelto bisexuales, eso sí pero tampoco es para preocuparse, seguro que ya lo seríamos de antes, pero no lo sabíamos. Y si nos convirtiéramos en maricones estaría encantado de ser tu macho, no tengas dudas. Y por supuesto que recuerdo el primer día en esta casa, imposible de olvidarlo, en la piscina, en la cocina…y el primer día que nos conocimos en la cervecería, y nos fuimos al hotel… jejeje.
– ¿Sabéis que pueden estar preparando estás tres locas maravillosas? -preguntó Daniel- he oído algo de braguitas, pero no sé a qué se referían, Óscar, a mí también me duele el culo, me has dado bien, cabrón.
– Jajaja, van a tener que ponernos cremita en el culo a los tres -dije riéndome
Oímos risas y charlas arriba, un móvil sonando, estaban preparando cosas que imaginábamos que sería para lo que nos tenían preparado. Un poco me asustaba la verdad, pero por otro lado me producía muchísimo morbo.
Nuria bajó y vino hacia mí, me tendió la mano y me dijo:
– Venga todos para arriba. Tú te vienes a la ducha conmigo, he de ducharte y prepararte para después -y ya hablando para todos dijo- Jorge va con Elena y Daniel va con Eva.
Subí con Nuria y nos metimos en la ducha, tenía los pezones de punta y muy duros, comenzó a enjuagarme la polla y los huevos, cogió la esponja con gel, se arrodilló y se metió mi polla en la boca, su lengua recorría todo mi capullo, se refregaba contra el pellejo y el frenillo mientras con la esponja frotaba mi culo, metiendo un dedo por el ojal haciendo movimientos circulares. Me di cuenta que lo que estaba haciéndome era una limpieza en profundidad, polla y culo, pero el dedito en el culo me estaba excitando y ella lo sabía. Me abrí más de piernas y me incliné un poco hacia delante para que su dedo entrara mejor. Se sacó la polla de la boca y con la esponja me limpió los huevos. Se puso en pie y me enjabonó completamente mientras yo le acariciaba el coño que ya lo tenía mojado, intentó apartar mi mano pero no fue muy convincente, en segundos estaba respirando más aceleradamente y mis dedos estaban más mojados de sus fluidos. La giré y pegó su culo a mi polla mientras le agarraba las tetas y le besaba el cuello. Mi polla se estaba levantando, se giró de nuevo hacia mi agarrándome las nalgas con ambas manos, me besaba metiendo su lengua en mi boca y liándose con mi lengua.
– Ufff, me pones muy caliente Óscar, desde el día que te conocí, estaría todo el día con esto -dijo agarrándome la polla y con la respiración acelerada- dentro de mi coño… ummm.
– También me excitas muchísimo -le contesté sin parar de acariciarle el coño- Vamos a la cama, quiero metértela allí.
– No, no podemos, está todo preparado para dentro de un rato. Vamos a salir ya y te seco -me contestó dejándome muy caliente y más intrigado-
Salimos de la ducha y me echó la toalla por lo alto, oía a Eva riéndose con Jorge en la otra habitación y de fondo oía jadeos de Elena. Nos acercamos Nuria y yo hasta la habitación que ocupaban Daniel y Elena y, sin llamar, abrí la puerta. Elena estaba inclinada sobre el escritorio que había, apoyada con las manos en la mesa y clavándosela por el culo estaba Daniel que llevaba un ritmo bastante acelerado. Me fijé en el movimiento de los pechos de Elena, hacia delante y hacia atrás y los jadeos de Elena junto a los gemidos de Daniel. Elena se giró para mirarnos cuando Daniel le sacó el nabo y se corrió sobre su espalda sin parar de gemir. Me acerqué y vi el culo de Elena totalmente dilatado, de él salían algunas gotas de semen. Tenía la espalda con gotas de leche que le llegaban hasta el cuello. Daniel se las extendió con una mano mientras Elena se levantaba, le temblaban las rodillas y tuvo que agarrarse al escritorio.
– ¿No quedamos en no follar con ellos hasta que no estén todos? -le dijo Nuria, con un tono enfadado a Elena.
– Perdóname Nuria, no sé qué me ha pasado, me ha tocado los labios superiores y ya no podía más -dijo Elena en modo de disculpa.
– Coño Elena, tu marido también me ha tocado y he sabido decir que no y no sabes lo que me ha costado -zanjó Nuria girándose y yendo hacia la puerta- Óscar vente conmigo.
Salimos y nos dirigíamos a la habitación cuando la puerta del otro dormitorio se abrió y apareció Jorge empalmado buscándome.
– ¿Sabes que van a hacer con nosotros, Óscar? -me preguntó- Porque yo sí que lo sé y me apetece la idea jejeje
– Venga Jorge, vuelve a la habitación que aún no he terminado -dijo Eva desde el interior del dormitorio- mejor dicho, ni he empezado aún.
Nuria y yo entramos en la habitación, ella iba algo más cabreada, imaginaba que por no haber querido follar pensando que las demás harían lo mismo, y al menos, Elena no lo cumplió. Cerró la puerta del dormitorio, me volví y la abracé, respondió al abrazo con un beso cálido y su lengua entrando en mi boca. Yo le acariciaba la cintura, bajando una de mis manos hasta las nalgas. Bajó las manos acariciando todo mi cuerpo, llevándolas hacia mi entrepierna, me acarició los huevos, me sobó la polla hasta ponerla dura. Me la agarró y tirando de ella me llevó a la cama. Se sentó en la cama y empezó a mamármela, acariciándome los huevos. Esta mujer sí que sabe chuparla, no entendía como su marido prefería estar con otra antes que con ella.
Se la saqué de la boca y me arrodillé delante de ella, abriéndole las piernas, maravillado por el paisaje que tenía ante mí. Esa vagina abierta, mojada, con esa gama de carmines, ese olor a mujer necesitada, caliente. Comencé lamiendo la parte interna de sus muslos, ella abría las piernas todo lo que podía, su respiración se aceleraba. Sus manos agarraron mi cabeza y la presionaron contra su entrepierna. Metí mi lengua todo lo dentro que pude, lamiendo, chupando, llevando todos sus fluidos a mi boca. Me agarró de los pelos y tiró de mi cabeza hacia arriba, buscando mis labios con los suyos, quería probar el sabor de su coño en mi boca. Nuestras bocas se pegaron, las lenguas se enredaron. La tumbé en la cama y caí sobre ella, mi polla dura buscaba su entrada que ella guio con su mano hasta ponerla en su coño, empujé mis caderas y mi polla entró en ella. Me quedé quieto, intentando asimilar todas las sensaciones que notaba en mi nabo, el calor tremendo que tenía dentro del coño, lo mojada que estaba, las rugosidades de su interior que subía y bajaba la presión que ejercía sobre mi nabo.
– ¿Vasss ufff a ser una putita obediente? -me preguntó sin venir a cuento- Tengo que aca… acabar de prepararte, diosss dame más fuerteee
– Voy a ser todo lo puta mmm que quieras que sea -le contesté acelerando el movimiento- ¿sabes que ufff que me gus… gustas mucho?
– ¡Sácala, sácala! -me dijo empujándome hasta sacarse la polla- Quiero que me des por el culo, que me llenes el culo con tu nabo, jodeeer.
Se giro y se puso a 4 patas sobre la cama, me coloqué por detrás de ella, tenía el culo mojado de los fluidos del coño que se le pasaban al ano, se lo acaricié se abría con facilidad, le metí un dedo, ella se pegaba a mí, su respiración estaba alterada.
– No, el dedo no. ¡¡¡Méteme la polla, joder, aunque vas a ser mi puta, ahora necesito que seas mi macho y me empales por el culo, cabrón!!! -me gritó de forma muy imperativa-.
Le puse mi nabo en el ojal y empujé la pelvis hacia delante, el culo se le abrió sin dificultad alguna, mi polla entraba con suavidad, primero todo el capullo seguido del tronco de la polla hasta que mis huevos se pegaron a sus nalgas. Esa mujer me tenía loco, ese cuerpo, ese culo hambriento, el estar constantemente caliente con ganas de polla, era la mujer ideal para un tío calentorro como yo, bueno y como la gran mayoría. Dejé mi polla hasta el fondo unos minutos, para que su culo se adaptara a mi nabo. En un ratillo comenzó a moverse hacia delante y hacia atrás.
– ¡¡Dios cabrón, dame fuerte, reviéntame el culo a pollazos!! – a voces me decía totalmente excitada- Cómo me gusta tu polla llenándome el culo, cabrón.
– ¿Tanto te gusta, zorra? -le dije manteniendo el ritmo de penetración no muy acelerado- ¿Te gusta cómo te la meto más que tu marido?
– Ese desgraciado ufff, sigue así cabrón… ese desgraciado no sabe meter… ummm meterla -pegó su pecho a la cama, dejando el culo levantado, aceleré el movimiento agarrándome fuerte a las caderas- Sigue así cabronazo, joder como la noto llenándome entera.
Llamaron a la puerta sin dar tiempo a preguntar quien llamaba, la puerta se abrió y apareció Jorge con un tanguita negro de encajes con medias y liguero, maquillado muy sutilmente, con los labios con carmín muy suave, estaba bastante atractivo, se le veía contento.
– Vaya la otra puta dándole por el culo a la zorrita de turno -dijo excitándose, viendo el movimiento de mis pelotas rebotando- te comería ahora mismo esos cojones, cabroncete.
Se le notaba la polla morcillona, el cabrón se movía como si siempre hubiese ido vestido así, se colocó junto a mí y me agarró los huevos, impidiendo que se movieran.
– Déjale Jorge me queda poco sigue más. Necesito su polla hasta correrme.
Aceleré el movimiento, Jorge no me soltaba los huevos mientras acariciaba la espalda de Nuria y mis nalgas.
– ¡Sigue, sigue, más fuerte, más fuerte que me corro! -Nuria no podía aguantarlo más, notaba en mi polla como se estaba corriendo-
Le saqué la polla del culo y Jorge me la agarró, en ese momento Elena y Eva entraron con Daniel, que parecía una puta de las de lujo, iba con un traje rojo ceñido con una raja que le llegaba hasta el final del muslo mostrando un liguero negro (él tenía un cuerpo de gimnasio) y unos tacones negros, llevaba unos rellenos en los pechos que le hacía tener las tetas como las de Eva, de pico hacia arriba. Tanto Elena como Eva llevaban unos trajes de dominatrix puestos, realzando sus figuras. Elena llevaba un conjunto de corsé que le dejaban las tetas al aire, desde el cuello hasta la cintura, un tanga negro, todo de cuero, y unas medias negras con tacones de aguja, estaba impresionante. Eva llevaba un traje muy ceñido, que también dejaba las tetas al aire, de cuero negro, con falda corta y medias con liguero. Yo con la polla dura, sin haberme corrido aún, y la mano de Jorge en ella. Agarré a Jorge por las caderas y lo giré, pero Elena no me dejó.
– Lo siento putita, pero tendrás que arreglarte primero. Hoy tenéis que trabajar -me dijo Elena con voz cálida- Nuria, tienes que vestirte, mi vida. Tenemos que dejarles claro quién manda aquí.
– Sí Elena, me preparo ya, no podía aguantar más -le dijo Nuria- Ya te dije como me pone tu marido…
– Lo sé Nuria, lo sé -le dijo- Ha llamado el amigo de Eva, el del bar de copas, que en principio vendrán 2 nada más, los otros 3 no vendrán no sé por qué, pero acabo de enterarme que hay fútbol y blanco y en botella. Hay gente que prefiere ver el fútbol antes que pasar una noche espectacular…
– Y yo ¿qué hago? -dije- mira como tengo el nabo…
– Relájate Óscar -me dijo Eva- piensa en otra cosa jijiji. Además tienes que vestirte ya.
Nuria ya se había vestido con un mono de cuero ceñido, con aberturas para las tetas, el coño y el culo, y zapatos de tacón, las tres estaban espectaculares. Me sentaron delante del espejo del tocador y comenzaron a maquillarme de forma no llamativa, lo contrario, muy sutil, pero con carmín, sombra de ojos, rímel, etc., me veía muy bien. Jorge a mi lado me refregaba el paquete en el hombro y, así la polla no bajaba. Cuando acabaron de pintarme me vistieron, me pusieron un tanga rojo de encajes, liguero rojo y medias rojas, una faldita roja de vuelo, muy corta y semitransparente, que se adivinaban mis nalgas, y un corsé rojo también con un relleno simulando tetas. Daniel y Jorge lanzaron un “Ohhh” en cuanto me vieron.
– Joder, te partiría el culo ahora mismo -me dijo Daniel, eso hizo que me excitase más- Anda un poco, que te vea como lo meneas.
Me sentía muy a gusto vestido de esa manera, sabíamos ya que vendrían al menos dos hombres para usarnos, y eso nos estaba poniendo a mil, sobre todo a Jorge y a mí. Daniel estaba más en el papel de macho que en el de putita, nos miraba a Jorge y a mí con mucha excitación, Jorge se daba cuenta y se ponía a pavonearse delante de él, a Daniel comenzaba a notársele el bulto por debajo del traje.
Sonó el timbre de la casa, Nuria bajó a abrir, se escucharon voces dentro de la casa. Nuria subió y dijo que ya habían llegado las visitas esperadas, así que bajamos todos, primero las dominatrix y después nosotras. Cuando llegamos al salón había dos hombres sentados en el sofá, bien vestidos, uno de ellos bastante guapo, con pelo corto, de unos 45 años y junto a él otro hombre algo mayor que el primero, no tan guapo pero tenía algo que llamaba la atención, era un tipo muy sexi, al vernos se levantaron y se presentaron.
– Hola me llamo David -dijo el más guapo- soy el amigo de Eva, tengo 43 años y espero pasar una noche increíble.
– Hola, ¿qué tal? Me llamo Javi y tengo 54 años, estoy deseando estar con vosotras -dijo el compañero de David tocándose el paquete que ya estaba abultado.
– Buenas noches, soy Elena y les doy la bienvenida. Les presento a las tres, digamos, meretrices. Esta primera es Jorgina, caliente e insaciable, tiene una boca que hace maravillas. La siguiente es Daniela, guapa y con un cuerpo escultural, sabe utilizar muy bien todas sus “herramientas”, y la tercera es Victoria -dijo refiriéndose lógicamente a mí- con un culo increíble, una boca impresionante, una belleza despampanante y unas ganas de follar que no se agotan nunca. Ahora les presentaré a las dos Dominatrix que quedan, la primera es Eva, que usted David ya conoce, y la siguiente es Nuria. Entre las tres les ayudaremos en lo que les haga falta, solo tienen que pedirlo. Les vamos a poner una copa de Bourbon, si desean otra cosa, solo tienen que pedirla.
Entre Nuria y Eva prepararon las copas de Bourbon con hielo para todos. Yo estaba nervioso, estuvimos hablando entre los cinco de cosas sin importancia, yo estaba sentado junto a Javi, que estaba en el centro, y al otro lado tenía a Daniel. Se les notaba que estaban nerviosos también. Cuando Nuria puso las copas de Bourbon sobre la mesita, me tomé de un trago, notaba como me abría el pecho el calor de la bebida. Javi me puso la mano sobre la rodilla, y la otra mano sobre la rodilla de Daniel. Yo comenzaba a excitarme, la mano de Javi subía por mi muslo hasta meterse en mi entrepierna, notaba sus dedos jugando con mis huevos, y eso me estaba poniendo a mil.
Jorge besaba a David y éste le acariciaba el paquete, que ya estaba queriendo salir del tanga. Javi comenzó a besar a Daniel, mientras seguía jugando con mis pelotas por debajo de la falda. Coloqué mi mano sobre el muslo de Javi, la cogió y la puso sobre su paquete que estaba muy duro, notaba como su polla estaba palpitando. Solté su cinturón, desabroché el botón y bajé la cremallera. El bulto asomaba con ganas de salir, metí mi mano por dentro del slip y toqué una polla caliente, dura y mojada. Levantó su culo y se bajó el pantalón y slip, apareció entonces una polla muy hermosa con un tamaño ni grande ni pequeñas, de unos 17 centímetros, casi recta con un leve giro hacia la izquierda, un capullo oscuro con unas gotitas de precum en la punta. Sus huevos eran enormes, sin pelos.
Me incliné sobre ellos y los besé para inmediatamente meterme esa polla en la boca y tomarme esas gotas de lubricante preseminal. Javi comenzó a buscar mi polla, me hizo abrir mis piernas al máximo hasta que me la sacó del tanga. Me levanté y besé su boca metiendo mi lengua en ella, Daniel le sobaba los huevos y de vez en cuando agarraba su polla junto a mi mano.
– ¡Elena por favor! -dijo Javi- ¿Podríamos subir a una habitación y que nos subieran dos botellas bien frías de cava?
– Por supuesto, suban a la primera habitación que está a la derecha, ahora les subimos las dos botellas de cava y 5 copas -contestó Elena.
Yo encabezaba la fila, detrás de mí iba Javi bajándome el tanga y magreándome las nalgas, a mitad de la escalera me detuve y me quité el tanga. Javi me giró hacia él, mi polla quedaba a la altura de su boca, me la chupó, me giró y dándome una cachetada en la nalga hizo que siguiera subiendo, detrás de Javi iba Daniel junto con Jorge, y detrás de ellos, y metiéndoles mano iba David.
Llegamos a la habitación, con cama “King Size”. Me giré y le comí la boca a Javi mientras Daniel hacía lo mismo con Jorge, David comenzó a desnudarnos uno a uno, Jorge estaba prácticamente desnudo, siguió con Daniel, lo magreaba mientras éste seguía comiéndole la boca a Jorge, después me desnudó a mí, yo seguía comiéndole la boca a Javi mientras se la meneaba, Javi se separó y me observó detenidamente.
– Uff, cómo me pones, putita, quiero que seas la primera -me dijo Javi- Súbete con Jorgina a la cama, cariño y ponedme caliente.
Jorge y yo nos subimos a la cama mientras David y Javi magreaban a Daniel sin parar de quitarnos la vista de encima. Daniel se puso de espaldas a David que le besaba el cuello moviendo las caderas para acomodar su polla entre las nalgas de Daniel. Javier lo tenía de frente, ambos se agarraban las pollas mientras se besaban. En ese momento llamaron a la puerta y abrieron, eran las chicas que venían con tres botellas de cava, en lugar de dos, y ocho copas. Sirvieron las copas y las fueron repartiendo.
– Damas y caballeros, dejen por un momento lo que estén haciendo y brindemos por una noche apoteósica -dijo Elena abriendo una de las botellas y sirviendo en las copas que Eva le iba dando.
Una vez que todos teníamos una copa en la mano brindamos por todos nosotros y por la noche para que fuese inolvidable. Bebimos la primera copa del tirón, y volvieron a llenar las copas. Jorge empezó a besarme de la manera que él sabe, yo le magreaba los cojones. Alguien me cogió la cara y la separó de Jorge, era Javi. Me miró fijamente, me observaba los ojos, la boca, los labios, la nariz y me besó, me besó con pasión y eso me estaba excitando. Me acarició la polla, sus manos recorrían mi cintura, me apretaba contera él y notaba su polla dura en mi vientre, dura y mojada.
– Métemela ya -le dije- quiero notarte dentro.
– Ufff, no sabes cómo me pones, zorrita. -me contestó Javi- Me encantas, quiero que seas mía, arrodíllate y come de mi, anda…
Me arrodillé delante de él, su polla quedaba a la altura de mis ojos, abrí la boca y con mi mano la guie hasta ella. Empecé lamiendo el capullo, Jorge se había arrodillado detrás de él y le tenía las nalgas abiertas, le estaba comiendo el culo. Su respiración se aceleró, y su polla se puso más dura. Metí toda esa tranca en mi boca y empecé a mamar, sus huevos colgaban, yo los acariciaba.
Las chidas estaban desnudas sobre la cama tocándose entre ellas observando como Daniel tenía a 4 patas a David, y le estaba dando por el culo.
– Joder cabrón, sigue -decía David- dios, como me gusta…
Javi me la sacó de la boca, me agarró de las axilas y me levantó, me besó y me colocó a 4 patas delante del espejo de cuerpo entero de la habitación, se colocó detrás de mí y me dijo:
– Bueno putita, ahora quiero verte la cara mientras te empalo por el culo.
Me la metió de golpe, noté como entraba aquella maravilla de polla, como se abría paso en mi culo, como rellenaba todo. Me agarró de las caderas y empezó a bombear, llevaba un ritmo como de dos metidas por segundo. Miré a Elena y estaba disfrutando viendo cómo me follaba Javi mientras entre sus piernas tenía la boca de Nuria. La cara de Javi era de total éxtasis, iba acelerando el ritmo, yo empezaba a notar como el placer iba naciendo en mis pelotas. Me agarró más fuerte por las caderas y aceleró. Empezamos a jadear y gemir, su polla me estaba dando un placer tremendo.
– Vamos cabrón, dame más fuer… te, pré… ña… meee Joder, no la saqueees, me voy a correr
Empecé a soltar leche, su cara era un auténtico espectáculo, reflejaba un placer muy grande. Se paró de moverme mientras que sus jadeos aumentaron cuando noté como me llenaba el culo de leche caliente, entonces aceleró sus bombeos, notaba las contracciones de su polla dentro de mí, como su leche me llenaba. Paró de moverse y la sacó de mi interior, se dejó caer a un lado, notaba como su leche salía por mi culo llenándome los muslos. Agaché mi pecho dejando el culo en pompa, tenía que relajarme un poco. Había sido un polvo buenísimo. Vi la botella de cava y le di un trago de los grandes, notaba como bajaba muy fresquito por mi esófago. Me senté en el suelo con la espalda apoyada en la pared, tenía el culo dolorido, lo notaba abierto y como se vaciaba. Le volví a dar otro trago a la botella, tenía la garganta seca. Javi se sentó junto a mí.
– Joder, ha sido uno de los mejores polvos que he echado en mi vida, incluyendo a mujeres -me dijo-
– Muy bueno, sí ¿quieres? -le contesté mientras le ofrecía la botella de cava-
– Gracias -me dijo quitándome la botella de la mano y dando un buen trago- tenemos que repetirlo, me gustas bastante. Quiero que seas mía.
Me fijé en el espectáculo que había sobre la cama, Jorge se encontraba con el culo en pompa, David lo enculaba y Daniel tenía enculado a David. Le di con el codo a Javi y le hice una señal para que los mirara. Me sonrió devolviéndome la botella. Las chicas se acercaron a nosotros, se les notaba calientes y un poco bebidas. Se sentaron junto a nosotros, haciendo un corro. Les veíamos los coños abiertos y húmedos, mientras ellas seguían bebiendo de las copas. Elena me miraba la polla, agotada en ese momento por la corrida que acababa de tener, me miró y me sonrió, su mano se puso a tocar el coño de Eva, que abrió más las piernas, pero no dejaba de mirarme. En la cama, los tres se turnaban para ponerse en el medio, ser el que da y el que recibe a la vez, en ese momento esta Daniel, por detrás le daba Jorge, y David estaba siendo enculado por Daniel. Nuria se puso a pajear a Elena, Javi tocaba a Eva, y yo y yo me puse a tocar a Nuria, Elena se levantó por la otra botella de cava, en ese momento sobre la cama, Jorge se encontraba dándole por el culo a Daniel y siendo follado por David. Elena llevaba la botella vacía y acercó la boca de la botella de cava al culo de David, lo tenía abierto. David, al notar la botella en su culo aceleró el movimiento agarrando bien a Jorge por las caderas, cuando soltó un “¡me corrooo!”, Jorge jadeaba sin parar cuando notó como el culo se le llenaba de leche de David.
– Dios ufff me corrro -dijo Jorge.
Javier se estaba corriendo en las sábanas sin parar de gemir, mientras David sacaba su nabo del culo de Jorge, y éste se apretaba más contra Javier. Al cabo de los segundos sacó su polla y se tumbó en la cama, los demás comenzamos a aplaudir por el espectáculo que nos habían brindado.
– Necesito beber algo -decía Jorge buscando una copa.
Me levanté y le pasé la botella mientras me inclinaba para besarlo.
– Ha sido buenísimo, pero el culo me molesta un poco, joder. Me ha faltado que me follaras tú -me dijo Jorge besándome en los labios.
Una vez medio recuperados todos, nos sentamos en corro. Comenzaba a amanecer, las chicas se pusieron en el centro del corro mientras bebíamos y hablábamos, a Elena se le veía los fluidos salir del coño, de vez en cuando pasaba su mano por el clítoris. La atraje hacia mí y abriendo mis piernas, la coloqué entre ellas de espaldas a mí, y comencé a masturbarla. Abrió las piernas doblando las rodillas, Javi estaba junto a mí y comenzó a acariciarle las tetas. Mis dedos bajaban del clítoris, rozando los labios y se introducían en su vagina, la tenía totalmente empapada, comenzó a gemir. Eva estaba abrazada a Daniel, se intuía que éste le acariciaba el coño mientras ella le magreaba la polla, y Nuria estaba sentada de espaldas a David y magreándole la polla a Jorge. La botella la pasábamos de unos a otros hasta que se acabó, Jorge se levantó y abrió la tercera. Se volvió a sentar donde estaba y me pasó la botella.
Elena comenzó a gemir más fuerte, me agarró la mano con la suya y la apretó contra su coño mientras que con la otra mano me acariciaba la polla, que solo estaba morcillona, después de la noche que había tenido. Levantaba el culo del suelo muy excitada, Javi le puso un dedo en el ojal y se sentó sobre él, ahora jadeaba. Se me estaba levantado de nuevo la polla, pero con menos rigidez, ella seguía manipulándomela. Eva se agachaba y le comía la polla a Daniel mientras un dedo se deslizaba por debajo buscando el ojal de Daniel, éste gemía al notar el dedo en su ano. La polla de Daniel estaba como la mía, morcillona poco más. Nuria le estaba metiendo un dedo, o dos, por el culo a Jorge, que se encontraba con las piernas abiertas, el nabo tieso (cosa que me llamó muchísimo la atención, la capacidad para volver a empalmarse que tenía Jorge) y la mano de Eva pajeándolo, mientras David le metía dos dedos por el coño. La botella seguía rulando entre nosotros, yo ya notaba como mi cabeza la tenía un poco bajo los efectos del cava.
Eva se levantó y trajo la botella de bourbon, le dio un trago y la pasó a Daniel, y así fue pasando la botella junto con la de cava.
Elena estaba ya a punto, se levantó y agarró las manos mías y de Javi, me tumbó en la cama, se sentó en mi polla y Javi se puso sobre ella metiéndosela por el culo. Su coño estaba empapado, yo ya estaba caliente de nuevo. Notaba, en mi nabo, como entraba la polla de Javi por el culo de Elena, y eso me estaba poniendo a mil.
– Joder más, dame más por el culo… ufff moveos rápido cabronas mmm -decía Elena totalmente excitada.
Yo me movía lo que me dejaba Javi, porque él era el que estaba bombeando. Elena jadeaba cada vez más, notaba como empezaba a mojarse mucho más su coño, señal que la corrida estaría al llegar.
– Ufff, más rápido… mmmm -gemía Elena entre jadeos- joder ufff voy a correrme vamosss me cooorro
Noté como se mojaba mi polla, como sus fluidos corrían por mi vientre, por mis muslos… Javi comenzó a bombear más rápido, eso hizo que yo empezase a notar que mi corrida llegaba también, entonces Javi aceleró mucho más el movimiento, yo notaba su polla en la mía como si fuese un pistón saliendo y entrando en el culo de mi mujer, hasta que se quedó parado y Javi comenzó a gemir de placer.
– Me voy a correr también -les dije, agarrando a Elena de las caderas y moviéndola arriba y abajo- Me ufff corrooo.
Solté la poca leche que ya me quedaba mientras mi cabeza daba vueltas, notaba como algo me llenaba las piernas y mi vientre, imaginé que sería la leche de Javi y la mía que estaban saliéndose. De fondo oía gemidos y jadeos de los demás, pero mi cabeza ya no me regía en condiciones, mis ojos se querían cerrar y eso hicieron.
A la mañana siguiente me desperté con dolor de cabeza, la resaca. Notaba mi entrepierna empapada, me toqué y estaban mojadas las sábanas, me tendría que duchar, tenía mi vientre empapado, me pasé la mano y olía a semen, estaba bastante mojado, al abrir los ojos algo no estaba bien. Estaba en mi dormitorio de mi casa, no de la casa de Sevilla. Oí que la puerta se abría y entraba Elena.
– Hombre, por fin despiertas -me dijo- vaya nochecita…
– Eso digo yo -le contesté- lo hemos pasado bien, pero no entiendo qué hacemos aquí.
– ¿Cómo que lo hemos pasado bien? -me dijo con una entonación que no me gustó nada- Anoche te fuiste con la gente de la oficina y llegaste tocado, te desnudé y te dejé con los slips nada más, pero llevas corriéndote toda la noche desde que llegaste medio borracho. Me he tenido que ir a dormir a la otra habitación. Manchaste mi camisón, tuve que ducharme, te quité el slip con intención de ducharte pero no despertabas y no podía contigo, así que te dejé solo en la cama.
– ¿Y Jorge, y Nuria, y Eva…? -preguntaba con intranquilidad-
– ¿Son del trabajo? No loso conozco -me dijo- conozco a los de toda la vida, a Jerónimo, a Sonia, a Carlos, a Antonio, no te veo bien.
– Pero ¿y la casa de Sevilla? Donde follamos con todos, que vino Daniel, tu amante.
– ¿Pero qué coño que follamos todos? ¿Quiénes follaron? ¿Qué Daniel tengo de amante? ¿Qué casa de Sevilla? -me dijo irritándose cada vez más- Óscar, me estás asustando mucho. Voy a llamar a tu hermano.
Se marchó para hablar con mi hermano, no me gustaba la broma que me estaba gastando, quería ducharme, estaba pringoso de cintura para abajo.
Volvió a entrar al cabo de unos minutos.
– Tu hermano dice que viene para acá -me dijo- que te vayas duchando y te prepare un par de cosillas, que te lleva al hospital por si te han echado algo en la bebida, así que, por favor ve a la ducha que yo iré quitando sábanas.
– De acuerdo, ¿te metes conmigo en la ducha como el otro día? -le dije inocentemente-
– Pero ¿qué otro día ni historias? -me gritó algo exaltada- por favor metete en la ducha que tu hermano tiene que estar al llegar, has conseguido asustarme.
Le hice caso y salí de la cama, la cabeza me dolía mucho y, desnudo, me fui a la ducha. Al salir ya estaba mi hermano allí hablando con Elena, me saludó y me dijo que me vistiera, que ya había hablado con un colega suyo y me esperaba. No entendí nada pero no quise decir nada tampoco. Me vestí y salimos mi hermano y yo de la casa, Elena me dio un beso en la mejilla y me agarró la mano de forma cariñosa. Me monté en el coche y al salir del aparcamiento de la casa, en la ventana de arriba, donde está nuestra habitación, me pareció ver a Daniel con el brazo sobre Elena mirando como nos marchábamos. Saludé con la mano pero no me contestaron al saludo…
¿Habría sido todo un sueño o me estaban engañando?
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