Bajamos los tres y nos encontramos a Daniel hablando, mejor dicho tonteando con Eva y, en menor medida, con Nuria. Nada más verlo a Elena se le dibujó una gran sonrisa en su cara, se acercó a él, le echó los brazos al cuello y lo besó con un beso muy sensual. Él le pasó sus brazos por la cintura y la pegó a su cuerpo, aunque una de sus manos bajó hasta una de las nalgas de Elena. En cuanto se separaron se me acercó y me estrechó la mano:
– ¡Vaya! -le dije- ¿después de follarme sólo me das la mano? Jajaja, no te preocupes, Daniel. Me alegro de que hayas venido. Te presento a Jorge, porque creo que a las demás ya las conoces.
– Hola Jorge, encantado de conocerte -dijo Daniel.
– El encantado soy yo -le respondió Jorge mirándome y con una sonrisa de medio lado- Óscar, ¿no le dices que se desnude? Estamos todos en bolas… y hay que ver las “herramientas”.
– Bueno, habrá que preparar algo para cenar, ¿no? -solté- tanto follar da hambre. Pero Jorge tiene razón, desnúdate aquí mismo mientras entre todos preparamos algo para picar.
Daniel sonrió y comenzó a quitarse la ropa, se sacó la camiseta, se descalzó, y comenzó a desabrocharse la correa cuando Jorge le dijo:
– Un momento Daniel, si me permites esto lo hago yo, jejeje.
– Sin problema… Jorge, todo tuyo.
Jorge agarró el cinturón, atrajo a Daniel hacia él y con las caras muy cerca metió una de las manos por dentro del pantalón… la cara de Jorge cambió, sacó la mano, terminó de soltarle el cinturón y le bajó los pantalones. Daniel se los sacaba por los pies mientras Jorge le acariciaba el nabo por encima del slip, nabo que se veía como iba creciendo. Daniel pegó su cara más a Jorge y lo besó en los labios, Jorge bajó el slip y sacó la polla y huevos de Daniel. Me pareció oír un “Oooh”, o fue fruto de mi imaginación, yo me estaba empalmando de verlos así, Jorge ya estaba empalmado. De pronto oímos que alguien decía:
– Bueno… ¿no hemos dicho de preparar algo de cena? Vais a acabar con los huevos resecos -comentó Nuria.
– Cierto Nuria. Jorge, Daniel, después vamos a seguir con este juego, pero ahora vamos a preparar algo para cenar.
– Por supuesto Óscar -dijo Daniel separándose de Jorge, y con la polla subiendo- vamos a ayudar, Jorge.
– Ayuda necesito yo urgentemente Daniel -le dijo Jorge-.
Nos metimos todos en la cocina, desnudos, y Jorge era el que iba dando indicaciones a cada uno para que fuese preparando alguna cosilla, con tanta gente en la cocina eran inevitables los roces, las caricias…se respiraba un ambiente potencialmente sexual, olor a hembra en celo, olor a macho excitado, entre risas y caricias se escapaba algún beso. Las pollas estaban medio empalmadas y los coños se adivinaban húmedos.
Daniel sirvió las copas de vino mientras los demás hacíamos las cosas que Jorge nos indicaba, cuando acabó estuvo contando como conoció a Elena, como ella se resistía a caer en sus redes, y como fue la primera vez que follaron. Usando sus palabras “fue una auténtica decepción, un polvo muy aburrido”, cuando acabaron ella se quedó muy seria porque se sentía mal, se sentía culpable, le preguntó a Daniel si le había gustado y la respuesta fue “he follado con muñecas hinchables más activas y expresivas que tú, no sabes follar”, y ese fue el momento en el que ella decidió que tenía que cambiar, y le pidió a Daniel que la ayudara.
Todos ya habíamos acabado y estábamos escuchando a Daniel, Elena de vez en cuando añadía o aclaraba algo. Jorge dijo que ya podríamos comer, así que preparamos la mesa en el salón y fuimos llevando todo. La cena fue ligera, bebimos vino, blanco y tinto, y no pocas copas cada uno, y ya enfocamos la charla a lo que nos interesaba, el sexo. Pensamos en hacer algo distinto, así que comenté la idea que tenía en la cabeza desde que llegué con Elena:
– ¿Qué os parece si cada uno propone un juego? Un juego sexual, claro.
– Bueno, yo tengo una idea en la cabeza -dijo Elena- además desde que follaste con Daniel, mejor dicho, desde que Daniel te la metió -dijo mirándome-.
– A ver, suelta lo que tienes pensado Elena -le dijo Jorge-
– He pensado en un papel de cornudo para Óscar, que los corneadores se lo tiren delante de mí, y vosotras -dijo refiriéndose a Nuria y a Eva- series mis esclavas, sumisas y obedeceréis a todo lo que os diga.
– Ummm suena bastante interesante -dijo Nuria-
– Siii, me parece una idea genial -respondió Eva- Quiero jugar a este juego…
– A mí me parece que puede estar bien, ¿tú qué piensas Jorge? -dijo Daniel.
– Me gusta la idea, la verdad. Pero ¿me podrá follar a mí también? -contestó Jorge mirando a Elena y a mí.
– Por supuesto que sí pero eso lo decidiré yo, todos seréis mis esclavos, me siento muy poderosa… ¿empezamos? -soltó Elena.
– Hey, ¿yo no opino? -dije molesto de que no me hubiesen preguntado-.
– Tú solo callas y obedeces -me dijo Elena con un tono muy imperativo- así que te vas colocando un tanga de mujer que te daré ahora y el delantal de putita, sabes a cuál me refiero, ¿verdad?
– Pues sí -le dije a Elena.
– Sí, ¿qué? -me dijo Elena.
– Sí, señora -le respondí.
Subí al dormitorio con Elena, para que me dejara el tanga. Era uno de ella, de algodón de los que tienen una tira como de un centímetro de ancha, usado. Los olí y… olían a puta, a mujer en celo, y eso me puso a mil. Me puse el tanga cuidando que los huevos no salieran por los lados, aún se notaban un poco húmedos. Se acercó y me besó, me dijo:
– Hoy vas a ser mi cornudo maricón -me acarició la polla que intentaba ya salir del tanga- ¿verdad que vas a ser muy putita?
– Por supuesto señora, seré lo que usted quiera -esto me estaba poniendo mucho, el ser manipulado, sometido me estaba calentando bastante-
Bajamos, y en el salón estaban todos sentados en el sofá y en el suelo, la mesa ya estaba recogida. Elena hizo que me girase para que todos me pudiesen ver. Notaba la tira del tanga frotándose con mi ano y me estaba excitando mucho, Eva me acercó el delantal de puta y me lo colocó. Daniel estaba ya con la polla dura, la mía iba de camino. Elena empezó a pajear a Daniel mirándome mientras lo hacía, ella estaba sentada en el centro del sofá, como si fuese un trono, con sus piernas abiertas se le veía el coño mojado y rosado, Eva fue gateando hasta allí y empezó a comérselo mientras Elena le agarraba la cabeza y la apretaba contra su coño. Jorge estaba tocando el clítoris de Nuria con la yema de un dedo, y ella le acariciaba los cojones a Jorge. Todo esto mientras yo estaba de pie mirando, sin poder hacer nada, y con la polla bien dura señalando al techo.
– Ahora va a ver mi pequeño maricón cornudo lo que hace su esposa con el corneador. ¿Quieres verlo, verdad zorrita? -me preguntó Elena mientras ya el delantal tenía un pico hacia afuera a la altura de mi polla.
– Por supuesto que sí, señora. -le contesté-
Elena se sentó sobre la polla de Daniel, de espaldas a él, con las piernas por encima de las de Daniel, se le notaba lo mojada que estaba. Comenzó a botar sobre su polla, que ya se notaba muy dura.
– Cornudo, -dijo dirigiéndose a mí- ummm acércate de rodillas y ufff me comes el coño mientras aahh siii mmm tu corneador me la tiene clavada, y le lames los cojones.
Me puse de rodillas mientras Jorge tenía enculada a Nuria, y ésta le acariciaba las tetas a Elena que tenía los pezones muy duros. Me acerqué al coño de Elena viendo de cerca como le entraba la polla en su coño, el ruido que hacía ese coño por el rozamiento de la polla era excitante. Acerqué mi boca y lamí los labios superiores, mojados, ella se excitó y suspiró, noté que alguien echaba hacia un lado la tira del tanga y notaba una lengua lamer mi ojal, lo lamía en círculos, me estaba excitando mucho, era Eva la que me estaba comiendo el culo, en ese momento la polla de Daniel se salió de Elena, la agarré y me la metí en la boca, estaba muy dura, sabía a los fluidos de Elena, pasé mi lengua por todo el capullo, lamí el frenillo, bajé lamiendo todo el tronco hasta llegar a los cojones de Daniel, los lamía cuando Elena dijo:
– ¿Qué coño haces? Agarra la polla de Daniel y me la metes.
– Sí… sí, señora.
La lengua de Eva estaba haciendo maravillas con mi culo, la polla se me había salido del tanga y tenía un calentón tremendo, Eva comenzó a meterme un dedo por el culo mientras su lengua seguía jugando con mi ojal, no podía más, además de que tenía aquella polla de Daniel junto a mi boca, solo quería tenerla dentro de mí, sentarme en ese nabo y que me metiera hasta los huevos si cabían… pero no podía hacer nada.
Elena se levantó, aquella polla dura, empapada, me dejó hipnotizado.
– ¡¡¡Túmbate en el suelo!!! -me ordenó Elena sacándome del trance en el que estaba- ahora vamos a disfrutar. Quítate el delantal y ponte como rezan los moros…
-Sí, señora -le dije, deseando que Daniel me la clavara hasta el fondo.
– Jorge, siéntate delante de Óscar y Daniel, colócate detrás de Óscar -dijo Elena totalmente excitada y dirigiéndose a las chicas les dijo- Vosotras acomodaos junto a mí y hacedme disfrutar como a una perra.
Elena se sentó en el sofá, en su trono, con las piernas abiertas, las chicas lo hicieron cada una a un lado, acariciándole el coño, las tetas, las piernas… a Eva se le veía tremendamente excitada.
Yo ya estaba en la posición que me había indicado mi mujer. Sentado en el suelo delante de mí tenía a Jorge, con su polla llenándome la boca mientras me acariciaba la cabeza con mucha dulzura. Daniel estaba detrás de mí, pasando su lengua por mi ojal mientras me acariciaba las pelotas. Me encontraba muy excitado, de vez en cuando miraba a los ojos a Jorge, que me sonreía y presionando mi cabeza marcaba el ritmo del movimiento de la mamada que le estaba dando, de vez en cuando le chupaba los huevos. Noté como la lengua de Daniel dejó de lamerme el ano, levanté mi cara mirando a Elena y esperando el regalo que Daniel me iba a hacer. Ella me miraba fijamente, con una expresión de placer y lujuria que jamás le había visto, Eva le lamía los pezones y le besaba en la boca mientras Nuria le lamía el coño y le metía algún dedo. Me dijo:
– Disfruta lo que te va a entrar por detrás, maricón. Voy a hacer de vosotros las mejores putas del país.
Nuria dejó de comerle el coño y se quedó mirando hacia Daniel, imagino que le miraba la polla que iba a entrar en mí. En ese momento noté como colocaba la punta del nabo en la entrada de mi culo, y como sus manos se agarraban a mis caderas. Empezó a empujar suavemente y notaba como entraba la punta del capullo, hasta que noté como lo tenía totalmente dentro. Se quedó parado esperando mi reacción, notaba que quemaba un poco, pero necesitaba notar su polla totalmente dentro de mí. Empujé hacia atrás clavándome toda la polla, hasta que ya la tenía toda dentro. Su polla ocupaba totalmente mi interior, la notaba caliente y palpitando, como si me hubiese metido un corazón vivo.
Daniel gimió al igual que yo y comenzó a bombear sus caderas con un ritmo que parecía el segundero de un reloj analógico. Elena y las chicas comenzaron a suspirar y a tocarse entre ellas con más energía, se oían sus besos, los “plof, plof” de sus coños empapados, las manos se cruzaban unas con otras. Era difícil determinar qué mano correspondía a quien. Jorge me levantó la cabeza y me besó como él solo sabe, con ese beso y con la polla de Daniel dentro notaba como subía el placer por mis huevos hasta mis entrañas. Estaba disfrutando como nunca, era cierto que Elena me iba a convertir en una puta, deseaba ser una puta con varias pollas a mi alrededor. Jorge se levantó e hizo que me pusiera a 4 patas, me cogió la cabeza y comenzó a follarme la boca mientras Daniel aumentaba el ritmo de penetración al que me estaba sometiendo. Así me notaba, totalmente sometido a mi mujer y a sus esclavos, y me excitaba mucho más.
– Te gusta, verdad ummm… zorrita? -me preguntó Elena, yo con la polla de Jorge en la boca solo podía mover la cabeza- dale bien Daniel, que tú serás ufff… mmmm… Nuria, serás el siguienteee. Me corro Nuriaaa, mmmm no pares de ufff comértelo aaagh… diooos -apretaba la cabeza de Nuria contra su coño, mientras Eva se metía dos dedos y le comía las tetas a Elena.
En ese momento noté que la polla de Jorge empezó a palpitar, intenté sacar su polla de mi boca para que se corriera en mi cara, pero me tenía la cabeza bien cogida.
– ¡¡¡No te la sa… saques ufff de la boca zorra, trágate mi lecheee!!!
En ese momento me agarró la cabeza y la apretó contra su vientre, noté como el primer trallazo de su leche entraba con fuerza por mi garganta, los siguientes trallazos llenaron mi boca con su leche, y la tragué con avidez. Sacó su polla de mi boca y la dejó en mis labios, comencé a limpiársela cuando las embestidas que me estaba dando Daniel aumentaron el ritmo, eso hizo que me excitara más y en lugar de limpiársela comencé a hacerle una mamada en toda regla, mientras le agarraba de los huevos y le tiraba hacia abajo.
– Dame más fuerte, cabrón -le decía a Daniel mientras sus embestidas eran más violentas- ¡¡¡Préñame maricón!!!
– ¡¡¡Grita… mmm zorra ufff ummm me voy a correeer!!!
Su polla comenzó a palpitar dentro de mi culo y en nada un líquido caliente y viscoso inundaba mi interior con el primer chorro de su corrida, eso me llevaba al éxtasis, seguía entrando su leche y no parábamos de gemir. Elena estaba haciendo la tijera con Eva mientras Nuria les acariciaba por todos lados, los dedos de Eva estaban dentro del coño de Nuria, mientras yo seguía recibiendo las descargas de Daniel dentro de mí.
– Ahora ponte aquí para que tomemos la leche de Daniel de tu culo -me dijo Elena-.
Me levanté y me acerqué al sofá, me puse de espaldas a ellas mostrándoles mi culo, me incliné hacia delante y Elena me agarró las caderas, acercó su bica a mi ojal y comenzó a lamer y chupar mi ano. Yo aflojé el esfínter para que la leche saliera y lo lamía, lo tomaba en su boca y se lo pasaba a Nuria, y de Nuria a Eva… Me puse de pie y mi nabo seguía duro. Elena dijo:
– Bueno señores… aquí necesitamos a dos maricones que le coman el coño a mis dos putitas, así que Nuria y Eva, os quiero en el sofá abiertas de piernas y a Daniel y Jorge cada uno comiendo un coñito… Óscar, tú puedes darle por el culo a cualquiera de los dos, hasta preñarlo…
– Óscar por favor, clávamela a mí -me dijo Jorge-
– Lo siento Jorge -le dije- pero necesito encular a Daniel, necesito llenarle el culo de mi nabo, sé que le va a gustar…
– Tranquilo Jorge -le dijo Elena- te voy a dar por el culo yo, con el strapon, quiero ver como se te pone el culito de abierto con una verga de plástico dentro…
– Ufff sí señora, gracias de verdad -le respondió Jorge-
Las chicas estaban ya en posición con las piernas abiertas, y ellos a patas delante de ellas comiéndoles el coño, yo me coloqué detrás de Daniel, tenía un culo muy hermoso, muy apetecible, le puse un dedo en el ano y apreté un poco, abrió el esfínter suavemente, me hizo ver que ya se la habían metido bastantes veces, así que coloqué mi cipote en su ojal y empujé hasta que entró mi capullo, tenía el culo muy caliente y mojado como un coño. Miré hacia Jorge que empezaba a gemir, Elena le estaba taladrando con el strapon, pero de un grosor considerable, y le entraba con cierta facilidad. Seguí empujando hasta que mis bolas pegaron a las nalgas de Daniel, lo agarré bien de las caderas y empecé a bombear con un ritmo tranquilo. Notaba las rugosidades del interior del culo de Daniel en mi polla, y eso me hacía acelerar el movimiento.
Nuria gemía por la comida de coño que le daba Daniel, al igual que Eva, que su coño era comido por Jorge. Elena lo estaba enculando de maravilla, parecía que hubiese tenido una polla toda su vida…se estaba volviendo más puta cada vez… y yo más maricón… y me gustaba esa sensación…
Seguía dándole por el culo a Daniel, ya empezaba a notar el gustito ese que entra, por la parte baja de los huevos y va subiendo… comencé a jadear y aceleré el ritmo.
– Ummm vamos cabrón ufff, lléname el mmm lléname el culo de aaagh, de leche… -comenzó a decirme Daniel.
– ¿te gusta putita? Ummm ¿te gusta que te encule yo más que nadie? Ufff -le dije a Daniel, que empezaba a seguir el ritmo de las embestidas-.
– Diosss siiii ummm no te pares ufff -decía Daniel cada vez más excitado-
– Dime de quién es tu ummm aaggh culito -le solté mientras me excitaba al mismo ritmo que lo que decíamos-
– Es todo tuyooo ufff, sólo tu polla mmm es la que puede darme mmm por el culooo, joder fóllaaameee biennn, así joder ummm… uugh quiero que me aahhh preñes -ya notaba las convulsiones de su culo en mi nabo mientras se corría.
– Voy a correrme puta dios -empecé a llenarle el culo de leche sin parar de jadear-
Lo tenía bien agarrado por las caderas mientras Nuria le apretaba la cara contra su coño, se estaba corriendo también igual que Eva, que llenaba la cara de Jorge de sus fluidos. Acabé recostado sobre la espalda de Daniel, aún mi polla latía dentro de su culo. Se giró y me besó.
– Te he dicho la verdad – me dijo-
– ¿A qué te refieres? -le pregunté mientras le sacaba la polla del culo-
– A que mi culo es solo tuyo, solo tú serás el que me folles -me dijo mientras me volvía a besar-
– Joo, yo quiero besos, maricones -gritó Jorge con el culo abierto ya sin el strapon, parecía que le podía entrar un puño.
Las chicas estaban con la respiración alterada mientras Elena se había metido un vibrador en el coño, por debajo del arnés del strapon, y se estaba sujetando en la espalda de Jorge para no caerse, le temblaba todo, se había corrido varias veces seguidas.
El culo me dolía un poco, de la follada que me había dado Daniel, quería ducharme pro no tenía ni fuerzas para levantarme, me senté donde estaba, el culo de Daniel quedaba a la altura de mi cara, se lo acaricié y comenzó a salir mi leche, al darse cuenta Jorge, se acercó y puso su boca en el culo de Daniel para tragarse todo. Cuando acabó, me miró, se acercó más y me besó, pensé que me pasaría mi leche, pero se la había tragado. Su beso me excitó como siempre, pero mi nabo no tenía fuerzas para levantarse… aún no…
– Bueno, como están mis putitas -dijo Elena al cabo de unos minutos que aprovechamos para relajarnos- coged fuerzas ahora, que esto no ha terminado, os tenemos que convertir en las mejores putas del país, ¿de acuerdo? -dijo Elena dándonos cachetadas en las nalgas-
– Sí señora, pero una pregunta -Jorge lanzó la pregunta al aire- si solo somos tres putitas ¿quiénes nos van a follar?
– Está todo preparado zorritas jajaja, estoy segura que os van a encantar. Además la señora -dijo Eva mirando a mi mujer- quiere que el maricón de su marido sea muy cornudo.
Ese comentario me excitó pero a la vez me preocupó, no sabía a qué se referían, si es que vendrían otros hombres, o serían Daniel, Jorge y yo los que nos follaríamos mutuamente… no lo sabía, pero algo me inquietaba.
Pero como habréis imaginado, eso queda para el siguiente relato, para cualquier crítica, duda o sugerencia escribidme al email:
Un saludo
Vantheway.