back to top
InicioSexo con madurasGina, suegra? novia? amante?

Gina, suegra? novia? amante?
G

el

|

visitas

y

comentarios

Apoya a los autores/as con likes y comentarios. No cuestan nada.

A finales de los noventas con 20, 21 años estando en la universidad y con la novia en turno, ella se había cambiado a las afueras de la ciudad ya que sus padres se habían divorciado, el viaje era largo y ella había acomodado su horario de tal manera de tener un día entre semana para no ir a la universidad, lógico yo había acomodado el mío de la misma manera para verla, si bien como comenté el viaje era largo yo llegaba a las 7:30 de la mañana. Sus hermanas menores estaban en la escuela y su mamá se iba a trabajar, así que teníamos la casa para nosotros hasta las 3 de la tarde, lo cual aprovechábamos para tener sexo, lo cual disfrutábamos ya que teníamos la certeza que nadie llegaría, nos podíamos pasear desnudos por la casa, nos bañábamos, lo hacíamos en todos lados.

Pero su mamá, que ya era “soltera”, le “pasaba algo” ya que se dormía con una de las hermanas, la más chica y ella decía que se “movía mucho” durante las noches, así que me pidió mi novia que le consiguiera novio a su mamá, a lo que le dije que estaba loca que no conocía a alguien de la edad de su madre que quisiera salir con ella.

Georgina empezando en sus cuarentas (ojo aquí yo de 20), morena, bajita, cabello negro quebrado, facciones finas, ojos muy negros, buenas nalgas, que le heredo a su hija mayor (mi novia), senos medianos, conservada, risueña, amable y muy relajada en ese periodo. Me daba la oportunidad de hacerle bromas pesadas y se aguantaba, lógico, cuando podía me la regresaba, pero nos divertíamos mucho, creo que sabía perfectamente que yo llegaba el día que su hija se quedaba y cogíamos, pero pensaba… bueno no se van a un hotel de mala muerte y por lo menos no he embarazado a mi hija.

Con el tiempo seguía haciendo el comentario de que le buscara novio a su mamá, a lo que me seguía negándome, Gina, como yo le decía, odiaba que le llamara así, cada vez entraba más en confianza conmigo, un par de veces salía con una playera ajustada sin bra que dejaba ver esos hermosos pezones, a lo que mi novia la regañaba y a mí me pedía que no me llevara de ese modo con su madre, algo que nunca se detuvo y la hija seguía diciendo que se “movía” mucho su mamá en la noche.

Un día llegue con todas las ganas de darle una cogida memorable a mi novia, pero cuando abrió la puerta tenia cara de pocos amigos. Su mamá se había caído en la calle, por lo que estaba en casa acostada con dolor de espalda y su padre pasaría por ella para hacer un trámite o algo por el estilo, yo solo pensaba… maldita sea, desmarañarme y el viaje hasta acá para nada… me dijo que llegaría a las 3 junto con sus hermanas, yo de mala gana pase, apenada se fue con su papá que ya la esperaba y pase a la casa.

Gina estaba acostada en su cama, viendo TV y le pregunte… ¿y ahora que te paso?… me dijo que se había resbalado en la calle y había caído de sentón, yo burlándome le dije… yo no te hubiera levantado, ya te había chupado el diablo (expresión típica de México) o… yo pensé que con esas nalgas que te cargas, rebotarías… a lo que solo reía y me respondía como siempre… que malvado eres.

Pero ya en su cuarto le dije… a ver, dame permiso en tu cama ¿no?, ve que hora es y la verdad estoy cansado… respondiéndome con un rotundo NO, pero a esas alturas yo ya me estaba quitando los zapatos, me senté a su lado y levantando la cobija pude ver que seguía en pijama pero con el “dolor” de espalda no pudo moverse rápido, así que me acosté junto a ella, pasando mi brazo izquierdo debajo de su cabeza y mi brazo derecho en su cintura poniéndola de lado y pegándola a mí, lógico los dos tapados con las cobijas. Gina me decía que estaba loco que por qué me metía a su cama, a lo que le decía… te dije que estoy cansado, hace frio, tu ve la TV y yo me duermo, así no sentimos el frio, la apretaba más a mí y entre risas nerviosas se fue relajando ella y yo.

Mi boca la tenía en su nuca así que sentía mi respiración, yo mi mano izquierda estaba entrelazada con la suya y mi mano derecha debajo de su ombligo, fue en ese momento donde se empezó a “mover” como decía su hija la más chica, según para acomodarse pero pegaba más sus nalgas a mi verga que se estaba empezando a despertar, apretaba mi mano izquierda y soltaba suspiros, busque con mi mano derecha la entrada entre su pantalón y blusa y soltando un… ¿Qué haces?.. Le respondí… te dije que tenía frio. Mis dedos bajaron poco a poco y pude sentir sus vellos y de pronto… la humedad… ella con su mano ya la pasaba sobre mi pantalón, como pudo me lo bajo y saco mi verga que empezó a masturbar despacio pero firme.

Libere mi mano izquierda y empezó a buscar sus tetas, Gina ya se movía mucho a lo que comente… ¿y tú espalda?… riendo nerviosa la acomode boca arriba, y parándome le lleve mi verga a su boca que la devoro de un mordisco, era una maestra, me chupaba los huevos, le daba mordidas pequeñas a la cabeza de mi verga y nada que ver con la inexperiencia de su hija a la hora de mamar verga. Le levante la blusa y por fin admire esas tetas deliciosas que de cuando en cuando me presumía sin bra y mis dedos en su conchita. La ayude a incorporarse despacio y mamándole las tetas, me acariciaba mi cabello le saque el pantalón, la blusa y los calcetines.

Me acosté en la cama y ella sobre mí para seguir mamando mi verga, le pregunté… ¿de verdad ya extrañabas una verga?… a lo que respondió… ¡¡no sabes cuánto!!, a lo que respondía… pues aquí la tienes y tomándola del cabello la empecé a coger por la boca, veía como le colgaban esas tetas hermosas, le pedí hacer un 69 a lo que con cuidado se movió y lo hicimos, le abrí las nalgas y veía el interior rosado de su conchita velluda, ella movía las caderas, la recosté boca arriba y tomando mi verga se la metí despacio, veía el ansiedad en su mirada, abriéndole las piernas, se la metí hasta el fondo, soltando un grito ahogado, ya tenía sus pies en mis hombros, me hice hacia adelante para mamar esas tetas deliciosas, preguntándole con risa burlona… ¿Cómo va la espalda?… a lo que respondió… cállate y sígueme mamando. Lo cual me calentaba más, me salí para voltearla y ponerla en cuatro, me hinqué y empecé a mamarle su conchita pasando de su clit a su ano, a lo que dijo… ¿lo quieres usar?… lo cual me tomo de sorpresa diciendo… dudo que mi hija te lo haya dado, así que, si lo quieres, es tuyo, pero gánatelo.

Lo seguí lamiendo, sentía como lo movía, abriéndolo cerrándolo, le apretaba las nalgas y me dijo… nalguéame… a lo cual hacia lo que fuera para que me diera su culo, empecé a meter mis dedos uno a uno poco a poco. Sin sacar mis dedos le metí mi verga en su conchita, movía su cadera en círculos, sabía muy bien lo que quería, estaba muy húmeda y diciéndome… ahora sí, mételo despacio… le puse la cabeza en le entrada de su culo, lo metí pero ella me decía… ¡¡despacio!!, algo que según yo hacía, gemía, su respiración se agitaba, hasta que sintió mis huevos en su conchita, me dijo… quédate así un ratito, no te muevas… sin moverme como ella me ordeno, sentía como movía su culo, como me apretaba, le dije… me voy a venir.. Y con una orden me dijo… dame duro, no te detengas, aunque hayas eyaculado, yo te diré cuando te pares… así que le empecé a dar duro, ella recostada en la almohada, apretando la cobijas con sus manos, su culo en lo alto, hasta que eyacule, pero como me había ordenado seguía bombeándola, hasta que se puso flácida mi verga y salió de su culo.

Se recostó y me invito a su lado. Me abrazo y me beso la frente, yo buscaba las cobijas para taparnos, ya bajo las cobijas, no dejaba de recorrerla, de tener mi boca en sus pezones y mis dedos recorriendo su culo escurriendo mi leche. Hasta que llegó el momento de preguntar… ¿ahora qué sigue?, Gina se quedó pensando y lo primero que dijo fue… no se tiene que enterar Nayeli, yo no le diré nada y si quieres que se repita, tu mucho menos… lógico a todo le decía que sí. Le hice los comentarios donde me pedían que le buscara novio, a lo cual ella reía, de que su hija la más chica decía que se “movía mucho” en las noches, a lo cual sonrojada me decía… es que soy muy caliente y según yo soy discreta… a lo que con una risa le dije… no lo creo… le pregunte por que se había divorciado.

Me explico que el ex era muy infiel, que ella era una mujer muy “regular” en la cama, pero para que el no siguiera de infiel hacia todo lo que él le pedía, pero aun así seguía buscando otras mujeres y ella se quedó con la calentura. Que su hija mayor (mi novia) heredo porque sabía perfectamente a que nos quedábamos, algo que me hizo sonrojar. Me comento que ella había accedido a casi todo menos a hacer tríos. Le agradecí que me diera su culo.

Me dijo que sabía que Nayeli jamás me lo daría por lo pretenciosa que es (y tenía razón, las veces que lo intentamos se quejaba de algo).

Mientras seguíamos platicando, me acariciaba mi verga, tenía un sentido del tiempo exquisito, así que bajándose me volvió a mamar mi verga, poniéndola dura en un parpadeo y sin decirme nada se montó sobre mi de un sentón, yo la tomaba de sus caderas y le mamaba sus tetas, le daba duro. Sentía el sudor de Gina caer en mí, diciéndome… ya sé por qué se queda Nayeli y no la culpo, yo me quedaría igual, me senté en la cabecera y ella sobre mí, el movimiento de caderas era su especialidad, sabía que contaba con un buen culo y sabia como usarlo, me dijo… cuando vayas a eyacular me avisas, lo quiero en mi boca… a lo que le empecé a dar más rápido y avisándole se salió y se metió mi verga en su boca mamándome con un excelente movimiento de cuello y le llene su boca de mi leche, me la limpio toda y al acostarse junto a mí me dijo… tampoco se los come Nayeli ¿verdad?… le dije que la vez q lo hicimos vomito… Gina soltando una carcajada me dijo… tienes que darle tiempo de que aprenda, tu verga esta bonita… a lo que ambos reímos.

Me dijo… ahora si ayúdame a bañarme y también te bañas tú, porque no tardan en llegar… en el baño ayudándola me dijo que le había gusta estar conmigo pero que honestamente dudaba que volviéramos a estar juntos, le pedí que lo considerara, a lo que lo que tenían en mente era más a su hija. Al fin dieron las tres de la tarde y llegaron sus tres hijas. Al parecer todo era normal.

En mis visitas frecuentes nunca volví a estar con Gina a solas y por la situación se mudaron a otro estado y esa fue la única vez que estuve con ella. Procuramos encontrar momentos para besarnos, mamarle un pezón o ella mi verga, pero como esa vez jamás. Nayeli jamás se enteró y dudo que tanto Gina como ella un día lean esto…

Compartir relato
Autor

Comparte y síguenos en redes

Populares

Novedades

Comentarios

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Los comentarios que contengan palabras que puedan ofender a otros, serán eliminados automáticamente.
También serán eliminados los comentarios con datos personales: enlaces a páginas o sitios web, correos electrónicos, números de teléfono, WhatsApp, direcciones, etc. Este tipo de datos puede ser utilizado para perjudicar a terceros.