back to top
InicioLésbicosFui seducida por mi maestra de matemáticas

Fui seducida por mi maestra de matemáticas
F

el

|

visitas

y

comentarios

Apoya a los autores/as con likes y comentarios. No cuestan nada.
Tiempo de lectura: 8 minutos

Lo que voy a escribir sucedió durante mi segundo año universitario.

Me llamo Karen, por la época en la que sucedió esto tenía 19 años a punto de cumplir 20.  Empezaba un nuevo semestre en mi carrera de ingeniería y estábamos en los primeros días en los cuales los maestros se presentan a los alumnos. Todos mis maestros hasta ahora habían sido hombres mayores por no decir viejos. Me considero una mujer bastante atractiva: tengo el cabello negro lacio, un trasero no muy grande pero con buena forma aunque quizá la característica que más destaca son mis pechos, desde que alcance la pubertad mis pechos crecieron y crecieron, lo cual a pesar de ser delgada me da una imagen voluptuosa. Como es de esperar los hombres siempre se quedan mirando mi pechos lo cual a mí me molesta bastante, muchos de mis profesores eran muy descarados en la forma como me miraban algunos me citaban a su oficina con cualquier excusa boba solo para lanzarme miradas morbosas cuando estábamos a solas. En fin era una completa molestia.

Esos días al inicio del semestre escuchaba mucho a mis compañeros hombres hablando sobre una maestra que iba a dictar uno de los cursos de matemáticas, decían que estaba muy buenona y otras cosas más subidas de tono que dicen los hombres sobre las mujeres atractivas. Llego el día de la primera clase del curso y la maestra entro al salón, de inmediato me di cuenta porque hablaban tanto de dicha maestra. Era una mujer relativamente joven en sus treinta más o menos, era alta, de piel blanca perfecta, cabello castaño claro, con buenos pechos no tan grandes como los míos, una cintura pequeña, caderas anchas y un trasero fenomenal. Ese día llevaba puesto un vestido azul muy bonito que le marcaba sus amplias caderas y sus enormes nalgas. Su nombre era Alejandra mi maestra de cálculo multivariable, nos habló un poco de su vida y nos explicó cómo iba a realizarse el curso, tenía una forma de expresarse muy juvenil y carismática, me agrado apenas la conocí. Me fije como todos los hombres la desvestían con la mirada, hasta yo no paraba de detallarla, la verdad es que era una mujer muy atractiva.

El curso siguió normal yo me fui acercando bastante a Alejandra, como los temas se me complicaban bastante solía quedarme después de que finalizara la clase cuando todos se habían marchado para que me explicara ella personalmente. Ella siempre era muy atenta y amable conmigo, pero había algo que me parecía extraño en la forma como me miraba, incluso note que se quedaba mirando mis pechos disimuladamente en varias ocasiones, también solía tocarme mucho en los brazos, a veces se me acercaba mucho al hablarme hasta sentía el olor de su aliento que siempre olía a menta. En fin no le preste mucha atención.

El curso siguió y cada vez tenía más confianza con mi maestra, al punto que ella me dio su número de celular personal y me dijo que podía ir a su oficina cuando quisiera, lo cual era genial ya que cada profesor tenía un horario fijo para las consultas y todos mis compañeros se quejaban de que casi nunca podían conseguir cupo con Alejandra.

Ya casi al final del curso necesitaba ayuda con uno de los trabajos finales que por desgracia no lo calificaba mi maestra sino el coordinador del área de matemáticas el cual tenía fama de no perdonar ningún error, así que le escribí a Alejandra si podía pasarme por su oficina, ella me envió un audio disculpándose porque estaba muy ocupada pero me dijo que podíamos vernos en su oficina después de las 8:00 PM, aunque era un poco tarde accedí y le respondí que nos veríamos a esa hora entonces. Llegada la hora me presente en su oficina, ella me recibió con un abrazo y un beso en la mejilla disculpándose por no haberme podido atender antes, me invito a entrar y nos sentamos muy juntas en su escritorio a hablar sobre el trabajo. Me pude dar cuenta que mientras le exponía mis dudas ella no paraba de mirarme los pechos y los labios. Ese día yo llevaba una blusa negra escotada que aceptándolo era bastante provocativa, aunque mis otros compañeros y profesores varones siempre me miraban y eso me molestaba mucho, las miradas provocativas de Alejandra me hacían sentir extraña y confundida ya que no estaba acostumbrada a que una mujer me mirara de esa forma mucho menos una tan atractiva como mi maestra.

Duramos más de una hora discutiendo sobre el trabajo, cuando terminamos nos pusimos a conversar sobre temas random, ella me contó que era amante de los vinos, siempre tomaba una copa antes de dormir porque según ella era bueno para la salud, en ese momento se levantó de su silla y saco de una repisa un botella de vino y dos copas, se sirvió y me sirvió la otra copa a mí, yo la acepte de buena gana aunque le dije que era demasiado tarde y que me daba miedo coger el autobús a esta hora, ella me lanzo una mirada picara y me dijo -"No hay problema querida, yo te puedo llevar en mi auto, capaz que si se nos hace muy tarde esta noche duermes conmigo", su comentario me cogió fuera de lugar, a lo que respondí con una tímida sonrisa. Las dos terminamos la copa de vino así que ella sirvió más, la conversación prosiguió y se dirigió hacia el tema del acoso sexual:

-"Los hombres son unos cerdos, no saben respetar, a mí siempre me gritan cosas obscenas cuando voy por la calle, incluso varios de mis compañeros hacen comentarios fuera de lugar", dijo ella. Yo le conté como varios de mis profesores solían lanzarme miradas lascivas y como solían hacer comentarios pesados fuera de lugar, ella respondió: -"Lo se querida es nuestro pan de cada día, son unos irrespetuosos, aunque no quiero sonar como que los estoy defendiendo pero es que eres una mujer muy hermosa, cualquiera se volvería loco por tenerte". Alejandra me acaricio el rostro y el cabello y continuo: -"Que rostro tan hermoso tienes, seguro que tu novio te debe celar mucho". Yo le conté que había terminado con mi novio hacía ya varias semanas ya que él me fue infiel con una de sus amiguitas, a lo que mi maestra comento: -"Pero que idiota, mira que teniendo semejante mujer tan hermosa se va a buscar otra, los hombres no tienen remedio, te digo que las mujeres somos mucha mejor opción en todo sentido". Ella seguía acariciando mi cabello y mirando mis labios y mis senos, yo que me estaba poniendo nerviosa le pregunte algo para intentar cortar la tensión del momento:-"Alejandra tú me habías contado que estabas soltera como fue la ruptura con tu ultimo novio?", ella soltó una risita y respondió :-"Te dije que era soltera pero en realidad nunca he tenido novio", yo le respondí: -"Anda como va a ser eso, me vas

a decir que ningún hombre te lo ha propuesto, seguro que tienes muchos pretendientes". Ella me lanzo una mirada traviesa y dijo: -"Muchos hombres me coquetean obvio, pero a mí no me interesan los hombres Karen, prefiero las mujeres, las mujeres hermosas, inteligentes y sensuales como tú". Ella se inclinó hacia mí de repente y me beso en los labios, fue un beso rápido un beso robado, yo quede estupefacta, no sabía que decir o hacer, a pesar de que me sorprendió lo inesperado del beso, me excito mucho. Ella se quedó mirándome por un instante algo dubitativa y dijo: -"Lo siento Karen sé que esto es muy atrevido de mi parte, pero desde el primer día que vi tu hermoso rostro, tus pechos tan provocativos, tu figura tan sensual quede enamorada de ti, si no te sientes cómoda podemos hacer como que esto nunca paso". Yo me quede pensando por un instante, estuve punto de decirle que no había problema que hiciéramos como que ese beso nunca había sucedido, pero algo en mi sentía mucha curiosidad, mucho morbo, no sé por qué pero me acerque a ella y esta vez la bese yo. Fue un beso más largo y apasionado, ella me rodeo con sus brazos y sentía como sus pechos presionaban contra los míos, cuando termino, me pregunto:-"Eres excelente besando, alguna vez has tenido relaciones con otra mujer Karen?". Yo le respondí que solo había besado a una compañera en la secundaria pero que había sido más un juego que cualquier otra cosa del resto nada.- "Bien, yo puedo enseñarte, una mujer conoce el cuerpo femenino mejor que cualquier hombre, te apuesto que puedo hacer que te corras muchas veces, después de todo soy tu maestra y mi deber es enseñarte cosas nuevas".

Alejandra me tomo del brazo y me levanto de la silla me agarro de la cintura y me empujo sobre su escritorio, en ese momento tenía el corazón a mil y mis panties completamente mojados, ella me quito la blusa casi que con violencia y empezó a masajear mis senos aun con el sujetador puesto: -"Desde que ti vi por primera vez estos senos tuyos me volvieron loca Karen nunca vi un par de tetas mejor que el tuyo", ella me quito el sujetador y empezó a chuparme los pezones y a darme pequeños mordiscos, eso me volvió loca y perdí todas mis inhibiciones. Me incline sobre ella y comencé a desabrochar su blusa con muchas ansias hasta revelar unos hermosos pechos, no eran tan grandes como los míos pero los tenia bien redondos y sus pezones estaban duros así que la imite y empecé a chuparle sus pezones dándole pequeños mordiscos, ella soltó un gemido de placer, seguí jugando con sus senos hasta que ella tomo mi rostro para acercarlo al suyo y me beso apasionadamente, sentía como su lengua se introducía en mi boca y juguetea con la mía, yo estaba completamente extasiada, nunca me había sentido ni la mitad de excitada cuando tenía relaciones con mi exnovio, mientras me besaba Alejandra metió su mano entre mis pantalones y mis panties cuando sintió la humedad de mi sexo, mi maestra dejo de besarme me miro y dijo: -"Wow nunca había sentido un coño tan mojado como el tuyo Karen, quieres que te lo coma ya mismo verdad mi amorcito?".-"Si maestra" le respondí, ella dijo: -"Anda dilo, quiero escucharte decirlo". En ese momento la idea de tener a mi maestra Alejandra comiéndome el coño ahí en su oficina me dio un morbo terrible, así que le respondí con voz de niña traviesa, -"Por favor cómeme el coño maestra". Ella masajeaba mi sexo por encima del panty mientras me miraba y decía: -"Tus deseos son ordenes mi amorcito vas a ver cómo te va a gustar". Me desabrocho el pantalón y me lo quito con manos ágiles, me despojo de mis panties completamente empapados y empezó a besar mi sexo, besaba mi coño, después besaba mis muslos, después mi abdomen y luego se detenía y me miraba a los ojos, yo me estaba volviendo loca, ella me estaba provocando, -"Te estoy volviendo loca cierto querida?, quieres que me devore tu coño a que si?, anda dilo quiero escucharte decirlo otra vez", -"Por favor maestra cómeme el coño yaaaa". La agarre del cabello y lleve su boca hasta mi mojada vagina.

Ella empezó a darme chupones, a masajear mi clítoris con su lengua, yo estaba a punto de correrme, empecé a gemir como una loca olvidándome que estábamos en la universidad y alguien podría oírnos, a mí no me importo y a Alejandra tampoco, ella empezó a chupar mi clítoris con más rapidez metió dos dedos en mi vagina y empezó a hacer un movimiento rápido con su mano, yo ya no podía más aguantar más, sentí como mi cuerpo se estremecía y como empezaba a temblar descontroladamente, gemí muy fuerte me vine en el orgasmo más intenso que había tenido en mi vida, sentí como soltaba un chorrito de líquido por mi coño en medio del climax que seguro fue a parar a la boca de Alejandra. Me temblaban las piernas y las manos, estaba completamente en éxtasis nunca había sentido un orgasmo tan intenso. Ella seguía besando mi coño cuando escuchamos voces justo a fuera de la oficina, alguien tocaba la puerta, sentí el corazón en la garganta, salte de la mesa voltee a mirar hacia el reloj y vi que eran casi las 11:00 de la noche, Alejandra abrió los ojos como platos y se apresuró a ponerse el sujetador y la blusa, me susurro que me escondiera en el cuarto de atrás. Así lo hice mientras ella iba a la atender la puerta.

Escuche que quien llamo a la puerta era uno de los guardias de seguridad privada del campus que estaba haciendo su ronda y le pareció escuchar ruidos extraños en las oficinas de maestros, Alejandra se disculpó y le dijo al sujeto que todo estaba bien que ya iba a terminar de arreglar algo y salía (en mi universidad las puertas se cierran a las 10:30 PM y salvo algunas excepciones se supone que no debería de haber nadie en el campus a esa hora). Cuando el sujeto se fue Alejandra cerró la puerta y me llamo, yo note que estaba algo asustada, ella me comento lo obvio -"Gemías muy fuerte mi amorcito, no nos fijamos la hora que era, ya se debió de haber ido todo el mundo, el guarda nos escuchó".

Me comento que le preocupaba que se regara el chisme de que ella estaba teniendo relaciones sexuales en el campus a altas horas de la noche. Yo me sentía apenada, porque en realidad si me descontrole mucho y empecé a gemir como loca, le pedí disculpas pero ella me dio un beso muy dulce en la boca y me dijo:-"Anda querida no te preocupes por nada, mira la hora que es, por que no vamos a mi apartamento y nos terminamos la botella de vino", me lanzo una mirada picara, yo le devolví la mirada picara y le dije: -"Mira que me vuelves loca cuando me comes el coño seguro que despertamos a todo tu edificio jeje", ella sonrió y dijo:

-"En mi cama puedes gemir todo lo fuerte que quieras amorcito, créeme Karen lo de ahora fue solo un abrebocas te dije que te iba a hacer correr muchas veces". Yo asentí, ella alisto su bolso y salimos a la noche hacia el parqueadero de la facultad mientras bromeábamos sobre el pobre guarda de seguridad que seguro quedo muy cachondo después de escuchar mis gemidos.

Nos subimos a su auto y nos dirigimos a su apartamento, mi compañera de habitación estaba muy preocupada porque no había llegado temprano como solía, tuve que llamarla e inventar una excusa de que me iba a quedar en casa de una amiga haciendo un trabajo de la universidad, (anda que no le iba a decir que iba a tener sexo con mi maestra de Calculo en su casa). En fin llegamos a su apartamento, era en un edifico bastante lujoso en uno de los mejores barrios de la ciudad, entramos y ella me dijo que si tenía hambre podíamos pedir algo de comer, yo en realidad si tenía hambre, pero en ese momento solo pensaba en una cosa: Quería comerle el coño a mi maestra de cálculo.

Continuará…

Compartir relato
Relato anterior
Relato siguiente
Autor

Comparte y síguenos en redes

Populares

Novedades

Comentarios

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Los comentarios que contengan palabras que puedan ofender a otros, serán eliminados automáticamente.
También serán eliminados los comentarios con datos personales: enlaces a páginas o sitios web, correos electrónicos, números de teléfono, WhatsApp, direcciones, etc. Este tipo de datos puede ser utilizado para perjudicar a terceros.