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Follada y con el ano hinchado (cap. 12)
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Hola amiguis, les cuento que ando de nuevo en celo, quiero besar una polla y estoy muy necesitada de que un hombre me perfore la colita, mi deseo es que sea una polla gruesa, cabezona y grande, que nunca se agote y me llene de semen el entresijo.

No hay duda de que amo las pollas con todo mi corazón y mi apretadito ano siempre desea una, primero las pajeo, luego, las beso muchas veces hasta que se me impregna el olor a pene en los labios, luego, las mamo muy bien para que se pongan bien duras y finalmente, me pongo en las poses que me pidan para que me la metan toda y hasta el fondo de mí ser.

Decidí hacer un experimento, vestirme de ramera lo más provocativa posible e irme a la avenida donde se juntan las transexuales a esperar clientes. Me puse tacones altísimos, un micro vestido abierto de los lados y gran escote por delante y detrás, liguero y medias negras, una larga peluca rubia y maquillaje profesional, pero de prostituta. Al mirarme al espejo vi una hermosa y muy zorra chica trans. Salí a la avenida en mi carro, lo estacioné un poco antes y caminé contoneándome con exageración.

Al llegar saludé a las chicas trans prostitutas que ya estaban ahí y me paré en una esquina. Casi al instante se detuvo un auto y un chico guapísimo me preguntó que cuánto cobraba por una hora de sexo, le contesté el costo y asintiendo me abrió la puerta. Me dijo -vamos a mi casa que es aquí cerca, no me gustan los moteles-. Llegamos y entramos. Yo iba feliz porque ya me urgía que me follaran duro y habiendo espiado su entrepierna, se adivinaba una polla enorme, se me hizo agua la cola ante aquella delicia.

Era una linda casa con muebles para sexo. Me encantó, luego de un poco de conversación y unos tragos, me dijo que quizás habría un problema, yo me inquieté mucho creyendo que pediría cosas locas, pero me tranquilicé y me dio una gran emoción, dijo que tenía la polla muy grande y que ninguna chica quería acostarse ¡ya había notado su pollón enorme! Le contesté que me la mostrara inmediatamente sacó su verga, cierto, la tenía grandísima y gruesa estando semi-erecta. Dije que traía un plug en la cola y que pasaría el reto de ese tamaño y grosor.

-La puedo aguantar papi, lo hacemos lento-. Fui al baño, me puse un poco de labial y salí a la habitación, él ya estaba desnudo con su verga bien dura, recostado en el sofá para sexo, una gran sonrisa llenó mi rostro, cerré bien la puerta y me le subí empezando con un oral hasta que le pregunté si ya quería penetrarte, él me tomó de las piernas me volteó y me quito el hilo de la zanja de mi redondo trasero, acomodándome en el sofá quedé con las nalgas en pompa.

Se puso condón, lubricante y puso su fierro en mis nalgas, jugó pasándola de arriba abajo, con este movimiento me provocó el grandísimo deseo de que ya me la enterrará toda, lo cual, tuve que suplicarle, -Ay, papi, ya méteme tu polla, dámela toda entera de una sola vez, no importa que me lastimes-. No me hizo caso y me metió sólo la cabezota, la sostenía con una mano y hacía círculos introduciéndola lentamente, yo me moví hacia atrás al encuentro de su deliciosa verga y, finalmente, me la metió toda hasta que su pubis velludo cosquilleaba mis nalgas.

Ya con todo su grueso miembro dentro de mi anhelante botoncito de amor, éste se dilató más adaptándose a aquel magnifico pene. Comenzó sus embestidas primero, muy lentamente y luego, acelerando hasta que se volvió una máquina humana de follar. Me volvió loca de placer y ya sin ningún pudor grité como poseída, sí, poseída de verdad por este macho, penetrada hasta el fondo y follada de lo lindo. Estaba en el cielo de las chicas trans, empinada y con una verga enorme entrando y saliendo de mi colita.

Me cogió varios minutos a una velocidad increíble y de repente se detuvo, dio otro par de embestidas y explotó dentro de mí. Soltó una gran cantidad de semen tibio llenando mi entresijo, entretanto yo tuve varios orgasmos anales de mujer trans. Mi cola estaba extasiada, dilatada e hinchada por esa delicia de pene, jamás un hombre me había hecho el amor de esa forma tan salvaje y placentera. Nos vestimos y salimos. Ciao amiguis, espero que les haya gustado mucho y se pajeen leyéndome.

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Autor
Paty Zamptano
Paty Zamptano
Hola soy una mujer trans de clóset desde siempre. Me gusta vestirme con lencería muy sexy, me súper excitan los tacones destalonados, los micro-vestidos y las pelucas. Me encanta jugar con mis dildos y chatear con hombres de cosas muy morbosas. Me gusta escribir sobre mis deseos y fantasías de mujercita caliente. Nunca me he arrepentido de mis gustos y verdad íntima.

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