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Final feliz en carretera
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Todo ocurrió durante un trayecto de la ciudad de León hacia Querétaro, era un día viernes por la noche y había terminado tarde de trabajar en la empresa de uno de nuestros clientes, finalmente iba de regreso en mi camioneta y en la parte que colinda con Irapuato tome la autopista hacia Celaya, es una carretera muy solitaria a esas horas y además muy vigilada por la policía del lugar; déjenme decirles antes que, yo muy coqueta por la mañana, decidí vestirme con ropa interior femenina, me puse una tanga de color rosa, de encaje, junto con un liguero en color rosa también y medias de silicón del mismo color, las cuales se aferraban muy bien a mis piernas haciendo que se vieran mucho más ricas de lo que normalmente son, me puse mis jeans muy pegados, que aunque eran de hombre me gusta usarlos muy embarrados para hacer notar más mi trasero; para esconder mis medias de la mirada de la gente, me puse botas industriales que, a mi parecer se veían muy bien… Contrastaban con el color rosa de mi conjunto; pero, como soy TV de closet mi idea era aparentar ser hombre mientras estoy trabajando.

Regresando a mi relato en la autopista, no habían pasado ni 20 minutos que yo había tomado la desviación hacia Celaya cuando vi por el retrovisor la torreta encendida de una patrulla, se acercaba muy rápido hacia mi y al estar justo detrás de mi vehículo me ordeno que me orillara; no me puse nerviosa pues no tenía nada que esconder ni reportar, solo esperaba que su revisión no fuera tan prolongada; me detuve justo abajo de un puente donde sin querer los autos que pasaban por la carretera no podían vernos bien, a menos que pasaran muy lentamente y mirarán muy detenidamente hacia nuestro lado; el vehículo de policía se detuvo justo detrás del mío y yo podía verlo por el espejo retrovisor, fue en ese momento que pude verlo, era un hombre en toda la extensión de la palabra, musculoso, más alto que yo, muy guapo y con su uniforme se venía mucho muy varonil, se paró junto a la puerta a una distancia como de medio metro, se veía increíblemente rico, me corazón latió a mil por hora y por más que quise disimular él pudo notar mi nerviosismo al verlo; me pidió amablemente mis documentos y los busque de inmediato solo que al agacharme hacia la guantera y usar ambas manos para buscar lo que el hombre necesitaba, mi playera que traía puesta se recorrió hacia arriba y él pudo ver perfectamente mi tanga y mi liguero, cuando regresé con él me dijo que bajara de mi coche y yo sin decir nada lo obedecí, ya estaba yo empezando a mojarme porque escuchar su voz me hacía estremecer, me preguntó hacia donde me dirigía? De dónde venía? Y en ese momento me dijo algo que me dejó con la boca abierta: "una nena como tú no debería andar sola por estos rumbos a ésta hora…"; me quedé como tonta y con la boca abierta pues esas palabras me estaban invitando a algo más… Yo sé que, aunque me veo varonil, mis ademanes son más bien de toda una chica, así que de la única forma en que el oficial se dio cuenta de mi identidad escondida fue al ver mi ropa interior; "pareja, puedes venir por favor ?…" Le gritó el oficial a su acompañante que aún estaba en su auto, del lado del copiloto bajó otro hombre, hermoso como el primero, aunque un poco más alto, igualmente guapo y marcado de sus músculos… "Ésta hermosa señorita anda sola por los rumbos… No se te hace sospechosa?" Le dijo el primero al que acababa de llegar y este le respondió "así es pareja, yo creo que tendremos que registrarla para ver si no trae algo con ella…" le respondió el segundo… Sentí de inmediato que mi prenda íntima se mojó por lo que me esperaba, tenía 2 hombres guapos y uniformados para mí sola.

El primero de ellos me dijo que me pusiera contra el cofre y que abriera las piernas y apoyará los brazos en el coche, yo le obedecí de inmediato y comenzó a tocarme, tenía unas manos enormes que empezaron a recorrer mi cuerpo empezando por los pies, poco a poco iban subiendo por mi pantorrilla y después mis muslos, al llegar a mis nalgas mi respiración ya estaba muy agitada, me las comenzó a sobar lentamente, me las apretaba muy rico y en un momento me embarró su cuerpo, su pecho estaba pegado a mi espalda y pude sentirlo, había puesto su enorme paquete pegado a mi trasero y sentía como le palpita su verga, la tenía durísima y me susurro que si quería subirme a su auto, yo le respondí de inmediato que si, cuando abrí la puerta me di cuenta que su compañero ya estaba arriba del vehículo, sin pantalones ni calzones, al verlo así yo de inmediato me quite los míos sin quitarme mis medias ni mi tanga, él tenía su miembro muy parado, hinchado a más no poder, en el acto yo me monté en ese macho, me puse su verga en mi trasero, para sentirlo sobre mi ropita, el otro macho se subió junto a su compañero y ya adentro se bajó los pantalones y me dejó al descubierto su falo, estaba mucho más grande que el del que estaba montando, lo tomé con mis manos y empecé a masturbarlo mientras lo besaba con lujuria, el primero me empezó a acariciar mis nalgas y morder mis pezones, se metía sus dedos a la boca para después meterme uno en mi culito que ya estaba deseoso de verga y no me hizo esperar, con sus grandes brazos me levanto un poco mi trasero, me hizo a un lado mi tango y me ensartó su miembro, lleno de venas, hinchado y caliente como un fierro al rojo vivo, yo grite solo un poco puesto que a pesar de que lo tenía grande, ya antes me había comido con mi culo vergas de ese tamaño, me empezó a mover de arriba a abajo para cogerme así montada en él, mientras que su pareja se puso de rodillas en el asiento y me acerco su verga a la boca para que se la mamara, de verdad que cosa más rica, era una verga muy grande como de 22 cm, gruesa, llena de venas y cabezona, creo que la viva imagen de la verga que toda putita como yo siempre hemos soñado tener. Aunque si pensé que si me lo metía en mi colita me podría hacer daño; así estuvimos en esa posición durante aproximadamente 10 minutos, fue cuando sentí que el macho que estaba debajo de mi, me llenó toda con su leche caliente, sentí claramente que era mucha pues aún no me la sacaba del culo y ya me estaba escurriendo, sentí muy rico como me bombeaba por dentro y me dejaba todo su semen dentro de mi, en eso le dijo al macho que estaba a su lado, "toda tuya pareja, como te gustan, llenas de leche para que te la puedas coger…"; en serio, pensé ? Entonces así es como ellos lo hacen, yo pensé en ese momento que esa verga que estaba chupando tan rico sí me iba a lastimar, el primero que se vino dentro de mi se salió del vehículo y el que se quedó conmigo me puso de perrito, yo le dejé ver mi culo dilatado y escurriendo la leche del primero y este me acerco su verga, era enorme, un trozo de carne que nunca me había metido en mi culito pequeñito, primero me acerco su cabecita y poco a poco me la fue dando, de manera increíble me fue entrando toda mientras que yo solo gemía, no por el dolor sino por el placer que me estaba causando, de manera asombrosa me la dejo ir hasta adentro, me di cuenta de ello porque sentí como sus huevos empezaron a chocar con los míos, poco a poco fue aumentando el ritmo de sus embates y en un momento ya me estaba cogiendo muy duro, me agarró de mis caderas y me daba una que otra nalgada diciéndome, "así, muévete putita, comete mi verga, hasta el fondo…" yo solo le decía "si papi, métemela toda, así, cógeme, duro, más, más, más…" no tardé más de 5 minutos en sentir el orgasmo que me produjo aquel monstruo de carne de 22 cm, se sentía tan rico, tan placentero… Y al poco rato él se vino también, llenándome con su leche que también era muchísima, se sentó de inmediato en el sillón y yo me di vuelta rápidamente para limpiarle la verga con mi boca, comerme esa leche que le quedó embarrada en su miembro es la tarea de una putita hecha y derecha como yo, ya que se la limpie toda con mi lengua y me tragué hasta la última gota, fue cuando me di cuenta de que mi ropita interior estaba toda llena del semen de los 2, me la quite ahí mismo dentro del auto y me puse solo mis pantalones…

Me arregle un poco el cabello, me puse mis botas y me subí a mi coche… "Ya se puede ir princesa…" me dijo el oficial, sonriendo tan guapo… Yo solo atine a decir "muchas gracias, espero vernos pronto…" me dio un beso apasionado y continué con mi trayecto.

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