Viernes de desinfección. Un día felizmente libre para hacer lo que quiera. Mañana todo el día de relajación y algún placer de boca, un trago relajante, una comida soberbia y chocolate, mucho chocolate. Hay que pasar la tarde de hoy jueves y ya está. Unas horitas más de clase y listo.
El timbre! Ya está! Libre al fin…pero es temprano, faltan como dos horas. Me asomo a la puerta del aula y veo en el pasillo a los otros profesores sorprendidos como yo. Tal vez menos sorprendidos porque mis chicos se amontonaron detrás mí para apoyarme y tocarme el culo, como siempre. Y no solo los chicos, las chicas también se apretujan y manosean.
-Bueno! Todos para atrás! Voy a ver qué está pasando y vuelvo.
Nos vamos juntando los profesores camino a la administración y el Director nos sale al cruce para informarnos que la empresa de desinfección necesita más tiempo, así que las clases terminan de inmediato y que vayamos acompañando a los alumnos fuera de la escuela. Más tiempo libre!
Vuelvo al aula, les explico lo que sucede y les digo que en minutos nos vamos. Todos empiezan a acomodar sus cosas y nos encaminamos a la salida. Ya en la calle me quedé hablando con Julia, una alumna preciosa. Alta, rubia, caderona y con unos pechos notables. Me decía que no sabía qué hacer porque en la casa no había nadie y no quería estar sola. La invité a casa para que no anduviese por la calle.
Llegamos y me ayudó a acomodar un poco el desorden de ropa que tenía en el dormitorio.
-Qué linda ropa tiene profe!
-Trato de comprarme lo que me gusta y me quede lindo
Estaba tan fascinada que le dije –te querés probar algo? Me contestó que sí llena de entusiasmo.
-No sé si será tu talle. De cola seguro te entra, pero tenés más tetas que yo
-No importa, me las acomodo
Empezó a desvestirse y la verdad que tenía un cuerpo espectacular. Se puso una mini blanca, que apenas le tapaba el culo, y una musculosa roja que no podía cubrir sus senos.
-Te queda precioso todo
-No sé. A usted le queda mejor… como más… más
-Más provocativa me querés decir
-Si eso. Me gustaría provocar a los chicos como lo hace usted, sin hacer nada, hacerlos calentarse por mí.
-Eso no es más provocativa Julia, eso es más puta.
-No me animaba a decírselo. Pero eso querría.
-Ok. Entonces necesitamos una medias rojas, un portaligas haciendo juego. Zapatos blancos y un poco de maquillaje. Te parece?
-Sí. Gracias profe!
Se abalanzó sobre mí, me abrazó fuerte y me besó largamente hasta meterme la lengua. Yo respondí igual. Nuestros cuerpos se apretaban y estremecían. Mis manos y las de ella se bajaron a nuestros traseros para apretarlos. Ella bajo la cabeza para lamer mi escote donde mis tetas se juntaban. Suspire de placer, esta niña sabía lo que hacía. Nos desnudamos la una a la otra manoseando, besando y lamiendo lo que encontrábamos en el camino.
Le chupe y mordí esas tetas jugosas, metiendo dos dedos en su vagina; con mi verga en su mano no paraba de jadear.
-AH ah… te… la… quiero… chupar
La fui deslizando hasta acostarla boca arriba sin dejar de dedearle la vagina. Me puse a su lado de rodillas con mi pija cerca de su boca. La lamio y empezó a chuparla con muchas ganas. Estábamos las dos ardiendo, agitadas, sin aire para respirar. De pronto acabó empapándome la mano con sus jugos; no pude más y acabé en su boca. Con delicadeza nuestras lenguas se tomaron la tarea de limpiarnos y como premio nos besamos largamente.
No sé en qué momento nos dormimos. Desperté con Julia recostada en mis tetas, abrazando mi cintura y con su pierna apoyada en mi sexo, sintiendo el suyo tibio en mi cadera.
En un segundo pensé que era tarde, pero no había pasado más de una hora. Esta joven igualmente debía volver a su casa. La desperté con un beso en su frente, abrió los ojos, me sonrió y se apretó más a mí.
-Julia, deberías prepararte para ir a casa
-No quiero Profe
– Llamame Victoria… pero
-Me quiero quedar acá con vos. Dejame por favor Victoria
-Pero tus padres… tenés que volver. Tenés 19 años pero no sos tan libre
-Ufa… Dale un poquito dejame – Decía mientras dibujaba un aro en mi teta izquierda.
-No me quieras comprar toqueteándome. Cómo haríamos? Qué vamos a decir?
-Llamo a casa y veo qué se me ocurre y le digo
-Bueno llamá
Mientras Julia llamaba yo pensaba en cómo había desaparecido mi día libre, y en lo preciosa que ella era. Creo que la veía como una copia mía, libre y aventurera. Me gustaba pero más que el sexo era la posibilidad de ayudarla a ser mujer lo que me gustaba.
-Ya llamé, pero hay problemas en casa. Se murió un socio de provincias y mis padres tienen que ir al velatorio. ¡Y me quieren llevar! – Dijo ya llorando.
La abracé y traté de consolarla, que estuviéramos desnudas ayudaba mucho.
-Si los llamás y les decís que es inútil que te lleven a un velatorio de quien no conocés…
-Pero yo lo conocía…
-Importa un cuerno eso! Deciles lo que te digo y que te quedás en casa de una amiga… No le digas que soy yo, cuidado.
-Voy a tratar… -Dijo con voz de derrota
Salió del cuarto para llamar. Mientras yo fantaseaba que me estaba metiendo en un desastre.
Volvió con una enorme sonrisa.
-Ya está. Me quedo. Vuelven el lunes así que hasta el domingo estaremos juntas
Otra vez me asaltó a los besos y toqueteos. Yo estaba preocupada pero muy contenta también. Nos besamos y manoseamos un buen rato para festejar el tiempo que pasaríamos juntos.
-Bueno ahora a bañarse y después ver qué hacemos con tu ropa
-Dale vamos juntas Vicky
Fue placentero lavarle el cabello y enjabonarla toda, y recibir lo mismo de ella. Todo eso nos puso muy calientes. La puse contra una pared de la ducha y baje para lamerle el culo. Era riquísima y hasta la lengua en el anito le metí, mientras ella se masturbaba.
-Vicky sos genial, sabés lo que me gusta…
– Tenes un culo divino
-Dejame chupartelo a vos
Me di vuelta contra la pared y Julia bajo a lamerme el ano y meterme la lengua. La excitación era fuerte para ambas. Hasta me metió dos dedos adentro lo que me paro la pija de golpe. Julia se dio cuenta y me pajeo sin sacarme los dedos.
-No vayas a acabar me dijo… quiero jugar más
-Lo que tú me pidas
– Date vuelta
-Si
-Así ahora quiero que me orines la cara, la boca, las tetas, todo
Mira la mocosa las fantasías que tiene pensé. Y también en que me lo iba a tener que hacer a mí.
Empecé a mearla como me pidió. Le encantaba, tragaba y escupía y se mojaba toda.
-Quiero mearte la concha y el culo
-Sí, quiero – y se puso en cuatro levantando el culo
Que placer mearle los dos hoyitos, mientras Julia sonreía y se frotaba el meo en ellos.
-Ahora me toca a mí – dije mientras me acostaba boca arriba.
Como en un ritual acomodó su concha y me meo toda, de la cara a la pija y el culo; siempre sonriendo con una alegría de niña. Nos volvimos a besar meadas, nuestros besos eran como una práctica sagrada, todo empezaba y terminaba ahí, con nuestras manos en el culo de la otra. Nos terminamos de duchar y no secamos, vestirse no valía la pena.
Elegimos la ropa que no pondríamos para salir más tarde. Jugamos, hablamos mucho de nosotras de nuestros sueños y fantasías. Tomamos unos tragos acurrucadas juntas en un sillón. Y en cada mirada las dos sabíamos que nos faltaba un paso más a dar. Pero al mismo tiempo que ese paso no podía ser algo común para nosotras, tenía que ser muy goloso para hacernos felices. Éramos como hermanas que todo lo compartían y deseosas insaciables de todo, eso nos unía más.
Fuimos al dormitorio. Yo me recosté en la cama y Julia comenzó a curiosear el lugar.
-Lo que buscás esté en esa puerta
Julia me miro con complicidad y abrió mi placar de juguetes.
-Que lindos chiches tenés mami… puedo probar?
-Si todos los que quieras
-Me gusta este doble…
-A mí también tráelo
Primero los besos y las lenguas. Apretadas y mordidas de tetas para ambas, una deliciosa práctica.
-Ahora hagamos un 69- Yo me acomodé arriba y Julia abajo. Nos chupamos con ganas y nos babeamos mucho. Julia adivinó y me metió dedos en el culo y yo hice igual. Los sacábamos y los chupábamos o se los dábamos de chupar ala otra y los volvíamos a meter. Una excitación total.
Julia se puso en cuatro detrás de mí, culo con culo. Agarramos el dildo doble y nos lo metimos en el culo hasta el fondo y empezamos a cogernos con él. Tomamos ritmo y cuando nuestros culos chocaban el dildo estaba lo más adentro posible, nos separábamos y lo volvíamos a meter.
-Vicky me encanta! Ah Ah Que rico se siente entrando y saliendo abriéndome toda
-Si AhAhAh es bárbaro! Asi Asi
-Me gusta más AhAh porque es con vos
-Si amor juntas somos las mejores…Cae despacio hacia la izquierda sin sacarlo…Eso asi asi… ahora que estamos de costado entrelacemos las piernas acercándonos…. MMmm… Ahora abrite la concha que te voy a meter mi verga…
-Si, amor si… Que dura la tenés dentro mío…ahora nos podemos mover… que cogida dobleee!
Nos dimos un buen rato así y luego nos acomodamos sentadas entrelazadas las piernas con el dildo metido bien adentro y moviéndonos para cogernos por delante. Ahora nos cogíamos todo y nos besábamos, nos apretábamos y chupábamos las tetas.
-Juli estoy por acabar
-Yo casi lléname de leche mami
-Aghhh ahí voy
-Si venite que ya llego… mmm agh
Caímos exhaustas de lado sin poder movernos por un rato. Mojadas y felices.
Cuando pudimos desenredarnos nos besamos y abrazamos recostadas en la cama. Julia siempre sobre mis tetas.
Habíamos planeado salir a comer pero no teníamos más energía. Comimos unas frutas y volvimos a la cama a dormir.
Todavía teníamos tres días por delante…