La segunda entrega terminó así “Que querría el cliente que pidió sesión privada?”
En esta tercera entrega continuamos con la segunda sesión y rechazamos una interesante propuesta de un cliente.
Ella en la cama boca abajo, con el dildo grande dentro de su vagina, yo con dos eyaculaciones en menos de una hora, y la sesión que apenas llevaba una hora recordamos lo que habíamos leído de no entregar todo al principio pero la interacción con los espectadores nos había llevado a eso. Estuvimos conectados un rato más sin mucha acción, ella se seguía tocando, vulva, pezones, incorporó un dedo que recorría la zona anal. Le sugerí que sacara el dildo de su vagina y colocara un huevo vibrador y con la cámara haciendo un primer plano jugara con un dildo chico en su ano y accedió. Sin apuro, ella se sentó en la cama y sintió como los veinte centímetros de dildo le presionaban el útero y toda su cavidad abdominal, me pidió que la ayudara a sacarlo y le dije que se parara y corriera la tanga y el dildo cayó al suelo haciendo un ruido primero al salir de su vagina dejando un gran agujero y luego al caer al suelo y rebotar por éste.
Imaginarán que colocar en la vagina un huevo vibrador luego de tener una hora un monstruo dilatando, fue sencillo, diría que entraban una docena de huevos vibradores. Sus labios, si los vaginales, estaban hinchados de contener ese tamaño durante tanto tiempo, tuvo que hacer un esfuerzo para que el huevo no cayera al moverse en la cama, y buscó disimuladamente el punto donde ubicarse para el mejor encuadre de la cámara. Bajó el abdomen y el pecho recostándose en la cama dejando las rodillas apoyadas, con las piernas ligeramente abiertas, la vista desde atrás era hermosa, los labios no alcanzaban a cerrar todo el agujero que había, el huevo estaba en su interior y salía una pequeña parte del piolín para recuperarlo. Estaba sin encender.
Ayudé con un poco de aceite acariciando sus nalgas, frotando su vulva y ano, en la cámara solo aparecía mi brazo frotando ese trasero devorador, el dildo lubricado lo empezó a pasar por sus labios, recorrió todo el perímetro de la vulva lo pasó de arriba abajo por la raya de su cola varias veces y fue aliviando la tensión del ano. De fondo había algo de música de cover de guitarras, suave, que incitaban a la tranquilidad, ella se dio cuenta que su ano iba aflojando y metió la punta del dildo, no era asidua a jugar así, ni a tener sexo anal, era una sensación totalmente nueva y yo la dejé que experimentara, capté unos primeros planos estupendos, y en el chat iban aumentando los espectadores.
En un rato el dildo ya entraba la mitad, ella tenía sed y me pidió algo de la heladera, pero no soltaba el dildo ni dejaba de meterlo y sacarlo, para tomar agua dejó el dildo en la mesa de noche, tomó mirando a la cámara mientras yo llevaba a lavar el dildo y traía una toallita húmeda para limpiar la zona. Volvió a ponerse de rodillas con el culo hacia la cámara y le alcancé otro dildo, uno un poquito más gordo, tal vez de unos cuatro centímetros de diámetro, como un pene normal, ella se dio cuenta al agarrarlo, me miró, vi su brillo en los ojos a través del antifaz y lo volvió a frotar por su raya y ano que ya estaba algo abierto, esperando lo penetraran, le dije que le iba a poner lubricante y esperó unos segundos mientras yo le echaba un buen chorro y parte se deslizaba hacia adentro del ano y otra parte al interior de su vulva que todavía no se había cerrado del todo. Apoyó la cabeza, hizo algo de presión, el esfínter cedió y entró, así de una, la tercera parte del dildo, ella esperó unos instantes para comenzar a moverlo y le dije que iba a prender el huevo, cuando lo encendí se tensionaros los músculos de sus piernas, su vagina se contrajo y el ano apretó el dildo, de a poquito fue aflojando de nuevo.
Ella estaba con los ojos cerrados, disfrutando de un dildo en el ano y un vibrador llevándola al orgasmo en la vagina, y llegó una notificación. Una usuaria recién conectada quería ver como la penetraba yo analmente y después quería ver como el semen chorreaba de su ano, demoramos unos instantes en contestar, nos miramos, ella encogió los hombros y asintió con la cabeza, pero en voz muy baja le dije que necesitaba que disimuladamente se diera vuelta, con la cara hacia la cámara sin sacarse el dildo, apagué unos instantes el huevo vibrador, cuando ella giró, quedó a su alcance el dildo grande que estaba en el suelo, lo comenzó a lamer sugerentemente y mientras la atención estaba centrada en cómo ella lamía el dildo e intentaba metérselo en la boca pero era más grande, yo saqué el dildo de su ano agarré la jeringa de semen ficticio, se la vacié en su intestino y volví a meter el dildo.
Ella volvió a girar en la cama y se puso en posición, yo moví el teléfono de streaming y lo puse de costado para que enfocara mi pene entrando y saliendo de su ano, pero en el encuadre se veía la otra cámara, pero no había tiempo de corregir eso, yo ya estaba duro, me coloqué detrás de ella, le pedí que levantara su tronco porque su ano me quedaba muy alto, saqué el dildo que tenía restos de lubricante símil semen y lo dejé donde no se veía, arrimé mi cabeza al agujero y presioné, ella se estremeció y le pregunté si le dolía a lo que contestó que no, que le gustaba, sin penetrarla en su totalidad y solo usando la mitad comencé a entrar y salir. De a poco fui sintiendo sensaciones y ella estaba cómoda, reposaba su cabeza en la cama y dejaba que yo hiciera el trabajo. No me aguanté un en 3 oportunidades la metí hasta el fondo, hasta que los huevos golpearon su vulva, y ahí recordé que el huevo estaba dentro, lo encendí y comencé a sentir una nueva sensación, ella también, de la vibración profunda y el culo lleno. Hasta que con siete u ocho estocadas bestiales, derramé una nueva eyaculación en su ano. Allí se juntaron los líquidos, pero al sacar se iba a derramar todo.
Saqué mi pene despacio, ella no había llegado al orgasmo, apagué el huevo, le dije que mantuviera su culo alto y moví de nuevo el teléfono de streaming para enfocarla de atrás y ahora le dije que se incorporara y volcara todo lo que tenía adentro que la estaban mirando, y empezó a salir semen a borbotones, poco primero, mas después, yo ayudé metiéndole dos dedos y manteniendo el agujero abierto, pero lo que no tuvimos en cuenta fue que al hacer fuerza para expulsar el líquido de sus intestinos, salió el huevo como un balazo de su vagina, cayó en el piso y rodó por la habitación, ambos nos reímos hacia la cámara y estaba terminando la función cuando aparece otra notificación. El usuario que más temprano había pedido una sesión privada.
Nos preguntó en inglés si queríamos ir a una sesión privada y le dijimos que si, allí nos enteramos que éstas tienen un reembolso mayor para nosotros y un costo extra para él. Mi mujer interesada en lo que el cliente pedía y nos propuso que jugáramos con dildos grandes delante de él, solo el, y termináramos haciendo un fisting, meter el puño en la vagina o ano.
Le contesté que no lo teníamos planeado y que ya estábamos por cortar la conexión pero que lo conversaríamos entre nosotros y que al día siguiente volviera por el chat una hora antes de finalizar y nos pidiera de nuevo iniciar una sesión privada. Allí nos dijo que su nombre era Nelson y que le gustaba nuestras performances y que iba a mirar con su mujer. Nos despedimos, cortamos la conexión y quedamos ambos sentados en el borde de la cama, ella con el culo volviendo a su lugar y yo exhausto después de tres polvos en un rato.
Nos preguntamos si podríamos con esto, con la nueva propuesta, nos intrigó el por qué este tipo nos pedía esto, sería para imitarnos en la intimidad? Le habría pedido a su mujer y le quería demostrar que la gente normal también podía? Lo habría pedido en otros chats y nadie lo hace? O nos lo pidió porque nos vio nuevos?
Le pregunté si se animaba, y me respondió que no sabía, y que quería saber qué diferencia había entre el dildo grande que tuvo hoy y mi mano, entonces trajimos un centímetro flexible y medimos.
El dildo grande de hoy tiene seis centímetros que son casi 19 de circunferencia, el más grande que tenemos equivale a cuatro dedos hasta los nudillos, lo hemos intentado alguna vez y después de mucha lubricación pudimos, eso son algo más de siete centímetros de diámetro o veintidós y algo de circunferencia y mi mano tiene veinticinco y algo que equivale a un diámetro de ocho y algo. Cuando ella dijo que no, que no podía le recordé que la cabeza de un bebé tiene diez de diámetro y ya pasaron dos, no dijo ni que sí, ni que no.
Nos bañamos, conversamos, cenamos y nos fuimos a la cama, ella no había llegado a un orgasmo hoy, le hice unos mimos, nos dimos unos besos y nos quedamos dormidos pensando en que el día siguiente, el tercero del streaming iba a ser desafiante, por el otro día, el cuarto, iba a ser el día que habíamos elegido para no conectarnos y hacer otra cosa. Pero para ese día teníamos que armar un video súper largo para dejar reproduciendo en streaming.