Mi esposa es una mujer muy hermosa de 36 años, la amo, es sensual y en el sexo es muy ardiente.
He querido proponerle ir a una fiesta swinger, pero no se ha concretado, Hay ocasiones en las que cuando estamos cogiendo le he preguntado si le gustaría sentir otra verga en su interior, contesta que si, le gusta mamarme la verga, y también es de su agrado que se la meta en su delicioso ano, tiene bien depilada su pelvis, yo mismo he fantaseado con verla mamando otra verga, disfrutando plenamente del sexo.
En una ocasión fuimos a Acapulco, nos subimos a uno de esas embarcaciones donde hacen eventos nocturnos, ahí me tocó ver como un joven que estaba haciendo su función se le quedaba mirando a mi esposa, ella lucía una blusa escotada, así que dejaba ver sus ricos encantos.
En el baile yo podía darme cuenta que aprovechaban para poder rozarla un poco, estoy seguro que sentían sus nalgas. Regresamos al hotel algo bebidos y calientes, la besé apasionadamente mientras la desnudaba la cargue y la giré a modo de que ella pudiera mamarme la verga y yo poder saborear su ano y su capullo, mi lengua jugaba en su interior mientras ella con fuerza me chupaba la verga, seguro ella estaba caliente a consecuencia de los tocamientos en la embarcación.
La puse en posición de perrito y la penetre con fuerza, mis manos acariciaban sus pechos, ella pedía verga locamente. Después de un rato cambiamos de posición ella montada en mi, mantenía el ritmo y el control, veía su hermoso cuerpo, mientras ella gemía con fuerza, la acomode con sus piernas en mis hombros estiradas y le metía la verga con más fuerza y rapidez, así estuvimos otro momento hasta que ella me pidió que le llenara su año de leche y así lo hice, saqué mi verga de su vagina y se la metí por su estrecho ano y bombeé hasta darle toda la leche que traía. Es rico ver a mi esposa deseada por otros.
En fin estoy ansioso por poder realizar mi fantasía algún día.